NO HABRÁ ASAMBLEAS CIUDADANAS LOCALES
Podemos deja sin órganos de dirección a todos los municipios de Castilla‑La Mancha
La decisión se toma en pleno
proceso de confluencia de cara a las elecciones municipales de 2019,
dejando así a cientos de ciudades sin interlocutores válidos para
afrontar esas negociaciones, que quedarían directamente en manos de la
cúpula autonómica.
S. Jiménez
24 de Abril de 2018
TOLEDO.- Podemos se queda en Castilla-La
Mancha sin órganos internos de carácter local, al quedar excluida esta
comunidad del proceso de renovación de asambleas ciudadanas emprendido
por la formación morada a nivel estatal.
De este modo, ningún municipio castellano‑manchego tendrá órganos de dirección de la formación morada. Tras quedar disueltos el pasado mes de enero los órganos municipales elegidos en 2015, se ha optado por no volver a convocar procesos electorales para renovarlos.
Una medida derivada de la aplicación del reglamento elaborado por la Secretaría de Organización de Pablo Echenique, aprobado el pasado mes de diciembre, a través del cual se endurecen los criterios para poder renovar los órganos surgidos de los procesos asamblearios de 2015, llevando al desmantelamiento del 70 por ciento de la organización a nivel local.
Al igual que en Castilla-La Mancha, tampoco están llamados a este proceso de asambleas municipales los militantes de Podemos en Cantabria, Aragón, Galicia y La Rioja. En el resto del territorio sí se contemplan procesos de primarias, aunque en un número mucho menor que hace tres años.
Si en 2015 fueron 770 los municipios en los que se celebraron procesos de primarias, tres años después la cifra se reduce drásticamente, siendo únicamente 227 localidades las que elegirán a sus representantes locales. Sin embargo, entre estos municipios, serán tan solo 24 ‑frente a los 331 que lo hicieron hace tres años‑ los que además del secretario general municipal también se elegirá consejo ciudadano municipal. Cuatro de ellos en Andalucía, dos en Asturias, uno en Castilla y León, tres en la Comunidad de Madrid, cuatro en Cataluña y otros cuatro en la Comunidad Valenciana, uno habrá en el País Vasco, dos en Murcia y otro más en Extremadura.
Un desmantelamiento de las direcciones locales que se adelanta a los comicios municipales y autonómicos del próximo año, escudándose en "la primacía de la participación sobre la representación", a través de la que fomentar "la implicación y reforzar la militancia". Premisas recogidas en el reglamento de Echenique.
Unos nuevos requisitos que no cumpliría ninguna ciudad castellano‑manchego en las que Podemos contaba con representación, puesto que esta comunidad autónoma no ha entrado en esta primera tanda de renovación de asambleas municipales. Un proceso, iniciado en abrir con el cierre del censo de militantes, que se va a extender dos meses, hasta el 21 de junio, cuando se proclamarán los resultados de las votaciones a realizar entre el 11 y 18 de junio.
Tras ello, con el verano por medio, es poco probable que se abra una nueva tanda de asambleas ciudadanas municipales, por lo que de convocarse quedaría para el otoño, con los procesos para elección de candidatos en ciernes y calentando motores para la precampaña.
No obstante, el reglamento de procesos internos municipales sí contempla la posibilidad de que se celebre otra tanda de asambleas, aunque debería ser fijada por el Consejo de Coordinación Estatal a propuesta de la Secretaría de Organización, y nunca más de tres al año.
Una aplicación estricta del reglamento, en el que también se contemplan excepciones que desde la formación morada castellano‑manchega parecen haber descartado.
Y es que, aunque el reglamento señala entre los requisitos para abrir las urnas que al menos 45 días antes de las votaciones exista al menos un círculo activo en el municipio y que el censo de militantes ampliado suponga al menos el 0,075 por ciento del total de habitantes del municipio ‑para los municipios de 50 militantes o menos‑ o 250 personas ‑para los de más de 50 militantes‑, también se prevén situaciones excepcionales para los municipios en los que Podemos "haya obtenido menos del 10 por ciento de los votos" en las últimas dos elecciones, ya sea en solitario o formando parte de una confluencia; y cuando la localidad esté situada en una zona de alto nivel de despoblación.
