Castilla-La Mancha vuelve a situarse como pionera en la lucha contra la violencia de género
El anteproyecto de Ley para una Sociedad Libre de
Violencia de Género presentado por el Gobierno regional incluye nuevos
tipos de violencia contra la mujer y la consideración de los menores
huérfanos o las madres cuyos hijos hayan sido asesinados por su pareja
como víctimas directas de la violencia machista
El Gobierno de
Castilla-La Mancha ha presentado este lunes el anteproyecto de una nueva
ley contra la violencia de género. Fruto de un trabajo iniciado en
noviembre de 2015, la “Ley para una Sociedad Libre de Violencia de
Género” pretende integrar aspectos clave que hasta ahora estaban en un
segundo plano como la asistencia económica a los menores huérfanos o el
acceso prioritario al ámbito laboral y a la vivienda pública.
En palabras de Araceli Martínez, directora del Instituto de la Mujer de la región, “este proyecto ha centrado los esfuerzos más importantes de la legislatura,
movilizando recursos en todas las consejerías e implementando el
principio de transversalidad, convirtiéndose de esta forma en la ley más
participada y participativa de la historia de Castilla-La Mancha con un
total de cuatro procesos de consulta con la ciudadanía y las entidades
sociales”.
La nueva norma, calificada como la más avanzada a
nivel estatal, recoge el testigo de la ley de 2001 de prevención de
malos tratos y protección a mujeres maltratadas que ya fue considerada
como la avanzadilla de la ley estatal de 2004 contra la violencia de
género. Una de las principales actualizaciones en la legislación, en
un intento por aglutinar los esfuerzos nacionales e internacionales en
la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia de género, ha
sido la inclusión de “los matrimonios de conveniencia, la mutilación
genital, los matrimonios de conveniencia y la utilización de las redes
para dañar a la mujer” como formas de violencia contra la mujer.
Otro de los ejes fundamentales de la nueva ley
radica en la especial atención a los menores, olvidados hasta ahora en
la legislación sobre esta materia. Para paliar esta desatención, el Gobierno regional garantizará una ayuda económica a los huérfanos por violencia de género
con el objetivo de que “la pérdida de su madre no suponga perjuicio
económico ni para las y los menores ni para sus familias de acogida”.
En la misma línea, la ley también considerará
por primera vez víctimas de violencia de género a las madres cuyos hijos
hayan sido asesinados por su pareja para causarlas un mayor sufrimiento.
Esta casuística, explica Araceli Martínez, responde a casos como el de
los niños cordobeses Ruth y José, cuyo padre decidió quitarles la vida
estando inmerso en el proceso de separación de su esposa.
“Paradójicamente no existe un tipo penal para
definir a estas mujeres como víctimas de violencia de género y es
importante que demos este paso hacia delante”, asegura la responsable
del Instituto de la Mujer.
Además, en la línea de apoyo económico la Junta
de Castilla-La Mancha destinará una ayuda a familiares dependientes que
convivían y dependían de la mujer víctima de la violencia de género.
Conscientes de la transversalidad necesaria para
abordar una lacra como la violencia machista, la ley centrará sus
esfuerzos en la prevención, sensibilización y concienciación en una
sociedad igualitaria, apunta Martínez, “desde el convencimiento de que
cuanto menor sea la desigualdad por razón de género, también lo será la
violencia machista”. De esta forma, en el ámbito educativo se extenderá
la experiencia piloto que ya está en marcha en 48 colegios de la
comunidad, con una asignatura obligatoria que promueva la educación afectivo-sexual y la prevención de la violencia de género.
Las únicas ampollas que ha levantado la futura ley
tienen que ver con el desarrollo de dicha asignatura y el rechazo de la
archidiócesis de Toledo al considerar que “contribuirá al
adoctrinamiento en las aulas y a la extensión de la ideología de
género”. “Está claramente planteado en clave de oposición hombre-mujer y
consideran que la única explicación al fenómeno de la violencia contra
la mujer radica en el machismo estructural y en las desigualdades entre
mujeres y hombres”, añaden desde la archidiócesis.
El Gobierno regional ha querido extender la concienciación en esta materia al ámbito rural. Bajo
el nombre de “misiones pedagógicas por la igualdad”, en 2016 decidieron
recuperar la experiencia de la Segunda República de acudir a zonas
rurales y deprimidas para difundir la cultura, los valores sociales y la
democracia. “En una comunidad tan rural como la nuestra y con una
despoblación tan elevada es fundamental acudir a los pueblos con
caravanas y trabajar por la igualdad. Empleamos el lema ‘Sin un sí es
No’ en 2016, adelantándonos a la indignación producida por el caso de
‘La Manada’, con la idea de que sin un sí explicito las mujeres estamos
diciendo que no”, explica Araceli Martínez a Público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario