lunes, 30 de noviembre de 2015

Alberto Garzón acusa a Podemos de "aspirar a ser la UCD del presente

El candidato de Izquierda Unida-Unidad Popular ha participado este lunes en un desayuno informativo en el que ha afirmado que IU es la "única heredera del movimiento 15M" y no Podemos
"Nosotros no estamos jugando al viaje al centro. Somos gente de fiar", ha señalado Garzón, que ha apostado por emprender "un profundo cambio constituyente"

“La voz de izquierda es incómoda para proyectos que aspiran a ser la UCD del presente", asegura
Garzón: Quien instrumentaliza a las mareas hace un gran daño a la izquierda
Alberto Garzón, candidato a la presidencia del Gobierno de Izquierda Unida-Unidad Popular EFE
“En estas elecciones nos jugamos mucho, nos jugamos un nuevo orden, no solo unos diputados más”. Así se ha expresado el candidato de Izquierda Unida-Unidad Popular, Alberto Garzón, durante un desayuno informativo que ha protagonizado este lunes en el Fórum Europa y en el que ha desgranado el proyecto con el que su candidatura acude a las elecciones del 20D. Un proyecto que apuesta por una drástica reforma constitucional que encamine a España a un modelo federal y republicano. El mismo proceso constituyente que se reclamó durante el 15M, movimiento del que ha dicho que IU son "los únicos herederos", y no Podemos, partido al que acusado de estar desplazándose hacia la centralidad y de “aspirar a ser la UCD del presente”.
“Entendemos que la voz de izquierda es incómoda a proyectos que aspiran a ser la UCD del presente”, ha dicho Garzón como respuesta a una de las preguntas que se le han hecho tras su intervención inicial en el desayuno informativo, al que han asistido varios dirigentes de IU, como Cayo Lara, y el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo.
Garzón, que hasta ahora no había lanzado un ataque tan contundente contra Podemos, ha vuelto a acusar al partido de Pablo Iglesias de ser los culpables de no haber llegado a un proceso de confluencia de cara a la cita del 20D. Pero, dicho esto, esta vez ha ido más lejos y tras dejar claro que su formación se siente "heredera del 15M", ha marcado distancias con Podemos. "Nosotros no estamos jugando al viaje al centro. Somos gente de fiar. Nos sentimos respaldados por la gente".
El candidato de Unidad Popular ha rechazado "la politica espectáculo" y "a los que utilizan elementos de marketing para adecuar el producto a lo que el consumidor quiere comprar" y ha apostado por "recuperar la nobleza de la política, porque la otra, la del espectáculo, nos puede llevar a un retroceso espectacular", ha insistido.
Sobre la exclusión de su candidatura en los debates electorales, Garzón ha lamentado que "no se invite a la tercera fuerza más votada como es IU" y ha explicado que han recurrido ante la Junta Electoral Central "para garantizar la pluralidad". Después ha criticado el temor de Rajoy a acudir a estos debates. Por su parte, ha asegurado: "no tengo ningún miedo a debatir con nadie, ni con Rajoy ni con Iglesias, ni con Pedro Sánchez. Es sano".
También se ha referido a las encuestas que les dan malas perspectivas de cara al 20D. Garzón, que ha marcado distancias, ha asegurado que él mira el futuro "con optimismo" pensando en que "vamos a dar la sopresa". "Las encuestas las miramos con la cautela necesaria. Observamos las tendencias y los cambios pero no nos preocupan en absoluto", ha dicho para afirmar a continuación que "estamos subiendo y en los últimos meses hemos notado un cambio. Las encuenstas no son nuestra brújula".
Garzón ha asegurado que lo unico que preocupa a su candidatura es "seguir exponiendo nuestras propuestas" que pasan por una reforma de la Constitución en profundidad encaminada hacia un "modelo federal y republicano".  En este sentido, ha apostado por "no poner diques al debate" y empezar por democratizar "todo", "empezando por la jefatura del Estado". Según Garzón, la monarquía es una "una institución anacrónica que ha sido corresponsable de la corrupción"
Por todo ello, el candidato de IU ha pedido "un cambio en la cultura política", pero bajo "un debate sereno, calmado y sobre todo más transparente" y que, entre otras cosas, apunte hacia "un país feminista que defienda los derechos de la mujer y la igualdad de género" con una ley integral sobre la violencia machista.
"Asistimos a un desmantelamiento social", ha lamentado Garzón, mientras inisitía en la necesidad de propiciar un nuevo escenario político que derogue todos los recortes y retrocesos sociales del Gobierno del PP. 

