Los productos homeopáticos se venderán en las farmacias como medicamentos.La regulación que impulsa el Ministerio de Sanidad determina que los productos que no cumplan unos criterios mínimos de seguridad serán retirados
El ministerio reconoce que no hay pruebas científicas
que avalen las acciones terapéuticas de la homeopatía, pero argumenta
que estos productos estaban en un 'limbo legal'
El decreto del Gobierno responde a una exigencia europea, aunque los responsables de las Comunidades Autónomas han exigido a la ministra que no se confunda a los consumidores al señalar a unos productos como medicinas "cuando no lo son".(*)
eldiario.es
- Madrid
El decreto del Gobierno responde a una exigencia europea, aunque los responsables de las Comunidades Autónomas han exigido a la ministra que no se confunda a los consumidores al señalar a unos productos como medicinas "cuando no lo son".(*)
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(*) Contradictio in terminis. ¿En qué quedamos, se venderán en la farmacias como medicamentos si el Ministerio dice que "no lo son"? ¿En qué se basan? ¿Quién decide si lo son o no lo son, los farmacéuticos que los fabrican, los recomiendan y los venden, los médicos que los recetan como medicamentos porque los han estudiado y experimentado sus propiedades o los que no los quieren recetar porque no los conocen, ni entienden de qué se trata y sólo hablan de oídas porque no han estudiado ni comprobado el método en la práctica? ¿Ha untado el lobby medicamentoso de los laboratorios a los políticos para que legislen a su favor?No se puede tomar en serio esta información imprecisa, parcial, interesada en confundir. Si se puede investigar a los políticos hasta descubrir sus basuras, es muy raro que no se investigue nunca el lado oscuro de las farmacéuticas ¿no? A lo mejor el Ibex35, además de las manos negras también lleva bata blanca.
Los productos homeopáticos se
venderán en las farmacias como medicamentos, gracias a una regulación
del Ministerio de Sanidad. Este martes, en el Consejo Interterritorial
del Sistema Nacional de Salud (SNS), que preside la ministra Dolors
Montserrat presentó a los responsables autonómicos la regulación de
estos productos a instancias de una directiva europea.
La orden ministerial, que podría firmarse esta semana, según EFE,
pretende trasladar al ordenamiento español la directiva europea de 2001
que reconocía a la homeopatía como un medicamento. Sin embargo, esta
pseudoterapia no cuenta con evidencias que avalen su uso. Así, la
homeopatía se podrá vender en farmacias como medicamento, aunque el
propio ministerio de Sanidad reconoce que no cura y aunque en el propio
producto no pueda llevar indicaciones terapéuticas. (***)
(***)
O sea, que Europa reconoce la legitimidad de la homeopatía como medicamento y España la gran científica puntera, tan moral, tan ética, ejemplar y digna de crédito,que bate el record en credibilidad, la califica como pseudoterapia. España, la gran revolucionaria, la pionera empezando por la cola, la que más invierte en I+D+I, con sus gerifaltas robando en el super y creando de la nada sus certificados de estudios, dando lecciones a Europa que lleva doscientos años curándose con homeopatía, sabiendo quién era Hannemann y apartando de la gestión política a los delincuentes, que ni se atreven a presentarse a las elecciones...España la de los toros y los palos, podrida hasta las cachas, una mentira estructural con patas, incapaz de preguntarse, ante su cruda realidad apalizadora, en la que la corrupción es la reina madre, si tal vez la homeopatía no ayudará a ser mejores personas y más inteligentes, o que tal vez las personas mejores y más lúcidas prefieran no eliminar la homeopatía ni desclificarla. El Gobierno de España se lo debería hacer mirar y el personal adicto a la bulocracia, también. Aunque el factor "vivan las caenas" tiene mucho tirón, esperemos que la resistencia activa no permita que la apertura de horizontes la siga impidiendo el peor club de la comediade que in-disponemos.
