domingo, 28 de mayo de 2017

Había una vez un circo...


Desde mi condición de votante de Unidos Podemos me considero afectada , damnificada y legitimada para expresar el disgusto cada vez más intenso que me producen las ocurrencias de Podemos, que en Valencia acaba de renovar cargos. 

No me gustaba ya desde el comienzo, allá por  la primavera de 2014, la forma de funcionar, la poca participación en la problemática ciudadana directa y el exceso obsesivo de aparatismo friki, el reparto de poder entre una élite universitaria cada vez más lejos de la ciudadanía y de la esencia 15M, que se convirtió en la rampa de subida al poder de una neocasta elitista cada vez más lejos de la realidad y más en la nube. Confieso que al principio pensaba que la confluencia con IU podría ser positiva para el bien de todos, especialmente por la riqueza que significa tener como socio a un partido honesto, sabio y comprometido, con experiencia y arraigo en la base social como es IU, y confiaba en que esa compañía fuese beneficiosa para el recién nacido movimiento, pero me equivoqué de medio a medio. Podemos solo pretendía arramblar con más votos, fagocitar a la izquierda y desactivarla para usar su fuerza y medrar en egolatría. 

No me gusta la mínima presencia de mujeres en las portavocías, no me gusta esa presencia forzada de jefes de cuadrilla boys-scout, no me gusta la manía de hacerse notar constantemente como protagonistas de todo lo que se les tercia, no me gusta Jordi Peris, el concejal de Valencia que en vez de facilitar los trámites de la Juntas Municipales de Distrito los paraliza y los enreda mientras alardea de no haber estado jamás en el 15M porque tenía cosas más importantes que hacer, no me gusta que el sufrimiento de la ciudadanía se reduzca como un consomé a la nada y sean los tejemanejes de partido, la elección de gerifaltes, las intrigas palaciegas y demás inanidades que nutren a la élite desde el mismo comienzo de su andadura lo que ocupe el tiempo y la energía de las reuniones, no me gustan los nombramientos a dedo como fue el de Montiel, no me gusta el concepto leninista de su hegemonismo y la falta de contenido de su palabrería. No me gusta su fijación con las estrategias y las tácticas y que se sacrifique la democracia interna por el aparatismo. Pero tengo que reconocer que gracias a ese Montiel puesto a dedo desde Madrid, València se salvó del pp gracias al Pacto del Botànic, que ahora el nuevo avatar, un tal Antonio Estañ de Alicante, pretende poner patas arriba, nada menos que con una auditoría ciudadana, seguramente con tal de dejar su sello, como la Dama, Dama de alta cuna y baja cama, en la vieja canción de Cecilia. 
Es el colmo de la arrogancia y de la estupidez y con la de asuntos graves y urgentes que tenemos entre manos en tantos sectores, dedicarse  a fiscalizar lo único que Podem València ha hecho bien: ayudar a que por primera vez en el último cuarto de siglo Valencia tenga un gobierno limpio de corrupción, democrático, plural, civilizado y de izquierdas, que ha terminado con la pobreza energética y los recortes, que ha normalizado la apertura de las instituciones a la ciudadanía, que está sacando a las escuelas públicas de la ignominia de los barracones, que facilita toda la ayuda social y crea empleo público, que hace juegos malabares para reducir el déficit heredado de la corrupción bajándose los sueldos y recortando los privilegios, aunque Podemos se abstuvo de intervenir en él y prefirió participar solo en el nivel municipal y provincial de la Diputación. Podemos Valencia ha sido el eslabón que nos ha permitido la unidad entre Compromís y Psoe, sin ese vínculo intermedio, sin duda, ahora mismo estaría gobernando el PSV con C's, Compromís sería la oposición y  Podemos no tendría relevancia, sería marginal, arrinconado por C's. 

