Bel Pozueta (EH Bildu): “Podemos ha hablado desde unos parámetros de nacionalismo español”
- Entrevista a la cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Navarra
El
salto a primera línea política de Bel Pozueta llegaba de una manera
inesperada aunque, como reconoce, “no es casualidad”. En el momento de
realizar la entrevista a Pozueta, tres de los jóvenes de Alsasua
condenados por la Audiencia Nacional llevaban 879 días en prisión. Los
mismos días que Bel Pozueta y el resto de padres y madres de los jóvenes de Alsasua llevan batallando por un juicio justo en el caso de la pelea ocurrida en la localidad navarra con dos guardias civiles.
Hace un mes se conocía que la madre de Adur, uno de los ocho condenados, sería la cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Navarra. Una figura conocida por su militancia en Altsasu Gurasoak, pero que tiene una relación con la política mucho más profunda y temprana de lo que pudiera parecer ahora. Es socióloga política y sexóloga y ha participado en la elaboración del programa Skolae, la iniciativa, no exenta de polémica, del Gobierno de Navarra para introducir la igualdad en las escuelas.
Cuartopoder.es conversa con ella unas horas después del inicio oficial de campaña para las elecciones generales del próximo 28 de abril. Lo hacemos en torno a las peticiones de los partidos soberanistas a otras formaciones de izquierda en el Congreso, a la unión de las partidos BNG, ERC y EH Bildu para los comicios europeos y también para las elecciones generales y sobre la llegada de los debates feministas al Congreso de los Diputados.
— Su rostro es conocido, quizá no tanto en el Congreso de los Diputados, pero sí en movimientos sociales. ¿Cómo acaba Bel Pozueta elegida cabeza de lista por EH Bildu en Navarra?
— No es casualidad. Viendo todo mi recorrido vital, siempre he sido una mujer con actitud muy crítica y he participado en muchos asuntos. Quizá no tanto de cara al público pero siempre he tenido inquietudes. Si estudié sociología política fue porque tenía inquietud, si estudié sexología es porque también tenía otra inquietud. La vida nos ha llevado a sufrir un momento como familia pero también me ha llevado a un proceso de empoderamiento. A decir, he vivido esto, hay una situación de injusticia, pero lo nuestro es un ejemplo del montón de injusticias que hay. Cuando me lo plantearon pensé “por qué no” y además me identifico plenamente con EH Bildu.
— No sé si también hasta cierto punto desde EH Bildu se buscaba un golpe de efecto con un rostro, el tuyo, que está muy relacionado con la lucha y muy activa, y así contrarrestar los resultados en las anteriores generales, en las que Podemos le ganó algunas áreas importantes a EH Bildu.
— Hace cuatro años se vivía la ola de Podemos. Era ilusionante, los medios le dieron oxígeno. Claramente a alguien le interesaba esa ola. Si hablamos de Euskal Herria, era entrar en una especie de confrontación electoral, ya que el eje de la diana era el mismo, teníamos el mismo electorado. Había un interés de introducir Podemos en Euskal Herria porque su discurso es centralizador. En Podemos hay mucha discusión con el tema de la sobernía, quién tiene que decidir y en qué condiciones.
En el planteamiento de Euskal Herria como nación, si se le quitaba fuerza a la izquierda abertzale, se ganaba mucho en el discurso de la centralidad. Ahora la realidad nos lleva a ponernos a cada uno en su lugar. Podemos ha hecho lo que se ve, es una crítica muy importante a todo lo que dijo que iba a hacer y dónde se ha quedado. Tiene un concepto de una España única, aunque dentro haya personas que abogan por el derecho a decidir. Sobre esto, algunos piensan que yo soy una paracaidista, podríamos decir que soy transparente, no tengo que montar mi imagen, he mostrado durante dos años y medio quién soy. No tengo un asesor de imagen que me diga cómo tengo que ser, sino que me han dicho “sé tú”.
— Ahora seguimos viviendo coletazos de crisis económica, y quizá hasta cierto punto hemos olvidado los aspectos más sociales. No sé si buscan retomar el espíritu de recuperar los derechos sociales.
