¿Qué concepto enrarecido tiene el Psoe respecto a la monarquía para no mover ni un dedo en favor de la normalización del estado y callar y tapar marranadas dinásticas, ante las protestas constantes que exigen una revisión profunda de la Carta Magna y una consulta que elija qué modelo de estado necesita España en el siglo XXI? ¿Es normal que el socialismo igualitario y nacido del pueblo sea contrario a una República Federal y que acabe 'normalizando' el dicho estado de las autonomías desigual, injusto y calamitoso? Sólo hay que darse una vuelta por España para ver como funciona esto. Parece el 'trenillo de la muerte' de las ferias de mi infancia, por ejemplo, se va de viaje a Extremadura y de repente se entra en un túnel oscurísimo, el tren se para mientras una bruja sale de las tinieblas para apalear a los pasajeros que no saben donde están ni qué pasa, aunque han pagado el billete, para no llegar a ningún sitio. La coherencia y la ética están tan ausentes de y ajenas a la política, que hasta se consideran un modo "radical" de comportamiento. Es el colmo de la ignorancia, de patanería por un lado y del cinismo sacamantecas y delincuente por otro.
Que los votantes más vulnerables y menos conscientes se apunten a partidos horribles es el resultado de esa manipulación histórica y social : la única manera de asegurarse la continuidad es fomentar el cabreo sordo echando la culpa de todo lo que pasa a los emigrantes, a los extranjeros, a los "rojos", a las mujeres que salen a la calle el 8M, a los que gobiernan con demasiadas libertades, a los que no son capaces de sacar los tanques a la calle para imponer otra vez, "como dioshsmanda" la dictadura y sus leyes, que ahora se llaman articulo 155 y lo que haga falta, con lo bien que se vivía con Franco (está claro que no saben lo qeu dicen, y que ninguno de los que afirman semejante burrada tuvo la oportunidad de vivir en directo semejante dictadura ignominiosa y horrible.) Es abominable llegar a este estado de aberración, semejante a la época de Carlos IV, Fernando VII y la guerra de la Independencia, de la Constitución de 1812 o de la Primera República en tiempos de Isabel II y de Amadeo de Saboya, un estado de calamidad que después de lo padecido no tiene el menor sentido si se mira con ojos de hoy, pero que sí lo tiene si el pueblo español se quedó atascado con las gafas del siglo XIX, gobernado y manipulado por la misma clase caciquil, que ahora se ha repartido entre el Ibex35 y los medios de desinformación a su servicio, usando la comunicación a tutiplén en redes sociales y noticias tóxicas sin parar, por radio, televisión y prensa escrita.
¿Por qué durante las seis legislaturas socialistas(¡?) no se hizo nada para reformar la educación civil y social, ni en las escuelas ni en los barrios, para fomentar la participación de las bases sociales en la democracia, y en la información histórica y el debate social? El socialismo de verdad no esta esta chapuza que tenemos ahora, no es un estatalismo caritativo, es un proceso pedagógico de toma de conciencia colectiva e individual, para que la ciudadanía consiga autogestionarse desde la sectorialidad solidaria, unida a los sindicatos pero consiguiendo una apertura de la sensibilidad social y la empatía, no tanto para "la lucha" como para la actividad en concordia y diálogo inter pares, y no de "abajos y arribas". Las Mareas en el 15M lograron ese objetivo. Pero llegó Podemos y se acabó el hallazgo y el trabajo colectivo para seguir delegando en los "representantes".
¿Qué diferencia hay entre el debate y el diálogo y "la lucha"? Pues la igualdad de derechos y deberes, la corresponsabilidad de todo el conjunto social para cambiar a mucho mejor los resultados del constante enfrentamiento y la mala leche de unos contra otras.
Ya sé que mucha peña se molesta 'patrióticamente' si se comenta que en Alemania, Austria, en Suecia, Noruega o Finlandia, -gobierne la ideología que gobierne-, la sociedad con más pasta está convencida de que vale la pena pagar impuestos altos porque es justo cooperar para no tener que convivir con la miseria del prójimo, que les importa tanto como al propia, porque se hundiría el bienestar del estado entero. Eso no es una virtud innata, es producto de una educación ética e inteligente implementada desde hace muchos años. ¿Qué pasa en España que ningún gobierno de izquierdas ha intentado siquiera cambiar las inercias y los despojos conductualmente amorales del franquismo, en el terreno de la educación social, no solo en la escuela (que tampoco), mientras dedica la Segunda Cadena de TV a las celebraciones católicas de la Semana Santa, en un estado supuestamente laico, donde la iglesia solo pasa el cepillo, hereda patrimonios alucinantes, se forra y a la hora de los impuestos mira al cielo dando gracias por el chollo y para hacerse la loca mientras se escaquea de los impuestos? Convendría preguntarse d qué vale tanto rezo y beatería si no hay siquiera una mínima ética social laica y estatal, que nos aclare que no se trata egoístamente de "ser buenos" para ir al cielo cada uno a su bola, sino de ser honestos, justos, afables, fraternales lúcidos y solidarios con el bien común, porque si no es así nuestra propia vida será un infierno público y privado sin necesidad de morirse para 'disfrutarlo' postmortem y que -ya lo estamos comprobando- el peor demonio es el ser humano cuando se bestializa y se comporta como un animal, degradando su humanidad, porque lo que en el animal sin conciencia es noble instinto natural, en el ser humano que se niega a serlo, es una perversión, un paso atrás en la evolución y un pozo sin fondo para la degradación de uno mismo y de la propia especie?
Estos días de campaña electoral sine die, están resultando una evidente demostración de todas las carencias que padecemos, de todas las asignaturas pendientes que nos quedan por aprobar como sociedad sana y soportable, si tuviésemos un poco de conciencia, nos preocuparía mucho menos quién va a gobernar, que el hecho de que todos los candidatos estén afectados por las mismas deficiencias y ni siquiera lo noten ni muchos de nosotros lo notemos y/o nos sea indiferente, que es aun más preocupante.
¿Qué nos pasa, para que seamos incapaces de vernos por dentro desde nuestra cultura y hábitos, con mirada analítica y constructiva y de poner en marcha otra vez el 15M para no abandonar jamás esa actitud crítica y sana, constructiva y dialogante, con propuestas solidarias organizadas y creativas, manteniéndonos libres de manejos espurios y falsamente políticos con milongas ilusorias que nos desactiven la fuerza motriz de la inteligencia colectiva, en la que sacamos y compartimos lo mejor que tenemos, como ya comprobamos en su día saliendo a las calles no solo para protestar sino, sobre todo para aportar soluciones prácticas en grupo, para poner en marcha lo que los políticos "profesionales" no alcanzan o no quieren hacer?
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