miércoles, 12 de julio de 2017


Las víctimas del PP

Que el PP intente sacar ventaja de las víctimas del terrorismo etarra no resulta sorprendente. Lo llamativo es la facilidad con la que todos le dejamos que lo siga haciendo








Marimar Blanco critica que Carmena se sume al "silencio cómplice" frente a ETA
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, junto a Marimar Blanco, y otros cargos del PP durante el Homenaje XX Aniversario Miguel Ángel Blanco del Partido Popular. EFE
Los viejos hábitos siempre resultan difíciles de abandonar. El Partido Popular está tan habituado a utilizar a las víctimas del terrorismo etarra que no ha podido resistir la tentación de apropiarse de manera partidista del aniversario del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Además, ha encontrado en Ciudadanos ese socio de gobierno entusiasta y también siempre dispuesto a hacer caja electoral con las víctimas y con lo que haga falta.
Todos los fantasmas y demonios de los 'populares', desde la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, a los nacionalistas de más variado signo y origen, se han visto sometidos a los burdos y descarados intentos de convertir los actos y gestos de homenaje al concejal asesinado y el espíritu de Ermua en juicios sumarísimos por traición, equidistancia, complicidad o bajeza moral, jaleados por ese habitual coro mediático viril y cipotero, siempre dispuesto a llamar gilipollas, cobardes, miserables e hijos de puta a todos los que no piensen como ellos.




Que el PP intente sacar ventaja de las víctimas del terrorismo etarra no resulta sorprendente. Lo llamativo es la facilidad con la que todos los demás le dejamos que lo siga haciendo.
Cuesta entender la docilidad con que las restantes fuerzas política permiten que las señale impunemente con su dedo acusador el mismo partido que utilizó la Fundación Miguel Ángel Blanco para falsear facturas y pagar de manera irregular actos electorales, o ha empleado el terrorismo para justificar e incluso legitimar pagos en B. Lejos de hacer causa común para denunciar y exponer la desfachatez y el cinismo exhibido por el PP a la hora de acusar a los demás de miseria moral, cobardía o desprecio a las víctimas, lo normal parece ser oírles correr a sumarse a la turba indignada para ver si pueden cazar algunas migajas, sea en titulares o sea en votos.
Cuesta entender la pasividad y la falta de valor de una parte de la opinión pública y publicada para decir, alto y claro, que al Partido Popular sólo le interesan las víctimas que puede rentabilizar de manera partidista o puede emplear para desgastar a sus adversarios políticos.
No le interesan la víctimas del accidente de metro de Valencia ni las víctimas de Angrois, a quienes ignora y agravia sistemáticamente con su indiferencia y falta de empatía. Tampoco le preocupan las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista, a quienes prefiere mantener enterradas en las cunetas. Tampoco le inquietan las víctimas de la Hepatitis C y sus recortes sanitarios, investigadas por la justicia en Galicia. Mucho menos le ocupan o le afectan las víctimas de la política migratoria y las pelotas de goma. Para todas esas víctimas no hay memoria ni dignidad, sólo silencio y olvido.

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Pues sí, Antón Losada, la necrofilia rentable del pp es uno de sus negocios más punteros. Posiblemente, su negocio favorito. Robar hasta morir y matar si fuere menester; talante feroz, pero con gancho, según parece. A más fanfarria mortuoria, más corrupción y delincuencia política, más votos. O pucherazos que se inventan votos. Habría que escarbar muy hondo para salir de la duda, cuando el pucherazo ya está legislado desde el sistema D'Hontd.

Esa asociación para delinquir como la ha calificado la justicia es antibiótica. Mata lo que toca y vegeta (vivir es otra cosa) como zombi entre la pasta gansa. Y encima considera que eso es gobernar. Jugar a rentabilizar el muerto (sólo uno, menos mal, en su martirologio) es la más baja estofa con que manejarse. Es el suma y sigue de los porcentajes en juego. Lo más horrible es que, según las encuestas de hoy mismo, ya toda España -con alguna excepción- tiene asumido que el pp con toda su carga miserable, es la más sensata de las posibilidades gestoras con que gobernar la cloaca nacional. A pesar de ser puro terrorismo social y económico.A pesar de ser un paradigma de todo aquello que jamás se debería hacer ni consentir en cualquier estado normal y medianamente empático.

