Sí, resulta pparadójico estar desgobernados por una pparadoja.
¿Es normal llamar democracia (¡poder del pueblo, jajajajaja!!!) a un pastiche incalificable en el que el pueblo quiere librarse de un gobierno corrupto hasta las trancas, que no quería por nada del mundo repetir amarguras, injusticias y estupidez combinadas en el mismo batido?
Se eligió un conjunto de cuatro fuerzas para escapar de dos torturas: la mayoría absoluta de cualquiera de ellas y el biparty adosado como consecuencia. Y se votó dos veces en seis meses, el mismo medio año que perdieron las seños haciendo el canelo mientras la ciudadanía seguía sufriendo a causa de las estrategias; a Pablo Iglesias se le fue un millón de votos por esa manía de ganar o ganar y de ponerse a sí mismo por delante como conditio sine qua non, rebozada en cal viva. Y Sánchez en aquel entonces, tampoco estuvo a la altura de madurez requerida para ver con claridad en qué momento estaba la urgencia de soluciones sanas y nuevas y de pasar de rifirrafes hidalgo del Lazarillo fashion, mucho menos importantes que el sufrimiento social; con más habilidad habría superado la impertinencia de Iglesias y le habría llevado a la coalición y no a marear la perdiz, ninguneando a las demás fuerzas de la coalición, IU, Compormís y Los Verdes en una sesión de títeres con C's que solo sirvió para perder votos y paciencia en la ciudadanía; le picó en transfusión el honor ofendido de González (que no merece tanto incienso); el baronesado socialista le ha colgado a todo el partido las preferentes de la mala sombra del Patio de Monipodio, de la que tendrán que liberarse lo antes posible si quieren sobrevivir a un tiempo en el que hasta las socialdemocracias más impecables y sin mierda en la maleta, están desapareciendo de la faz de la política europea. Tampoco se olvidará la ocasión perdida si Iglesias no demuestra ampliamente que ha superado ese estado de enajenación política que le lleva a ir vendiendo el pescado frito hasta achicharrarlo, antes de salir a pescar.
Fue inútil el esfuerzo en las urnas, como fueron inútiles a su vez quienes nos devolvieron el empeño fallido con recochineo. No sólo no fueron capaces de conseguir la coalición que el pueblo votó, sino que el socialismo de pegatina hizo posible con su abstención ante la mugre ppera y haciendo caso omiso a la ciudadanía, que gobernase la peor de las opciones, la que nadie quería repetir, excepto los tontilocos y los corruptos. El pp.
Se eligió un conjunto de cuatro fuerzas para escapar de dos torturas: la mayoría absoluta de cualquiera de ellas y el biparty adosado como consecuencia. Y se votó dos veces en seis meses, el mismo medio año que perdieron las seños haciendo el canelo mientras la ciudadanía seguía sufriendo a causa de las estrategias; a Pablo Iglesias se le fue un millón de votos por esa manía de ganar o ganar y de ponerse a sí mismo por delante como conditio sine qua non, rebozada en cal viva. Y Sánchez en aquel entonces, tampoco estuvo a la altura de madurez requerida para ver con claridad en qué momento estaba la urgencia de soluciones sanas y nuevas y de pasar de rifirrafes hidalgo del Lazarillo fashion, mucho menos importantes que el sufrimiento social; con más habilidad habría superado la impertinencia de Iglesias y le habría llevado a la coalición y no a marear la perdiz, ninguneando a las demás fuerzas de la coalición, IU, Compormís y Los Verdes en una sesión de títeres con C's que solo sirvió para perder votos y paciencia en la ciudadanía; le picó en transfusión el honor ofendido de González (que no merece tanto incienso); el baronesado socialista le ha colgado a todo el partido las preferentes de la mala sombra del Patio de Monipodio, de la que tendrán que liberarse lo antes posible si quieren sobrevivir a un tiempo en el que hasta las socialdemocracias más impecables y sin mierda en la maleta, están desapareciendo de la faz de la política europea. Tampoco se olvidará la ocasión perdida si Iglesias no demuestra ampliamente que ha superado ese estado de enajenación política que le lleva a ir vendiendo el pescado frito hasta achicharrarlo, antes de salir a pescar.
Fue inútil el esfuerzo en las urnas, como fueron inútiles a su vez quienes nos devolvieron el empeño fallido con recochineo. No sólo no fueron capaces de conseguir la coalición que el pueblo votó, sino que el socialismo de pegatina hizo posible con su abstención ante la mugre ppera y haciendo caso omiso a la ciudadanía, que gobernase la peor de las opciones, la que nadie quería repetir, excepto los tontilocos y los corruptos. El pp.
Asistimos entre la rabia y el asco, una vez más, a la apoteosis de la paradoja. Y ya dudando de si esto que llamábamos democracia lo ha sido de verdad alguna vez.
Hoy, mientras los restos del naufragio más presentables del Psoe se juntaban en un parque de Madrid para reunir fuerzas y curarse los golpes bajos, en la Puerta del Sol, la ciudadanía volvía a la plaza para gritar, desesperada, la urgencia de una moción de censura, que por fin mande a su casa, a la cárcel o al carajo a la undécima plaga bíblica: el partido popular y de paso a los dos aspirantes irreciclables a la secretaría general de un partido socialista empeñado en no reconocer que nadie, nada más que su aparato gestor y su ceguera sin remedio, es lo que lo ha hundido en la miseria.
Es necesario que al pp se le ilegalice e inhabilite políticamente y no pueda presentarse nuevamente a ningunas elecciones si no cambia por personas decentes a los corruptos que han permitido tanto delito y latrocino. Anque es un poco difícil porque hasta los decentes se han quemado con el consentimiento de la corrupción convertido en tapadera y complicidad.
Esperemos que Sánchez sobreviva a la debacle y se pueda iniciar un tiempo nuevo. Y así, sea posible la moción de censura que necesitamos como agua de mayo para detener esta caída en el vacío de toda la sociedad, con la cooperación de todos y un gobierno de coalición a la portuguesa que nos devuelva la dignidad y la autoestima.
Es necesario que al pp se le ilegalice e inhabilite políticamente y no pueda presentarse nuevamente a ningunas elecciones si no cambia por personas decentes a los corruptos que han permitido tanto delito y latrocino. Anque es un poco difícil porque hasta los decentes se han quemado con el consentimiento de la corrupción convertido en tapadera y complicidad.
¿Democracia? ¡¡¡¡jajajaja!!!! Cómo mola el humor negro y la maldita gracia de sus chistes más ppatéticos y horribles, ¿a que sí?
Esperemos que Sánchez sobreviva a la debacle y se pueda iniciar un tiempo nuevo. Y así, sea posible la moción de censura que necesitamos como agua de mayo para detener esta caída en el vacío de toda la sociedad, con la cooperación de todos y un gobierno de coalición a la portuguesa que nos devuelva la dignidad y la autoestima.
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