domingo, 30 de julio de 2017

Atención, Valencia, esta consellera del Psoe, sin preguntar ni escuchar nada más que sus intereses "médicos", ha decidido pedir al Gobierno que elimine la homeopatía en los tratamientos de los enfermos



Carmen Montón
Carmen Montón
Secretaria de Igualdad

Biografía de Carmen Montón Giménez

BIOGRAFÍA DE CARMEN MONTÓN GIMÉNEZ
Nací en Burjassot, Valencia, en 1976. Soy licenciada en medicina por la Universidad Pública de Valencia y he realizado un  Máster estudios interdisciplinares de género.
En el año 92 me afilié a las Juventudes Socialistas, la lucha por la igualdad ha marcado mi vida política, siempre me apasionó y me fui involucrando cada vez más, siete años después tuve el privilegio de ser elegida concejala en mi ayuntamiento, en el pueblo donde nací,  y estuve al frente de la Concejalía de Cultura hasta el año 2004. También en esa época me encargué de la  Secretaria de Movimientos Sociales y ONG’s PSPV-PSOE durante cuatro años, hasta que fui elegida diputada por la provincia de Valencia en las elecciones generales del 2004. Desde entonces me he dedicado a la vida parlamentaria, en la actualidad soy la portavoz socialista en la Comisión de Igualdad.
De las iniciativas parlamentarias en las que he trabajado y de las que más me siento orgullosa han sido, la ley que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo y la de  identidad de género, de las que fui ponente en el Congreso. Estas leyes supusieron un avance histórico en los derechos civiles de las personas -gays, lesbianas, bisexuales, transexuales e intersexuales, durante la etapa de gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
También fui ponente de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, por la cual las mujeres en España tenemos derecho a decidir sobre nuestra maternidad.
Dentro del Partido Socialista he formado parte del Comité Federal y he sido Coordinadora Federal de la Sectorial de Participación Ciudadana PSOE. En la 36º Congreso fui elegida vocal de la Comisión Ejecutiva Federal. Y en este Congreso Extraordinario soy responsable de las políticas de igualdad en la Secretaría de Igualdad. Para una mujer feminista y socialista como yo es algo que asumo con gran responsabilidad, porque la igualdad es una de las cosas por las que he trabajado con más pasión, dedicación y energía.   


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                              ¿Pero de qué vas, Montón?

No tenía idea de quien es esta persona en realidad hasta que su decisión de suprimir la homeopatía como tratamiento ha saltado a los medios de comunicación.
Os invito a leer su maravilloso historial médico, lleno de detalles profesionales y experiencia intensa y con muchísima información práctica como podréis comprobar, tanto que al parecer sustituyó los años de especialidad médica por un master en la Universidad Juan Carlos I. Como la de tantos detractores de la medicina alternativa con carrera médica pero dedicados desde siempre a otros menesteres que nada tienen que ver con la Medicina, como es el caso del humorista Wyoming otro fustigador teórico de la homeopatía desde los medios de comunicación.

