Garzón replica a Iglesias que no busca generosidad sino una "alianza justa" con Podemos
A un día de rendir cuentas ante su gente, el líder de
IU reivindica que el papel de su formación política debe corresponderse
con el millón de votos que aporta, y lamenta que Unidos Podemos no haya
convencido a importantes sectores "que se sienten de izquierdas".
El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón,
considera que dar más espacio a Izquierda Unida dentro de Unidos
Podemos no es un asunto de "generosidad", como ha dicho el líder del
partido morado, Pablo Iglesias, sino de reconocer con inteligencia y coherencia que con una "alianza justa" ganan todos.
"No se trata de ceder un espacio tuyo para
dárselo a otro, sino de ser coherente y decir que cuánto más espacio les
dé a ellos más voy a ganar yo también", defiende Garzón en una
entrevista con la Agencia EFE a un día de que la Asamblea Político y Social de IU de su formación debata su informe de gestión que reconoce los fallos de la alianza con Podemos.
Garzón se reivindica así ante Podemos y
también ante los suyos: no todos en IU ven con buenos ojos la alianza
con Podemos; muchos cree que es desiquilibrada.
"No creo que sea un problema de generosidad", asegura Garzón. El líder de IU reivindica que el papel de su formación política debe corresponderse con el millón de votos que aporta.
Garzón está convencido de que si son
"hábiles" podrán "multiplicar sus posibilidades": "Creo que Podemos
llega a un sector de la población al que no llega IU, y que IU llega a
un sector al que no llega Podemos". "Para atraernos a todos y poder
compartir un proyecto, la alianza tiene que ser justa", subraya.
En el balance de méritos de IU en el último año, Garzón apunta el haber logrado "sobrevivir en un espacio político muy convulso" y construir una alianza política "necesaria para cortocircuitar operaciones" del "régimen".
"Hemos conseguido reconstruir una IU que, al
mismo tiempo, se va convirtiendo cada vez más en un movimiento social y
menos en un partido político clásico", algo que según destaca en su
informe no ha logrado Podemos.
Pero admite también "muchas insuficiencias" en su alianza con los morados, que "siendo necesaria" y "muy fuerte", ha sido incapaz de "ir más allá".
En ese sentido, Garzón llama a reflexionar
sobre las causas que han hecho que durante los seis meses en los que el
PSOE ha estado "apoyando al PP y sin liderazgo", Unidos Podemos no haya convencido a importantes sectores "que se sienten de izquierdas" y no confían en esa alianza.
En su análisis, Garzón reivindica la autonomía de IU,
su independencia de cualquier otra organización para tomar decisiones,
incluso en el marco parlamentario, en el que en ocasiones ha votado de
forma diferente a Podemos; pero constata esa "visibilidad insuficiente" y
el injusto tratamiento mediático.
"Muchos de los elementos que defendemos en
el Parlamento acaban siendo presentados al público como iniciativas de
Podemos, y eso lo que hace es restarnos una visibilidad que nos
corresponde, en la medida en que son iniciativas que sólo pertenecen a
IU", indica recordando sus propuestas sobre laicidad, las misas
televisadas o la eutanasia.
Razones de un desgaste
Según el líder de IU, "hay mucha gente que podría votar" a Unidos Podemos
"si viera que tiene un reparto más justo", tanto de la visibilidad como
de la representación, porque hay una parte de la izquierda que
"simpatiza mucho más con IU que con Podemos y sin embargo no puede
simpatizar con una alianza en la que parece que casi todo es Podemos".
La baja valoración de Pablo Iglesias entre
la ciudadanía, las disputas internas en Podemos y la gestión de las
negociaciones para la formación de Gobierno tras el 20-D son algunas de
las causas que enumera Garzón como desencadenantes del desgaste de la
formación morada pero también de su alianza.
"Todo lo que está dentro en la alianza ve
que su estrategia política pierde fuerza", afirma, aunque reconoce que
desde la reorganización del grupo parlamentario tras Vistalegre II, los
cambios "han mejorado mucho la relación" entre Podemos y las
confluencias e IU.
En septiembre y tras una reflexión sobre estos problemas, Garzón cree que podrá aportar alguna solución y hacer las reformas necesarias en la organización y en la estrategia para mejorar la relación.
Pero, parte de la premisa de que todo lo
que se haga debe ser para fortalecer la alianza con Podemos y
diferenciándose "de forma natural como dos aliados que comparten
proyecto pero piensan diferente en muchos temas".
Candidaturas de unidad en 2019
De cara a las elecciones municipales de
2019, el líder de IU apuesta por las candidaturas de unidad, con
fórmulas dispares, como las que han triunfado en Madrid o Barcelona.
A su juicio, "la alianza es el camino clave" y de ahí no van a salir, y añade: "No contemplamos unas elecciones autonómicas en las que Podemos e IU concurran por separado".
Garzón está decidido a trabajar por recuperar a ese "millón de personas que se sienten de izquierdas", pero están desanimadas
"porque no se pudo echar a Rajoy, no se pudo construir un Gobierno
alternativo o que, por la razón que sea, ahora están en la abstención".
"Hay que recuperarlas con un proyecto en
positivo, no podemos estar continuamente referenciándonos en el PSOE".
"Si lo hacemos bien, podremos conquistar nuevos espacios electorales",
concluye.
