viernes, 9 de junio de 2017

¿Hasta cuándo estaremos en las nubes? Chi lo sa!


Se observa que España y sus izquierdas sigue a la suya, sin comprender la gravedad del tiempo que vivimos. Una vez más los purismos de la izquierda a su bola confundida con una especie de pluralismo rarito y escaso se interpone en el necesario proceso de unidad en la diversidad. Otra división inexplicable por parte de la columna Llamazares y su convocatoria cívica, otra vez, que no está dispuesta a unirse con el proyecto Unidos Podemos con toda su diversidad que sería una riqueza enorme para la izquierda. Es impresionante la incapacidad de estas izquierdas patrias para entender que pluralidad no significa que cada uno de nosotros tenga que fundar una corriente de izquierdas para que se noten las diferencias más que la unidad responsable, sino desarrollar juntos en buena dialógica la capacidad para convivir y trabajar sin tener las ataduras de unanimidades hegemónicas, sino una articulación respetuosa y cohesionada de lo diferente, sin necesidad de hacerse  selfis constantemente como avatares y caudillos de grupos críticos incapaces de coordinar con inteligencia la marcha común hacia el mismo fin, por vías diversas y sin desconfiar constantemente de los demás, pensando que nos van a fagocitar y a suplantar. La verdad es que a una política sana y responsable debería importarle mucho más acabar con la injusticia, las desigualdades. la corrupción y los daños sociales que el miedo a ser menos visibles como grupúsculo.

Comprendo muy bien lo que siente IzqAb, el grupo llamazaril, porque a mí tampoco me seduce Podemos porque los conozco demasiado, pero hay muchas cosas de fondo que toda la izquierda comparte y eso es a lo que debemos apuntar y trabajar, y no fijarnos solo en lo que no nos gusta, haciendo zanjas donde deberíamos tender puentes y cultivar juntos la misma tierra, sin levantar barreras infranqueables y antipáticas, sobre las que colocar nuestras ideas rígidas al estilo del catolicismo, que resultan incompatibles con las demás a base de "pureza", a pesar de que nacen de la misma fuente en lo esencial. No me gusta Podemos, me siento de IU sin reservas, pero menos que Podemos me gustan el pp y la flojera del Psoe con su tolerancia logística a la corrupción, a la injusticia, la desigualdad y el caciquismo vergonzoso con que los populares están toreando el gobernar y deformando las instituciones a su capricho.
Está muy bien que grupos diversos se muevan y hagan campañas mediáticas, recogida de firmas, propuestas legislativas y todo lo que sea para acabar con esta locura, pero desde la unidad en lo diverso, desde el apoyo mutuo sin ansia de protagonismo, con una misma finalidad de conjunto, porque divididos jamás lograremos derrotar lo que nos está machacando a todos. La realidad electoral está anclada en el sistema D'Hontd y atomizados en fracciones infravaloradas en las urnas nunca lograremos votos suficientes para cambiar nada. Esa verdad es indiscutible. Y hay que asumirla con honradez.