Esperemos que si aun queda ciudadanía laica en ese partido le planten cara al nuevo sátrapa elegido, no se sabe con qué criterio o comida de tarro y antes de que la cague a base de bien. A veces la cuota de estupidez colectiva se sube al carrito de la compra y se imagina que es democracia corriendo en un circuito GP, porque son muchos. Si nos ponemos en ese plan, también los componentes de las plagas son muchos y mira la que lían. No caen en la cuenta de que la cantidad no avala el acierto. Ojalá fuese así de fácil. Para muestra, la mayoría absoluta del pp. 

Precisamente lo que me interesó de Podemos cuando lo conocí fue la dinámica de los círculos que al principio pensé que no serían sólo para discutir sobre como organizar los tiras y aflojas del partido sino fundamentalmente para formar conciencia ciudadana y ética mediante el debate en los barrios, municipios y sectores sobre los asuntos realmente sociales e ideológicos, pero aquello se reducía al concepto 'círculo' de la antigua Acción Católica de mi infancia: darle vueltas al ombligo de la organización y prou. Jamás había salido tan vacía de reunión alguna tras seis o siete horas perdidas y con tal sensación de vacío y pérdida de tiempo como las reuniones de la de comisión de análisis, de la que me fui al cabo de tres meses de no saber si Podemos tenía algún objetivo más importante que absorber IU como si fuese una horchata.

Sería muy recomendable que Estañ propusiese la auditoría politikburó fashion primero en su partido que 'buena falta le haz', si se deja, claro, que no creo y que luego pregunte democráticamente a la ciudadanía valenciana si está de acuerdo con que se pierda el tiempo en auditar el Pacto del Botànic, a lo mejor se lleva una sorpresa y le dicen por mayoría que antes de revisar lo que desde el principio ha sido un modelo de transparencia y de limpieza y ha permitido un funcionamiento ejemplar, hay urgencias que no pueden esperar, mucha justicia por recomponer, mucha desigualdad por igualar, mucha pobreza por eliminar, mucho entuerto de torpes y enredones por deshacer y mucha paciencia y tolerancia que practicar con los nenes de la guardería mientras van explorando un mundo de adultos que de momento les viene enorme. 
Es cierto que Montiel ha sido una anomalía, que era un enchufado de Madrid y del pablismo, puesto de emergencia porque no se disponía de algo más presentable ni fiable de cara a las elecciones, según el criterio del Kremlim de Somosaguas, pero mucho me temo después de leer las declaraciones y propósitos de su sucesor, que el remedio que se  avecina sea bastante peor que la enfermedad que el mismo remedio está emperrado en combatir. Todo puede ser que al final Montiel se despida diciendo que bueno le hará quien detrás vendrá. Por lo pronto que Podem València se vaya pertrechando de empapadores impermeabilizados porque ya se sabe lo que pasa cuando los niños se van con los padres a la cama grande. Caca-pis, seguro. 

Hay una salvedad que debo hacer honestamente: Berto Jaramillo, el concejal de Integración e Inmigración.  Ejemplar, ético y lúcido, humilde, responsable y buen organizador, como pocos. Un lujazo que no encaja en Podemos. Se sale. Y en el  que los refugiados y sin techo  de València han encontrado un ángel de la guarda del siglo XXI. Una excepción en el mundillo podemita, tan ombligo fashion. Cada mañana en los desayunos, en las duchas, en las consultas, en el ropero, talleres y clases del Centro de Acogida en Mosén Fenollar, su buenhacer hace posible la vida de muchos olvidados y machacadas de todas las edades y procedencias. Bendita sea esa conciencia.

Querida IU, cuánto se te echa de menos en el Ayuntamiento, en las juntas de distrito y en la Generalitat, cada vez más admiro tu temple, tu generosidad incansable y tu infinita paciencia, de verdad, eres heroica. Y espero con verdadero entusiasmo que el Psoe cuanto antes se recupere, se regenere y con Compromís se convierta en tu socio natural, que es lo que debería haber sido desde siempre y así estaríamos a años luz de un tiempo político tan cutre y de una sociedad a juego con el tiempo, además de cutre, desastrosa. Estoy convencida de que los movimientos ciudadanos estarán encantados de  esa regeneración política que permitirá una integración de la ciudadanía en las instituciones y del Parlamento en la calle. Pero lo de Podemos tiene que civilizarse cuanto antes, aterrizar en la realidad de cada día, recuperar la cordura, adquirir lucidez y dejar de ser una agencia elitista de colocaciones de filósofos light y demás licenciados en paro. Dèu n'hi do.
¡Y válgame la mano tiesa de Sant Vicent Martir, ché!

