domingo, 22 de abril de 2018

Ciudadanos es un partido catalán

Luis García Montero

No es un partido catalanista, pero sí es por derecho propio un partido catalán.
Barcelona va siempre por delante
, anticipa lo que va a ocurrir poco después en el resto de España, lo que pasa en Francia, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. Así que es posible que Ciudadanos sea pronto un gran partido español. Eso depende de la forma en que fluyan las visiones de la política sobre la realidad y de la realidad sobre la política.

Los vientos del neoliberalismo han conseguido
convertir a la política en un mundo virtual
. Se borran los conflictos cercanos a la experiencia de la gente (sanidad, educación, trabajo, pensiones, libertad) y
se impone como conflicto la discusión abstracta
, un videojuego de reglas autónomas (guerras de banderas, crímenes mediáticos, tácticas partidistas). Más que solucionar problemas, los partidos juegan a quitarse los votos. Ya no se trata de solucionar problemas para ganarse el derecho a ser votados, sino de
buscar el voto como sea
, aunque haya que agravar los problemas.

Del mismo modo que una ciudad puede convertirse en un parque temático o la cultura de una comunidad en un costumbrismo de penitentes, toros y ferias de abril, la política se inclina a crear relatos virtuales. El neoliberalismo catalán pudo así sustituir su corrupción, el uso sectario de las instituciones, la liquidación de la sanidad pública, de la educación pública y de los derechos laborales con el relato de una Cataluña oprimida por España.

Los mundos virtuales y las reglas autónomas no viven en las nubes.
Afectan a la realidad hasta sustituirla
. Hoy resulta casi imposible hacer política en nombre de la desigualdad y el conflicto social sin entrar en el vértigo del relato independentista. El proceso acaba definiéndose en la realidad como una forma interesada de situar el conflicto.
En la situación política española, la crisis económica dio protagonismo a la denuncia de las desigualdades y los desamparos que estaban provocando las élites económicas. Quedó claro que el PP gobernaba a sus órdenes. Durante muchos meses los ciudadanos de Madrid salimos en marea blanca, verde o roja a defender la sanidad, la educación pública y unos derechos laborales que habían sido borrados de reforma en reforma. Ahora todo queda cubierto por el relato virtual de las banderas que conmueve las emociones y borra el conflicto económico. Los debates políticos de hoy se parecen a la realidad social tanto como las figuras picassianas de Las señoritas de Avignon a un cuerpo de mujer.
¿Quejarse de esto es propio de un viejo trasnochado? Ya sé que el mercantilismo valora mucho más un Picasso que un cuerpo real; y también he visto cómo el obrero-proletario se convirtió en obrero-consumista para desembocar años más tarde en lo que puede definirse como un ciudadano supersticioso. No es lo mismo la ficción que el milagro. La ficción (representación política o arte literario) intenta interpretar y organizar la realidad consciente de su carácter imaginativo. El milagro se presenta como realidad, como verdad, borra la conciencia de lo que existe, sustituye la vida de carne y hueso. Los mundos virtuales cumplen el milagro de un nuevo orden que se vive con naturalidad. Y tienen que ver más con la superstición que con la ficción. Pues bien, a mí no me gusta este mundo virtual en el que voy envejeciendo.
Ciudadanos nació en Cataluña, aprendió muy pronto del pujolismo las ventajas del relato virtual y aprovechó sus estrategias, limitándose a cambiar el color de las banderas. A la política española, en nombre de España, eso sí, Ciudadanos trae la misma liquidación del conflicto económico y social que el independentismo. Sus brillos rojigualdas han aprendido de otras banderas a ocultar su desprecio por la igualdad, la libertad y la fraternidad.
Los relatos virtuales se alimentan de heroísmo y situaciones límite. Los independentistas afirman que en España no hay democracia y juegan al exilio. Los españolistas favorecen el exceso de jueces valentones dispuestos a confundir una revuelta con un acto terrorista o un incumplimiento de la legalidad vigente con una rebelión violenta. Y deja de tener importancia que se mantenga en la cárcel durante meses a ciudadanos que todavía no han sido juzgados.
No hace falta una dictadura para que se humille el Estado de derecho. Y poco a poco todos vamos haciéndonos peores por dentro, con más capacidad de odio y menos necesidad de hablar.
Me gustaría que el conflicto no se nos quedara dentro, en los entresijos de la identidad. Que la política lo saque a la calle, que los sindicatos lo saquen a la calle, que volvamos a discutir sobre nuestra sanidad, nuestra educación, nuestros derechos laborales. Tal vez así las emociones se olviden de la Historia o del relato Virtual y vuelvan a la vida, al conflicto de la vida.

