Los 80 alcaldes de IU refuerzan a Maíllo para pactar la confluencia con Podemos
Los regidores andaluces cierran filas con el líder
regional tras los ataques de sus críticos por el documento de la
formación morada que les exige salirse de los gobiernos que comparten
con el PSOE
El exsecretario
general del Partido Comunista Andaluz (PCA) y veterano diputado de IU,
Felipe Alcaraz, solía decirle a los suyos que “a veces se puede ser anti PCA, pero nunca se puede ser anticomunista”.
Es un mensaje a tener en cuenta, ahora que las buenas relaciones entre
IU y Podemos en Andalucía se han visto zarandeadas por el documento
interno de la formación morada sobre la confluencia.
En él, la dirección de Teresa Rodríguez
muestra las mismas reticencias que manifestó en su día Pablo Iglesias
respecto a IU, diferenciando a la vieja guardia -proveniente del núcleo
duro del PCE- del nuevo rumbo marcado por Alberto Garzón (o por Antonio
Maíllo en el caso andaluz). “El acuerdo era con IU, no con el PCA”,
dice el documento, tras criticar la “estética de los mítines” de Unidos
Podemos en las últimas elecciones generales, donde los círculos morados
se mezclaron con banderas rojas con la hoz y el martillo.
Es cierto que existen discrepancias notables
entre Maíllo y la anterior ejecutiva de IU, pilotada por el veterano
Diego Valderas. El primero es un convencido absoluto de la necesidad de
converger con Podemos para formar un bloque de izquierdas que le dispute
el poder al PSOE tras casi 40 años en el Gobierno andaluz. El segundo
le reprocha a su sucesor la “docilidad y entreguismo” con la
formación morada. En su documento, Podemos tiende puentes con Maíllo, a
la vez que pretende romper con el pasado de IU, pero su análisis no es
del todo acertado por varias razones que explican aquí algunos de sus
dirigentes:
"No se puede desgajar al PCA de IU, porque son dos partes del mismo proyecto"
La
primera y más evidente: “No se puede desgajar al PCA de IU, porque son
dos partes del mismo proyecto. Es irreal trazar una línea divisoria
entre uno y otro”. En efecto, de los 7.000 afiliados que actualmente tiene IU en Andalucía, más del 60% lo son también del PCA
(cuando a nivel federal no llegan al 46%). El PCA aún es el núcleo duro
de la organización, está presente en todas las asambleas. IU es el
símbolo de las papeletas electorales, pero en las sedes de toda
Andalucía ostenta la hoz y el martillo. Los cuadros medios y superiores
(incluido Maíllo) pertenecen al PCA, y en todos los mítines y actos
públicos ondean banderas soviéticas y estrellas rojas.
En el documento, Podemos evidencia sus recelos
respecto a estos “sectores de IU ligados a discursos muy identitarios
en lo estético pero muy oportunistas y adaptados a sectores del bloque
de poder, que hoy son minoría en relación a Garzón o Maíllo y que
intentarán bloquear experiencias unitarias”. Los comunistas nunca han
renunciado a sus señas de identidad. Pero en el último congreso del PCE
introdujeron tesis abiertamente favorables a la “confluencia de
izquierdas y a procesos de unidad popular”.
En Andalucía, la confluencia entre Podemos e
IU no está formalizada sobre el papel, pero hace tiempo que ambos
trabajan y colaboran juntos, y parecen coordinar sus agendas dentro y
fuera del Parlamento. En esto tiene mucho que ver la “excelente” relación de sus líderes
-Maíllo y Rodríguez- convencidos ambos de la necesidad de formar un
bloque de izquierdas que se nutra también de agentes y colectivos
sociales.
Esta sintonía se puso a prueba hace unos días,
cuando Podemos hizo público el primer documento oficial sobre la hoja
de ruta para la confluencia. El escrito dedica una parte importante a
analizar su relación con IU y hace un retrato de la coalición de
izquierdas que ha enfadado a muchos, empezando por el propio Maíllo. La
formación morada les tilda de “subalternos” del PSOE, y les
“invita” a romper todos los Gobiernos de coalición que comparten con los
socialistas en los ayuntamientos andaluces (29) si quieren concurrir
con ellos en las próximas municipales.