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Se agradece que Alberto Garzón sea tan discreto, pero se queda cortísimo al calificar a Podemos, el felón de la izquierda, diseñado para cargársela con la superficialidad de quienes solo ven siglas y no contenidos, ni evolución ni conciencia en la manifestación de un pensamiento de tradición progresista, civilizado, respetuoso con la diversidad y mucho más tolerante que el propio Podemos, que poco a poco se ha ido convirtiendo en una secta sin raíces ideológicas sino solo haciendo de Black&Decker en el espectro político y social, y convirtiendo el oportunismo sofista en la herramienta y el andamiaje primordial de su sistema de actuación, que es lo único que ha montado publicitariamente. De cara a la galería. Para ser lo que pretende le falta pisar tierra, conocer la realidad más allá del ordenador y el Ipad o la tablet. Le sobran cafés, birras y humo de tabaco en las neuronas para poder ver la realidad, tener argumentos de peso y salir de la escafandra de su calculadora demoscópica. No tiene base real ni siquiera sabe analizar lo que tiene delante sin ve detrás La Moncloa. Lo que trasciende ese objetivo no les interesa si no es puntualmente para una rueda de prensa. En realidad esa "gente" que tanto citan solo es la escalera para trepar sobre ella. Solo "la masa" y así lo han dicho mil veces. No me lo invento, que he estado ahí demasiado tiempo como para saber lo que vi y me hizo salir para siempre de su órbita. La ciudadanía que lo integra, seguramente es honrada y quiere un cambio real, pero ha sido engañada sin escrúpulos y eso lo vamos a pagar entre todas, como los rescates de la banca. Y es una injusticia enorme para un país tan masacrado por la oligocracia y el caciquismo, que hasta ahora era solo patrimonio de la derecha, y que gracias a Podemos, se ha está haciendo "centrista". 

Es una burrada tremenda que la parte más sensata y preparada del cambio se haya marginado desde los medios a base de ser humillada y apartada de todos por el propio Podemos y no tenga un lugar en esos debates públicos. Aunque seguramente este tinglado tenga su lógica y así se demuestre el juego del sistema creando los clones repintados de lo de siempre, para que siga el biparty regenerado en cuanto al maquillaje iconográfico pero idéntico en la disposición y excluyendo la franja política más peligrosa para ellos: la izquierda consciente y abierta al cambio, con todos los ingredientes capaces de hacerlo mejor que cualquiera de las opciones integradas en el enjuague que intenta globalizar la miseria. Es patético como se puede desde los poderes más oscuros desactivar a la ciudadanía, hacerla abandonar las calles, las reivindicaciones y las iniciativas para dejarlas en las manos de unos pocos, cuando de lo que se trata es de que sea la asamblea la que decida en democracia lo que necesita y le parece más justo. 
Podemos comenzó en ese plan, pero en sus asambleas de círculos sorprendía que el tema no eran los problemas ciudadanos y la búsqueda en común de soluciones, sino como dar forma a los círculos, a la organización y al funcionamiento del aparato, buscando argumentarios y y estableciendo cláusulas que ya venían pensadas por "alguien" a las asambleas. Como era el origen no se le daba imprtancia, "nos estamos organizando y necesitamos tiempo", decían y aceptábamos, pero no era cierto, eso era todo. No había nada más que estrategias en petit comité y una casta dentro del propio organismo denunciante de "la casta". Una tomadura de pelo que con los chanchullos de censo y votos en la Asamblea de Octubre de 2014 quedó más clara que el agua. Si les decías que faltaba ética te respondían que tampoco era para tanto, que lo importante era ganar  y les decías, vale, y ¿luego qué, si no hay programa de nada?, pues ya se irá viendo según lo que pase...lo importante es ganar. No, lo importante es ganar cuando se tiene un plan adecuado para mejorar y ese plan pasa por una pedagogía política de la participación y un consenso ciudadano. No tenemos tiempo. Sí que lo tenemos: en vez de dar la vara con tanto Podemos, ocupémonos de hacer un programa, ya que tenemos asambleas quincenales muy concurridas que se van de vacío y solo con noticias de movidas internas de "Madriz". Uy, tú eres una perdedora, así no se consigue nada. Pues ya me dirás de qué sirve ganar un banco que tiene vacías las cajas fuertes...Y así andaba la cosa, más o menos.