(***)
O sea, que Europa reconoce la legitimidad de la homeopatía como medicamento y España la gran científica puntera, tan moral, tan ética, ejemplar y digna de crédito,que bate el record en credibilidad, la califica como pseudoterapia. España, la gran revolucionaria, la pionera empezando por la cola, la que más invierte en I+D+I, con sus gerifaltas robando en el super y creando de la nada sus certificados de estudios, dando lecciones a Europa que lleva doscientos años curándose con homeopatía, sabiendo quién era Hannemann y apartando de la gestión política a los delincuentes, que ni se atreven a presentarse a las elecciones...España la de los toros y los palos, podrida hasta las cachas, una mentira estructural con patas, incapaz de preguntarse, ante su cruda realidad apalizadora, en la que la corrupción es la reina madre, si tal vez la homeopatía no ayudará a ser mejores personas y más inteligentes, o que tal vez las personas mejores y más lúcidas prefieran no eliminar la homeopatía ni desclificarla. El Gobierno de España se lo debería hacer mirar y el personal adicto a la bulocracia, también. Aunque el factor "vivan las caenas" tiene mucho tirón, esperemos que la resistencia activa no permita que la apertura de horizontes la siga impidiendo el peor club de la comediade que in-disponemos.
El ministerio dará a los productores tres meses para adecuarse a la regulación y pasar un control de calidad. A partir de entonces, los productos homeopáticos deberán pagar las establecidas por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), sin hacer referencia a las que se deben de ejercicios anteriores, mientras se vendían estando en el limbo legal.
Además, los que no cumplan con los criterios sanitarios de seguridad
serán retirados del mercado. Aquellos que no tengan ninguna acción
terapéutica tendrán que especificarlo en su etiquetado.
En el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad destacan la
necesidad de controlar los productos homeopáticos que "en muchos casos
están a la venta y no tienen las garantías sanitarias suficientes".
El reclamo de las comunidades autónomas
La mayoría de las comunidades autónomas pidieron a Sanidad que defienda
en Europa una reforma para que no se puedan denominar medicamentos,
porque "no curan". El ministerio se comprometió a poner en marcha
campañas informativas para que los ciudadanos tengan clara la
diferencia de estos productos, aunque se vendan en el mismo ámbito que
las medicinas. " Queremos decirles bien claro a los pacientes que no hay evidencia terapéutica", aseguró Montserrat.
La consejera de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón, ha defendido
que los productos homeopáticos "no deberían tener categoría de
medicamento, ya que lleva a equívocos". Según Montón, la AEMPS no tiene regulado ninguno de estos productos.
Montón expresó al final de la reunión que el ministerio debe velar "por
el interés de los ciudadanos, por su salud, evitando el fraude y
controlando el mercado". Y el consejero de Sanidad de Extremadura, José
María Vergeles, ha defendido la necesidad de aprobar una ley de
publicidad sanitaria que explique a la población claramente cuáles son
las medicinas aprobadas, que tienen ensayos clínicos y que
verdaderamente pueden mejorar la salud de la población.(****)
(****)¿Y qué fundamento científico experimental a pie de obra sanitaria tiene Montón, para combatir lo que no conoce en profundidad, una evidencia clarísima: primero, por sus afirmaciones sin fuste ni casuística, y segundo, porque como médico jamás ha ejercido ya que se dedica como profesión a la política desde antes de terminar sus estudios de Medicina ni por supuesto ha tratado a nadie con homeopatía ni sin ella.
Una pregunta para la prensa libre y justiciera: ¿Por qué no investiga a los políticos, médicos, barbies y kents bocachanclas que la tienen tomada con la homeopatía? Posiblemente se llevarían más de una sorpresa.
Y ahora, una última sugerencia:
Los que consumen y se aplican la homeopatía, como los médicos doctores que la recetan y los farmacéuticos que la preparan y la venden, saben muy bien de qué se trata, cómo se elabora, qué propiedades tiene esa terapia, cómo se encontraban, como pacientes, antes de tomarla y cómo se encuentran después. Qué sustancias tienen más efecto en cada tipo de persona, de temperamento y carácter.
