Gabilondo se pregunta por qué nadie se fijó en este detalle de la moción de censura
El veterano periodista recuerda la carta interna de Podemos que leyó el portavoz del PSOE.
El veterano periodista recuerda la carta interna de Podemos que leyó el portavoz del PSOE.
CADENA SER
En el segundo día del debate, Iglesias mostró un tono conciliador con el PSOE, partido con el que hasta la fecha había mantenido una relación tirante.
Sin embargo, el veterano periodista Iñaki Gabilondo, en su análisis diario de la actualidad para la Cadena SER, ha querido destacar un detalle del debate que ha pasado ciertamente desapercibido: la carta interna de Podemos que exponía la intención real de la moción de censura.
Finalizada la moción de censura quedó claro que el Partido Popular puede vivir relajadamente. Ni cercado por la justicia peligra su trono mientras no se ofrezca una alternativa. Y de eso es imprescindible hablar hoy porque el nuevo PSOE y Podemos se mostraron ayer dispuestos a acercarse.
Sin embargo algo saltó en pedazos estrepitosamente en la jornada de ayer. Algo que nos impide creer en la sinceridad de nadie: una secuencia chocante. Resulta que Ábalos desveló la existencia de una carta interna de Podemos en la que se expresaba de forma descarnada la intención verdadera de los morados con la moción de censura: neutralizar al PSOE, destrozar su posible progresión después de las primarias. El PP era lo de meno.
La sorpresa continuó cuando a partir de esa aparatosa revelación no pasó nada: ni Iglesias desmintió ni Ábalos insistió. Al contrario, se siguieron intercambiando cortesías e hicieron votos por avanzar juntos.
Mi estupefacción ha crecido esta mañana al ver que esta escena no llamó demasiado la atención de los medios que destacan sin embargo el acercamiento de las dos formaciones.
Hoy cuarenta años después de las primeras elecciones democráticas el país ha cambiado mucho y la política también pero nada ha crecido tanto como el cinismo.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Qué lástima no tener antenas como los marcianos que me hubieran permitido escuchar en directo al señor Ábalos en la lectura de esa carta interna de Podemos en la que, según Iñaki Gabilondo siempre en la vanguardia de la noticia, se proponía la moción de censura para cargarse al Psoe, y eso que seguí el debate en directo por televisión y ahí no lo vi; a lo mejor el momento de la lectura coincidió con los anuncios, que ya se sabe que son lo más importante y decisivo para que la comunicación audiovisual sea posible. De todas maneras aun así los periodistas del coloquio televisivo seguramente lo seguían por internet desde sus Ipads, Smartphones y demás artilugios de precisión, y lo deberían haber escuchado, el caso es que si fue así no hicieron comentario alguno sobre el tema. O al menos si lo hicieron yo debía estar en el baño. Aunque una noticia de esa envergadura hubiese sido una conmoción de dimensiones escandalosas en momentos de mirar con lupa el significado hasta de un vuelo de mosca alrededor de los ponentes y portavoces para transformarlo casi en asunto de estado. Me choca muchísimo que ese episodio haya sido pasado por alto por toda la prensa menos por la agudeza de Iñaki Gabilondo. Meno male che Iñaki c'è. También me asombra que medios tan solventes e independientes como eldiario.es e Infolibre no hayan dado la noticia, no sé si es que no se informan bien o es que también forman parte del cinismo con que Iñaki titula su post sobre el tema. O que lo mismo que el voto "telepático" de Sánchez Camacho, también pudiese haber noticias telepáticas, que Silicon Valley está que se sale y es capaz de cualquier cosa. Ains!
Sí, es cierto, el cinismo es muy chungo como actitud que empeora las relaciones humanas, pero con la que está cayendo para la ciudadanía y tras lo que lleva encima, se ha convertido casi en una caricia, en un tratamiento que nos fortalece las defensas contra enfermedades peores y nos hace valorar que a lo mejor cínicos decentes son más tolerables que cínicos ladrones, corruptos y mafiosos. Y que tal vez sea mucho peor corromperse mintiendo, robando, siendo hipócritas que fingen ser justos y son unos camaleones indecentes y sin escrúpulos. Vamos, que es mucho más regenerable el cinismo de los habitantes de la Tierra Media que el de los orcos de Mordolandia, porque las entendederas en dichos territorios suelen estar a años luz. De hecho ya es bastante cínico ser diputados y senadores decentes que tienen su vida resuelta justamente gracias a los impuestos de los que apoquinan y apenas tienen para comer y cuya defensa y apoyo real no va cara al aire. Yo me sentiría como una sanguijuela si me dedicase a la gestión política y me viese forzada a tragar sapos inevitables tratando de verle el lado bueno al mismísimo diablo, para lograr algún respiro a favor de los más vituperados y olvidados sin conseguirlo nunca, impotente y hasta cómplice de lo peor por obligación del encargo y que por eso me pagasen los pobres, para más inri.
