lunes, 12 de enero de 2015

¿Escribir de oídas?

Las cuatro crisis de Podemos

Los partidos deben responder al desafío de un nuevo jugador en el tablero político


(El País)

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Los autores de este artículo se confiesan profesores de la Universidad Complutense. Seguramente sus clases serán estupendas, porque si no fuese así estarían en el paro, imagino. Quiero imaginar también que su análisis político en clase, será mucho más acertado de lo que lo es en este artículo sobre Podemos. Más que nada por el bien de los alumnos. 

Las reflexiones son muy pobres. Falta trabajo de campo. Se percibe que el interés no es la profundidad ni la capacidad transformadora del fenómeno ciudadano, sino el espectáculo mediático de lo que ellos, acertadamente,eso sí,  llaman "élite", contemplando la separación clarísima entre el aparato y el generador, o sea, entre el equipo técnico pabloiglesista y la fuerza ciudadana, entre partido impuesto y movimiento original consensuado. Podemos no ha nacido para estructurarse como partido al uso, como está haciendo el equipo del telededazo, sino como movimiento, al que ese equipo aportó el sistema de círculos, como petit comité de las asambleas. Es una lástima que estando en Madrid y tan próximos a los podemistas de aulario, no se hayan preocupado de acercarse más y mejor al fenómeno que tratan de analizar. O de asistir a las diversas asambleas ciudadanas o de interesarse por el trabajo municipalista y vivísimo del 15M en los OCMs Observatorios Ciudadanos Municipales , por entrar en las ILPs y en las Mareas, por acercarse a las CUP catalanas o al Compromís valenciano, por poner algunos ejemplos. Tampoco han debido ver un trabajo muy interesante de Jordi Evole sobre los avances de la ciudadanía municipalista, que es el territorio fundamental y fundante de las iniciativas de participación y gestión directa y transformadora, de los ciudadanos en la realidad social y política. Tal vez por esa distancia no han pillado qué es Podemos y se han quedado sólo en el envoltorio.  'Podemos' es sólo el nombre copiado de Obama por P.Iglesias y su peña, para darle glamour mediático a su juego de tronos, traduciendo el we can yanky a sus esquemas leninistas y apropiándose lindamente de un "Sí se puede" de las PAH. Como ha hecho IU con todo lo que ha pillado por medio en formato movimiento social, hasta con el nombre Guanyem, en cuanto Ada Colau lo puso en el escaparte de Villa Copia.Los partidos que viven de oponerse entre sí, tienen fallos muy parecidos: como creativos son una calamidad. Las intrigas y los dimes y diretes les quitan capacidades para cosas mejores, por eso van a ver que pescan, que a ellos los sacas del noeliberalismo de Reagan-Thatcher-Merkel o del leninismo laclausista y los partes por el eje. Pero en triquiñuelas imitadoras y de camuflaje se las pintan solos

Dicen los autores que la novedad de este invento es un fenómeno único, porque este equipo ha sido el primero en asaltar los cielos mediáticos para hacerse con el poder político. Supongo que les falla la memoria. O no se atreven a decir la verdad, porque no quieran arriesgarse a tirar piedras contra el jefe supremo, Berlusconi, el amo actual de PRISA que sí, es cierto, fue el pionero mediático europeo en el asalto a saco al poder  político por medio de los medios previamente comprados al por mayor. Lo mismo que el PP ha hecho descaradamente durante años y años asaltando toda la prensa a su alcance: El Mundo, ABC, La Razón, La COPE, AtresMedia, Canal NOU,  Telemadrid e  Intereconomía, por ejemplo...Más lo que afanare en las cadenas estatales que, a  ojos cada vez menos vistas, está reduciendo a fosfatina y los huequitos en la populista Telecinco de Mediaset-Prisa, o sea, de  Berlusca en su salsa.

 Lo que ha debido dejar traspuestos a los autores seguramente ha sido el morro y el desparpajo de la élite podemista, sin un duro disponible y derrochando estilo de birlibirloque quevediano, tipo "entre el clavel blanco y la rosa roja su majestad escoja", en ese dijedigo-digodiego que caracteriza la cosa, para venderse como marca revolucionaria de la misma tuerca de siempre. Poniendo en escena su particular Lenin Superstar.Y pillando como extra y figurante a una cantidad considerable de ciudadanos para hacerles creer en los ensayos que harían el papel protagonista y no solamente los coros de fondo y en play-back.