Cuando se les decían estas cosas a los de "arriba", la respuesta siempre era la misma: es necesaria una hegemonía fuerte, una figura con poder, porque la gente es lo que quiere y por lo demás tanta asamblea y tanto círculo no sirven para nada porque no es operativo y no se puede consultar tanto...o democracia o eficacia, como atractivo está muy bien, pero nada más. Entonces les decías, pero esto será el fin de Podemos cuando se sepa lo que hay, y entonces la respuesta era que eso daba igual, que lo importante no eran los votos de los que piensan y tienen conciencia porque siempre son minoría, que el objetivo era recoger miles de votos del cabreo, de la ignorancia, de los que no se preocupan por cómo se hacen las cosas sino de que alguien les prometa que les va a solucionar sus problemas...la hegemonía de un dios todopoderoso en el que confiar ciegamente y votar en masa...O sea, lo mismo de siempre. Y entonces les decías que eso que hacían era una extorsión ideológica y contestaban que sí, y que era útil para el propósito de tomar el poder al precio que fuese. Y que en realidad para organizarse bien la gente es un estorbo. Así se explica por qué nunca me los encontraba en la calle reivindicando algo justo, como los deshaucios o las mareas, por qué sólo Teresa Rodríguez vino al Cremona y se comportó como una maravilla de persona y no como un personaje. Sólo ella ayudó y se comprometió  y defendió ante la prensa el papel de la ciudadanía y sus problemas y la poca importancia de los políticos que solo son portavoces y a veces inútiles estorbos, según sus declaraciones a la prensa en la puerta de la escuela. Pero nunca más el Podemos de "arriba" movió un solo dedo para ayudar en nada. Sólo los volvimos a encontrar en la manifestación del 1 de Mayo, desfilando a parte como si fuesen la casta de los brahmanes que no deseaba acercarse a los intocables. Y reventando otra manifestación contra la Ley Mordaza con una exhibición de Pablo Iglesias coincidiendo con el mismo horario de la cita ciudadana. Cuando comenté que la conciencia era importantísima como base de cualquier ideología alguien, licenciado en dos carreras y con una tesis en marcha y un alto cargo en Podemos, me respondió que la conciencia no existe y es un invento burgués para que te pongas límites a tus ambiciones. Fue la gota que colmó el vaso de mi paciencia.
En ese plan era absurdo continuar siendo palmeros de un grupo de flautistas de Hamelin y me fui a buscar iniciativas con ética, con sensibilidad humanitaria y no una colección de frikis alucinados por su propio glamour. Ahí me tropecé con lo mejor de IU, mira por donde. Conocí a Garzón en una modesta quedada en el Centre Octubre de Valencia, con Ignacio Blanco y otras personas magníficas, decentes y con la democracia, la humildad de los sabios  y la ética por delante, el respeto y la transparencia. Otro planeta. Otra vibración. La posibilidad de fundamentar entre todas un programa y un equipo constituyente desde la base. Y así está siendo paso a paso, como hormiguitas sin brillo ni glamour. Lo mismo que experimenté cuando hace más de veinte años conocí a Julio Anguita. 

Y di el paso. Yo sí hice mi cambio. No cambié de conciencia sino que por fin encontré esa conciencia colectiva que se correspondía con mi conciencia individual. Y desde entonces me siento contenta de tanto bueno como descubro en el trabajo compartido, en la fraternidad de todas y todos. Sí, el daño de Podemos a IU la ha salvado seguramente de acabar igual que su pésima copia. Y la está potenciando como el bastión de ética política y el modelo ciudadano de participación, una vez quitada de encima la costra de la inercia y la aceptación de unas reglas impuestas por un sistema ciego, sordo y autista ante la realidad de la historia y del presente. 

El sistema está privando a la ciudadanía de la pluralidad en los debates públicos propios de una verdadera democracia, dando ya por ganadoras a las encuestas; pero la ciudadanía no es tonta y a lo mejor, toma nota de tantos síntomas anómalos. Y tal vez las hormiguitas unidas y populares, cuando llegue el invierno tengan  que compartir de buena gana su almacén de grano acumulado, para combatir la escasez de inteligencia política,  mientras las cigarras cantaban y salían por peteneras, precisamente  en el hormiguero o en los campos de María Teresa ídem. 
Todo, hasta lo peor, pasa para bien de quienes no pierden el Norte, aprenden de todo en positivo y se mantienen firmes, abiertos, generosos, humildes y plenos en tiempos confusos.Y alegres por la suerte de poder vivir el bien común con coherencia y sin conflictos íntimos entre lo que se es y lo que se aparenta.

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