domingo, 29 de noviembre de 2015

Romance dominguero


Hubo una vez un país
que desde tiempos remotos
dicen que se llamó Siria,
cuentan que tuvo de todo
y que allí bien se vivía;
ya se fuese musulmán,
cristiano, ateo o judío,
kurdo, griego,marsellés,
catalán o veneciano,
que a nadie se le impedía
el derecho de creer
en lo que mejor cuadrase
con su esencia y su cultura.

Mas aquel lugar dichoso,
cuna de tanta hermosura
y rico en recursos propios,
no quiso tomar  partido
por ninguna floritura
de las que en el mundo cuecen
los hornos del poderío,
y como además tenía
muy peligrosos vecinos
que necesitaban tierra
para agrandar sus dominios
y nunca quiso alinearse
en bélicas comisiones
solo por hacer el juego
al ojo del petrodólar,
ni ser súbdita ferviente
del potente FMI,
ni ponerse contra nadie
solo por hacer favores
al interés de unos cuantos
que solo van a su bola
utilizando el Planeta
para llevarse los cuartos,
y al estar siempre pillada
por su simple geografía
en una trampa mortal,
acabó como enemiga
del potente frenesí
que revuelve el mundo entero
de Nueva York a París,
de Berlín a Singapur,
de Wall Street a Japón,
de Boston a Tell-Aviv
y de Alaska hasta Calcuta
llevándolo al retortero
mientras cobra la minuta
por servicio tan artero;
y así, la bella Damasco
cuna de reinos de ensueño
de cultura, ciencia y arte,
de versos y arquitecturas
cayó en desgracia global,
lo mismo que le ocurrió
a la tierra entre los ríos,
la hermosa Mesopotamia...
que sufrió una suerte igual
sin más crimen que aspirar
a querer su independencia
sin que McDonalds y Ford,
Cocacola o Hollywood,
Washington o  Cincinati
le hagan pagar un pastón
y le impongan sus costumbres
con ese imperio mandón
con que imponen por el mundo
su mísera podredumbre
vendida a precio de oro
en frascos de 'christiandiosh'.

Y desde que descubrieron
que el hasta entonces amigo
y presidente siriano
no quería partir peras
con el trust americano,
ni que Siria se metiera
en más líos y alianzas
para que el dolar pudiera
ser el rey de las finanzas,
lo convirtieron de pronto,
como a Sadam Hussein
y al ex-amigo Gadhafi,
en un pérfido tirano
capaz de cualquier maldad
al que por ordeno mando
de ese gobierno mundial
que en la sombra corta y pega
con total impunidad,
se convirtió en un proscrito
y asesino criminal.

Primero se contrataron
pandillas de mercenarios
para crear de repente
una gran revolución
que derrocara en seguida
al incordión Presidente
de aquella infeliz nación,
y en vista de que la cosa
no daba los resultados
tan rápidos y excelentes
como fueron programados,
se cambiaron los esquemas
y se emprendió una campaña
planetaria e indecente
para matar musulmanes
por todo el orbe terrestre
a manos de unos sicarios
que decían ser musulmanes
tan torpes como incoherentes,
machacando a sus hermanos
mientras dejaban muy claro
quién les estaba pagando
por tantas y tantas muertes.

Y para disimular
tan nauseabundo montaje
primero se organizó
un repentino despliegue
de refugiados sin patria
que obligase a toda Europa
a cambiar su democracia
por miedo, balas y tropas
y como Europa salió
otra vez por peteneras
con esa rara manía
de su solidaridad
presionando a los gobiernos
para que abriesen las puertas,
el eje negro del mal
atacó en el corazón
de la Europa más legal:
hizo que en París murieran
inocentes ciudadanos
en las manos de un 'islam'
asesino y desalmado
que nada tiene de Islam
ni de la misericordia y perdón
que manda Allah,
y montar un Sarajevo
que nuevamente conduzca
a otro conflicto mundial.