Ya vemos que de fenómeno único y original, lo de Podemos y su asalto político-tertuliano a los medios, tiene más bien poco. Es un replay déjà vu, es decir, pura redundancia repetidora. Y lo que cabe destacar es que esa afirmación no incluye a los ciudadanos, sino al grupo que ha conseguido camelarlos y darles el cambiazo circular, tal que si fuese una rotonda, cuando no se tiene clara la dirección de la salida, o como en el timo de la estampita. Valorando el panorama electoral de este año, como si eso fuese significativo sin contar con los protagonistas verdaderos, que como se planten y se sientan estafados, puede que no voten lo esperado por las encuestas, que el hartazgo es colosal.
A lo que no han llegado nuestros analistas es a calibrar el ejercicio de empoderamiento cívico que ha supuesto a la ciudadanía cuatro largos años de trabajo, de creatividad, de compromiso serio y consistente y de superación de esquemas heredados de una transición inacabada.  Que por la presión social organizada, se han parado miles de desahucios,  han desprivatizado la sanidad madrileña, que por ella y su presión, abdicó Juan Carlos I y se va a juzgar  su hija Cristina, se ha hecho dimitir a Mato y se ha derribado la absurda ley del aborto y al ministro que la parió. Que por ese trabajo imparable se paró la burrada urbanística y corrupta de Gamonal y el asalto negociante a Can Vies, que esa presión está despertando conciencias y animando el nacimiento de la ética en este país. Y eso no lo ha hecho ese Podemos. Ese invento sólo está viviendo de las rentas del trabajo ciudadano, como todo partido al uso.

¿Tiene algo bueno Podemos? Sí, desde luego: ha conseguido que se implique en política ese gran grupo social amorfo que todavía no es ciudadano del todo, sino  que está despertando de la abulia, del absentismo político y de la indiferencia hacia  el cambio social, que los que no encontraban su lugar en las urnas y eran sólo carne de despotrique inoperante y pasota se hayan decidido a "ilusionarse" con que un grupo de chicos muy listos, jóvenes y preparados, como el nuevo Rey, les saquen las castañas del fuego y les arreglen la crisis, que para eso son licenciados en un montón de cosas y hay que ver lo bien que se explican en la tele. Han conseguido que los indignados vagos se empiecen a desperezar, sin molestar demasiado, que de eso ya se ocupan Pablo Iglesias y Monedero. Sólo hay que leerles en FB u oirles en las asambleas: que no nos falléis, echad al pp y cambiad esto, que menos mal que está Pablo...Eso es la base que sube las encuestas. Y a lo que Podemos aspira a mantener "ilusionado" . Para ellos ha hecho en borrador sus elementales principios éticos, organizativos y políticos, pillados con alfileres. Cuando se intentó, por parte de los ciudadanos, hacerlos de verdad, no hubo forma y fueron votados de cualquier manera por internet. Hay mucha prisa por ganar. Demasiada. Hay que echar a esta  casta...que ya ha perdido el lustre y merecemos una casta más moderna y puesta. Con más glamour. Más "in". Más de tú a tú.

Lo que remata el artículo de estos autores, la apoteosis gloriosa de tan preclaro  análisis, es el último párrafo. Donde más o menos vienen a afirmar textualmente que ha aparecido en España un ciudadano, desconocido hasta ahora, que pide su voz. Será por voz...Eso ya lo tiene y bien que lo lleva demostrando durante un cuatrienio, queridas lumbreras. Lo que no pide, (porque la ciudadanía soberana no tiene que pedir, sino constituirse como lo que es) pero lo que sí  exige es presencia y capacidad participativa y activa en la gobernanza del Estado y dejar de ser el convidado de piedra votante y carne de manipulación de todas las ideologías y sus oficinas de empleo pseudopolítico. O sea, de los partidos. De los que Podemos ya es parte activa y dada de alta.
En una democracia los ciudadanos no piden , decretan por consenso. Profesores de Política en la Universidad pública deberían estar al loro de todos estos detalles tan obvios, que para eso les pagamos.

Esperemos que como enseñantes estén más acertados que como analistas de prensa, porque de lo contrario...¡madre mía!. Ay, Aranguren, Julián Marías, Pedro Laín, Tierno Galván, García Calvo, J. Luis Sampedro, Adrados, Mariner, Martín de Riquer, Ángeles Galino, Fernández-Galiano, Juan Zaragoza, Azcárate, Pilar Palomo, J. Mª Santano, María Riaza, Alfonso Capitán, Natalio Cruz....¿no podríais volver a clase aunque fuese sólo por este curso?

Definitivamente sobran frikis y faltan maestros. 
Qué penita da esto XD:)

                                      
                                             

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