El pp, en las tres legislaturas y media que ha gobernado en España (dos con Aznar y una y media con Rajoy), tiene el récord criminal de víctimas y daños colaterales irreparables -¿quién podrá olvidar Atocha, la vendetta por la guerra de Irak y sus armas imaginarias de destrucción masiva, verdad Josemari Faes, que escuchas  voces interestelares en tus sueños destroyers y en vez de ir a psiquiatra de urgencias, lo cuentas en un libro para sacarte el porcentaje de rigor?- 

El pp le gana a ETA en el ranking del terror. Porque es un terror de mayoría silenciosa y domesticada, que asume como 'normalidad' el hundimiento de la justicia social y sus muertos,por recortes sanitarios, por precariedad energética, por suicidios inducidos y forzados cuando familias enteras pierden trabajo, sueldo y techo sin que los gobiernos muevan pestaña, o por accidentes que no se quisieron evitar, porque para los buitres y pirañas, las catástrofes son más rentables que el buen funcionamiento de las cosas. Hay tantas maneras de matar pobres, ¿verdad, pp?

Esa forma de gobernar es una modalidad del GAL aplicada a todo el país, que está condenado de antemano a la mordaza. Si empezamos a sacar muertos de los armarios y hemerotecas, el pp se lleva el récord terrorista con recochineo, o sea, elegido en las urnas, no sabemos mediante qué recursos y trapicheos turbios a gran escala, pero oficialmente, así consta en acta electoral. Y desde luego, no contamos para nada con un Psoe dispuesto a entrar hasta el fondo de cualquier cosa que supere las ganas de ser la única oposición y esperar sentado a que el pp se aburra y se marche de buenas maneras, con la elegancia y el buen hacer que le caracteriza. Y ahí se queda, ahí sestea, encantado, como Mowgli, por el poder hipnótico de la serpiente Ka. Sentado a la puerta de su incapacidad hasta ver pasar el cadáver de su enemigo, como dice el proverbio árabe, finiquitado por  muerte natural, porque derrotado en las urnas, ni de coña, que es muy poco caballeroso ganar unas elecciones por las bravas, casi mejor por bocata de calamares compartido con buena educación y sin pisotones mientras se baila la danza macabra y el vals de las mariposas que toca maravillosamente, y en plan guess star, la orquesta del Titanic.
Mientras tanto los españoles que van quedando vivos de milagro, sobremuriendo al terrorismo silencioso del pp y su consentidor condescendiente, el Psoe, se convencen de que es inútil votar. Que se vote lo que se vote, va a dar igual, porque en este antro de asquerosidades ha debido tocar el gordo de la mano negra que enciende el infierno y atonta con la humareda al personal, ergo  alia jacta est.

Unos optan por largarse y no volver ni en vacaciones, porque ya no caben; los turistas low cost se han apoderado de todo y no hay quien pueda dar dos pasos sin chocar ellos y  encima destrozando y apestando todo, acabando con las reservas de los pantanos a base de llenar piscinas en hotelazos y chalets de irresponsables. Y además, provocando incendios a tutiplén, que también es muy políticamente rentable. Otros, más cansados y resignados, han descubierto que en España, -o más bien Es.saña-, cuando mejor tratan a la peña es cuando muere a manos de la crueldad visible que sirve de señuelo y propaganda electoral. Cuando se convierten en muertos políticamente rentables. Y que el español más feliz y reconocido es el  que alcanza su esplendor y pública exaltación muriendo publicitariamente ante la tele y esponsorizado por el marhuendismo y secuaces, en especial bajo la sigla del pp. Ya sea in situ o en el extranjero. La cosa es morir cara al público y hacerse un curriculum postmortem como es debido. Eso sí que es triunfar y reinar después de morir. Un gran futuro, desde luego.

Siguiendo las pautas y los mantras de los maestros Franco y Millán Astrain cuando fundaron la legión, la verdadera marca España es la mutilación de la inteligencia, la ceja de Gila en la frente de España, siempre de luto, el túmulo funerario de la conciencia y ser la novia de la muerte, off course. Ahí reside el triunfo del pp, que ha dado con la clave del éxito terminator.
Qué claro lo tenía Unamuno. Por eso lo externalizaron enseguida. Como a Rita antes de convertirse en la Cantaora. Son las cosas del ppoder. Del ppoder convertir la escoria en gobierno "democrático" y "liberal". Menos mal, que no es dictatorial camuflado y ni naziliberal católico. Ufff...

¿Cambiará algún día este suplicio social? Seguramente sí. Si conseguimos entre todos y todas que  el bienestar y los derechos de los vivos sea más importante que el culto a los muertos. Y que la taurofiestuky con sus secuelas pase a ser historia. Y que remita y desaprezca la necrofilia selectiva que domina hoy por hoy el panorama ejpañóh. O eshpañol. Depende de por donde sople el aire y la fonética de la decencia.





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