— Hablamos de centrar a la persona, la persona como centralidad. Yo me muevo en un espectro feminista, y claramente la persona y la naturaleza son centro. Cuidar y cuidarnos. La historia de Altsasu no es solamente eso, cuando luchamos contra las injusticias estamos en un planteamiento mucho más amplio. En algunos actos en los que he formado parte ya hablaba mucho más en general que el tema de Altsasu. Animaba a la gente a que saliera, a que las luchas se juntaran para hacer frente a las injusticias. No lo hablaba como EH Bildu, sino como madre de Adur, y representante de los gurasos (familias).
—
Estos días Pablo Iglesias ha prometido fomentar una consulta para
integrar el asunto de la sobernía y tratarlo en la próxima legislatura.
Por otro lado, las formaciones soberanistas de Galicia, Euskal Herria y
Catalunya van a ir juntos a varios comicios. ¿Cómo van a juntar
intereses con la izquierda estatal?
— No entiendo que exista una formación que se denomine de izquierdas de verdad y que no defienda el derecho de autodeterminación de los pueblos. Eso a mí me rompe mucho los esquemas. Si por encima de los planteamientos de izquierda está la nación española, por encima de un planteamiento de democracia concretada está por encima la nación española… es un asunto que no me entra. Podemos ha hablado desde unos parámetros de nacionalismo español, es algo evidente. Ahora han bajado un poco su posición, porque ven que van a perder mucho, ya que es una contradicción con un planteamiento de izquierda verdadera.
Por nuestra parte, la de las izquierdas soberanistas, creemos que la autodeterminación es un derecho básico, y que hay que darle una concreción jurídica. Entre las fuerzas soberanistas hemos visto necesario concretar políticas sociales y políticas que se centran en la persona. Por otro lado, no podemos tampoco olvidar la realidad de los presos políticos. De hecho, hace poco hablaba con un representante andaluz y me comentaba que no se sabe que hay presos políticos en Andalucía, algo que no se conoce porque no interesa que se sepa. Con los presos políticos tenemos que dar una solución ya. El PSOE tiene que dar una solución ya, porque ha tenido oportunidad, cuando en principio había un planteamiento pero se ha vuelto a echar atrás ante una derecha española que le presiona. El PSOE ante eso es un partido que no avanza, que no se atreve.
— Es algo que también se ha vivido en el posicionamiento de PSN en algunos aspectos navarros y un planteamiento totalmente distinto por parte del PSOE en el Congreso de los Diputados…
— Lo he vivido en mis carnes y en mi historia, cómo han actuado tanto el PSOE como el PSN. Hemos visto la izquierda socialista, donde hay gente que defiende el derecho a decidir de los pueblos; esas personas también plantean que o cambia la línea del PSOE en cuanto al derecho a decidir, o la palabra izquierda la van a tener que quitar definitivamente de su argumentario.
— Virando la vista a Navarra, estas elecciones se plantean extrañas también por el eje de derechas que va por parte de la comunidad, y que choca con la defensa de lo foral.
—
Escuchar a Ciudadanos decir que va a respetar el fuero navarro es
tratarnos de ingenuos, es escuchar una gran mentira. C’s nació en
Cataluña porque tenía un objetivo. La recentralización ha sido una de
las pautas más repetidas y le da un carácter específico al partido. Las
derechas españolas si se han juntado es porque son hijos de un mismo
útero. Aunque luego aparezcan personas diferentes, tienen una misma
sangre, experiencias compartidas, han nacido del mismo lugar… luego se
pueden llamar Ciudadanos, Vox, PP o pueden ser una sucursal como UPN.
Aquí Esparza habla pero cuando habla él, realmente habla Madrid.
Cómo es posible que pacten con unos partidos que tienen como objetivo la recentralización de España y que apartan la realidad de los fueros , diciendo que es algo a superar porque consideran que es un gasto. Esto es una gran contradicción. No sé qué argumentario van a dar a su electorado. UPN ha visto que sus “hermanos” le pueden quitar unos cuantos votos y se ha asustado y han planteado comer entre todos. UPN va a dejar de existir, porque si lo que planteaba era el fuero navarro, ahora demuestran que su gestión era centralista.
Cuando hablamos de la defensa de los fueros no hablamos del siglo pasado, sino que hablamos de que se respeten las voluntades del pueblo. También hablamos de que cuando se aprueban leyes en el parlamento navarro, estas no lleguen a Madrid y, en base a un planteamiento de recentralización, se echen atrás bajo el parámetro de la solidaridad y la unidad de España.