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Como siempre, leer a Gª Montero es un alivio muy de agradecer y un estímulo para la conciencia. Su análisis de hoy describe la realidad de un fenómeno patológico: la ortopedia política, como C's ,y nos hace pensar en el caldo de cultivo que ha permitido al Ibex35 injertar en la política del estado un remiendo variopinto del lumpen catalán, no de Catalunya, sino de su ánima pepera, que también la tiene, obviamente, tan nacionalista en miniatura como el fascio españolista del acoso y derribo, representada en la secta pujolista y en su salsa convergente y PDeCat, con todos los flecos derivados, usando la emoción patriotera como tapón para el tonel de la corrupción. En eso, tanto el pp como la derechona cacique catalana, son corrupciones gemelas. La banca y su lobby ha conseguido tomar lo más manipulador de cada especialidad y así ha nacido la salsa de C's, acoplable a todos los platos de cualquier menú y mucho más marxista que cualquier comunismo, marxista de Groucho, claro, como apaño para lo que sea, da igual el asunto votable y apoyable, si sale rentable. 

Las tripas de la bajura impolítica y las pelas bancarias forman una pareja gangsteril como Bonnie&Clyde, o sea, choriza y  demoledora, y contra la que España no ha descubierto aún la vacuna. ¿Y cuál será esa sustancia preventiva y de tratamiento homeopático imprescindible para una sociedad infectada de un mal tan peligroso? Pues la moral social y la ética individual. No hay más base que ese camino si es que queremos sobrevivir a la miseria autogenerada por la inercia y ese meninfotismo todovale si me da lo que quiero y me mola, que afecta lo mismo a todos los bandos y bandas en jaque lamentablemente social y penosamente político.

Ahora toca pensar más allá de la emoción hipermétrope y de la más que justificada indignación. Hay qué discernir para comprender y que un buen  y honesto análisis sin anestesia, nos permita conseguir una síntesis como tesis sanadora aplicable a todos los sectores.
¿Es C's la causa absoluta del merder  que padecemos o la consecuencia de no dar pie con bola a la hora de gestionarnos y sólo reaccionar cuando el agua llega al cuello y de votar como zombis a lo primero que nos ponen delante o de votar por rabia a lo más impresentable para castigar los errores que no se denuncian ni se hacen patentes hasta que no tienen arreglo posible? Y no me refiero sólo a los políticos profesionales, sobre todo me refiero a nosotras, a las ciudadanas y ciudadanos de verdad, reales, no de sigla alucinógena,manipulada desde las cajas fuertes, los sobres  y la teledirección corruptora de todo lo que pilla.