En cambio los sanitarios poco despiertos y políticos españoles que se acoplan a lo que sea, empeñándose en descalificarla y mirarla con una lente deforme y solo conociendo el tema de oídas y leídas, como las pestes que les han contado, deberían estudiar experimentando qué es y en qué dinámica y principios está basada la homeopatía, que por cierto, son prácticamente los mismos que los de Jenner y las vacunas: lo similar cura lo similar en dosis cuanto más pequeñas más eficaces en su disolución energética (física más que química) pero con la aplicación de las diluciones CH, y en qué principios químicos y físcos se fundamenta y por supuesto, como hacía el Doctor Peset, probarla personalmente antes de dar sermones y tomar medidas inadecuadas e injustas.
Para ello, lo mejor sería que en las carreras de Medicina y Farmacia se implantasen masteres de Homeopatía y si se avanzaría lo suficiente, y hasta se podría crear una especialidad de Homeología Terapéutica. Así se acabaría el oscurantismo a que está sometido ese saber y esa parte importantísima de la ciencia médica y farmacológica. Maestros doctores en Medicina y Farmacia, para ello, haberlos haylos, sólo es necesaria la voluntad de saber, ellos estudian constantemente con sus pacientes y están abiertos a los nuevos caminos, explican los procesos e informan al enfermo, le explican todo lo que va sucediendo en su organismo, responden a sus preguntas, son verdaderos médicos, no sólo de orla, pero para funcionar de ese modo, hay que ser decentes y no tener miedo de encontrar a esos sabios modestos y eficientes, en sus consultas y laboratorios.
Desperdiciar ese patrimonio sabio y positivo de la humanidad no tiene sentido,en Europa lo saben, por eso tienen estima y valoran la Homeopatía como terapia sana, en cambio en España esa actitud estúpida de Torquemadas a saco nos tiene privados de crecer y mejorar como especie. Particularmente en un país tan necesitado de lucidez, donde la malversación de la inteligencia va paralela a la malversación de los recursos fundamentales para salir de una miseria cognitiva y educativa secular. O sea, de siglos. Y que lo ha contaminado todo.
La experiencia es la cuna de la ciencia, como la teoría sin datos materiales, sin comprobar ni considerar la diversidad de reacciones en el organismo humano es el seno de la especulación, de la ignorancia, de los palos de ciego y de que los médicos y sanitarios no vean enfermos sino procesos mecánicos de enfermedades independientes de de quienes las padecen,a su puñetera bola, que acaban siendo uan especie de absolutos desencarnados, como burbujas funcionando por sí mismas a base de "protocolos" autómatas tal que una maldición supersticiosa y una condena sin piedad para el paciente.
Precisamente porque se ignoran las capacidades del organismo y de la propia inteligencia vital para auto-rehabilitar lo estropeado y regenerar lo degradado, a niveles sorprendentes cuando se aprende a observar el proceso sanador en los tejidos, en las células, átomos, sistemas, aparatos, órganos y funciones, tanto en la anatomía como en la fisiología, en las reacciones químicas que suceden dentro de nosotros y cambian también con lo que pensamos y sentimos, que están imersas en una sabiduría celular y de ondas vivas, en un grado de conciencia elemental, pero muy activo e inteligente,en el que la sutil actuación nada violenta de la homeopatía hace maravillas sin dejar heridas ni cicatrices, ni secuelas.