Perlas cultivadas del nuevo avatar podemí valenciano recogidas por el Diario Levante:
"Estañ, quien tiene claro que la propia democracia tiene su origen en la Filosofía y que con esta se consigue "subirse a hombros de gigantes que permiten ver tan lejos", podrá aplicar a su nueva responsabilidad una ciencia que, como decía Gilles Deleuze y él mismo recordaba hace poco, sirve para "detestar la estupidez" y "denunciar la bajeza del pensamiento

Claro, eso lo explica todo. Teoría a tituplén repetida en plan loro, sin  haberla aplicado, sin haber vivido aun, en plan Alcibíades y Glaucón, Protágoras y Gorgias, subidos a los hombros de los gigantes con todo el morro, para chupar rueda de lo que ellos se curraron, especular con lo que ellos hicieron, sin entenderlo y montarse la paraeta con la política profesional y metiendo la pata hasta el corbejón en la praxis, mientras van arrastrando a ignorantes que les siguen y les votan como al Flautista de Hamelin. Ya vale con la demagogia que se aprovecha de los problemas gravísimos del prójimo para trepar como sea y que utiliza la nobleza de la Filosofía como anzuelo sofista. No hay que empoderar ni "salvar" a los ciudadanos, basta con que no se les engañe con ilusiones manipuladoras ni se pretenda vivir de ellos fastidiando lo que funciona y exigiendo a los demás lo que ellos no saben hacer. Antes de cargarse un sistema hay que tener la honestidad de aportar unas alternativas más decentes, éticas y lúcidas que las que ya no sirven. Genial hacer en el Parlament loas a la Filosofía, pero de poco sirven si esa filosofía no termina con la miseria en la calle, con la violencia de los jóvenes sin educar, con el parasitismo de los ninis y la incultura y la miseria cognitiva de sus padres y con la egolatría de los políticos 'profesionales' y vividores que se aprovechan de esas miserias para sus montajes. Menos cháchara y más sustancia y más eficacia.

Hay que exigir por ley y por imperativo ético que antes de ser incluidos en las listas electorales, los candidatos a cargos políticos tengan previamente un empleo estable y una forma autónoma de ganarse la vida y de pagarse sus másteres sin engatusar a sus conciudadanos con fuegos artificiales. Si no se hace así, no nos sorprendamos luego de que la 'filosofía' del pp se convierta en una pandemia mantenida con nuestros impuestos y hasta bajo etiquetas revolucionarias y "salvadoras" hegemónicas. O nos convertiremos en otra dictadura: la de ex-precarios enteraos y prepotentes que estudian la ética de Aristóteles y de Kant en clase pero practican todo lo contrario en un mundo esquizofrénico y sin alma. Y nosotros pagando la factura interminable. 

Podemos nos convencería de su madurez política si fuese capaz de no llevar miserablemente al terreno de la gestión que busca y consigue acuerdos honestos para el bien común en el Pacte del Botànic los enredos internos de su barullo, sus peleas y tensiones entre egos y bandos, que es lo que en realidad subyace en el fondo de la estrafalaria propuesta de Estañ: una vez echado el "enemigo" poner patas arriba lo que mejor gestionó para que no quede de él ni un buen recuerdo, sin considerar siquiera lo positivo y el bien que se ha logrado, además de lo chungo que el rival haya podido hacer en otros terrenos. 
Cuando se entra a vivir en una casa no se destroza lo que funciona bien porque lo hayan puesto otros, solo se cambia, se reforma lo que no funciona o se añade lo que es necesario y aun no está disponible. 
Este tipo de destarife es la muestra indiscutible de un comportamiento paradigmático y exacto de la quinta ley de la estupidez humana, definida por C.M Cipolla en Allegro ma non troppo. Y como votante afectada considero que es demoledor comprobar lo que está apoyando mi voto y la impotencia de no poder cambiarlo y declarar que lo retiras. La justa revocación del voto es un derecho que la ciudadanía acabará por conseguir sin tener que recurrir a la parafernalia de las mociones de censura y que con un número determinado de votos retirados por la ciudadanía se pueda mandar a casa un partido que sale rana y se convierte en un obstáculo en vez ser un servicio para los colectivos sociales, sin tener que convocar elecciones cada dos por tres.

