Moción de censura al sistema

Lo de ayer en la Comunidad de Madrid fue una vergüenza absoluta. Un pitorreo de lesa ciudadanía. Histriones manipuladores utilizaron el espacio público de una asamblea costeada por los impuestos públicos que paga la ciudadanía sin amnistía montoril, con el sudor de su frente, con sus penalidades, recortes y estafas, fraudes y corrupciones de una clase política dominante que es una caricatura del esperpento de Valle Inclán. Lo de ayer no tiene nombre. El pp más impresentable que nunca se humilló a sí mismo, más aún que a la ciudadania y a Podemos, demostrando la inexistencia de argumentos que "salvasen" a su presidenta de la pira moral a la que ayer se arrojó voluntariamente con un impulso  inexplicable en alguien inocente de culpas, de una pírrica Juana de Asco. Calificar con justicia el estúpido y ridículo papelón del portaidioteces del pp o la chulería irresponsable de Cifuentes ocuparía un tiempo y un espacio que no merecen que se les dedique. Entrar en una cloaca pringa. Mejor ir al grano. 

Las razones de la moción de censura quedaron más que claras no solo por el elenco de chanchullos y marranadas irresponsables de la presidencia que no se pueden ocultar, sino sobre todo por dejar bien claro que la habilidad para hacerse las rubias corresponde a coeficientes intelectuales lamentables y de consecuencias dramáticas. Es evidente que nadie con dos dedos de frente que presida cualquier cosa no delega su defensa en un portavoz borderline y mucho menos se esconde tras él cuando contempla y escucha sus estupideces sin sentido ni lógica alguna que anduviese por encima del astracán sin gracia que ayer tuvo que soportar la Asamblea de Madrid. Nuestra querida clase política quedó por los suelos, tanto por exceso de torpeza como por defecto de inteligencia. Nadie tuvo el valor de denunciar esa indignidad vergonzosa, el espectáculo corralero, el sainete garrulo y con una mala sombra inmejorable, de un negocio delincuente que lleva la tira de años forrándose a costa de los madrileños y tiñéndose de rubios los bisoñés alopécicos para dar el pego. 

Es cierto que Podemos desde el momento en que colocó a Espinar como portavoz principal del sainete ya estaba en el punto de mira de los orcos ppepperos. El marido del César no solo tiene que tener buena labia, además tiene que tener una hoja de servicios intacta y sin tachones de antaño ni cocacolas chivatas para enfrentarse a la black&decker enlodada de los rubios de bote que dominan las cloacas como nadie. Demasiados talones de Aquiles para afrontar el lance y no quedar de pena. Está claro que el pp se hunde sin remisión, ya es un zombi de facto, pero hay que tener mucha inteligencia y honestidad (ese pack se llama lucidez) disponibles para no permitir que en el hostión final que ya está en marcha no arrastre a nadie más, que es su objetivo: dejar a todos tan mal parados a base de tirar mierda y venenos, que en medio del pozo negro el pp quede como el menos malo y el más listo del resto de salpicados por él, ergo, el más votable porque, después de todo, es el más bestia y el que cuenta como comodioshmanda y para ejercer una tiranía estupenda, con una ausencia total de escrúpulos, virtud indispensable para aumentar la abstención en las urnas y que solo voten sus fieles adeptos y adictos. 

No basta con hacer mociones de censura. Hay que tener las mejores herramientas y no sólo las mejores ocurrencias. Sobra el espectáculo y falta la desnudez incontestable de los datos sin irse por las ramas ni por las oratorias floridas ni entrar al trapo de las provocaciones y las alusiones personales tan propias del pp y que lanza sobre el adversario en catarata para enredarle y hacerle morder el anzuelo de la provocación, despistando, y siempre escurriendo el bulto para no explicar aquello que se le pregunta saliendo por la tangente de los "ytumásh" y de las descalificaciones hasta inventadas.
Podemos salió a la arena como un gladiador armado solo con la red de las denuncias y el enfado, le faltó llevar la espada de las contramedidas, de ir aplicando ordenadamente soluciones prácticas a cada dislate del actual gobierno madrileño. Y una vez expuesto que Podemos sí tiene respuestas y soluciones para lo que Cifuentes ha hecho fatal evidentemente, invitarla con amabilidad e interés  a que se moje y no delegue insultos en algún esbirro ad hoc para que así se noten sus carencias y socavones, que intenta camuflar en su orgullo herido de gerifalta puesta en solfa. Entonces sería ella la que quedaría en evidencia ante la ciudadanía y su montaje al descubierto, porque es obvio que la rubia vocacional no tiene ni puñetera idea de lo que es gobernar y mucho menos de debatir en público sobre cosas que le suenan a chino como dar cuenta a la ciudadanía de sus actos más sucios cuando se le pide que se explique, actos que para la Guadia Civil son más que sospechosos y para el juez juramentado no son ni peccata minuta.Lo que canta en todo esto es que lo de Cifuentes como lo de todo el pp es la misma inmudicia que ha infectado y corrompido también al poder judicial. Y cuanto más se ensañan con Podemos o con cualquiera que los ponga en entredicho, más evidente se hace al grado de amoralidad y de hipocresía en que se ahoga el pp.

Para dar ese repaso hubiese hecho falta otra dinámica más sustanciosa e inteligente, más  tipo Bustinduy o Garzón, mejor que otros tribunos podemitas, tal vez muy buenos chicos, simpáticos y demasiado dicharacheros, enterados y eso, pero no necesariamente apropiados ni maduros para la trascendencia del caso. Lo mejor contra un Goliat prepotente y con armas de plomo de las que no se puede deshacer porque ya son parte de él mismo, es un David ligero de pesos y con el tirachinas de la verdad irrefutable documentada con datos, nombres, cifras, lugares, y sin distracciones de fogueo, que atine exactamente con propuestas además de acusaciones, al punto del descabello. Sin alharacas ni añadidos. La contundencia de la verdad no necesita adornos ni redundancias. De lo contrario todo se queda en una bufonada anecdótica y mientras la rubia se escapa como puede sin atreverse a responder y no contesta porque no puede ni atina a  alegar algo creíble, más que por desprecio a un enemigo que de habérselo tomado con más calma y menos bulla la habría dejado fuera de juego y no desgobernando el basurero como si no pasase nada. Como si todo hubiese sido una injusta y ofensiva broma de mal mal gusto contra la reina del chanteclair. Así viene siendo en las instituciones ya convertidas en el cortijo-alcantarilla del pp.