La respuesta defensiva más básica es el estallido social como primera solución. En mayo de 2011 la base social dijo basta y salimos a la calle y estuvimos en ella incansablemente hasta 2015. ¿Qué pasó entonces? Llegó Podemos, que no era al brazo político del 15M, como parecía, sino un invento de laboratorio universitario que salió a ganar aprovechando la coyuntura y considerando, de paso,  el paro juvenil de tantos titulados en la universidad, un desperdicio atroz, que podría subsanarse empleándose en la política. Una buena solución si la ética personal y la moral colectiva son el eje, pero también pueden acabar en la misma Cueva de Alí Babá de siempre si la moral y el imperativo categórico de la ética son sustituídas por la sofística y las estrategias y tácticas de inspiración militar, a palo seco.
Se repetía continuamente en las asambleas, en las comisionoes, en los círculos. ¿Ganar, qué? El poder. ¿Y qué haremos con eĺ? Mandar. Imponer la voluntad de la gente.  Pero, ¿conocéis la voluntad de esa gente? Claro, por la estadística y por los estudios sociológicos. Ah, qué bien, ya hemos encontrado la panacea, compas. Ya no será necesario salir a todas horas a la calle, ya han llegado los hados madrinos que necesitamos, así que a partir de ahora, nada de  ir cada semana a la Delegación del Gobierno a exigir el fin de la ley mordaza,ni a la puerta de la Generalitat o de los ministerios a reclamar justicia, acabar con una reforma laboral que es un atraco, acceso a un trabajo estable y justamente remunerado, a una sanidad digna, a una educación pública de calidad que no se imparta en barracones, a pensiones intocables por las manos sucias de los especuladores que se gastan los fondos sociales de nuestros impuestos en 'rescatar' autopistas que  nadie usa y en palacios faraónicos que nadie utiliza...Todo eso ya lo va a solucionar Podemos. Por esa razón en vez de perder el tiempo en manis, lo vamos a invertir en reuniones y en concentraciones maravillosas de lo nuestro, por ejemplo, en vez ir a la mani de todos lo miércoles por los desahucios, iremos, el mismo día y a la misma hora, a un polideportivo a escuchar y vitorear a nuestros jóvenes churreros, o sea, expertos manipuladores de masas. Y así que se fastidie el sistema con media docena de  manifestantes en la puerta del Congreso y con más de cincomil entusiastas  de esa transversalidad que casi nadie sabe lo que es, pero da igual si viene de los salvadores listísimos y preparadísimos, en el polideportivo aplaudiendo la hegemonía de Podemos...que es el futuro en Jauja, que llega de la mano de otro mesías Superstar. Como aquel miusical de los setenta.


Sí, querido Gª Montero, esa realidad que describo también existe... y está documentada. No sé si tú te integraste en ella o solo ibas a las manis, pero yo, y muchísimas/os como yo, sí lo hicimos, aunque confieso que en mi caso la devoción y la esperanza me duraron poquísimo: de mayo a octubre del 2014,cuando descubrí que  en realidad todo estaba ya al descubierto y el objetivo más importante de Podemos no era ser la herramienta de  "la gente" sino conseguir que "la gente" se convirtiese en la herramienta maquiavélica de Podemos. ¿Qué salvó el fiasco manifiesto que estalló en Vista Alegre I? Las confluencias interesadas y a toda galleta, con IU y las mareas, donde, efectivamente, la fuerza sectorial de las mareas y la inteligente generosidad de IU y los verdes de Equo hicieron el milagro municipalista de iniciar el cambio desde la base En Común, de la que se apropió Podemos de cara a la galería, una vez ninguneados y apartados de la cúpula tejemaneje -que irónicamente llamábamos "Moscú" no por comunista, sino por ser tan manipuladora como cualquier politikburó- , tanto la izquierda decente como el anticapitalismo inquietante.  Pobre Marx, pobre Gramsci, y que viva el lumbreras de Laclau.

Tarde o temprano tenía que ocurrir lo que está ocurriendo ahora. De nada sirve tratar de ocultar un incendio que cada vez es más destructivo. Y cuanto antes suceda lo que va a suceder de todos modos, mucho mejor para el bien común y de cara a 2019 y las urnas.
Como en el cuento de los tres cerditos, las construcciones chapuceras no soportan los vendavales ni los soplidos del lobo feroz, y se caen a las primeras de cambio, literalmente. Sólo queda en pie la casa bien construida, con buenos materiales y experiencia en limpio, la del cerdito que tuvo más inteligencia que miedo y prisas, al construir el refugio. En la que se pueden acoger los cerditos sin techo, que desconcertados y asustados ( torpes y comodones, también es preciso reconocerlo para mejorarse) perdieron su choza frágil y en ruinas: la conciencia viva e insobornable de la  Izquierda. Al contrario que la derecha, un patrimonio que no nos dan ni tendremos jamás, si no lo construimos en común.