Es una propuesta que “pasa por alto la
autonomía y la fuerte implantación de IU en el ámbito local”, un terreno
en el que Podemos apenas existe, porque no concurrió con sus siglas en
las municipales. Sin embargo, hay un puñado de localidades andaluzas
donde emergieron marcas propias, afines a Podemos, que ahora “están
dando problemas”, admiten en el partido. “Su proximidad al PSOE o
incluso al PP daña la imagen de la formación morada, de ahí que ellos
busquen distanciarse de esos partidos satélite en las próximas
municipales, y hayan usado a IU como excusa para romper con todos”,
advierte un dirigente comunista.
El Gobierno andaluz PSOE-IU
La exigencia para que rompan con los
socialistas parte, además, de otro análisis erróneo, según la actual
dirección de IU, y es la imagen “nefasta” que Podemos tiene del Gobierno andaluz de coalición PSOE-IU
durante el anterior mandato. “Fue un pacto que ayudó a la
desmovilización de las protestas sociales contra las políticas de
austeridad en Andalucía y secuestró a IU en las lógicas de San Telmo”,
reza el documento.
Una vez más, la formación morada salva de
esta crítica brutal a Maíllo, a quien elogia por haber dado un “giro en
la relación de subalternidad de IU con el PSOE”. Pero no tiene en cuenta
que el coordinador regional siempre ha defendido el papel “fundamental”
que jugó su partido en los dos años en los que formó parte del Consejo
de Gobierno, cuando impulsaron leyes tan significativas como la ley
antidesahucios, la Ley andaluza de Memoria, la de protección de
productos hipotecarios o el proyecto de banca pública (que no llegó a
cuajar). Podemos sostiene que la entrada de IU en la Junta la alejó de
los sectores populares de la calle y por ello “no fue capaz de detectar
la indignación y el potencial que se abría entre las clases
trabajadoras” (como resultado, la coalición de izquierdas pasó de 12 a 5
diputados en las elecciones de 2015).
“Nosotros no recibimos órdenes de
nadie. La soberanía de IU es de toda su militancia y nuestra estrategia
la marcamos de forma autónoma”
Pero
los sindicatos de clase, UGT y CCOO, tampoco comparten esta tesis. Esta
misma semana, el ya exsecretario general de CCOO en Andalucía, Francisco
Carbonero, hacía un elogio del trabajo de IU en la Junta en su informe
de gestión ante el Congreso del sindicato. Lejos de tildarla de
“subalterna del PSOE”, Carbonero escribía que “la presencia de IU en el
Gobierno andaluz fue de mucha utilidad para los trabajadores andaluces,
parando políticas regresivas, condicionando al PSOE en esa inclinación y
docilidad que mantiene con las políticas conservadoras”.
Es cierto que Podemos ha agitado las aguas
revueltas de IU, donde no todos los dirigentes comparten el interés de
Maíllo por que la confluencia funcione. Las condiciones leoninas que
Podemos plantea a sus socios para avanzar en la confluencia le han
abierto dos frentes a Maíllo, uno hacia fuera -porque los socialistas y,
en especial, la presidenta Susana Díaz se ha cebado con “el
entreguismo” del líder de IU al partido de Iglesias- y otro hacia
adentro, donde un sector crítico proveniente de la vieja guardia opina
exactamente lo mismo que Díaz. Los críticos amagaban así con presentar
una candidatura alternativa que dispute el liderazgo a Maíllo en la
asamblea regional de IU, después del verano.