— El TC ha echado atrás varias legislaciones aprobadas en el parlamento navarro, algunas que garantizaban la dación en pago, el reconocimiento a víctimas policiales y del Estado…
— También sobre salud universal. Son leyes con un carácter social y además que avanzan en positivo hacia la vivencia de las personas de Navarra, pero las retiran. No hay un argumentario. Están negando el derecho a la salud universal por no haber nacido en Navarra. Luego intentan compensarlo con parches, pero no es un reconocimiento íntegro. También ocurre con el derecho a la vivienda, después sí se legisla con parches, pero la lectura que se hace en Madrid es otra bien distinta. Y UPN se une a estas personas que dan herramientas al TC para invalidar lo aprobado en Navarra.
— En base al programa que EH Bildu Navarra lleva al Congreso de los Diputados, ¿qué sentir navarro lleváis a la cámara estatal?
— Lo primero que vamos a llevar es la voz de la Navarra rebelde y feminista, que está planteando que ya vale, que el patriarcado tiene unas cualidades excepcionales de ir cambiando, de hacernos ver que todo avanza y en realidad no. Estamos viendo sentencias como la de La Manada, pero aquí ya había una lucha feminista previa. Vamos a llevar la lucha de la injusticia de la precariedad. Vivo rodeada de jóvenes que tienen dos trabajos y no pueden ser autónomos económicamente… No ha habido cambio hasta ahora, y vamos a luchar, nuestro planteamiento es el cambio.
Si EH Bildu tuviera 5 representantes, se pensaría que quizá no podemos hacer mucho. Pero vamos a tener un altavoz muy importante. Se esperan 18 para ERC, otros 5 para EH Bildu… Esa labor previa que tenía el PNV, que pensaba que era el que decidiría el futuro de los gobiernos, ahora será a EH Bildu a quien haya que oír.
— Precisamente EH Bildu acaba de ser decisivo en la aprobación de las últimas medidas sociales del Gobierno de Pedro Sánchez.
— El PSOE es un partido con un discurso muy fuerte, pero luego no se concreta y acaban haciendo el juego a la derecha. EH Bildu no le va a poner una alfombra roja al PSOE. Se llegará a acuerdos siempre y cuando haya unos marcos claros. Cuando Sánchez dice que el derecho de autodeterminación no se va a concretar, tenemos claro que se pueden decir muchas cosas pero se pueden concretar otras distintas. Quienes somos de izquierda podemos poner nuestro grano de arena en un gobierno con el PSOE. Por responsabilidad moral no vamos a dejar que haya un gobierno de la derecha, y después iremos avanzando.
— Según las encuestas, el PSOE sería el más votado, quizá con la unión de los partidos de izquierdas se podría formar gobierno y hacer así frente a las derechas, incluido Vox.
— El tema del CIS… ¿quién ha pagado? Soy socióloga y sé qué pautas se dan según quién te contrata, por muy público que sea el barómetro. En los medios se le da mucho poder a Vox, y habría que pensar en dónde estaba Vox. En las andaluzas se le dio un bombo tremendo, pasó de no existir a crear mediáticamente algo. Ha habido unos intereses concretos, interés en fomentar a Vox. Ahora el CIS le da tanta representación, pero ya veremos…
— Y volviendo a los derechos de las mujeres y a tu vinculación con los movimientos y estudios feministas, hay un asunto que en esta legislatura llegará y son los vientres de alquiler. ¿Cómo se posiciona EH Bildu en este asunto?
— Es un tema que me genera muchísimas contradicciones. Cuando está por medio la parte económica, estoy totalmente en desacuerdo. Me genera contradicción porque cuando hay transacción económica entra en juego el poder: tú tienes una necesidad económica y yo tengo el poder económico. EH Bildu ha planteado que cuando ocurre dentro de la nación, cuando no existe una transacción económica, se podría llegar a aprobar. Yo no tengo una historia clara, no puedo posicionarme. En unos momentos he podido defender eso y en otros me parece una barbaridad, quizá porque soy madre y sé que cuando tienes a tu hijo o hija lo que se genera y se comparte es parte de la biografía de ese ser.