Personalmente me siento bastante cínica cuando comento y me escandalizo de las barbaridades sobre las que escribo en vez de irme voluntaria para remediarlas in situ o tolerando vivir en un régimen zafio, podrido, caciquil, maniatado y tan mediocre que alaba su degradada constitución, su inexplicable monarquía y unas instituciones compradas al por mayor por la oligarquía derivada del franquismo, como de algunos partidos políticos corrompidos a los que mandaría a la cárcel y haría devolver lo que cobran por robar y mentir como cosacos y a los que ayudo a sostener con mis impuestos. Yo también soy cínica además de tonta e incongruente por vivir así. Lo confieso. Quizás por eso ya no me escandaliza la posibilidad de que Podemos y Psoe no se corten a la hora de mostrar su cinismo en público, que dentro del depósito de mierda institucional, se queda en un ligero toquecito de sirope encima del pastelón infinito que nos estamos tragando. Sobre todo si ese sirope da lugar a que al menos la izquierda española se reconozca mutuamente sus morrallas y porquerías adheridas e inevitables en semejante lodazal, se limpie, se regenere y se organice en coalición de una vez por todas.
Personalmente me siento bastante cínica cuando comento y me escandalizo de las barbaridades sobre las que escribo en vez de irme voluntaria para remediarlas in situ o tolerando vivir en un régimen zafio, podrido, caciquil, maniatado y tan mediocre que alaba su degradada constitución, su inexplicable monarquía y unas instituciones compradas al por mayor por la oligarquía derivada del franquismo, como de algunos partidos políticos corrompidos a los que mandaría a la cárcel y haría devolver lo que cobran por robar y mentir como cosacos y a los que ayudo a sostener con mis impuestos. Yo también soy cínica además de tonta e incongruente por vivir así. Lo confieso. Quizás por eso ya no me escandaliza la posibilidad de que Podemos y Psoe no se corten a la hora de mostrar su cinismo en público, que dentro del depósito de mierda institucional, se queda en un ligero toquecito de sirope encima del pastelón infinito que nos estamos tragando. Sobre todo si ese sirope da lugar a que al menos la izquierda española se reconozca mutuamente sus morrallas y porquerías adheridas e inevitables en semejante lodazal, se limpie, se regenere y se organice en coalición de una vez por todas.
Porque, querido Iñaki, tendrás que reconocer que entre el cinismo sistémico de Rajoy y sus circunstancias y los cinismos peccata minuta de nuestra baqueteada y descompuesta izquierda disléxica hay unas diferencias dignas de ser consideradas en serio si es que de verdad queremos que este infierno termine de una vez. Reconoce, al menos, que estos cínicos son amateurs de poca monta y no profesionales, sino accidentales y que en cuanto pueden dejan de serlo e incluso se arrepienten y lo cuentan todo. ¿Te imaginas a Rafael Hernando leyendo algo semejante en la tribuna del Congreso, entre c's y el pp? Jamás de los jamases su cinismo habría considerado ni por asomo tal transparencia.
Al contrario que tú, estoy convencida de que ese gesto de Ábalos y la emotiva reconciliación en pleno hemiciclo después de esa lectura que al parecer solo tu fino talento ha podido captar y comentar, significa una lección práctica de claridad, de limpieza de intenciones y de una loable y creativa disposición para el arrepentimiento y el perdón mutuo, valores normalmente desconocidos e impracticables en la política española, donde todo gesto de nobleza, transparencia y generosidad es propio de pardillos e insolventes en rácanas artimañas, chulerías y postureo.
No tengo ni idea de por qué razón nadie en los medios se ha hecho eco del lance entre los dos sectores de la izquierda reconcilianda, pero me da la sensación de que si lo vieron no les debió parecer tan importante como para torpedear con comentarios puntillosos que solo iban a complicar lo ya complicado y seguramente a desfondar lo que vino después. Y me sorprende que ni siquiera los marhuender e inder fashion hayan aprovechado una coyuntura tan chunga para el futuro de España como provechosa para los dardos ppepperos, como me sorprende que la lucidez de Iñaki siempre tan conciliador y partidario de acuerdos y acercamientos le haya dado tanta importancia a un hecho que en realidad los socialistas han comentado pero, que con madurez suficiente para valorar la urgencia del momento y porque saben que tampoco son inocentes en el tema, no lo han tenido en cuenta a la hora de considerar el apoyo natural entre quienes se consideran de la misma familia ideológica y ética, dejando aparte debilidades y meteduras de pata mutuas que ya no tienen arreglo pero que si no se superasen serían un crimen de lesa justicia política.