Es de inteligentes y sabios considerar que tras el disfraz de la cháchara con toda seguridad hay más humo de apariencia que fuego de realidad, y que el humo es tóxico y el fuego purifica, no quema la piedra pero reduce a cenizas todo lo que no tiene su consistencia. La piedra es el fundamento de lo que permanece más allá de todos los ataques, guerras y debacles: la conciencia del ser y su lucidez. Hasta cuando la erosión siglo a siglo la convierte en arena sigue siendo piedra que el aire y el agua transportan. La voz perenne de la esencia. El crisol que distingue la paja del trigo, la mena de la ganga, la religión de la espiritualidad, la ciencia del cuento chino, la filosofía de la demagogia. Es el trazo universal e indeleble que distingue a Sócrates, Platón y Aristóteles, Descartes, Spinoza, Kant o Marx de peña como Laclau, el Susano Díaz de la sofística entre patéticas costuras y remiendos gestores a gusto del manipulador.

Nota aclaratoria: 

 En la antigua Grecia el método sofista más cuestionado era la enseñanza de la erística o el arte de manipular para persuadir y ganar las controversias, principalmente en lo concerniente a ganar los litigios judiciales. Obviamente en la práctica, esta habilidad podía equivaler a que la causa injusta pareciera justa, cuestión contraria al afán de llegar a la verdad de los antiguos filósofos. En la línea que Macchiavelli expone en su obra como ejemplo práctico de la indecencia habilidosa de los embaucadores políticos para quienes el fin de ganar justifica las atrocidades de cualquier medio. En las antípodas de la filosofía.
Los jóvenes recibían con entusiasmo las enseñanzas sofistas pero los mayores temían por la formación de sus descendientes.
El sofismo sirvió de transición a la fase de la filosofía de Platón y Aristóteles que siempre los consideraron en forma peyorativa.
Pseudofilósofos como Laclau, el vendedor de ilusiones populistas tipo peronismo de supuestas izquierdas, que es la base directa de Podemos, han mezclado la política con la sofística, y la liturgia comunista con la fascista y han vendido el cóktel como filosofía a sus lectores y seguidores, que han encontrado en esa mediocridad la inspiración para su montaje de farándula política.

Si tenemos pistas y profundizamos será más difícil que nos vendan la cabra. Investiguemos, debatamos desde la realidad que tenemos delante pero con la mirada limpia de la conciencia (pienso, luego soy y me cuestiono todo, es el acierto de Descartes), descubramos, atemos cabos, permitamos honestamente que la verdad y su fluir nos haga libres y dejaremos de ser el menú a la carta de los vivales, demagogos y cuentistas. Entonces Podremos, de momento y en este plan esto es lo que hay: poder, lo que se dice poder colectivamente, podemos poquísimo. Y por eso nos puede cualquiera que se apunte al carro de ganar poder para sí mismo a cualquier precio. Así nos va. Antes de integrarse en un proyecto de todos, para no reventarlo, lo primero es desarrollar el poder armonizador sobre el propio ego, o sea el terno mantra "conócete a ti mismo" (gnozi seautón) y podrás conocer lo demás sin jorobar al prójimo como a ti mismo y sin machacarle la existencia con tus ocurrencias. Sin conocerse a sí mismo la empatía que da sustancia a la inteligencia colectiva es imposible. Y la prueba irrefutable es la catadura ética de los hechos y de las omisiones que nos hunden el chiringuito cada dos por tres.


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