Pero por un efecto carambola de la
política, el líder de IU ha salido reforzado de la breve crisis que
vivió su organización tras conocer el documento interno de Podemos. A
los dos días, Maíllo apareció en el Parlamento andaluz parapetado tras
sus 80 alcaldes. Era un acto que estaba previsto antes de conocerse el
escrito de Podemos, con objeto de coordinar las reclamaciones
municipales en todos los pueblos donde IU gobierna. Pero al final se
convirtió en un cierre de filas de los regidores con Maíllo, un
gesto que visibilizó el respaldo del poder municipalista de IU con su
coordinador regional, y que éste ha usado para acallar bocas en el PSOE,
entre los críticos de su formación, y entre el sector más escéptico de
Podemos. “Nosotros no recibimos órdenes de nadie. La soberanía de IU es
de toda su militancia y nuestra estrategia la marcamos de forma
autónoma.”, había dejado dicho Maíllo. Hubo llamadas cruzadas entre el
líder de IU y Teresa Rodríguez, y ambas partes acordaron enfriar los
ánimos de cada tropa y apaciguar la relación.
Una posición de fuerza respecto a
la confluencia: se trabajará para las autonómicas, pero no habrá
consignas ni vetos para las municipales
La
breve crisis le ha servido a Maíllo para marcar una posición de fuerza
respecto a la confluencia: se trabajará para las autonómicas, pero no
habrá consignas ni vetos para las municipales. “En muchos pueblos, el
partido satélite de Podemos lo han creado precisamente exmiembros de IU
enemistados con sus viejos camaradas. Es difícil decirles ahora desde
arriba que vuelvan a sentarse a formar una coalición”, dicen un
diputado.
La dirección regional de IU entendió que había salido reforzada internamente de la crisis, y que sus aliados morados habían calculado mal, al minusvalorar la cultura de partido en una organización tan veterana como ésta.
IU ostenta 69 alcaldías, aunque está presente en 80 gobiernos
municipales (el resto en coalición o apoyando a un regidor socialista);
cuenta con más de 300 asambleas locales y provinciales, en las
elecciones municipales presentó candidaturas en más de 500 municipios y
suma más de 7.000 afiliados. Podemos ha crecido en las grandes ciudades,
pero aún está lejos del entorno rural, justo donde IU es más fuerte. En
las municipales, a las que el partido morado no concurrió, IU logró
423.172 votos (54.000 más que en las autonómicas), demostrando mayor
implantación a nivel local que regional.
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¿Puede explicarnos a la ciudadanía PodemosA. concretamente y con datos, cantidades, números y circunstancias específicas, qué está saliendo mal en los municipios en que gobierna IU con el Psoe? ¿Hay acaso más problemas y más destrozos o se arreglan asuntos básicos que jamás se arreglarían con una coalición entre Psoe , C's y pp? Gobernar en democracia nada tiene que ver con las mayorías absolutas hegemónicas propias del fascismo sociológico que heredamos del franquismo y aun arrastramos como un lastre fatal.
En cualquier caso sería básico que se explicasen las razones por las que están presionando a Maíllo, que antes que a Podemos es portavoz y se debe a la voluntad soberana del pueblo que se manifestó en las urnas, aunque el Psoe no nos guste tal y como está, al menos está ahí la conciencia sabia de IU para solventar las cosas lo mejor posible, una conciencia sabia y con experiencia que Podemos aun no ha demostrado tener y por eso no le votaron por mayoría como era su aspiración. ¿Qué opinan los andaluces de una desconexión entre IU-Psoe y un arrejunte forzado con Podemos, si la mayoría en esos pueblos ha votado Psoe en primer lugar? ¿De verdad Podemos A, quiere una democracia, un respeto a la voluntad popular y que se solucionen las cosas aunque ellos no manejen todo o por el contrario esa bolada suponga que al final sea un tripartito de derechas duras con Psoe, C's y Pp lo que acabe gobernando y los palos caigan siempre sobre los mismos, o sea, el pueblo que más sufre y peor lo pasa mientras los cerebrines de Podemos cobran y se lo pasan pipa ideando jugando al Stratego?