Si yo participo en eso, también estoy dejando un legado a mi hijo o hija, que no sé si sabría entender en unos años. Pero esté donde esté, tendrá algo mío. Me parece que en cada momento habría que ver, pero no se puede legislar en cada momento. [Duda] Cuando alguien dice “sí, yo vendo mi fuerza de trabajo” y cuando uno vende su fuerza de trabajo tampoco hay una relación entre iguales… hay una diversidad de opiniones y no hay un planteamiento único. Ocurre lo mismo con la prostitución: no hay relaciones de igualdad, hay trata. Pero luego escucho a mujeres sindicadas que me dicen “quién eres tú para decirme a mí y por qué vienes con esos planteamientos tan maternalistas”, eso también lo entiendo…
En cuanto a la pornografía está el debate también abierto, cómo se hace, qué se fomenta o quién consume. Ahora es un tema que he estado tratando en institutos. La idea es crear un enfoque crítico, con hombres y mujeres críticos, que puedan decidir pero desde algo muy elaborado, se elabore un debate sobre la transacción de cuerpos, economías… son todo parámetros de economía, como los vientres de alquiler.
Hace un mes se conocía que la madre de Adur, uno de los ocho condenados, sería la cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Navarra. Una figura conocida por su militancia en Altsasu Gurasoak, pero que tiene una relación con la política mucho más profunda y temprana de lo que pudiera parecer ahora. Es socióloga política y sexóloga y ha participado en la elaboración del programa Skolae, la iniciativa, no exenta de polémica, del Gobierno de Navarra para introducir la igualdad en las escuelas.
Cuartopoder.es conversa con ella unas horas después del inicio oficial de campaña para las elecciones generales del próximo 28 de abril. Lo hacemos en torno a las peticiones de los partidos soberanistas a otras formaciones de izquierda en el Congreso, a la unión de las partidos BNG, ERC y EH Bildu para los comicios europeos y también para las elecciones generales y sobre la llegada de los debates feministas al Congreso de los Diputados.
— Su rostro es conocido, quizá no tanto en el Congreso de los Diputados, pero sí en movimientos sociales. ¿Cómo acaba Bel Pozueta elegida cabeza de lista por EH Bildu en Navarra?
— No es casualidad. Viendo todo mi recorrido vital, siempre he sido una mujer con actitud muy crítica y he participado en muchos asuntos. Quizá no tanto de cara al público pero siempre he tenido inquietudes. Si estudié sociología política fue porque tenía inquietud, si estudié sexología es porque también tenía otra inquietud. La vida nos ha llevado a sufrir un momento como familia pero también me ha llevado a un proceso de empoderamiento. A decir, he vivido esto, hay una situación de injusticia, pero lo nuestro es un ejemplo del montón de injusticias que hay. Cuando me lo plantearon pensé “por qué no” y además me identifico plenamente con EH Bildu.
— No sé si también hasta cierto punto desde EH Bildu se buscaba un golpe de efecto con un rostro, el tuyo, que está muy relacionado con la lucha y muy activa, y así contrarrestar los resultados en las anteriores generales, en las que Podemos le ganó algunas áreas importantes a EH Bildu.
— Hace cuatro años se vivía la ola de Podemos. Era ilusionante, los medios le dieron oxígeno. Claramente a alguien le interesaba esa ola. Si hablamos de Euskal Herria, era entrar en una especie de confrontación electoral, ya que el eje de la diana era el mismo, teníamos el mismo electorado. Había un interés de introducir Podemos en Euskal Herria porque su discurso es centralizador. En Podemos hay mucha discusión con el tema de la sobernía, quién tiene que decidir y en qué condiciones.
En el planteamiento de Euskal Herria como nación, si se le quitaba fuerza a la izquierda abertzale, se ganaba mucho en el discurso de la centralidad. Ahora la realidad nos lleva a ponernos a cada uno en su lugar. Podemos ha hecho lo que se ve, es una crítica muy importante a todo lo que dijo que iba a hacer y dónde se ha quedado. Tiene un concepto de una España única, aunque dentro haya personas que abogan por el derecho a decidir. Sobre esto, algunos piensan que yo soy una paracaidista, podríamos decir que soy transparente, no tengo que montar mi imagen, he mostrado durante dos años y medio quién soy. No tengo un asesor de imagen que me diga cómo tengo que ser, sino que me han dicho “sé tú”.