Según ellos sobra gente
y temen que el capital
no medre adecuadamente
si hay que atender,
por derechos,
por leyes y por decretos
de mínima humanidad,
a tanto damnificado
por un desastre global
que ha sido planificado
de un modo tan excelente
y con tanta habilidad
para liquidar de golpe
a parte del personal
que se empeña en subsistir
siendo tan mísero y pobre,
y lo mismo que una plaga
se deberá exterminar.

Siria es como un adelanto
y una amenaza latente
cada vez menos velada,
para esta Europa que insiste
en mantener como siempre,
contra vientos y mareas,
derechos y democracia,
soberanía popular,
igualdad, fraternidad
y esas extrañas rarezas
empeñadas en seguir
con monsergas superadas
por la nueva sociedad,
tan lúcida y preparada;
por eso ha atacado en Francia
como símbolo evidente
de valores que no cuadran
con los valores bancarios
que impone la nueva marcha
del rating y Lehman Brothers
consistente en engañar
con papeles sin valor
a pardillos ahorradores
o a crédulos "inversores"
que se quedan a dos velas
entrampados en el cepo
con millones de hipotecas.

Europa en la encrucijada.
Debe trascender ahora
el horizonte que ve
y comprender que el problema
no es un simple terrorismo
sino un plan para imponer
una forma de vivir
como esclavos otra vez.

Europa debe negarse
a vender de nuevo el alma
al banco de la ignominia
y al trust de la cruz gamada
que se explayó en Hiroshima
después de montar el pollo
en la Europa destrozada.
Y plantearse muy en serio
por qué es miembro de la OTAN
si ella ya aprendió en sus carnes
lo que cuesta levantarse
de un tortazo colosal.

Si se desea la paz
no se prepara la guerra
ni se basa la riqueza
en comerciar con las armas.
Si es paz lo que se construye
no se justificarán
masacres y destrucción
para conseguir la paz.

Hay que acudir desarmados
y llenos de convicción
de que la escucha es posible,
y convocar a las partes
que se desgastan y mueren
en la misma destrucción.

Y lo mismo que cayeron
en desuso y en vergüenza
en su espacio y en su día
las lacras del apartheid,
la imposición de fronteras
y el imperio descarado
en la parcela visible
de esta dura realidad,
caerán también las mentiras
con que se va revistiendo
la miseria estructural
que perdura en intereses
sin ética ni verdad,
sin justicia y sin amor.
Y a su tiempo se verá.

Para que llegue esa hora
es preciso despertar
en el momento presente
y plantar cara serena
a lo absurdo e indecente.
Y recordar que esa Siria
tan arrasada y sufriente
puede ser mañana Francia
o cualquier otro lugar
de este viejo Continente
si Europa no dice basta
a la violencia creciente
desde la paz y el talento
con mirada diferente
y recordando a Alcuino,
o al peregrino de Asís
que se plantó en Babilonia
sin armas ni protección
para hablar con el Sultán
y acabar con la cruzada.
Y hasta el Sultán lo escuchó.
Y dicen que le hizo caso
y la guerra terminó.
Al menos por el momento.

No hay atajos en la lucha
cuando se quiere ganar
usando solo las armas,
el miedo y la división
que arruinan a los "contrarios"
con los que siempre al final
deberemos conciliarnos
si queremos funcionar.
La vida es un fifty/fifty,
que es un acuerdo plural
para poder entenderse,
y cuando sólo se quiere
un solo fifty total
ya no nos cuadran las cuentas
y todo sale fatal. 
Divide y no vencerás
pues sólo habrá destrucción,
pero construye unidad
respetando lo diverso
y objetivos que procuren
superar la división
y borrar del diccionario
el término "enemistad"
y entonces, -oh, qué cambiazo-,
como brilla y nos orienta
la misma Estrella Polar,
el bien común nos dará
el esplendor del milagro
que solo será posible
si lo queremos lograr.