Antes de meterse a arreglar el mundo barriendo para sí mismos, debe desarrollarse la lucidez y el discernimiento para no ir por ahí haciendo panes como tortas. Llevar una idea fija y arrasar con ella sin más, pretender desestabilizar y romper como un caballo en una cristalería, sin tener nada claro nada más que los rifirrafes y estrategias para arrasar con sorpassos como programa real, solo demuestra una inmadurez alucinante y una arrogancia a juego.
Lo primero de todo, queremos saber claro y alto, ¿qué deficiencias no soluciona ahora el Psoe con IU en Andalucía? ¿Qué soluciones concretas para cada caso ofrece Podemos? ¿Y qué piensan de la "estrategia" podemita los que decidieron en las urnas el gobierno municipal que ahora tienen? ¿Les han preguntado y no solo a los votantes de Podemos, sino al resto de humanidad, que también existe?
No sé si lo hacen aposta o es que no se dan cuenta. En cualquiera de los dos casos no están en absoluto en condiciones para ser una mayoría ni de coña, precisamente lo demuestran con la poca inteligencia con que afrontan una responsabilidad que les viene, por lo menos, diez tallas grande. España lo último que necesita ahora mismo es más enfrentamientos entre y más desgarrones de la izquierda, con lo que tiene encima con el pperismo vandálico y el de su heredero C's. Ambos son un bloque de atavismos y fijaciones que tienen clarísimas en su obtusez inamovible. En cambio la izquierda es muy plural y va desde una tímida y desaliñada moderación de pitiminí, acomodada y pisahuevos como el Psoe hasta lo más cañero del comunismo, del ecologismo y del republicanismo federalista. Podemos, para colmo, es una criatura one way only enegendrada ad hoc en el laboratorio de Verstrynge con toques monederistas, ni chicha ni limoná, pero con una ambición y unas ansias de poder desorbitadas Iglesias fashion, que les tienen cegado el entendimiento hasta a científicos como Echenique, por ejemplo y a profesoras majísimas como Teresa Rodríguez que se ha quedado enredada en un pablismo oportunista que en el fondo le da cien patadas desde siempre, pero que la ha abducido con el hegemonismo en PI Mayor, ostinato forte. Por eso cada día dice una cosa, se dice y se desdice según van las encuestas de devoción votante. Por eso en cuanto tiene ocasión las propuestas que le salen y de lo primero que habla no es de solucionar nada concreto, sino una lista de cargos que ocupar en primera línea, como si eso fuese el bálsamo de Fierabrás y no una complicación añadida, un nudo de ambiciones que ordenar y disolver. La fábula de Espinar y la cocacola es una enseñanza in situ digna de Esopo y explica muy bien el instinto básico del invento podemí.
En este país no está el horno para bollos ni juegos de tronos. Ya está bien con el eterno parvulario de los que no quieren crecer nada más que en votos como si fuesen la panacea y se escabullen de hacer un análisis práctico, honesto e inteligente de una situación que, como demuestran constantemente, no saben ni de qué va si ellos no son los protagonistas. Yo soy la primera que cuando hacen algo que vale la pena me alegro un montón y les felicito; desgraciadamente esas ocasiones suceden con poquísima frecuencia.
