En estos momentos estamos en la sede de la empresa ACS, propiedad de
Florentino Pérez, para denunciar un proyecto hidroeléctrico que ha
destruido un río de Guatemala,
restringiendo el acceso al agua de casi 30.000 indígenas.
Nuestros activistas han
cerrado la llave general de paso del agua
de las oficinas centrales en Madrid, para demostrar de forma simbólica a
los responsables de la empresa lo difícil que es no contar con este
valioso recurso.
ACS, a través de su filial Grupo Cobra, ha destruido el
curso del río Cahabón a lo largo de 30 kilómetros. El proyecto, que se
ha ejecutado
sin la consulta ni el consentimiento de los pueblos indígenas afectados,
ha producido un gran daño ambiental. También ha reducido drásticamente
el caudal del río, restringiendo el derecho al acceso al agua potable
para las comunidades indígenas que viven en esta cuenca fluvial.
Desde Greenpeace denunciamos que empresas como ACS puedan
destruir el medio ambiente y violar los derechos humanos en otros países, con el beneplácito del Gobierno español, y pedimos la libertad de los
líderes indígenas que están siendo
perseguidos por oponerse a estos proyectos.
¡Únete a Greenpeace para que podamos seguir pidiendo justicia para las personas y el planeta!
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