Si se tiene la voluntad de informarse y se consultan vademecums homeopáticos -que los hay- se encontrarán explicaciones muy claras sobre cada una de las propiedades de cada sustancia y en las que además encontraremos datos acerca de los síntomas físicos y orgánicos, acompañados de rasgos conductuales sobre el carácter y el temperamento, para recomendar el uso de cada preparado, que se contempla desde una perspectiva holística y no solo reducida a la sintomatología fisiológica. Es una lástima que ese potencial se pierda y sólo lo encuentre quien lo busca y no se pueda implementar en la sanidad al uso, como herramienta pedagógica del médico para ayudar a sanar a los pacientes. Algo que en una medicina más cercana a la veterinaria y al modo granja, como la que padecemos, importa muy poco, por eso no se curan las causas de la enfermedad que se considera ya una condición "natural" de la especie, y hasta un negocio productivo a tantos niveles, por eso, sólo se alivian síntomas temporalmente, no se prescribe reposo, ni dieta sana, ni ayunos terapéuticos orientados por el médico, ni un cambio de actitudes vitales si son patológicas, y así, todo se reduce a un ten con ten hasta la siguiente crisis de un desarreglo in crescendo que ya no se cura, sino que se solapa y se pospone mientras va creciendo sottovoce hasta que degenera en algo gordo e irreversible y entonces, ya sabemos lo que aportará el sistema del "protocolo" en serie como solución: cortar por lo insano en un literal, aquí te pillo, aquí te rajo, te radio y te intoxico, para que mejores. Ja! ¿Quién puede mejorar en ese plan? Nadie. Simplemente es un éxito sobrevivir al proceso, ya desguazados de por vida, entre susto y muerte. Pedazo de salud, ¿verdad? Y encima están los por si acaso, como las revisiones periódicas y "preventivas". Un ejemplo: a dos amigas que fueron a un control rutianario de cánceres posibles, les encontraron el mismo indicio alarmente, debían operarse inmediatamente. Una hizo caso la otra no. La una obedeció las consignas del sistema, la otra usó su libertad y tomo el camino de responsabilizarse de sí misma, lejos del "protocolo". La una se está muriendo lentamente y la otra está como una rosa, sustituyó el diagnóstico del desguace por un cambio de hábitos y un cuidado en la dieta, sales Schüsler, homeopatía adecuada, oligolementos, vitaminas, yoga y natación...Al cabo de un año, ha ido a revisarse, no tiene nada de lo que le vieron el año anterior.En cambio la otra ya va por la tercera intervención en un año, y un agravamiento exponencial.
La homeopatía, por el contrario, regenera el cuerpo sin traumatizarlo y ayuda a todo el organismo a crear su propio ecosistema defensivo y con su amplio espectro actúa en varios niveles físicos y psíquicos. En ese terreno la responsabilidad mayor es de quien elige, más aun que de quien ofrece. La oferta pierde su valor si no hay demanda.
Ese disparate fanático contra lo que se desconoce, y por ello, se teme, se supera como la enfermedad, con un cambio de miras y de orientación vital,con el conocimiento sin intereses económicos ni egos políticos y exhibicionistas de por medio. Se acaba con el valor de la honestidad intelectual, con la ética, reconociendo que no se sabe todo, que no es posible tener todo atado y bien atado sin que ese todo se paralice, se pudra y se muera. Como está pasando en ese sistema que nos inocularon los dueños del cortijo hace más de un siglo y en el que los españoles vegetan sin pensar que haya algo que no sepan ni conozcan, salvo "lo nuestro". O sea, lo de siempre. Así estamos.
La actitud de Cifuentes y del pp, son el vivo retrato y el producto interior bruto, brutísimo, de un estado cognitivo desastroso e insalubre y de la patología de una cultura acabada que no reconoce su estado terminal y lo prolonga sine die mientras una nueva conciencia mucho más amplia, sana, lúcida y humanizada va naciendo en medio de la incertidumbre y el acoso de las fieras heridas por su misma patología y que ya están y se saben derrotadas en su basurero.
¿Cómo se va a entender la Homeopatía en semejante caos estatal y suicida, si ni siquiera se entienden derechos y deberes, libertad, democracia, justicia, igualdad, ética, moral social,empatía, honestidad, conciencia, apoyo mutuo, salud colectiva ni bien común, que además les suenan a chino?
(****)¿Y qué fundamento científico experimental a pie de obra sanitaria tiene Montón, para combatir lo que no conoce en profundidad, una evidencia clarísima: primero, por sus afirmaciones sin fuste ni casuística, y segundo, porque como médico jamás ha ejercido ya que se dedica como profesión a la política desde antes de terminar sus estudios de Medicina ni por supuesto ha tratado a nadie con homeopatía ni sin ella.
Una pregunta para la prensa libre y justiciera: ¿Por qué no investiga a los políticos, médicos, barbies y kents bocachanclas que la tienen tomada con la homeopatía? Posiblemente se llevarían más de una sorpresa.