Lo tenemos difícil, sí, pero estamos a tiempo de poner remedio, como Portugal lo hizo. La buena gente de Podemos, que la hay y mucha, en una asamblea convocada por las bases y no por el jerifaltado, puede reaccionar y sacudirse el muerto de la costra de una casta artificial, de una élite con ínfulas de hegemonía y mirar alrededor, donde están Mareas Sectoriales, IU, Ecologistas, Mujeres, LGTBI, Jubiladas, Animalistas, Dependientes, Parados y sin subsidio, Sindicatos, Izquierda Socialista, anticapitalistas, anarcosocialismo, Compromís, y los En Común que no comparten sistema ni planteamientos desorientados y desorientadores. Ciudadanía e inteligencia colectiva adulta, que no necesita pastores porque no se siente rebaño y por eso se va y se dedica a los problemas puntuales, a la solidaridad de barrio, a las iniciativas vecinales y municipales, a los voluntariados, al compromiso ecologista tan urgente como imprescindible, a la pedagogía interactiva de las pequeñas comunidades de células vivas, para no perder el tesoro del tiempo en dimes, diretes, complots, rivalidades y cretinadas por el estilo, que son de una toxicidad extrema cuando se empeñan en organizar la contaminación y no la limpieza que haría imposible la contaminación. 

Las enfermedades no se curan si se encubren y las causas se achacan a la mala suerte o a los enemigos demasiado poderosos y retorcidos, o a los cambios del tiempo. Se curan en primer lugar reconociéndolas en  los síntomas, buscando las verdaderas causas, carencias y/o excesos en uno mismo que también es  la sociedad enferma y haciendo un tratamiento terapéutico imprescindible, cuidando la dieta, la higiene material y psicoemocional y tomando medicinas adecuadas, como por ejemplo, éticonial, moralcomplex, honestina, verdadotex , antimentiril, lucidentia decens, antiegocental y coherentín forte, en las dosis máximas para conseguir la curación y evitar secuelas, reci.divas y divos, sobre todo.

Sí, se puede. Siempre se puede, si se sabe y se quiere poder comme il faut y no permitimos que el ego y sus mandalas nos entretengan ni nos despisten por el camino del bien común. 

C's no es la causa, sino una elemental consecuencia. Lo que no es capaz de ocupar la luz, lo acaba ocupando e invadiendo la oscuridad. El interruptor -el verdadero poder-  es cosa nuestra. De todas y todos. Y es de nosotros/as de donde deben salir los portavoces, no de los bancos ni de los púlpitos, ni de las sectas ideológicas o esotéticas, por muy "preparadas" que estén. Deben salir del compromiso solidario, real, y de sectores vínculados en la construcción plural del bien común, que nunca se logra mediante tapujos y chanchullos "funcionales".

 Como decía Jesús de Nazaret: hay que construir sobre la roca firme y no sobre la arena y mucho menos si es movediza como la de los pantanos corrompidos y putrefactos, si queremos tener una casa segura y habitable. Y desde luego la roca no es la banca, pero tampoco el trepar a cualqueir precio (véase el bescansa fashion, o el cifuparty galvanizado) como meta para lograrlo.
La clave la tiene en su mano  la inteligencia del Amor, que como un árbol sube a lo alto, mientras da sombra, cobijo, flores y frutos, sólo si tiene bien firmes las raíces en la tierra. Recibe el riego necesario y se deja cuidar por la naturaleza y no por la atención arboricida de los serruchos de los especuladores.

Creo que más que escuchar discursos sobre milongas que nunca se cumplen, debemos escuchar con frecuencia y especial atención a Silvio Rodríguez. Solo el amor, El problema, El Necio, etc...

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