martes, 27 de enero de 2015

¿Suhto o muehte?



        




"Buenosh días nosh dé diosh!
que me manda los deberesh ,
y graciash por reshishtir
como reshishten los fuertesh
igual que el bueno de Luish
en el Shoto del Real"-
me ha soltado el teleñeco
con aspecto de gendarme
y pillándome a traición
con timbrazo intempestivo
al punto de levantarme.

Serán buenos para usted,
-le he espetado con desgana
mientras le abría la puerta
desgreñada y en pijama-
porque para los demás
cada día que amanece
es un peligro mortal
desde que por voto y gracia
de un engaño colosal
usted y sus circunstancias
han tomado posesión
del poder legislativo,
mandamás y judicial,
y con ellos se ha cosido
su capa de supermán
y desde entonces nos lleva,
al mejor estilo griego,
como hetaira por rastrojo.
En un lento genocidio
de cinismo sin igual
que hace legal el enjuague,
virtuoso el latrocino,
saludables los recortes
y muy decente el trincar,
con tal pericia y oficio
que están dejando el país
en estado comatoso
mientras usted y sus huestes
se van quedando con todo,
así como en simulado
y muy poco diferido,
que en tres años han dejado
en los purititos huesos
todo lo que han encontrado
que pudiera funcionar,
y cual vándalos sumidos
en demencial colocón
de cuajo lo han arrancado,
, jodido y pisoteado,
sin la más mínima muestra
ni rasgo de humanidad.

¿Y ahora pretende vuecencia
ir de portal en portal
en el rol de Don Pimpón
diciéndole al personal
que agradece su paciencia?

Las gracias no se merecen,
y por eso no se dan
cuando se arruinan las vidas
y se machaca sin más.
Sus gracias son un sadismo
y para recochineo,
mostrenca publicidad
de cara a las elecciones.
¿Qué contestación espera,
un "de nada" ritual?
Pues de "de nadas", nanay
que aquí hay mucho que rascar.
¿acaso se ha imaginado
que no montar la de Lenin
es obra de la paciencia?

No es paciencia, Don Pimpón,
es simplemente el aguante,
pringada resignación
y una falta de conciencia
propia de una población
que cohabita en las Batuecas,
en cómoda dormición
y aunque se queja y se queja
se va comiendo el marrón
por un plato de lentejas
siempre a medio cocinar
porque no puede pagarse
ni la bombona del gas.
Y piensa en su indefensión
que si además de ayunar
tiene que manifestarse
para poder protestar,
fuerzas no van a quedarle
para dejarse explotar
en un trabajo execrable
y sólo le faltaría agotarse
y enfermar para que además
le apliquen la sanidad recortable
y en vez de poder curarse
se muera en el hospital
haciendo cola en urgencias .

Sus gracias no las merece
el que soporta un Estado
sin justicia ni decencia
y a una panda de bandidos
que aprovechando el momento
nos han asfaltado España
con burbujas de cemento
y delincuencia bancaria,
nos han quemado los bosques
para poder construir
más burbujas todavía
y todo a base de sobres
con los que usted se ha pringado
cocido y aglutinado
igual que al bañomaría
en modo bañomariano.

Recórtese usted las gracias
y déjenos disfrutar del sosiego
de su ausencia
y evítenos el bochorno
de asumir, para más inri,
el trago de soportar
su plasmática presencia
y el morro incomensurable
que supone dar las gracias
a los que está torturando
con supina desvergüenza.

Pedir perdón sería poco,
ir a la cárcel, un premio.
Mejor devolver la pasta
que nos ha dejado en cuadro
y abandonar privilegios
trabajando duro y mucho
como vulgar ciudadano
y cobrando el mismo precio
y pasándolas canutas
como la gran mayoría
de este desdichado pueblo,
podría recompensar
los males que han perpetrado
y a base de soportar
las mismas calamidades,
aprender a ser humanos
antes de ser responsables
de instituciones y Estado.

Deje de hacerse el gracioso
y al menos no abra la boca
para que no se le note
que además de ser un zote
de insaciable pan y moja
es capaz de hacer el oso
sin que nada le sonroje,
ni escozor que le remuerda
ni vergüenza que le encoja.

Y guarde donde le quepan
esas gracias enojosas.







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