Y ahora, una última sugerencia:
Los que consumen y se aplican la homeopatía, como los médicos doctores que la recetan y los farmacéuticos que la preparan y la venden, saben muy bien de qué se trata, cómo se elabora, qué propiedades tiene esa terapia, cómo se encontraban, como pacientes, antes de tomarla y cómo se encuentran después. Qué sustancias tienen más efecto en cada tipo de persona, de temperamento y carácter.
En cambio los sanitarios poco despiertos y políticos españoles que se acoplan a lo que sea, empeñándose en descalificarla y mirarla con una lente deforme y solo conociendo el tema de oídas y leídas, como las pestes que les han contado, deberían estudiar experimentando qué es y en qué dinámica y principios está basada la homeopatía, que por cierto, son prácticamente los mismos que los de Jenner y las vacunas: lo similar cura lo similar en dosis cuanto más pequeñas más eficaces en su disolución energética (física más que química) pero con la aplicación de las diluciones CH, y en qué principios químicos y físcos se fundamenta y por supuesto, como hacía el Doctor Peset, probarla personalmente antes de dar sermones y tomar medidas inadecuadas e injustas.
Para ello, lo mejor sería que en las carreras de Medicina y Farmacia se implantasen masteres de Homeopatía y si se avanzaría lo suficiente, y hasta se podría crear una especialidad de Homeología Terapéutica. Así se acabaría el oscurantismo a que está sometido ese saber y esa parte importantísima de la ciencia médica y farmacológica. Maestros doctores en Medicina y Farmacia, para ello, haberlos haylos, sólo es necesaria la voluntad de saber, ellos estudian constantemente con sus pacientes y están abiertos a los nuevos caminos, explican los procesos e informan al enfermo, le explican todo lo que va sucediendo en su organismo, responden a sus preguntas, son verdaderos médicos, no sólo de orla, pero para funcionar de ese modo, hay que ser decentes y no tener miedo de encontrar a esos sabios modestos y eficientes, en sus consultas y laboratorios.
Desperdiciar ese patrimonio sabio y positivo de la humanidad no tiene sentido,en Europa lo saben, por eso tienen estima y valoran la Homeopatía como terapia sana, en cambio en España esa actitud estúpida de Torquemadas a saco nos tiene privados de crecer y mejorar como especie. Particularmente en un país tan necesitado de lucidez, donde la malversación de la inteligencia va paralela a la malversación de los recursos fundamentales para salir de una miseria cognitiva y educativa secular. O sea, de siglos. Y que lo ha contaminado todo.
La experiencia es la cuna de la ciencia, como la teoría sin datos materiales, sin comprobar ni considerar la diversidad de reacciones en el organismo humano es el seno de la especulación, de la ignorancia, de los palos de ciego y de que los médicos y sanitarios no vean enfermos sino procesos mecánicos de enfermedades independientes de de quienes las padecen,a su puñetera bola, que acaban siendo uan especie de absolutos desencarnados, como burbujas funcionando por sí mismas a base de "protocolos" autómatas tal que una maldición supersticiosa y una condena sin piedad para el paciente.
Precisamente porque se ignoran las capacidades del organismo y de la propia inteligencia vital para auto-rehabilitar lo estropeado y regenerar lo degradado, a niveles sorprendentes cuando se aprende a observar el proceso sanador en los tejidos, en las células, átomos, sistemas, aparatos, órganos y funciones, tanto en la anatomía como en la fisiología, en las reacciones químicas que suceden dentro de nosotros y cambian también con lo que pensamos y sentimos, que están imersas en una sabiduría celular y de ondas vivas, en un grado de conciencia elemental, pero muy activo e inteligente,en el que la sutil actuación nada violenta de la homeopatía hace maravillas sin dejar heridas ni cicatrices, ni secuelas.