Me extraña cada vez más que personas tan válidas como el Juez Garzón, Almudena Grandes, García Montero, Llamazares, Mayor Zaragoza y gente por el estilo, tan inteligente, válida y capaz, no se den cuenta de la necesidad urgente de unirnos en una voluntad común aunque en ciertos aspectos no sea todo como nos gustaría que fuese. IU, en cambio, sí se ha dado cuenta, se ha comido el orgullo legítimo pero a veces bloqueante y obstaculizador de su historia impecable en tantas cosas y se ha incorporado al proyecto común, con la sabiduría de los humildes, de los pobres de la tierra y los esclavos sin pan, manteniendo el equilibrio y sin perder la esencia, porque precisamente su esencia es trabajar por el bien común. Comunistas, anarquistas, libertarios, anticapitalistas, ecologistas, feministas, socialistas de verdad, desahuciados, desfondados y gente 15M, que desde IU conviven con Podemos, esa olla morada por la anoxia de la presión e hirviendo, en donde nada está definido ni diáfano, donde los arribas y abajos bailan de un lado para otro ,de izquierda y derecha no importan demasiado, la democracia y la horizontalidad se tienen que definir cada día y lo mismo regalan al Rey un Juego de Tronos que se ven remando en la misma dirección del Vaticano, que le ponen a la Virgen del Rosario una medalla mientras le quitan importancia al acontecimiento o le dicen a IU que rompa la coalición con el Psoe en los ayuntamientos, mientras saludan al rey en el parlamento de Bruselas, la república les trae al fresco o el padre de Monedero es fan de Vox sin que eso influya en nada importante; en Podemos todo se está cociendo constantemente y sin la presencia de una izquierda sana, admirable y con iniciativas constructivas como eje equilibrante, capaz de aglutinar mareas, Ahoras, En Común, Juntos Podemos, Pueblos en Democracia, etc, etc... ya se habría disuelto engrosando otra vez la abstención y quién sabe si también C's. Porque justamente al estar tan disperso ese partido atrae aleatoriamente a personas que jamás habrían votado a la izquierda  porque no conocían sus valores y los catalogaban de extremistas sin conocerlos, solo por la  leyenda negra que el franquismo tramó durante tantos años. IU ha tenido la inteligencia de ver más lejos y de arriesgarse a ser base de verdad, no élite dirigente  y eso, que podría dar sopas con ondas a todo el podemismo. Esa es la fuerza que está dando consistencia al cambio; Podemos sin esa confluencia vital y generosa ya no existiría, y poco a poco, hostia a hostia, lo está comprobando. Gerardo Iglesias, la gente de Marinaleda , Diego Cañamero, Cayo Lara y peña por el estilo, que vive desde la esencia más fuerte el socialismo marxista  limpio de monsergas, lo han entendido la mar de bien y teniendo razones más que justificadas para  la "pureza" de sangre izquierdista con pedigrí, han aceptado y acogido a los flautistas de Hamelin podemitas, no tanto por ellos sino por los niños que siguen la música sin saber adonde les lleva. Porque los flautistas tampoco disponen de mapa ni de brújula para trazar la ruta musical.

No está tan claro que los más teóricos y alejados de la realidad tengan todas las respuestas y soluciones. Al contrario, hasta ahora solo han conseguidos pequeños reinos de taifas desperdigados desde los que pontificar y reñir a todos porque no se consigue nada, pero sin dar una en el clavo del objetivo: cambiar el espectro político en vez de simplemente adaptarse a lo que hay y vivir de ello, en plan profesional, una utopía irrealizable, sobre todo porque no se hace nada de verdad para que se realice, sino solo hablar de ello sin que eso cambie nada y todo siga lamentablemente igual. Hasta el extremo de que cuando hay una oportunidad para cambiar cosas, todos los aposentados dan por supuesto que no será posible y que los cambios no son de fiar si no vienen de ellos, cosa obviamente imposible porque ellos en el fondo están tan acoplados al sistema que ya ni lo perciben como anómalo y tóxico. Igual que los fumadores empedernidos miran el tabaco.Con toda normalidad. Con la misma que la socialdemocracia se ha ido acoplando al capitalismo hasta disolverse en él.

Seguramente si IzqAb y el Psoe tuviesen hacia Podemos la misma disposición que IU a estas alturas estaríamos como en Portugal: con un gobierno progresista de izquierdas, que, ¿por qué no?, podría dar también algún ministerio a C's mientras no se corrompa y que no le sobrepase en complejidad ética. La izquierda verdadera se diferencia de la derecha, precisamente en su apertura universal y en su flexibilidad sin prejuicios y en valorar lo bueno y lo útil de todos sin concesiones a la indecencia, a la injusticia y a la desigualdad.


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