Tal vez la prensa y los actores del hecho coinciden en que ya está bien de melindres de sacristía, que están saturados, como toda la ciudadanía normal, de que sea ese constante buscar tres pies al gato en los detalles lo que esté retrasando sine die la imprescindible y sana confluencia de izquierdas progresistas a la portuguesa y a la valenciana que nos libere de esta ppenitencia insultante ya insostenible, aunque 170 votos añejos y encuestas imaginativas, den por hecho el desecho que nadie quiere.
El Psoe tiene mala conciencia por no haber sido más adulto y coherente, absteniéndose en la censura, porque quiere ser el que gane la moción y se haga con la presidencia del ejecutivo que no quiere regalarle nada menos que a Pablo Iglesias, al que sin embargo sabe que necesita para ello y por eso no ha dicho no, sino solo se ha abstenido. Sabe también que muchos militantes de base y votantes no le perdonarían que por un juego de egos políticos ofendidos hace un año y medio el pp se haga un mal crónico en el estado y sigamos pagando todos menos los políticos que lo permiten. No son tan tontos ni Ábalos ni Iglesias como para enzarzarse otra vez en las mismas ortigas de ayer. Mucho mejor superar una tentación tan inútil como bloqueante para ellos y para todo el Estado.
No tengo ni idea de por qué razón nadie en los medios se ha hecho eco del lance entre los dos sectores de la izquierda reconcilianda, pero me da la sensación de que si lo vieron no les debió parecer tan importante como para torpedear con comentarios puntillosos que solo iban a complicar lo ya complicado y seguramente a desfondar lo que vino después. Y me sorprende que ni siquiera los marhuender e inder fashion hayan aprovechado una coyuntura tan chunga para el futuro de España como provechosa para los dardos ppepperos, como me sorprende que la lucidez de Iñaki siempre tan conciliador y partidario de acuerdos y acercamientos le haya dado tanta importancia a un hecho que en realidad los socialistas han comentado pero, que con madurez suficiente para valorar la urgencia del momento y porque saben que tampoco son inocentes en el tema, no lo han tenido en cuenta a la hora de considerar el apoyo natural entre quienes se consideran de la misma familia ideológica y ética, dejando aparte debilidades y meteduras de pata mutuas que ya no tienen arreglo pero que si no se superasen serían un crimen de lesa justicia política.
Tal vez la prensa y los actores del hecho coinciden en que ya está bien de melindres de sacristía, que están saturados, como toda la ciudadanía normal, de que sea ese constante buscar tres pies al gato en los detalles lo que esté retrasando sine die la imprescindible y sana confluencia de izquierdas progresistas a la portuguesa y a la valenciana que nos libere de esta ppenitencia insultante ya insostenible, aunque 170 votos añejos y encuestas imaginativas, den por hecho el desecho que nadie quiere.
El Psoe tiene mala conciencia por no haber sido más adulto y coherente, absteniéndose en la censura, porque quiere ser el que gane la moción y se haga con la presidencia del ejecutivo que no quiere regalarle nada menos que a Pablo Iglesias, al que sin embargo sabe que necesita para ello y por eso no ha dicho no, sino solo se ha abstenido. Sabe también que muchos militantes de base y votantes no le perdonarían que por un juego de egos políticos ofendidos hace un año y medio el pp se haga un mal crónico en el estado y sigamos pagando todos menos los políticos que lo permiten. No son tan tontos ni Ábalos ni Iglesias como para enzarzarse otra vez en las mismas ortigas de ayer. Mucho mejor superar una tentación tan inútil como bloqueante para ellos y para todo el Estado.
Dime, querido superviviente, como yo, de un pasado de vergüenza, si habíamos visto alguna vez darse la mano en el Parlamento y en plena moción de censura a nuestras izquierdas con la intención de cooperar juntitas en el bien común, y superando los abismos del ego, donde una de las partes no quiere participar porque la ha propuesto la otra y eso le quita el protagonismo y porque la convocante ha convocado a posta para retar a la convocada en un momento delicado y que por eso mismo no se da por aludida, inmersa en asuntos propios, mientras España se nos descuajaringa a cachitos en manos de Jack el Destrippador; dime, caro Iñaki, si no es un milagro y una buena noticia que los cinismos de poca monta decidan pasar de sí mismos por el bien de la ciudadanía y que mutuamente se coeduquen en un nuevo modo de comprenderse, aclararse y cooperar, como ya cooperan entre sí las nuevas formaciones de los nuevos tiempos como IU-Podemos-Mareas-En común y Compromís-Iniciativa de Izquierdas-Verdes-Bloc nacionalista que ya han ido abriendo paso hacia un mundo sin bloques, mucho más liquido y dinámico, más transversal y menos rígido. Más humano, más decente y pedagógico, menos gris. Y puede que aún un poco cínico; pero reconoce, si lo tienes a bien, que ese cinismo entre personas con sentimientos humanos y sensibilidad empática tiene mucho más arreglo que el del pp y el pretérito anterior, corrompido y decrépito del Ppsoe. Esperemos que así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario