miércoles, 11 de abril de 2018

La reflexión de Iñaki








Dos códigos morales

Considerar políticamente positivos comportamientos que en la vida ciudadana son simplemente vilezas es instalarse en la aberración de que la política tiene derecho a su propio reglamento moral, a un código distinto. Esta es a mi juicio la piedra angular de la desafección ciudadana


Habría que estar muy desesperado para mantener el cadáver político de Cifuentes expuesto de cuerpo presente y confiar en que no se notara que es un cadáver o esperar que resucite. Creo que el PP no hará eso, sino que dejará caer a Cifuentes y buscará a otro candidato, pero no me atrevería a descartar nada. Rajoy desde Argentina dijo que esperaba que el caso se resolviera con sentido común. Se resolviera, oración impersonal. Rajoy despegado del tema, como si tuviera que resolverlo cualquiera, todo el mundo menos él.
Atrincherarse en la negación de la realidad, escurrir el bulto, eludir la responsabilidad y esperar que pase el tiempo es algo que Rajoy ha convertido en sello de la casa. Lo grave es que él cree, y muchos de sus seguidores creen, que es una fórmula válida de eficacia probada y la elogian. Y esta es la cuestión. Porque convertir en algo elogiable enmascarar la verdad o dar cobertura a la indecencia, llamar control de los tiempos a la protección de la corrupción mientras sirva, o despejarla solo cuando se convierte en amenaza para los intereses del partido, no puede ser nunca aplaudido como cualidad, ni tampoco aceptado como un rasgo de un oficio al que se le hubiera otorgado bula para la inmoralidad. Considerar políticamente positivos comportamientos que en la vida ciudadana son simplemente vilezas es instalarse en la aberración de que la política tiene derecho a su propio reglamento moral, a un código distinto. Esta es a mi juicio la piedra angular de la desafección ciudadana, esto es puro veneno para la sociedad. Y una pregunta que me he hecho muchas veces: ¿en cuál de los dos códigos morales, el de su política o el de la gente, querrá a Rajoy que se eduquen sus hijos?  

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Apostaría cualquier cosa, visto lo visto,  a que la elección de M. Rajoy en lo que atañe al modelo educativo para sus chiquillos es la primera de las dos. Y que seguramente, ante lo que hay, es un tema que a él le trae sin cuidado. Porque  ni lo ve, ni lo conoce, ni se le espera y no solo en su caso, sino en todo su ecosistema, como estamos viendo desde hace dos legislaturas y pico. Estoy tan segura de ello que ni lo dudo. O sea, que sus hijos, si no ocurre un milagro, están fatalmente orientados al código "moral", o sea amoral, de su padre. Mucho tendrían en el futuro que evolucionar y romper sin miedos ni graves problemas psicoemocionales, para adaptarse a un código moral que está en las antípodas de lo que una lleva en los genes que ademas de lo hereditario por biología, nos educan, y mucho más con conductas y formas prácticas de ver la vida, que con palabras y sermones de iglesia y palio tapacosturas...
La educación no se reduce a lo que nos imponen unas normas teóricas repetitivas o a unos paradigmas abstractos sobre la excelencia y sobre el comportamiento ejemplar, el bien y el mal, premios o castigos, etc...Nos educa con mucho más peso que las  demás circunstancias, todo lo que vemos hacer u omitir a nuestro alrededor, y cuanto más cercano y parental es el referente y el vínculo, más nos influye y determina su ejemplo en la configuración del carácter y las tendencias más elementales y espontáneas, ésas que se graban en plan indeleble y que pasan a formar parte de nuestra esencia como seres humanos, y que ni el tiempo ni los mejores colegios, ni lo que se estudia, ni lo que se aprende en el mejor entorno, podrá cambiar de raiz si la persona implicada en el proceso no descubre la catadura y la influencia en su vida, de lo que se le ha transmitido  y permanece tan profundamente enterrado en su inconsciente, mezclado con las emociones y con la memoria celular de la infancia, de tal modo que no es posible renconcerlo ni  desenterrarlo sin una terapia bien a fondo, claro, que para eso la persona necesita poner en crisis sus raíces, sus tabúes, sus prejuicios insertos en  el sistema vital heredado y  eso no es posible si no se integra  el conflicto y se reconcen los traumas...Mucha gente huye de ese tipo de conflicto, lo entierra y lo esconde toda su vida, porque se ha identificado tanto con "su circunstancia" -como aseguraba Ortega y Gasset-  que no puede ni sabe distinguir quién es ella misma, él mismo, sin que esté por medio su pasado con  sus totems, su mitología familar y genética. Y sus efectos secundarios, naturalmente. Si ese mundo íntimo se desconoce y como decían los antiguos griegos no hay  un 'gnozi seautón' liberador, ni posibilidad de salir del fango que nos parece, para colmo, lo mejor de lo mejor, porque es "lo de siempre", "lo nuestro", lo único que nos da seguridad, falsa e ilusoria, como no se conoce otra cosa y las alternativas no se experimentan por si salen mal...y más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer,  ¡hále!, venga otra dosis de Titánic, porque seguramente esto, como nos han dicho en la parroquia , es voluntad de diosh. Y ya se apañará él, que para eso es dios y nosotros muy poca cosa. Venga, a rezar, bonicos y a dejar que los señoritos del cortijo decidan por vosotros, que para eso les votáis, ¿no?
Y así, desde Don Pelayo hasta hoy, con algún intermedio a cargo de los comuneros, las germanías, las dos repúblicas truncadas, los maquis de la posguerra, Carrillo sin la peluca, el 0'7, el 15M, las marchas de la dignidad, los pensionistas, las mujeres, Catalunya, las barricadas contra el atropello del AVE en Murcia...y poco más que señalar. Lentos y con marcha atrás. La educación sin moral, pero con toneladas de moralina.

Freud descubrió ese juego fatal, Jung fue todavía más allá en los descubrimientos, y la psicología contemporánea dispone de diversos recursos, métodos  y terapias adecuadas para ese trabajo, que con mucha suerte podría ayudar a personas domesticadas e impregnadas por un tipo de 'educación' - por usar un eufemismo-  rajoyana, cospedalina, aguirresca, sorayista, cifuentiana o fabriforme, que en las capas sociales de extracción cultural freático-rupestre, como la mentalidad pepera, -aunque no sólo, que también tienen lo suyo las demás etiquetas-, es lo más habitual. Y por si hay dudas, ahí está  el ejemplo nada ejemplar de Pablo Casado, para confirmarlo: aprovechando el lance de su camarada de ideología cayendo en picado sin remisión, sin chispa de miramiento, ahí está dando explicaciones sobre lo bien que hizo él su mismo camblache, y todo para presentarse como heredero al trono una vez que la reina del tablero peperil se ha auto-jaquemateado y aun permanece de cuerpo presente sin un sepelio como es debido, xd! Que sea inhumada de una vez, que ya les vale con tanto protocolo a la española, todos implicados en el no saber por donde tirar, y que el fiambre se les a va pudrir al aire libre, releñe! Igualitos que Rajoy cuando hay un problema gordo por resolver y se esfuma, se emplasmatiza, se esconde o se  monta un viaje oficial a cualquier parte con tal de que esté a miles  de kilómetros. Ni compañerismo, ni empatía ni al menos esperar al entierro de la sardina para empezar la cuaresma de las aclaraciones y la liquidación de residuos, para plantear las sucesión y esas cosas...Tienen tan pocos recursos gestionadores como ingenio para encontrar salidas decentes y aptas para el bien común.

Así de deformante y pasmarote es la 'moral educativa' que los hijos de cualquier pepero - y por supuesto los de Rajoy en primera línea de fuego- ven con toda normalidad desde que nacen...-¡pobrecicos nuestros!- y los bloquean tal cual, desde que dicen el primer "agoo" en la cunita, hasta que acaban dimitidos y/o en  Soto del Real. Es una paradoja el hecho de que a cuenta de las perrerías que pperppetran contra la ciudadanía, con tan mala leche como zafiedad, torpeza y amoralidad innata, ese statu quo que nos debería dar pena nos acabe dando  asco y vergüenza de ser españoles.
No se puede aplicar un sentimiento más presentable al encarcelamiento de todo bicho viviente que les lleve la contraria en ideas y diseño político, a la violencia represora que tapa la incapacidad para el debate sano, el diálogo, la negociación y el acuerdo inteligente, pasando por el exhibicionismo religioso y patriotero, por la defensa de "lo mío" y de "lo nuestro" aunque eso sea delinquir, pero al mismo tiempo ir a degüello hasta la insidia y la calumnia cuando alguien se atraviesa en el camino con una verdad evidente e irrebatible que deja al descubierto las miserias de  esos "lo mío y lo nuestro", más la manipulación de las tripas e instintos que tanto valoran precisamente porque  nunca han visto lo peligroso que es para todos vegetar en las tinieblas de las inercias genéticas heredadas o/e inoculadas por goteo 'educativo', sin ventilar jamás el almacén y los archivos, sin descubrir lo que les priva de crecer como seres humanos y de ser felices sin necesidad de mandar, arrasar, poseer, machacar, fingir, mentir, robar y acabar la vida sin haber nacido como humanos de verdad,  y no sólo de aspecto.