No obstante, en Castilla-La Mancha parece no 'cuadrar' ninguno de estos supuestos, y se opta, al menos por ahora, por dejar sin órganos de dirección a los municipios de la región.
Algo que pone de manifiesto la situación de la formación morada en numerosos municipios de Castilla-La Mancha, donde no solo no ha conseguido asentarse en estos años, sino que en algunos se encuentra abocada a la desaparición.
En este sentido, cabe destacar que, según el reglamento de Echenique, el censo de militantes utilizado para determinar "el tipo y el tamaño de los órganos internos municipales" es el no nominal, que refleja únicamente la cantidad de asistentes de cada círculo. Una cifra calculada "computando el promedio de la asistencia al círculo o coordinadora según conste en las tres últimas actas". Por su parte, el censo nominal, aquel en el que no se requiere la presencialidad en las reuniones, únicamente se puede utilizar "en segunda instancia y bajo circunstancias excepcionales", algo que debería pedir el Consejo Ciudadano Autonómico.
Entre las críticas que se hacen a esta exclusión del proceso de renovación de asambleas municipales está hecho de que dicha maniobra política se realiza en pleno proceso de confluencias de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2019, dejando a cientos de ciudades sin interlocutores válidos para afrontar esas negociaciones, que quedarían en manos de la dirección autonómica.
Y es que, aunque el reglamento apunta que "ni la existencia de órganos internos es garantía" de que la formación se presente en un municipio, "ni es condición para ello" de cara a las elecciones, el no poder tomar decisiones en el ámbito local está desilusionando a militantes autonómicos del partido morado, y así lo están manifestando en diferentes grupos de Telegram a los que ha tenido acceso PeriódicoCLM.
Más aún en una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha donde existe una guerra abierta entre las distintas corrientes existentes en Podemos, que ha está viviendo su último capítulo ‑por ahora‑ con las acusaciones de trato machista contra uno de sus miembros más visibles, el portavoz del grupo parlamentario en las Cortes, el anticapitalista David Llorente (apoyado también por el sector errejonista); y las manifestaciones del secretario regional, el pablista José García Molina, ofreciéndose al PSOE si le necesita de nuevo para gobernar tras los comicios del próximo año. Todo ello a tan solo unas semanas de que se restituyera en su cargo como consejero al portavoz de la corriente crítica Imagina Podemos, Fernando Barredo,al que se mantuvo apartado durante ocho meses tras ser acusado de financiación ilegal.
De este modo, ningún municipio castellano‑manchego tendrá órganos de dirección de la formación morada. Tras quedar disueltos el pasado mes de enero los órganos municipales elegidos en 2015, se ha optado por no volver a convocar procesos electorales para renovarlos.
Una medida derivada de la aplicación del reglamento elaborado por la Secretaría de Organización de Pablo Echenique, aprobado el pasado mes de diciembre, a través del cual se endurecen los criterios para poder renovar los órganos surgidos de los procesos asamblearios de 2015, llevando al desmantelamiento del 70 por ciento de la organización a nivel local.
Al igual que en Castilla-La Mancha, tampoco están llamados a este proceso de asambleas municipales los militantes de Podemos en Cantabria, Aragón, Galicia y La Rioja. En el resto del territorio sí se contemplan procesos de primarias, aunque en un número mucho menor que hace tres años.
Si en 2015 fueron 770 los municipios en los que se celebraron procesos de primarias, tres años después la cifra se reduce drásticamente, siendo únicamente 227 localidades las que elegirán a sus representantes locales. Sin embargo, entre estos municipios, serán tan solo 24 ‑frente a los 331 que lo hicieron hace tres años‑ los que además del secretario general municipal también se elegirá consejo ciudadano municipal. Cuatro de ellos en Andalucía, dos en Asturias, uno en Castilla y León, tres en la Comunidad de Madrid, cuatro en Cataluña y otros cuatro en la Comunidad Valenciana, uno habrá en el País Vasco, dos en Murcia y otro más en Extremadura.
Un desmantelamiento de las direcciones locales que se adelanta a los comicios municipales y autonómicos del próximo año, escudándose en "la primacía de la participación sobre la representación", a través de la que fomentar "la implicación y reforzar la militancia". Premisas recogidas en el reglamento de Echenique.
