No sé con precisión lo que me produce leer las advertencias mediáticas de la fabricación de la componenda cuando afrontan el caso de Grecia, Syriza y Alemania. No sé en qué proporción se me mezclan el asco, la indignación y el desespero. ¿Qué debería hacer Grecia? Según los halcones mediáticos al servicio del neoliberalismo sin entrañas ni decencia, los griegos deberían "entender" y aceptar de buen grado el atropello germano-monetario y renunciar a su proyecto social de regeneración económica y ciudadana. Y me pregunto ¿qué deberían hacer en el Parlamento Europeo los países afectados por el abuso alemán? ¿Quedarse mirando y poniendo las barbas a remojar en las aguas del TTIP mientras se las afeitan, como primicia intimidatoria experimental, a nuestros hermanos mediterráneos de península? ¿Cómo es posible que Francia, Italia, Portugal y España no se planten y reivindiquen el derecho a decidir frente a los orcos deshumanizados del dinero y sus mercadillos? ¿Qué pasaría si se formase un frente Sur en Europa de países humillados y pisoteados y se uniesen para no pagar trampas bancarias ni rescates a los piratas chupadeudas forzosas? ¿Qué pasaría si de una vez por todas comprendiésemos que la única patria posible es la Justicia y la Decencia y actuásemos conforme a ese convencimiento? ¿Qué clase de "unión europea" es esa forma de humillar, de intervenir en casa ajena con una soberbia y una crueldad sin medida, sin escucha, sin más razones que destrozar a las personas que están siendo víctimas de un sistema despiadado y monstruoso? Urge parar los pies a esta calamidad. Urge desenmascarar a los falsos políticos y economistas filibusteros. Urge proclamar la independencia de esta vorágine perversa. Queremos una Europa común, pero no ésta. Queremos la unidad, pero no a costa de la ruina de la mitad del Continente. Queremos poner límite a la barbarie disfrazada de prima de riesgo, que se acaba "milagrosamente" cuando se "han hecho los deberes" o sea, cuando se ha sometido por completo a los países del Sur, los que más autonomía han perdido bajo la bota del fascismo financiero y mercantil, de acuerdo con sus propios pésimos y ciegos gobernantes, aprovechando la precariedad democrática de sociedades que durante muchos años han sufrido dictaduras, como es el caso de este Sur continental. Qué canallada. Y qué cobardía. Qué silencio por parte de Rajoy, del Rey, de Renzi, de Napolitano, de Hollande, de Passos Coelho y de Cavaco Silva...qué complicidad más miserable con el poder del dinero capaz de aniquilar la dignidad y la vida de los ciudadanos de casi media Europa. ¿Por qué tanto miedo? ¿No comprenden que una vez fuera del sistema, esa estructura delincuente ya no tendría el poder de interferir sin el vínculo de la presión constante? El mundo es muy grande y hay muchas formas de subsistir. Eso sí, decreciendo en derroche, contaminación y consumismo inútil. Trabajando en sectores más sanos y básicos y con una vida social mucho más rica, comunitaria y satisfactoria. Más sencilla y humana. (Consultar para informarse los proyectos de ecoaldeas, "última llamada", transition peoples, Carlos Taibo, etc...)
¿Y qué decir del resto de la UE? Sólo está dispuesta para el comercio humano millonario, las coces y zancadillas del fútbol y la horterada de Euroirrisión, para aplaudir el ridículo de los disfraces y los berridos de una música cada vez menos música y más pringue. Europa es una caricatura de Conchita Wurts, una burla marginal: No es la homosexualidad, ni la bisexualidad. Es la aberración ética y estética. Insolidaria y narcisa. Patética. Es la mujer barbuda o el hombre renqueante con tacones de aguja. El esperpento. Europa no sabe lo que es. Tal vez no sabe si "es" o no es. Tal vez ni se lo plantea al son de la eurocalderilla. Quizás nunca lo ha sabido, pero ahora se nota más. Europa calla ante la barbarie Merkel-bancaria, como si la cosa fuese a mejorar individualmente si se sacrifica al más débil y se mira para otro lado mientras se cumple el ritual. Como hizo Petain o el Papa Pío XII ante el nazismo o este papa Bergoglio ante la dictadura de Videla y adaláteres. O como hicieron el pp y el psoe mutilando de tapadillo la Constitución a favor de la dama de acero alemana. Como Judas y las treinta monedas. Qué asco, por Dios.
Se parte el alma sólo al pensar en la miseria en que han hundido y pretenden hundir aún más si cabe, a los griegos. Y en el estado denigrante en que están dejando esa comunidad humana a la que debemos la civilización y el pensamiento lúcido aplicado a la realidad. El arte más hermoso y el alma de la historia mediterránea-europea. Una civilización que alfabetizó e hizo bajar de los árboles a las tribus del Norte, a las que enseñó a vestirse con tejidos de lino y lana tejida en vez de hacerlo sólo con pieles malolientes, que les enseñó la arquitectura, la música, el canto, la poesía, las matemáticas, la geometría, la filosofía, la astronomía, la medicina y el teatro como catarsis social...que supo colonizar y mitigar, en lo que pudo, la brutalidad del Imperio Romano, que produjo inteligencia y grandeza espiritual como pocas. Y que ese legado no cuente y que la ética de Aristóteles y del propio Kant, el alemán del idealismo y las altas miras del intelecto, la conciencia analítica de Hegel y la social de Marx, la aguda inteligencia de Goethe y de Shiller, de Bach y Beethoven, no haya servido para conseguir un replanteamiento de la animalidad especuladora hacia la tarea del bien común...que no hayan escarmentado con el negro episodio de Hitler...Qué tristeza de Continente. Qué destrozo de la esencia europea verdadera, abducida por la zafiedad de los depredadores, de los especuladores sin conciencia ni capacidad ni visión. ¿Qué dirían de este espanto nuestros Sócrates, Dante, Francesco il poverello, el de verdad, Leonardo Da Vinci, Cervantes, Calderón, Luis Vives, Garcilaso, Fray Luis de León, Ibn Arabi, Maimónides, Camoens, Galdós, Valle Inclán, Sciascia, Italo Calvino, Delibes, Machado, Victor Hugo, Garibaldi, Voltaire, Montessori, Lanza del Vasto, Pessoa, Aranguren, Garcia Calvo, Azaña, Companys, Ferrer i Guardia, Tierno Galván, Lorca, Saramago, Marcelino Camacho, Pablo Iglesias, el primero, claro, el fundador irrepetible e inimitable de la serie...¿Qué dirían de este estado de hibernación de la lucidez colectiva? ¿Les dejarían decir algo? ¿O tal vez nadie escucharía sus palabras tan antiguas y tan lejos de las entendederas "pragmáticas" a las que lo mismo les da un roto que un descosido?
¿Entenderían los conceptos o les sonarían a chino mandarín y evasor de millones monosílabos en fondos buitre? ¿Les aplicarían la Ley Mordaza por lenguaraces e incitadores a la rebelión de las masas, con Ortega por delante y Unamuno de abanderado?
Una Europa friky. Hueca. Sin contenido. Autómata y obediente a lo que sea más cómodo. Que se vende al mejor postor que la arruine con más maestría y más cinismo, sólo por un plato escuálido de lentejas comidas por los gorgojos, a medio cocer y sin aliño... ¿Vale la pena tanto sacrificio para mantener tan poca sustancia? Sinceramente, creo que no. Ains!
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