— Ahora seguimos viviendo coletazos de crisis económica, y quizá hasta cierto punto hemos olvidado los aspectos más sociales. No sé si buscan retomar el espíritu de recuperar los derechos sociales.
— Hablamos de centrar a la persona, la persona como centralidad. Yo me muevo en un espectro feminista, y claramente la persona y la naturaleza son centro. Cuidar y cuidarnos. La historia de Altsasu no es solamente eso, cuando luchamos contra las injusticias estamos en un planteamiento mucho más amplio. En algunos actos en los que he formado parte ya hablaba mucho más en general que el tema de Altsasu. Animaba a la gente a que saliera, a que las luchas se juntaran para hacer frente a las injusticias. No lo hablaba como EH Bildu, sino como madre de Adur, y representante de los gurasos (familias).
“No entiendo que exista una formación de izquierdas que no defienda la autodeterminación”
— No entiendo que exista una formación que se denomine de izquierdas de verdad y que no defienda el derecho de autodeterminación de los pueblos. Eso a mí me rompe mucho los esquemas. Si por encima de los planteamientos de izquierda está la nación española, por encima de un planteamiento de democracia concretada está por encima la nación española… es un asunto que no me entra. Podemos ha hablado desde unos parámetros de nacionalismo español, es algo evidente. Ahora han bajado un poco su posición, porque ven que van a perder mucho, ya que es una contradicción con un planteamiento de izquierda verdadera.
Por nuestra parte, la de las izquierdas soberanistas, creemos que la autodeterminación es un derecho básico, y que hay que darle una concreción jurídica. Entre las fuerzas soberanistas hemos visto necesario concretar políticas sociales y políticas que se centran en la persona. Por otro lado, no podemos tampoco olvidar la realidad de los presos políticos. De hecho, hace poco hablaba con un representante andaluz y me comentaba que no se sabe que hay presos políticos en Andalucía, algo que no se conoce porque no interesa que se sepa. Con los presos políticos tenemos que dar una solución ya. El PSOE tiene que dar una solución ya, porque ha tenido oportunidad, cuando en principio había un planteamiento pero se ha vuelto a echar atrás ante una derecha española que le presiona. El PSOE ante eso es un partido que no avanza, que no se atreve.
— Es algo que también se ha vivido en el posicionamiento de PSN en algunos aspectos navarros y un planteamiento totalmente distinto por parte del PSOE en el Congreso de los Diputados…
— Lo he vivido en mis carnes y en mi historia, cómo han actuado tanto el PSOE como el PSN. Hemos visto la izquierda socialista, donde hay gente que defiende el derecho a decidir de los pueblos; esas personas también plantean que o cambia la línea del PSOE en cuanto al derecho a decidir, o la palabra izquierda la van a tener que quitar definitivamente de su argumentario.
— Virando la vista a Navarra, estas elecciones se plantean extrañas también por el eje de derechas que va por parte de la comunidad, y que choca con la defensa de lo foral.
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Cuando hablamos de la defensa de los fueros no hablamos del siglo pasado, sino que hablamos de que se respeten las voluntades del pueblo. También hablamos de que cuando se aprueban leyes en el parlamento navarro, estas no lleguen a Madrid y, en base a un planteamiento de recentralización, se echen atrás bajo el parámetro de la solidaridad y la unidad de España.
— El TC ha echado atrás varias legislaciones aprobadas en el parlamento navarro, algunas que garantizaban la dación en pago, el reconocimiento a víctimas policiales y del Estado…
— También sobre salud universal. Son leyes con un carácter social y además que avanzan en positivo hacia la vivencia de las personas de Navarra, pero las retiran. No hay un argumentario. Están negando el derecho a la salud universal por no haber nacido en Navarra. Luego intentan compensarlo con parches, pero no es un reconocimiento íntegro. También ocurre con el derecho a la vivienda, después sí se legisla con parches, pero la lectura que se hace en Madrid es otra bien distinta. Y UPN se une a estas personas que dan herramientas al TC para invalidar lo aprobado en Navarra.