Unos nuevos requisitos que no cumpliría ninguna ciudad castellano‑manchego en las que Podemos contaba con representación, puesto que esta comunidad autónoma no ha entrado en esta primera tanda de renovación de asambleas municipales. Un proceso, iniciado en abrir con el cierre del censo de militantes, que se va a extender dos meses, hasta el 21 de junio, cuando se proclamarán los resultados de las votaciones a realizar entre el 11 y 18 de junio.
Tras ello, con el verano por medio, es poco probable que se abra una nueva tanda de asambleas ciudadanas municipales, por lo que de convocarse quedaría para el otoño, con los procesos para elección de candidatos en ciernes y calentando motores para la precampaña.
No obstante, el reglamento de procesos internos municipales sí contempla la posibilidad de que se celebre otra tanda de asambleas, aunque debería ser fijada por el Consejo de Coordinación Estatal a propuesta de la Secretaría de Organización, y nunca más de tres al año.
Una aplicación estricta del reglamento, en el que también se contemplan excepciones que desde la formación morada castellano‑manchega parecen haber descartado.
Y es que, aunque el reglamento señala entre los requisitos para abrir las urnas que al menos 45 días antes de las votaciones exista al menos un círculo activo en el municipio y que el censo de militantes ampliado suponga al menos el 0,075 por ciento del total de habitantes del municipio ‑para los municipios de 50 militantes o menos‑ o 250 personas ‑para los de más de 50 militantes‑, también se prevén situaciones excepcionales para los municipios en los que Podemos "haya obtenido menos del 10 por ciento de los votos" en las últimas dos elecciones, ya sea en solitario o formando parte de una confluencia; y cuando la localidad esté situada en una zona de alto nivel de despoblación.
No obstante, en Castilla-La Mancha parece no 'cuadrar' ninguno de estos supuestos, y se opta, al menos por ahora, por dejar sin órganos de dirección a los municipios de la región.
Algo que pone de manifiesto la situación de la formación morada en numerosos municipios de Castilla-La Mancha, donde no solo no ha conseguido asentarse en estos años, sino que en algunos se encuentra abocada a la desaparición.
En este sentido, cabe destacar que, según el reglamento de Echenique, el censo de militantes utilizado para determinar "el tipo y el tamaño de los órganos internos municipales" es el no nominal, que refleja únicamente la cantidad de asistentes de cada círculo. Una cifra calculada "computando el promedio de la asistencia al círculo o coordinadora según conste en las tres últimas actas". Por su parte, el censo nominal, aquel en el que no se requiere la presencialidad en las reuniones, únicamente se puede utilizar "en segunda instancia y bajo circunstancias excepcionales", algo que debería pedir el Consejo Ciudadano Autonómico.
Entre las críticas que se hacen a esta exclusión del proceso de renovación de asambleas municipales está hecho de que dicha maniobra política se realiza en pleno proceso de confluencias de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2019, dejando a cientos de ciudades sin interlocutores válidos para afrontar esas negociaciones, que quedarían en manos de la dirección autonómica.
Y es que, aunque el reglamento apunta que "ni la existencia de órganos internos es garantía" de que la formación se presente en un municipio, "ni es condición para ello" de cara a las elecciones, el no poder tomar decisiones en el ámbito local está desilusionando a militantes autonómicos del partido morado, y así lo están manifestando en diferentes grupos de Telegram a los que ha tenido acceso PeriódicoCLM.
Más aún en una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha donde existe una guerra abierta entre las distintas corrientes existentes en Podemos, que ha está viviendo su último capítulo ‑por ahora‑ con las acusaciones de trato machista contra uno de sus miembros más visibles, el portavoz del grupo parlamentario en las Cortes, el anticapitalista David Llorente (apoyado también por el sector errejonista); y las manifestaciones del secretario regional, el pablista José García Molina, ofreciéndose al PSOE si le necesita de nuevo para gobernar tras los comicios del próximo año. Todo ello a tan solo unas semanas de que se restituyera en su cargo como consejero al portavoz de la corriente crítica Imagina Podemos, Fernando Barredo,al que se mantuvo apartado durante ocho meses tras ser acusado de financiación ilegal.
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