Poco a poco Europa despierta de la siesta. El subidón en sensatez y humanidad del programa de Jeremy Corbyn en la elecciones británicas, como la reacción positiva de la UE ante los buenos resultados de la misma tendencia en Portugal, va dando pistas de que hay un despertar social ante el desastre político de un sistema de concepción depredadora a la vieja usanza y a la altura de la economía liberal de los años 20 del pasado siglo que desencadenó el desastre y el crak de 1929 y a continuación la segunda Guerra Mundial. Los británicos van reaccionando ante la alienación enloquecida del pánico y desean un cambio que haga salir la política inglesa del miedo y de la opresión. La incapacidad demostrada de May para gestionar los problemas sacrificando a las personas a los intereses (como el pp en España), que la ha llevado a reducir la seguridad y a aumentar los recortes de un modo disparatado ha demostrado que el peligro no era estar en Europa, sino dejarse gobernar por mediocres y adocenados sin visión de presente ni de futuro y caer en las garras del atavismo bloqueándose como estado de derecho y como democracia.
Está cada vez más claro que la única forma inteligente y sana de cambiar el curso de la debacle global solo puede venir de una concepción de izquierda progresista, dialogante y lúcida capaz de superar los miedos con creatividad, sin prejuicios retrógrados y con ideas y estímulos sociales, que son la clave de cualquier recuperación decente y justa. Jeremy Corbyn encarna ese modelo de político con visión y sensatez, con miras de largo recorrido en lo básico y necesario. Es un Julio Anguita mezclado con un Llamazares a la inglesa, un Varufakis con más años y una larga experiencia de base y de regeneración social; con este tipo de políticos Europa gana muchísimo y sobre todo detendrá su desmoronamiento como federación de estados, que ahora mismo no vale un pimiento como proyecto político. El capitalismo divide y rompe los vínculos porque es puro egoísmo destroyer que solo va ligado al dinero, cuando éste enferma y arruina países, ese capitalismo no sirve para nada, es un zombie intentando gobernar lo que no alcanza a comprender y destrozando lo que cree estar potenciando, es el capitán que abandona el barco, a los pasajeros y a la tripulación en pleno naufragio en un cobarde y miserable sálvese quien pueda.
Los ingleses parece que esta vez le han visto las orejas al lobo y han rectificado. May lo va a tener dificilísimo, ya ha demostrado sus límites y su incapacidad para rectificar asegurando que será aun más dura y extrema en el tema de los derechos humanos y de la libertad. Los ingleses no son tontos y le han dado caña a tiempo. En las condiciones en que los tories han ganado no resistirán mucho en el gobierno por más que la carcundia y el pánico de diseño trumpista y mediático les apoye, la realidad les sacudirá hasta hacerles aterrizar en ella. Y un cambio no les cabe en la mente ni en la voluntad. Su poder se basa en el miedo y los países que viven en el miedo en él se hunden. Los ingleses ya lo saben por experiencia histórica, sólo la justicia, la solidaridad, el apoyo mutuo y la apertura les hicieron grandes y resistentes en los peores momentos de su historia. Al final Robin Hood desde el pueblo pudo más que Ricardo Corazón de León y que Juan 'sin tierra', Gandhi más que los ejércitos (y eso que era un valoradísimo y prestigioso abogado inglés que vivía en Londres, aunque nacido en la India, antes de optar por el pueblo y la no-violencia activa). Igualmente las sociedades proletarias ciudadanas de inspiración jacobina de finales del XVIII pudieron más que el imperio de ultramar y dieron lugar a los futuros sindicatos y a la participación del pueblo llano en la Cámara de los Comunes y en el gobierno del estado. Esa inteligencia social no muere nunca. Los abusos de las élites, lejos de acabar con ella, la empujan y la refuerzan.Le dan todos los argumentos y razones para que, igual que el Ave Fénix, renazca a través del tiempo. Una vez y otra. De mil formas diversas, pero siempre creciendo en humanidad y en conciencia. God save Corbyn! que se lo ha ganado a pulso, igual que la buena gente que no se limita a rebozarse en sus miedos y miserias.
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