Según su propio relato Montón nació en 1976 y a los 16 años se metió en el Psoe, en cuyas juventudes ya estaba colocada mientras estudiaba su carrera de médico, de la que, por cierto, no aclara ni siquiera su especialidad, solo un máster de estudios Interdisciplinares de Género (¿de medicina? chi lo sa!) Desde los 23 añitos empieza a ejercer ¿cómo médico? No. Como concejala de Cultura en Burjassot, su pueblo. Y de ahí en adelante, ya se puede leer en esta autobiografía la brillantez de su carrera política, tanto como la extinción en paralelo de su práctica médica. La señora Montón, de 42 años, lleva la friolera de 19, casi media vida, trabajando en política y sin tratar enfermos como médico profesional. Evidentemente no ha podido, si no es Dios que está en todas partes, comprobar in situ si la homeopatía cura o no. Su casuística informativa que no práctica, solo la puede haber adquirido a través de laboratorios farmacéuticos del capitalismo feroz, empeñados en hacer de la enfermedad el negocio redondo de sus vidas. Puesto que la medicina convencional dependiente de las farmacéuticas está basada en un concepto distinto que solo es bioquímico, mientras que el homeopático es físico y energético. Frente a los medicamentos "normales" no es tóxico ni deja secuelas como los fármacos tóxicos, que a su vez producen clientes enfermos de baja intensidad por sus efectos secundarios. Te recetan un fármaco y luego otro para que te proteja de los efectos secundarios del que te va a curar un grano mientras te produce náuseas, dolores y sarpullidos, en el más inofensivo de los casos. Ésa es la medicina alternativa que nos ofrecen a cambio de desterrar la homeopatía "que no cura nada" a la manera de la bioagresión constante en la que se combate a la vez contra el síntoma y contra el organismo que lo padece. Medicina del Paleolítico al servicio de todos. Tiene narices la cosa. De Premio Nobel, vamos. Y una contradicción bestial, porque aplican homeopatía en el sistema de vacunación que nos tratan de imponer con la misma furia con que nos quieren quitar la homeopatía, Jenner y Hannemann con medio siglo de diferencia llegaron al mismo descubrimiento, solo que uno lo aplicó a la prevención y el otro a la curación, donde también lo similar cura lo similar en dosis infinitesimales, potenciando las defensas como reacción del organismo, pero por dilución física y no por cultivo químico de los preparados terapéuticos. El proceso es el mismo. Sólo varía la finalidad y el modo de aplicación, uno previene y otro cura. Pero los dos son igualmente eficaces si se aplican bien y con conocimiento del campo terapéutico. Como lo fue años más tarde el trabajo del doctor Edward Bach con las esencias florales que cada vez son más utilizadas igual que la homeopatía. Claro, que estas antiguallas de investigadores sin relevancia no se enseñan en los masteres Interdisciplinares de Género, ocupadísimos, obviamente, en encontrar el sentido concreto de su propio contenido científico y argumental, para poder explicarlo a los pardales que se apunten a la novedosa entelequia. ¿Alguien, después de seis largos años en la Facultad de Medicina, dejaría de hacer una especialidad determinada, concreta y bien práctica para sustituirla por un master tan prometedor médicamente y con ese título?  Sí, desde luego: Barbie política o Kent asesor. Se paga una pasta gansa y luego, -queda monísimo entre folio y folio, de autoinciensos penumbrosos-, se coloca en el curriculum a ver qué pasa, que con ese título nadie se va a entretener en buscarle tres pies al gato en el timo de la estampita masterclass. Pero con su título y hasta con su orla si se tercia. Qué molón, ¿a que sí?
Lázaro de Tormes en la España postransición  que nos sulivella lleva un par de décadas a golpe de master, que no para, fíjate. Master en ornitología minimalista urbana. Master en derecho retorcido plurinacional. Master en rajoyeces mucho flauta. Master en giliciencia empírica sectorial. Master en polinomios transversales y respondones. Master en la Santa Compaña y aledaños. Master en la Rosa del Azafrán polisémica.
En fin, un delirio y un negocio, casi a la altura de las farmacéuticas, ya te digo, admirada Aldonza Lorenzo, querida Celestina, dilecto Monipodio, querido Guzmán de Alfarache y cómo no, mi superhéroe inimitable, Don Pablos, mi buscón favorito...Todos listos y preparados estupendamente para militar y medrar en cualquier partido político de campanillas, no de IU ni de Mareas ni de En Común...que no tienen futuro alguno en este nuevo mundo de chuches institucionales envasadas al vacío.

Hay un hecho indiscutible: la evolución sigue su curso y la biología humana es cada vez más sensible a estados vibratorios más sutiles y desconocidos para una medicina decimonónica como la española, por eso cada vez hay más alergias a sustancias químicas que hace unos años no las producían. Y no es solo por el aumento de la contaminación sino también porque al evolucionar las conciencias también lo hace la biología y sus tejidos orgánicos. En este sentido el tiempo confirmará el valor de la medicina homeopática que ya se estudia en las Universidades de altura. En la de Zaragoza hace algún tiempo sí se estaba estudiando y gente de Valencia tan de arroz y tartana, se tenía que ir allí para poder estudiarla y titularse. No sé si aún seguirá o las farmacéuticas habrán conseguido sobornar a los gestores para que la eliminen. Seguramente Montón ignore todo esto porque la política la tiene pillada desde hace casi dos décadas y la medicina práctica (o sea la Medicina) se le ha quedado muy lejos, tanto que no es seguro que la alcance por casualidad ni en alguna puerta giratoria cuando se canse de mandar y necesite un descanso, porque un médico deja de serlo si está más de veinte años si ejercer. Es como sacarse el carnet de conducir y pasarse treinta años con él en el bolsillo sin haber tocado un coche. Y más la Medicina de vanguardia y más innovadora en todos los sentidos. Es comprensible, lo que no lo es tanto es decidir en plan dictador sobre algo que una, obviamente, no conoce. Muy mal, Montón, como médico, como ser humano civilizado y como gestora en una democracia. Suspenso y a repetir en septiembre, bonica.

Quienes tienen dos dedos de frente disponibles para pensar, están preguntándose qué puede motivar esa rabia institucional y mediática scontra la homeopatía que es mucho más barata que la farmacopea convencional, inofensiva y accesible, si no deja secuelas y su único riesgo posible es que no cure en algunos casos (exactamente como la otra, pero sin efectos secundarios negativos) -si sobre todo no se acompaña de una forma de higiene más sana, que los médicos descuidan recomendar, como alimentarse sin toxinas, sin tabaco, sin café ni alcohol, sin azúcares refinados o triglicéridos a lo bestia, fritangas, hamburguesas, sin fibra, sin fruta, sin cereales ni legumbres ni verduras ni frutos secos y todo ello adobado por fármacos "curativos" que con su toxicidad forman el conjunto perfecto de la enfermedad crónica controlada hasta que se descontrola con un proceso irreversible (diabetes, cáncer, esclerosis varias, artrosis, demencias prematuras, etc, etc..., que además son un negocio redondo seguro para los laboratorios y fabricantes de material hospitalario)- no se entiende que se le declare una guerra sin cuartel por parte,-más que de los médicos que sería lo lógico-, de los políticos y los periodistas. Es bastante raro, ¿no?

En realidad, si les preocupase tanto la salud más que unos intereses determinados, se centrarían en ser mucho más exigentes con los laboratorios productores de fármacos que intoxican, causan vómitos, dolores, diarreas, alopecias, cefaleas, bajada de defensas, convulsiones, insomnios, dermatitis, schocks anafilácticos, inflamaciones y úlceras gástricas, anemias ferropénicas, fallos hepáticos e intolerancias de todo tipo, e incluso secuelas a largo plazo que ni siquiera se relacionan con el consumo de los venenos recetados tiempo atrás, como sucede con los riesgos de la farmacopea tradicional, cuyos mismos prospectos ponen los pelos como escarpias solo con leerlos. Pero la abundancia de enfermedades  provocadas y rentables, llega a hacerlas "nor-males", los males como ley 'natural', como cosa lógica, como el precio que hay que pagar por vivir en esclavitud y en manos de una secta de vivales sin escrúpulos y además tontos consentidores y bien remunerados por mantener en pie la cadena del sufrimiento y la explotación con su silencio consentidor o con su propaganda animadora y publicitaria.

El proceso de Nüremberg sacó a la luz el daño que hace en una sociedad autómata el silencio y la indiferencia, el volver la cabeza para el otro lado de muchos ciudadanos alemanes, funcionarios, trabajadores, oficinistas, conductores, operarios que llevaban pedidos, trenes de prisioneros, alimentos  y herramientas a los campos de exterminio, que incluso participaron en los asesinatos de minusválidos y deficientes, crímenes que el régimen convirtió en ley eugenésica, individuos autómatas y sin conciencia que nunca quisieron saber qué había en aquellos lugares, convencidos de que allí se trabajaba en algo raro y desconocido...y que cumplir mandatos de cualquier clase a ellos les daba un sueldo.
Pues esas actitudes que favorecen la enfermedad y el abuso a favor de los laboratorios e impiden que tratamientos inofensivos curen, es algo parecido. Hay que leer a Teresa Forcades, médico y bioquímica, censurada en la prensa que no le publica ni un artículo y eso que era columnista de El País, que la eliminó cuando empezó a contar su experiencia con las farmacéuticas de EEUU, donde estudió. Hay que conocer a Josep Pamies. Hay que ver la peli de El jardinero fiel, que no es fantasía. Montón debería hacerlo por profilaxis decente para caer del guindo desde el que se ha convertido en la voz de su amo y pretende imponer un solo tipo de medicina homologada por los matarifes reconocidos, el monopolio de la enfermedad como negocio. Montón debería saber que hay médicos con bastante más conocimiento y experiencia que ella, que son homeópatas desde hace muchos años y curan sin secuelas. Además, nadie afirma que tomar homeopatía impida elegir un antibiótico o una solución quirúrgica si se ve necesario. El buen médico y el paciente lúcido no se cierran nunca a algo que pueda favorecer en un determinado momento una curación, se diferencian del resto, precisamente, por su apertura holística y su sensatez, más evidentes que en el fanatismo unívoco de un solo tipo de medicación y tratamiento por narices, para todos los enfermos, donde se supone que todos los preparados son buenos para todo el mundo, con las mismas dosis para todos, clasificados por edades, como si fuera la escuela o la catequesis, xd. La homeopatía en cambio, es personalizable y tiene en cuenta todos los aspectos de cada individuo. Es mucho mejor medicina y más completa que la halopática. En Valencia ya hay médicos homeópatas y alternativos en algunos consultorios de la Seguridad Social. No sé como Montón lo permite, o no se entera o está un poco esquizo con tanto poder acumulado urbi et orbe y en cada departamento dice una cosa distinta. No debe ser nada fácil pasar de concelaja de tu pueblo a Consellera de una comunidad. A lo mejor es eso. Y que  a los médicos con conciencia les importa un comino la opinión de una Barbie política y pasan consulta como les dicta su conciencia y no a gusto de la Consellera interestelar de Género. Y contra eso no hay poder de baja frecuencia que resista. 

