domingo, 21 de mayo de 2017

La lógica de la decencia ocupa Ferraz


Enhorabuena a esas bases socialistas que han perdido el miedo y la mansedumbre de la inercia teledirigida, a esa ciudadanía sin glamour ni apegos ansiosos al poder, sino con la urgencia del cambio en el alma y en el corazón. En la conciencia. Ese socialismo grande de miras y solidario con la humanidad, que aun existe y vota, que se remanga y no se resigna, que ha sido capaz de ir a buscar a su candidato del no es no, machacado por la oligarquía y el caciquismo intramuros, curarle las heridas y animarle a reemprender la marcha, dándole confianza y motivos para levantarse y seguir con ellos escalando la cima de la coherencia y del bien común. Enhorabuena porque solo un socialismo decente podía detener el disparate del apoyo al pp y jubilar sin retorno al vergonzante felipismo que durante décadas ha impedido la renovación del partido socialista. Enhorabuena a España en general, porque su ciudadanía la ha salvado de lo peor, y ha abierto la puerta de la esperanza en una gran coalición a la izquierda del patíbulo social, una bifurcación para salir de la entropía hacia la democracia, la limpieza, la transparencia y la salud política. 

El pueblo unido es capaz de hacer milagros y hasta de resucitar a los muertos políticos víctimas de las gestoras y de las aspirantes al poderío del "no sirve pero nos sirve". Hay que ver qué lecciones da la vida cuando menos se esperan, y qué duro tiene que ser salir a ganar y llevarse un estacazo semejante, siendo derrotada por un perdedor y el rechazo de un sesenta por ciento de la fiel militancia y tragarse el sapo de las propias palabras, ¿verdad, Susana?, y qué inútil haber metido la cuña de una candidatura sin futuro, solo para restar a Pedro Sánchez un miserable 9% que no beneficia a Díaz ni a López ni perjudica a Pedro, ¿verdad, Patxi? (¿cómo no recordar en estos casos el teorema de Cipolla, sobre la omnipresencia del estúpido en su ensayo Allegro ma non ptroppo?) Cada candidato ha dejado claro en estas primarias su catadura política, de la que militancia y ciudadanía, con toda seguridad, han tomado nota en las agendas del escarmiento y de la confianza.

Recuerdo como una luz premonitoria  de esta jornada, el encuentro de las bases en el Poliesportiu de Burjassot, aquellas notas de la Internacional que tocaron por tres veces los jóvenes socialistas insumisos, anunciaban el paso adelante del pueblo, del pueblo español. Las compañeras y compañeros que acudieron a Valencia desde todos los rincones de España en autobuses y en tren, en coches compartidos, no viajaron en vano, ni Jose Luis Ávalos ni las concejalas, diputadas y alcaldes abrieron su corazón y su conciencia en vano en la tribuna aquella mañana de abril. ¡¡¡Viva la ciudadanía!!! ¡Salud y república!

Yo voto a IU, es mi opción porque no he encontrado algo que me llegue más hondo en todos los sentidos políticos y sobre todo humanos, pero me alegro tanto por este acontecimiento como si fuese del psoe. Al fin y al cabo la fraternidad, el corazón y el amor universal no tienen límites, ni el bien común tampoco.




Magnifico y generoso el discurso de Sánchez, con la elegancia ética de perdonar a
quienes le han maltratado sin compasión. Será un buen presidente tras el cambio.
Y todo gracias a la militancia de base socialista que ha conseguido dar la vuelta a la tortilla del disparate y la ceguera de barones, baronesa y esbirros  de la patética gestora.

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