Mirar el peperismo, como el trumpismo, putinismo, lepenismo, orbanismo o el erdoganismo, berlusconismo o cualquier modalidad neofascista en boga como una cosa natural y no como una enfermedad social muy grave, producida por la toxicidad capitalista amoral (no 'inmoral', que intenta significar el matiz de 'moral equivocada', una aporía) en putrefacción de los egos desnortados, es el problema que hace posible un mundo tan loco y miserable como éste. Y que hasta la gente normal hable de una 'doble moral' entre los más atávicos y escasos de luces, cuando sencillamente se trata de ser moral o no serlo. No hay una moral buena y otra mala. Hay moral o no. Cara desubuerta o máscara encubridora. Presencia o ausencia. Y en el pp no la hay desde nunca. Lo suyo es hipocresía farisaica inculcada desde la cuna en todos los aspectos de la existencia. En casita, en la escuela concertada que el estado subvenciona para que los niños sigan dormidos eternamente, al amor del hogar "cristiano" teórico y ateo práctico y una enseñanza tan plural que va a medias con todas las religiones y además es aconfesional y laica por respeto democrático, ah, y sin que para nada estorbe la imposición por narices y concordato del catolicsmo que es la única religión verdadera como dioshmanda, como la patria y el rey. Como la bandera y el himno. Como los novios de la muerte. Como los sobres del tresporciento y el trespercent. Como la inmatriculaciones de los monumentos públicos y los timos corruptos con las visitas de los papas, como los pederastas diciendo misa y dando catequesis y clases de "moral católica", mientras se enchironan cantantes, cómicos y  titiriteros, y se hace del odio delito al portador y una bandera y del perdón al prójimo y de la reinserción de los que se quivocaron y delinquieron, un mandamiento irrisorio...Qué manera tan maravillosa de entender el evangelio (¡Qué paguen con prisión indefinida revisable a gusto del que mande! ¡Al enemigo ni agua!)
Moral en "A" y moral en "B"y todos tan devotos, de romería en romería, de procesión en procesión, de desfile en desfile....Ains! Y educando superbién a las nuevas generaciones, que paradójicamente, siempre son clones de la misma degeneración pprimigenia.

Es muy triste, Don Iñaki, pero si Rajoy al menos tuviese esa duda acerca de la bipolaridad moral/amoral  que usted sugiere, no se comportaría como lo hace. No sería el causante de tanto mal para su país, para tantas familias e hijos como los suyos, que todos somos familia universal de la misma pasta biológica, todos nacemos y morimos, todos somos iguales, aunque los amorales no lo vean a sí, porque no se han planteado siquiera la necesidad de unas gafas de ver, aunque vayan de hostia en hostia dejándose los piños de su torpeza a cal y canto, la culpa siempre, siempre, es de lo otros. de "losh malosh" o del cha-acha-chá que se empeñan en bailar en vez de ir de másteres pre y post cocinados o a la novena del Cristo de Medinaceli, que también es otra opción la mar de molona y devota.


Rajoy y la misma trayectoria de su partido padecen una carencia total de empatía y de sentido social y colectivo de la responsabildad, que, según ellos, es cosa de "los malos" nada más, y eso es un rasgo sociópata que impide pensar en algo más que en el propio beneficio inmediato, caiga quien caiga y "haciendo lo que hay que hacer" según dice el mantra de Rajoy, sin matices, sin reflexión, sin consultar ni preguntar en el Parlamento, que es de débiles y flojos, sin discernir más allá de otro de sus mantras favoritos: "¿de cuánto parné y de qué brebendas estamos hablando?" mientras nadie sabe, y especialmente el Presidente,  qué puñetas es lo que hay que hacer cuando 'pashan cosahs rarash' y el plan aprendido de memoria se va de varas y desaparece en la nada, demostrando su nada de nada...claro, que para esho están losh viajesh. Como decía Marco Polo, ¿o era el de losh fartonesh Polo el que lo dijo?

Esta reflexión de Iñaki tiene mucho contenido para escarbar en cada una de nosotras  como en el conjunto social que compartimos. Gracias, Don Iñaki, eskerrik asko.

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