Si se tiene la voluntad de informarse y se consultan vademecums homeopáticos -que los hay- se encontrarán explicaciones muy claras sobre cada una de las propiedades de cada sustancia y en las que además encontraremos datos acerca de los síntomas físicos y orgánicos, acompañados de rasgos conductuales sobre el carácter y el temperamento, para recomendar el uso de cada preparado, que se contempla desde una perspectiva holística y no solo reducida a la sintomatología fisiológica. Es una lástima que ese potencial se pierda y sólo lo encuentre quien lo busca y no se pueda implementar en la sanidad al uso, como herramienta pedagógica del médico para ayudar a sanar a los pacientes. Algo que en una medicina más cercana a la veterinaria y al modo granja, como la que padecemos, importa muy poco, por eso no se curan las causas de la enfermedad que se considera ya una condición "natural" de la especie, y hasta un negocio productivo a tantos niveles, por eso, sólo se alivian síntomas temporalmente, no se prescribe reposo, ni dieta sana, ni ayunos terapéuticos orientados por el médico, ni un cambio de actitudes vitales si son patológicas, y así, todo se reduce a un ten con ten hasta la siguiente crisis de un desarreglo in crescendo que ya no se cura, sino que se solapa y se pospone mientras va creciendo sottovoce hasta que degenera en algo gordo e irreversible y entonces, ya sabemos lo que aportará el sistema del "protocolo" en serie como solución: cortar por lo insano en un literal, aquí te pillo, aquí te rajo, te radio y te intoxico, para que mejores. Ja! ¿Quién puede mejorar en ese plan? Nadie. Simplemente es un éxito sobrevivir al proceso, ya desguazados de por vida, entre susto y muerte. Pedazo de salud, ¿verdad? Y encima están los por si acaso, como las revisiones periódicas y "preventivas". Un ejemplo: a dos amigas que fueron a un control rutianario de cánceres posibles, les encontraron el mismo indicio alarmente, debían operarse inmediatamente. Una hizo caso la otra no. La una obedeció las consignas del sistema, la otra usó su libertad y tomo el camino de responsabilizarse de sí misma, lejos del "protocolo". La una se está muriendo lentamente y la otra está como una rosa, sustituyó el diagnóstico del desguace por un cambio de hábitos y un cuidado en la dieta, sales Schüsler, homeopatía adecuada, oligolementos, vitaminas, yoga y natación...Al cabo de un año, ha ido a revisarse, no tiene nada de lo que le vieron el año anterior.En cambio la otra ya va por la tercera intervención en un año, y un agravamiento exponencial.
La homeopatía, por el contrario, regenera el cuerpo sin traumatizarlo y ayuda a todo el organismo a crear su propio ecosistema defensivo y con su amplio espectro actúa en varios niveles físicos y psíquicos. En ese terreno la responsabilidad mayor es de quien elige, más aun que de quien ofrece. La oferta pierde su valor si no hay demanda.
Ese disparate fanático contra lo que se desconoce, y por ello, se teme, se supera como la enfermedad, con un cambio de miras y de orientación vital,con el conocimiento sin intereses económicos ni egos políticos y exhibicionistas de por medio. Se acaba con el valor de la honestidad intelectual, con la ética, reconociendo que no se sabe todo, que no es posible tener todo atado y bien atado sin que ese todo se paralice, se pudra y se muera. Como está pasando en ese sistema que nos inocularon los dueños del cortijo hace más de un siglo y en el que los españoles vegetan sin pensar que haya algo que no sepan ni conozcan, salvo "lo nuestro". O sea, lo de siempre. Así estamos.
La actitud de Cifuentes y del pp, son el vivo retrato y el producto interior bruto, brutísimo, de un estado cognitivo desastroso e insalubre y de la patología de una cultura acabada que no reconoce su estado terminal y lo prolonga sine die mientras una nueva conciencia mucho más amplia, sana, lúcida y humanizada va naciendo en medio de la incertidumbre y el acoso de las fieras heridas por su misma patología y que ya están y se saben derrotadas en su basurero.
¿Cómo se va a entender la Homeopatía en semejante caos estatal y suicida, si ni siquiera se entienden derechos y deberes, libertad, democracia, justicia, igualdad, ética, moral social,empatía, honestidad, conciencia, apoyo mutuo, salud colectiva ni bien común, que además les suenan a chino?
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