P.D.
Algún día se descubrirá que aquella serie "V" de los 80 era el patético adelanto julioverniano de un futuro horripilante; o quizás el diseño del plan mundial psíquico de reptilización y retrotracción evolutiva de  gran parte de la humanidad, frustrando y manipulando el desarrollo del córtex cerebral para dar predominio al cerebro límbico-reptiliano que está en un plano de necesidad básica y primitivismo, de pobreza radical, que nos hace manipulables y dependientes de los deseos inmediatos, de la ambición más zafia y de lo ilusorio, cuyo vehículo es el ego, que en principio es una sana herramienta reafirmante de la misma evolución, pero que al servicio de lo reptiliano nos impide la lucidez y el acceso a la inteligencia superior que es la clave de la evolución . 
Los reptiles mentales  han copado el poder con su brutalidad y tienen pánico al desarrollo de las facultades superiores humanas. Por eso todo son impedimentos a la libertad de pensamiento y de expresión del pensamiento; en cambio hay libertad e impunidad absoluta para cometer las aberraciones y actos más estúpidos, ridículos, vejatorios, deplorables y crueles. 
La libertad entendida de ese modo está potenciando los malos tratos, abusos y asesinatos de mujeres y niños, sin que se haga nada en serio para detener el deterioro y cambiar de rumbo. La guerra es el mejor de los negocios, lo mismo que la extorsión de la banca internacional y el comercio del dinero sin más objeto que acumularlo en papeles sin valor real, se ha convertido en empresa rentabilísima, hasta la esclavitud denigrante de la prostitución se está debatiendo como una posibilidad estupenda para ejercer la libertad sexual que es otra esclava del dinero, del lucro y la más primitiva expresión de la egopatía. 

Desde hace más de una década los juguetes, cuentos y relatos para niños, hasta los mordedores y sonajeros para bebés adoptan  agresivas y espantosas formas de saurios. Pone los pelos de punta ver a un crío de tres años aferrado a un monstruo con la boca abierta, dientes desgarradores y ojos inyectados en sangre, y abrazarlo como a un tierno peluche para calmar su llanto ... o para dormir. Los apólogos y relatos de tradición narrativa y pedagógica, que mostraban varios planos de enseñanza al escucharlos, se han aniquilado, banalizado y acursilado, gracias a  la factoría Disney, que a base de entontecer con bobadas el desarrollo infantil, se ha hecho de oro. Pasaron el protagonismo humano al mundo animal, se han ido apartando los sentimientos para dejar todo en el dominio instintivo e histérico-emocional, de  lo imposible, pero engañoso aparentemente fácil si se puede comprar -¿quién no conoce a alguien que se dedica con toda devoción en exclusiva a sus  mascotas porque las puede dominar, pero  rechaza el trato próximo con los demás humanos?-. Los ideales dan risa. Sólo hay que ver la repugnante saga de Srek para comprobarlo. No hay como liquidar la utopía para que el hombre regrese al agujero primitivo de sus miedos y su violencia cavernaria. 

El rescate de lo humano pasa por mejorar, avanzar y abandonar la animalidad primaria que nos posibilita la llegada y la permanencia a este plano de la existencia: un cuerpo y una materia necesarios para permanecer aquí, que hay que cuidar, honrar y agradecer, dándoles el mejor y más digno de los usos que es, precisamente, crear y aumentar el bien común con nuestro equilibrio y con nuestro aprendizaje; con el desarrollo de nuestra alma, individual y colectiva. Aprendiendo las lecciones del Universo expresas en la vida. Desarrollando capacidades intelectuales, emocionales, éticas y justas. Bellas y creativas. Armónicas, para reciclar la desarmonía y el caos, en vez de potenciar su auge y destrozar el cerebro y el sistema nervioso humanos, bloqueando la evolución. Y trascender lo irracional, lo básico, lo elemental sin eliminar su energía, pero modelando su materia y potenciando el conjunto. Y así descubrir el sentido y el porqué de nuestra existencia, que explica y define en la práctica (con la sabiduría aplicada por la inteligencia a la conducta), nuestra esencia. No hay otro camino para ser felices y encontrar el tesoro del que antes hablaban los cuentos con sus alegorías adaptadas a cada momento del desarrollo de la comprensión. Como es la metáfora hecha vida, de la piedra filosofal de los alquimistas, de El Valle de Shangrilá o el dracma de la mujer barriendo su casa o del campesino que excavando descubre un cofre lleno de riquezas y vende todo lo que tiene para adquirir aquel terreno, como cuenta un relato alegórico del evangelio. La realidad tiene tanta profundidad que es preciso el relato simbólico, literario y poético,  también con la imagen y el sonido (así podría hacerse en el cine si su industria no estuviese también en las garras del Jurasic Park, igual que la tecnología del mundo on line) para mostrar y sugerir algunos planos y hacerlos más accesibles a la percepción que es la base del conocimiento.

¿Cómo llegar a la paz del mundo si se ha convertido éste en una madriguera de reptiles insaciables que se han hecho los amos de todo y pasan por humanos solamente en la forma externa, de la que la mayoría de relaciones interpersonales no pasan, porque no hay adónde llegar más lejos en ese ámbito? Seguramente, comprendiendo lo que ocurre y pasando página individual y colectivamente, sí será posible el cambio. 
Ánimo, que no son tantos como parece, aunque lo intenten hacer creer metiendo miedo y creando situaciones dramáticas y corrompiendo voluntades constantemente, incapaces de fluir, de facilitar, de beneficiar a otros sin llevarse una comisión por ello, del tipo que sea.
Lo que las religiones nos predicaron como "salvación" es, precisamente, la salida de ese estado patológico de esclavos y cegatos (Platón ya lo describió divinamente en sus "Diálogos"). La clave es la luz del espíritu humano cuando se abre al conocimiento y al amor incondicional sin pedir nada a cambio.
Pero los reptiles se apoderaron del mensaje y le dieron la vuelta con el ansia de conquista, de prosélitos y de poder. Siguiendo la dinámica de los imperios reptilianos e infiltrándose en el tejido social de cada logro colectivo usando el  ingenio de sus cómplices que acaban siendo sus víctimas y mantenedores. Por eso fastidian y enmarañan aquello que promete ser bueno para todos e igualar a los seres humanos con justicia, eliminando castas y poderes de unos sobre otros.
 Hé aquí un ejemplo evidente y recientísimo de comportamiento reptiliano:
¿Quién nos iba a decir que Ahora Madrid, ya con aires de casta, se negaría a cambiar los nombres de las calles dedicadas a los torturadores del régimen franquista, sólo porque la idea ha sido propuesta por otro grupo municipal, alegando que dicho grupo lo  hace para sacar más votos en las elecciones? ¿Acaso poner zancadillas a las cosas justas, las haga quien las haga, es más honesto que lograr el objetivo común sabiendo que serán el pp y C's los que se beneficiarán electoralmente de esa negativa, con toda lógica? ¿Cómo no va a ser infeliz Carmena en ese plan? Pobrecilla. Eso es un ejemplo de comportamiento reptiliano manipulador. Torpe y tan cortoplacista y miope que fastidia a la larga todo lo que toca. Como Podemos. Que ha tenido en su mano el cambio y con su visión reptiliana y mediocre le está regalando en bandeja a los de siempre esa  ocasión, destrozando los ideales progresistas y adjudicándose a sí mismo la única validez posible al descalificar a toda la izquierda. Podemos no puede cambiar nada porque pertenece a la misma tribu sauria. Depende completamente y sin dudas, del ego reptiliano.
Todo se queda circunscrito a reptilandia cuando no hay un despertar y unas miras más altas que el rasero de la propia miseria moral tomado como único referente. Por muchos cascabeles adjuntos que les coloquen  a las culebras y serpientes en las litas electorales, no dejarán de ir arrastrándose por su propia condición  que ni siquiera ven. En el colmo de la estupidez,al condenar  a los demás al hundimiento del mismo proyecto con diversa sigla, uno mismo se acaba hundiendo y se ahoga  en lo más bajo. Fracasando estrepitosamente y quedando a la altura del betún.  Dalle stelle en Bruselas alle stalle de Madrid. El cuento de La Lechera. A veces hay que meditar los cuentos de siempre para no enredarse y pegarse la gran toña en el Juego de Tronos de ahora. Así estamos. Y así nos va. "V" de vacío.








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