Lo peor del caso es que no se trata de un asunto de estética ni de buenas maneras. Sino de exceso de picaresca estrambótica y trucos fatalmente calculados con los que, al parecer, se intenta sustituir la sustancia que falta. Con estas maneras y mentalidades, en efecto, van a conseguir todo lo contrario de lo que hace falta: que las fuerzas progresistas no puedan gobernar nunca y que tampoco Podemos lo consiga porque nunca será mayoría un partido que va deshaciendo las posibilidades de formar precisamente una coalición mayoritaria en la que no quiere participar si no gana por goleada y pone las condiciones que le molan, mientras va boicoteando todo lo que podría ayudar a que esa posibilidad cuajase en el panorama político actual; solo está obsesionado con ser la réplica de un leninismo informático y friki que, a pesar de las redes e internet, ya no está a la altura de la sociedad y la conciencia del siglo XXI, tan deslavazado y sin sustancia aplicable a programas reales que ni la izquierda lo quiere ni lo necesita, cosa que no ocurre con el marxismo; precisamente lo que perdió al leninismo y su versión comunista del marxismo, fue ese centrarse fundamentalmente en lo mismo que Podemos: en las estrategias para ganar sin tener nada nuevo ni regenerado que ofrecer a la humanidad, puesto que no siguió la inteligencia de Marx sino el batiburrillo de la demagogia y del aparatismo sin alma ni conciencia ni escrúpulos, del momento histórico limitado a un tiempo y un espacio, pero no basado en lo universal, por eso no ha podido echar raíces de verdad y no porque el capitalismo lo haya derrotado. Más bien ese modo de hacer política sin lucidez ha fortalecido el la sociedad consumista neocon con sus excesos puristas y hegemonías destarifadas, más centradas en perseguir enemigos internos a base de purgas y persecuciones, en mantener y fortalcer aparatos de poder que en ampliar y universalizar el bien común. La joya de la corona bolchevique fue Stalin, que consiguió aterrorizar al mismo Santiago Carrillo hasta replantearse, junto con Togliatti primero y Berlinguer después, una versión eurocomunista que humanizase la locura fanática de los camaradas Josef y Vladimir que partieron por el eje la obra enorme de Marx.
Pues eso, que si no da un giro copernicano Podemos no es viable ni lo será nunca como modelo de política real y aterrizada, con ese coktail sin fuste entre un fascismo de izquierdas ya finiquitado y una black&decker mediática para enredar Roma con Santiago pasando por Jorge Verstrynge, (republicano sui generis y amante de la energía nuclear, ¿tal vez asesorado por el primo físico de Rajoy que tanto controla lo del cambio climático?) a base de silogismos cortoplacistas y salidas de madre según estén las neuronas del gran avatar de turno.
Perón desde la derecha y Lenin desde la izquierda, ya no tienen sitio en el siglo XXI. Y cuanto antes lo entiendan los padres espirituales del podemismo, mucho mejor. Como quinta columna informativa y marjorette animadora en el Parlamento, están muy bien y aportan mucha frescura y cercanía y datos muy interesantes, que lo de la estadística lo bordan y con el móvil y las consultas para no perder comba en las redes son demassié. Pero de momento, sus hechos y sus palabras desbarran y desintegran más que convocar e integrar, que es lo urgente y necesario para salir vivos del Titanic.
Podemos debe dejar en paz a IU y respetar sus decisiones, es su socia y no su comodín estratégico. Si Podemos fuera más inteligente y despierto sería Alberto Garzón el secretario general.
Perón desde la derecha y Lenin desde la izquierda, ya no tienen sitio en el siglo XXI. Y cuanto antes lo entiendan los padres espirituales del podemismo, mucho mejor. Como quinta columna informativa y marjorette animadora en el Parlamento, están muy bien y aportan mucha frescura y cercanía y datos muy interesantes, que lo de la estadística lo bordan y con el móvil y las consultas para no perder comba en las redes son demassié. Pero de momento, sus hechos y sus palabras desbarran y desintegran más que convocar e integrar, que es lo urgente y necesario para salir vivos del Titanic.
Podemos debe dejar en paz a IU y respetar sus decisiones, es su socia y no su comodín estratégico. Si Podemos fuera más inteligente y despierto sería Alberto Garzón el secretario general.
Es una pena, de verdad, que este Podemos, según parece y tal y como está, no acabe de cuajar en algo más asumible y cercano a la realidad de los españoles. En general los podemitas son buena peña, "ilusionada" con un cuento digno de Sherezade y con mucha labia teórica; en otro plan más lúcido serían geniales y estupendos. Ojalá lo comprendan y cambien la orientación antes de quedarse en lo que pudo haber sido y no fue. Una divertida muixeranga en los escaños con triste resaca final. Y el pueblo hecho unos zorros, como siempre. Ojalá espabilen sus votantes y les aprieten las clavijas antes de que esto se les vaya de las manos y se acabe lo que se daba con una confianza que tal vez sea más grande de lo que el proyecto y sus inventores se merecen.
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