“El PSOE acaba haciéndole el juego a la derecha”
— Lo primero que vamos a llevar es la voz de la Navarra rebelde y feminista, que está planteando que ya vale, que el patriarcado tiene unas cualidades excepcionales de ir cambiando, de hacernos ver que todo avanza y en realidad no. Estamos viendo sentencias como la de La Manada, pero aquí ya había una lucha feminista previa. Vamos a llevar la lucha de la injusticia de la precariedad. Vivo rodeada de jóvenes que tienen dos trabajos y no pueden ser autónomos económicamente… No ha habido cambio hasta ahora, y vamos a luchar, nuestro planteamiento es el cambio.
Si EH Bildu tuviera 5 representantes, se pensaría que quizá no podemos hacer mucho. Pero vamos a tener un altavoz muy importante. Se esperan 18 para ERC, otros 5 para EH Bildu… Esa labor previa que tenía el PNV, que pensaba que era el que decidiría el futuro de los gobiernos, ahora será a EH Bildu a quien haya que oír.
— Precisamente EH Bildu acaba de ser decisivo en la aprobación de las últimas medidas sociales del Gobierno de Pedro Sánchez.
— El PSOE es un partido con un discurso muy fuerte, pero luego no se concreta y acaban haciendo el juego a la derecha. EH Bildu no le va a poner una alfombra roja al PSOE. Se llegará a acuerdos siempre y cuando haya unos marcos claros. Cuando Sánchez dice que el derecho de autodeterminación no se va a concretar, tenemos claro que se pueden decir muchas cosas pero se pueden concretar otras distintas. Quienes somos de izquierda podemos poner nuestro grano de arena en un gobierno con el PSOE. Por responsabilidad moral no vamos a dejar que haya un gobierno de la derecha, y después iremos avanzando.
— Según las encuestas, el PSOE sería el más votado, quizá con la unión de los partidos de izquierdas se podría formar gobierno y hacer así frente a las derechas, incluido Vox.
— El tema del CIS… ¿quién ha pagado? Soy socióloga y sé qué pautas se dan según quién te contrata, por muy público que sea el barómetro. En los medios se le da mucho poder a Vox, y habría que pensar en dónde estaba Vox. En las andaluzas se le dio un bombo tremendo, pasó de no existir a crear mediáticamente algo. Ha habido unos intereses concretos, interés en fomentar a Vox. Ahora el CIS le da tanta representación, pero ya veremos…
— Y volviendo a los derechos de las mujeres y a tu vinculación con los movimientos y estudios feministas, hay un asunto que en esta legislatura llegará y son los vientres de alquiler. ¿Cómo se posiciona EH Bildu en este asunto?
— Es un tema que me genera muchísimas contradicciones. Cuando está por medio la parte económica, estoy totalmente en desacuerdo. Me genera contradicción porque cuando hay transacción económica entra en juego el poder: tú tienes una necesidad económica y yo tengo el poder económico. EH Bildu ha planteado que cuando ocurre dentro de la nación, cuando no existe una transacción económica, se podría llegar a aprobar. Yo no tengo una historia clara, no puedo posicionarme. En unos momentos he podido defender eso y en otros me parece una barbaridad, quizá porque soy madre y sé que cuando tienes a tu hijo o hija lo que se genera y se comparte es parte de la biografía de ese ser.
Si yo participo en eso, también estoy dejando un legado a mi hijo o hija, que no sé si sabría entender en unos años. Pero esté donde esté, tendrá algo mío. Me parece que en cada momento habría que ver, pero no se puede legislar en cada momento. [Duda] Cuando alguien dice “sí, yo vendo mi fuerza de trabajo” y cuando uno vende su fuerza de trabajo tampoco hay una relación entre iguales… hay una diversidad de opiniones y no hay un planteamiento único. Ocurre lo mismo con la prostitución: no hay relaciones de igualdad, hay trata. Pero luego escucho a mujeres sindicadas que me dicen “quién eres tú para decirme a mí y por qué vienes con esos planteamientos tan maternalistas”, eso también lo entiendo…
En cuanto a la pornografía está el debate también abierto, cómo se hace, qué se fomenta o quién consume. Ahora es un tema que he estado tratando en institutos. La idea es crear un enfoque crítico, con hombres y mujeres críticos, que puedan decidir pero desde algo muy elaborado, se elabore un debate sobre la transacción de cuerpos, economías… son todo parámetros de economía, como los vientres de alquiler.
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