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Muy buen análisis, que coincide con la realidad que perciben muchos votantes de IU y por ende de Unidos Podemos, por simbiosis necesaria más que por gusto y sensibilidad política. La misma afirmación-promesa de Pablo Iglesias, de ser más generoso con IU, es ya en sí misma un síntoma evidente de no haber comprendido el análisis de Garzón ni su significado, que no es una queja sino la constatación práctica de la realidad, que vemos todos y todas.
Generosa de verdad ha sido IU y los votantes que en vez de abstenernos como nos pedía el cuerpo, votamos pensando en el bien común de los españoles más que en el de nuestro partido de cuerpo y de alma, al que hubiésemos preferido antes como minoría que formando parte de un Podemos que no nos convence para nada, pero que ahí está haciendo evidente un sector social y político que no encajaba en nada -convencido por la demagogia, no exenta de bastantes razones, de ese sofístico "todos son iguales" y ha encajado con ellos. La verdad es que ése es el verdadero motivo de que en determinada situación hayamos abandonado la tentación de abstenernos y volcarnos en partidos testimoniales como los verdes o locales como Compromís (que por otra parte también se unieron al bloque de UP: pensar en el bien de todos y en la recuperación de millones de abstinentes crónicos e indiferentes políticos desencantados que son un reconstituyente para el biparty de marras, y que nos lleva machacando cuatro décadas, sin compasión pero con nuestra complicidad y nuestra cómoda falta de horizontes. Una cosa es abstenerse por insumisos y luchadores, votando a "escaño en blanco" y otra no votar por indiferencia, perrería e insensatez irresponsable. Es esa franja electoral la más entusiasta de Podemos, la que está convencida de que es necesario un caudillo todopoderoso, se llame Lenin, Franco o Iglesias, que nos libere de "los malos" con su poderío hegemónico, es decir, es el electorado que jamás votaría IU, con valores mucho más claros y mucho más cerca del compromiso de base social y de conciencia luchadora y rebelde con muchísimas causas. IU no solo no regala juegos de mesa al rey sino que se va del Parlamento para no rendir pleitesía a un Jefe de Estado legal por narices pero ilegítimo en realidad, al que no hemos votado ni tenido la oportunidad de valorar en las urnas, e impuesto por un dictador. A Podemos el modelo de estado y la monarquía le parecen muy bien mientras no le molesten. Lo mismo que la laicidad del estado le trae al fresco. Podemos solo quiere poder, como su nombre indica. IU el poder lo entiende al revés, como servicio generoso y comprometido, gratis y sin pedir sillones a cambio. IU tiene principios éticos naturales que son sus herramientas de trabajo, haciendo que los fines también sean los medios. Podemos solo busca finales y resultados a su gusto sin que la sustancia de los medios y herramientas importe, porque cualquier medio le sirve para el fin, que obviamente nunca será mejor que los medios empleados para lograrlo.
A Podemos le falta por desarrollar inteligencia colectiva suficiente y sabia humildad como para reconocerse solo parte integrante de un movimiento común y más grande que su sigla, y que sin el resto de miembros no pasaría de ser un apéndice de la izquierda como c's lo es del pp. Muchos votantes de Unidos Podemos lo somos porque en el conjunto están incluidos además de IU, Compromís, Equo, En Marea y En Común y tantas opciones similares, que no son Podemos, aunque estén infiltrados en todo y todo lo quieran controlar y protagonizar. Con esa estrategia zampabollos y absorbente, desde luego, no son de izquierda sino de derechas a tope en sus métodos. Esa voracidad de adhesiones y achantamientos antipluralidad hacia todo lo que no es Podemos, es más propia de una disposición capitalista que socialista y de izquierdas. Si el leninismo fracasó fue por haber asumido la misma actitud acaparadora del sistema violento y devorador propio del capitalismo, un modus operandi todo lo contrario a la inteligencia marxista, cooperativa, respetuosa de la diversidad y sobre todo, ética antes que invasiva y aplastante. A Podemos le basta vencer, pero el resto no descansa hasta que convence y eso requiere permacultura política, arar, sembrar, regar, y amar las raíces hasta que se convierten en frutos, ser antes de predicar y no prometer dar trigo virtual sin primero haber sembrado ni cultivado ni cosechado, sino uniéndose entre todos y todas para trabajar la cosecha final sin racaneos ni figureos ni dobles juegos que acaban en nada.
Ser de izquierda es mucho más que un color y una sigla o una bandera o una historia dignisima de lucha, o un cabreo sordo con motivos sociales más que justos. Ser de izquierda es ser grandes de alma. Ser mahatmas, como dicen en la India. Ponerse al servicio de la mejor causa, que es la humanidad, y no en teoría, sino en la práctica. Y no manejar a la humanidad a base de demagogias para que se ponga al servicio del partido, eso ya lo hace la derecha con un arte quepaque. En la izquierda real, son los partidos los que se sacrifican por las personas. Y eso es lo que ha hecho y hace IU. Por eso vale tanto y es un patrimonio político, social y humano.
La izquierda no ganara en Espanya hasta que asuma su esencia y su capacidad para la unidad plural y no vea en la generosidad ingenuidad y tontuna y una forma de hacer el primo, sino excelencia y vision de futuro. En eso IU puede dar sopa con ondas al resto de aspirantes al gerifaltado hegemonico.
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