¿Qué ser humano normal y mentalmente despierto, si conociese y experimentase sus ventajas sanitarias y sin secuelas, no elegiría la homeopatía como tratamiento y dejaría de lado la toxicoterapia carísima y siempre peligrosa? Claro, que la cara b del asunto sería la ruina del imperio exterminador de la salud, que es lo que se está viendo venir. Lo que pasa es que los cerrados en sus burbujas rupestres y teóricas no pueden ni quieren comprender que el cuerpo y la energía humanos tengan distintas formas de funcionar según lo que se toma y se aplica. Y según el médico que diagnostica y pone los tratamientos. Y también según un Estado que se asesore adecuadamente, partiendo de estadísticas y de consultas a la ciudadanía y no de dimes y diretes interesados. No solo del rurun de gente que de joven pasó por la Facultad de Medicina, -sacó un título por si algún día pierden glamour y los echan de la política o de las empresas con las que se forran-, y luego se dedican a otros asuntos. Y de los cuales no hay garantía de que no estén inspirados o incluso regalados por las farmacéuticas que todo lo compran para venderlo después. No se puede gestionar la medicina pública con mentalidad de veterinario, aplicando en el pienso y en el pilón tratamientos genéricos para el ganado. Los animales no hablan ni pueden explicar qué les hace daño y qué les alivia, qué les cura y qué en vez de curarles les deja peor de lo que estaban. Somos personas, Montón, y con derecho a elegir cómo preferimos gestionar nuestra salud. Respetanos como mínimo aunque no te guste la homepatía, entérate de que hay miles de valencianos y valencianas que sí la usan y se curan mejor que con la halopatía. Sin ir más lejos, a mí no me gustas como consellera de Sanidad y te tolero sin impedirte nada ¿Lo comprendes, verdad? ¿O eres socialista al estilo de Stalin?

Desde la serena observación de estos casos tan descarados, de afán por el desprestigio de la homeopatía, contra la evidencia de miles de usuarios con buenos resultados, (incluso en bebés, animales y plantas) sólo nos dejan dos posibilidades de valoración, conociendo la realidad médica del tratamiento homeopático: o son unos ignorantes e irresponsables que no conocen ni han investigado de verdad sobre el tema o son unos vendidos al interés del capitalismo farmacéutico. Unos Judas que con su venalidad o con su irresponsabilidad de cacique celtíbero, están vulnerando el propio código de Hipócrates que prometieron cumplir en su día. No son médicos, aunque tengan un título que lo acredite, sino profesionales de la manipulación. Así que en tal disposición deben dejar los puestos de responsabilidad social y política en los que se juega con la salud y la integridad de los enfermos. No nos sirven, pero sí nos quieren a su servicio consumidor y tiránico.


Mal camino ha elegido el Psoe con personajes como la Montón. ¿Acaso esta doctora honoris sine causa sabe que en Alemania, Holanda, Francia y Bélgica y Paises Nórdicos, y en Inglaterra al menos antes de la May, la homeopatía la cubre la seguridad social? Esta decisión tan torpe no la tomó ni el pp, cuando pudo hacerlo. Es mucho más propia de C's que de un partido socialista, siempre más a la vanguardia y a la escucha de la ciudadanía y lejos de los absolutos cerriles por decreto ley. Más culto, abierto e inteligente, más en el futuro de la libertad de conciencia y de elección, que en el pasado franquista del control y la represión sin conocer nada de lo que se intenta controlar y reprimir. Si lo conociera no intentaría hacer semejante estupidez. Ya con este modo de gestionar nos demuestra su orientación.


En cuanto a Ximo Puig, me sorprende que haga caso a la primera cantamañanas que le cuenta una milonga de parte del negocio farmacéutico. Le creía más lúcido, pero va a ser que tampoco da la talla. Ains, qué pena!

Hay que movilizarse ya y presentar un recurso en la Generalitat contra este atropello sin sustancia y con demasiadas sombras. Y salir a la calle como si aun fuésemos el 15M y Podemos no existiera todavía.

Ah, y porfa, no queremos padecer amontonamientos indeseables, que conste en acta, Ximo Puig, Pedro Sánchez o quien quiera que quede despierto en el Psoe. Menos congresos de autobombo y más ojo con lo que se pone al cargo de las gestiones. Muchos años trasteando en un partido de cargo en cargo solo garantizan el tesón de una persona y su ambición por el poder, no sus capacidades gestoras ni su lucidez ni su independencia de criterio ni sus valores éticos ni su honestidad. A ver si espabilamos, que en este plan os organizan otro GAL farmacéutico con la mejor voluntad y ni os coscáis, peña. Y encima nosotros pagamos todos los platos rotos y en ciertos casos, hasta amontonados y todo, rediez! No nos quitéis la poca paciencia que nos queda con más socialismo de boquilla, que ya hemos tenido suficiente dosis, XD!





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