Ángel Gabilondo, un metafísico en la corte del PSOE
beatriz asuar gallego / manuel sánchez
No deja de resultar un dilema metafísico
que un catedrático en tan compleja materia haya sido el último gran
fichaje del PSOE para sus candidaturas (que le haya salido bien), y que
sea actualmente la esperanza blanca para que los socialistas vuelvan a
gobernar la Comunidad de Madrid, más de dos décadas después.
Ángel Gabilondo, con máster acreditado en “el
razonamiento profundo sobre cualquier materia”, tendrá en pocos días la
oportunidad de subirse a la tribuna de la Asamblea de Madrid y presentar
ese proyecto que no se cansa de repetir “para la transparencia, la
trasformación, la regeneración y la limpieza en la vida política”. Y no está claro que no logre convencer.
El “hermano de Iñaki” no es un político al uso y basta oírle en cualquier mitin citar a Kant, Hegel, Platón o Sócrates para darse cuenta que es una “rara avis” en
un mundo donde predominan los lemas y las frase cortas e impactantes.
Lo curioso, es que a la gente parece gustarle y le aplauden.
Su llegada a la política sorprendió también a muchos,
y su discurrir por ella ha sido también atípico. Participa en pocos
actos del partido, elude cualquier polémica interna en el PSOE y se ha
limitado a hacer una oposición comedida y sin aspavientos, hasta que
estalló el “caso Cifuentes”.
Estuvo a punto de conseguir un gran acuerdo por la
Educación en su etapa como ministro, pero fracasó en el último momento.
Dicen que si él no lo consiguió, nunca se conocerá en España un acuerdo en esa materia.
Ahora, se enfrenta a otro gran reto, conseguir el
apoyo de dos fuerzas tan antagónicas como Unidos Podemos y Ciudadanos
para desbancar a Cifuentes. Con el partido morado parece factible el entendimiento, y más que difícil con el partido naranja.
Sin embargo, Gabilondo no va a tirar la toalla, y espera convencer a la formación que lidera Albert Rivera de que no es sostenible, ni por activa ni por pasiva, seguir manteniendo en el poder no ya sólo ya a Cifuentes, sino al Partido Popular.
Ha conseguido en torno a su nombre y a la iniciativa de la moción de censura el acuerdo y la unanimidad de su grupo, del PSM y de la dirección federal, algo que no ocurría en la corte socialista desde finales de los ochenta.
Ha conseguido en torno a su nombre y a la iniciativa de la moción de censura el acuerdo y la unanimidad de su grupo, del PSM y de la dirección federal, algo que no ocurría en la corte socialista desde finales de los ochenta.
Ahora, gran parte del éxito de la moción está en su mano y en su capacidad de diálogo, convicción y acuerdo.
Como ocurrió con el pacto educativo, si Gabilondo no lo consigue ahora,
nunca habrá en Madrid un escenario tal favorable para echar a un
Gobierno y a una presidenta bañados en el descrédito absoluto.
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