sábado, 21 de noviembre de 2015

Alberto Garzón: "El TTIP es una bomba de relojería puesta en nuestros servicios públicos"


El candidato de IU a La Moncloa pide hacer pedagogía para explicar los peligros del tratado comercial secreto entre la UE y EEUU. El concejal de Hacienda de Madrid, Carlos Sánchez Mato, lo considera "el golpe definitivo" contra la prestación de servicios públicos desde las administraciones locales

 
El candidato de IU-Unidad Popular a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón. / José Camó
MADRID.- "Una especie de bomba de relojería puesta en nuestros servicios públicos". Así es como describe Alberto Garzón el polémico tratado de libre comercio que Washington y Bruselas negocian con sigilo, el TTIP. El candidato de IU a La Moncloa se ha referido este sábado al acuerdo como algo que va mucho más allá de ser un mero tratado comercial,  sino más bien "una suerte de supraconstitución" de las multinacionales y las oligarquías española y europea que trabajan para lograr su aprobación "por la puerta de atrás", y que instaurará formalmente "el derecho del pez grande a comerse al pez chico".
"Son las empresas que recomiendan que nos jubilemos a los 70 años las que quieren este tipo de tratados"

 Garzón advierte de que el Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés) supondrá una rebaja de los estándares laborales y de seguridad europeos, y de que en esencia es "un proceso de mercantilización más sobre nuestra vida"." Es un tratado que si se aprueba nuestros hijos no nos lo van a perdonar, delimitará lo posible y lo imposible de sus propias vidas. El horizonte que se plantea con este tratado de libre comercio es el de la precariedad permanente", afirma.

Para evitarlo, Garzón llama a la reflexión y defiende la necesidad de "hacer pedagogía": "Son las empresas que recomiendan que nos jubilemos a los 70 años las que quieren este tipo de tratados", recuerda el número uno de la candidatura Unidad Popular, en la que se integra IU.

El diputado malagueño participaba este sábado en la conferencia Parar el TTIP, con la que su formación ha logrado reunir a cerca de 650 personas en el Cine Palafox de Madrid. Entre los ponentes había perfiles muy distintos: autoridades, representantes de la sociedad civil y dirigentes de la coalición de izquierdas, pero todos han tenido un punto en común en sus discursos: la alianza comercial es una amenaza, pero la ciudadanía aún está a tiempo de acabar con ella. "Se han parado muchas cosas iguales o peores que esta", afirma Sol Sánchez, número dos de la lista Unidad Popular por Madrid y excoordinadora de ATTAC en España. 
Tal y como explica Sánchez, el esfuerzo de partidos políticos y activistas contra el TTIP, el TiSA (acuerdo de servicios de 50 países) o el CETA (UE-Canadá) se encuadra en una pelea por un cambio del modelo neoliberal vigente a otro más justo.Sánchez desconfía de los supuestos beneficios que, teóricamente, traerá el tratadoY, desde luego, tanto Sánchez como el resto de ponentes desconfían de los supuestos beneficios que teóricamente traerá el tratado, y que la Comisión Europea defiende a capa y espada. "Los defensores TTIP no han aportado un sólo dato empírico que permita justificar estos supuestos beneficios", apunta, recordando el precedente del tratado comercial entre EEUU, Canadá y México, el NAFTA: 
"Veinte años después de su aprobación EEUU ha reconocido que se destruyeron 750.000 empleos". "Veinte años después hasta los promotores reconocen que el modelo no funciona".En esta línea se expresa también Marina Albiol, eurodiputada y portavoz de IU en el parlamento europeo, que ve el TTIP como "el sueño de las grandes multinacionales", "la salida capitalista a la crisis". Albiol ha recordado las innumerables trabas que el Europarlamento impone a los diputados para acceder a una parte de los documentos de las negociaciones- no pueden verlos todos-, la opacidad que envuelve todo el acuerdo transatlántico, y el hecho de que el TTIP va a traer "más precariedad".  
"Si el TTIP fuera a tener consecuencias positivas para la mayoría lo contarían", afirma, convencida de que el acuerdo es una suerte de "Eurovegas" pero a lo grande, una puerta abierta y un cheque en blanco para los poderes económicos: "Es un intento de frenar gobiernos de izquierdas" Sánchez Mato: "Estamos luchando contra el capitalismo" 
El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, sostenía este sábado que la labor de activistas y partidos políticos "va más allá del TTIP": "Estamos luchando contra el capitalismo", afirma. El edil de Ahora Madrid y exmiembro de ATTAC ha descrito el acuerdo como el "golpe definitivo para la prestación de servicios públicos desde las administraciones locales", y ha recordado las dificultades que ya existen en ayuntamientos o comunidades autónomas para deshacer procesos de privatización de servicios. Intentar "revertir" estos procesos, afirma, puede llegar a suponer que quienes los lideren "podamos vernos sentados en los tribunales", por lo que Mato pide pelear por el empoderamiento de las clases populares para revertir estas políticas. "Existe otro camino y no es la socialdemocracia".

Apenas unos minutos antes, la secretaria de Elaboración Política y Programas de IU federal, Marga Ferré, presentaba al concejal como "el problema de las grandes transnacionales en el país", a lo que él respondía con una sonrisa: "Ya me gustaría que ese fuera mi epitafio".

Zimmer: "Usad la campaña electoral para hablar del TTIP"

Ferré, encargada de moderar el acto, lamentaba en una de sus primeras intervenciones que a pesar de "estar en campaña", "nadie" haya hablado sobre el TTIP "con el peso que tiene". IU, Podemos o Equo son algunas de las fuerzas más críticas con el acuerdo, que cuenta con PP, CDC o Ciudadanos entre sus partidarios, mientras el PSOE no parece tener una estrategia clara.

Gabi Zimmer, presidenta del grupo de la Izquierda Unitaria Europea (GUE/NGL) aprovechaba su intervención para sacar pecho porque su grupo sea el más activo en la lucha contra el acuerdo, y pedía "combinar la campaña electoral con la lucha contra el TTIP". Zimmer cree que no haber incluido el tratado en el argumentario de campaña es "uno de los grandes errores de la clase política", teniendo en cuenta el impacto que tendría su aprobación y cuán difícil sería revocarlo. "Si la gente no habla del TTIP es más fácil aprobarlo en el Parlamento", afirma.

La presidenta del GUE recupera así el discurso de la activista Susan George, que llamaba a poner el "tratado vampiro" bajo la luz para que muriese. Zimmer sabe que la mayoría de parlamentarios nacionales no conocen las aristas del TTIP, afirma que no son conscientes de sus peligros, y por eso llama a "usar" la campaña electoral "como debe hacerse en todas partes", pero también "a los candidatos", para que la gente conozca el acuerdo. Para la eurodiputada, el primer tratamiento contra el tratado transatlántico tiene que llegar en las elecciones generales del 20-D, no hay mucho más tiempo. "Necesitamos una izquierda fuerte en España", zanja.

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