Por fin una buena noticia
EL PAÍS
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Ya era hora de que en cuatro años y tres meses, el pp diese al menos una nota civilizada. De conciencia despierta y de humanidad. Claro que es una buena noticia que reconforta escuchar. Lo que no tenemos muy claro es que no se trate de un lavado de cara cementosa, de una táctica electoralista para compensar la indecencia de tanta corrupción a mansalva como está cayendo sobre el pp y de paso sobre los españoles que sufren las consecuencias y carencias que suponen los miles de millones sisados al Estado mediante aberraciones como la ruinosa ciudad de la injusticia en Madrid o el montaje demencial y sin utilidad de la America's Cup, el forramiento jetulio de los Granados, Marjalizas, González, Rus, Cotino, Blasco, etc...el circuito hecho escombros de Fórmula 1, las arquitecturas-chapuza de Calatrava en la Ciutat de les Arts i les Ciencies de Valencia que se descascarillan e inundan cada dos por tres o el aeropuerto fantasma auto-dedicado a la taifa de Fabra en Castelló. Es lógico que Mariano, cuyo solvente criterio la semana pasada era justo el contrario del que mañana expresará en Europa, cambie el vocabulario de la derrota certificada, firmada y rubricada en las urnas pasadas y en las venideras, por el de una carambola electoralista, a ver si con eshto "shomos shentimientosh y tenemosh sheresh humanosh", que nosh vayan votando, porque como shigamos de aqueshta guisha, la hoshtia va a sher de campeonato", sicut Rita Barberá dixit, amén; que ella para estas cosas tiene mucho ojo a toro pasado y a fostión crujiente y (des)aforado.
Recuerdo que en el viejo catecismo de la infancia leíamos que el arrepentimiento y los cambios a mejor se producen de dos formas: o bien por contrición o bien por atrición. La contrición, según la iglesia católica, es el dolor profundo que produce en la persona tomar conciencia del mal que ha perpetrado contra su prójimo, la atrición consiste simplemente en cambiar de táctica, no porque se toma conciencia ni duele el mal cometido, sino que se cambia de rol por puro interés y canguelo al castigo divino que se pueda recibir en el otro mundo o el rechazo de los demás en éste, a causa de las cabronadas con que se maltrata a los demás.
Tal y como está el patio, aunque quisiera con toda mi alma que fuese una contricción fetén, lo del pp canta escandalosamente por soleares que sea una atrición oportunista para sacar tajada en lo que se pueda estando las cosas como están en el cortijo patrio. Que el espíritu feudal no cambia con las estaciones, como los escaparates de las boutiques. Es algo que nace con uno y es, más que difícil, imposible, que cambie de un día para otro o de una semana a la siguiente. Teniendo en cuenta lo que significa estar a favor de la legalidad y los derechos humanos propios de una democracia en sus cabales, y al mismo tiempo no querer salir de la Moncloa cuando se ha terminado la legislatura, para impedir que gobierne la legalidad y la legitimidad, se ningunea al nuevo Parlamento elegido en las urnas, funcionando a sus espaldas en plan cacique absoluto, mientras se aforan a toda velocidad y se protegen corruptos y corruptas que han dejado en el chasis los derechos de todo un país provocando una avalancha de refugiados españoles en otros países para poder comer y tener un techo. Por no hablar de los impedimentos que se han puesto por parte de Rajoy a permitir que la Generalitat valenciana pueda rescatar refugiados, por petición de la ciudadanía y con la oferta de Balearia para traerlos gratis. ¿Cómo creer que este repentino ataque de moralidad humanitaria sea algo sincero y real y no un brote más en el vivero de la hipocresía habitual en el pp? Estos gestos pomposos y sin sustancia, cuya verdad niegan los hechos en paralelo, no son creíbles, y aunque a una le encantaría creer, es imposible hacerlo viendo lo que ve y soportando lo que se soporta cada día mirando alrededor.
Aunque sí, quizás haya alguna posibilidad de esperanza más allá de Aguirre, si se mira lo que ha pasado con la ley del aborto, que Gallardón quiso fundirse y al final tuvo que dimitir y dejarla más o menos como estaba y, no digamos con el caso de los matrimonios homosexuales, totalmente rechazados, vituperados y ultrajados por el mismo Mariano, en la anterior legislatura y de los que se sirvió para triturar al bueno de Zapatero, y hay que ver como cambió de criterio cuando se les ha casado a ellos una pareja lgtbi de prebostes conmilitones, los señores Maroto, en cuyo bodorrio saltaba y bailaba de alegría el mismísimo presidente del gaybierno, con una marcha y un jolgorio que nunca le habíamos visto en la celebración de ningún heterofestejo. Como si los gays fuesen de mejor calidad cuando son de la familia y aceptando por narices, al fin, que en todas partes cuecen habas sin que se hunda el mundo.
También pudiera ser que a base de ponerle medallas a tanta santa patrona y a tanto cristo del Gran Poder, finalmente se haya producido el milagro y que como Saulo de Tarso camino de Damasco, el pp se haya pegado, camino de Turquía, la gran hostia iluminativa y por fin, haya visto la luz. Ojalá. Cualquier camino puede llevar a Bruselas para que las cosas cambien un poquito, por lo menos. Un pp converso a la lucidez y a la ética sería un verdadero campanazo, algo así como ver al asno de Buridán saliendo de su callejón sin salida ante los dos montones de paja que lo llevaban loco con lo de elegir. O como ver a Rajoy salir de la Moncloa sin tener que ir acompañado por la policía judicial poniendole la mano en la cabeza mientras se sube al coche de la brigada camino del juzgado. Un milagro de antología. El milagro del milenio. ¡Aleluya, hermanos y que no decaiga!
Recuerdo que en el viejo catecismo de la infancia leíamos que el arrepentimiento y los cambios a mejor se producen de dos formas: o bien por contrición o bien por atrición. La contrición, según la iglesia católica, es el dolor profundo que produce en la persona tomar conciencia del mal que ha perpetrado contra su prójimo, la atrición consiste simplemente en cambiar de táctica, no porque se toma conciencia ni duele el mal cometido, sino que se cambia de rol por puro interés y canguelo al castigo divino que se pueda recibir en el otro mundo o el rechazo de los demás en éste, a causa de las cabronadas con que se maltrata a los demás.
Tal y como está el patio, aunque quisiera con toda mi alma que fuese una contricción fetén, lo del pp canta escandalosamente por soleares que sea una atrición oportunista para sacar tajada en lo que se pueda estando las cosas como están en el cortijo patrio. Que el espíritu feudal no cambia con las estaciones, como los escaparates de las boutiques. Es algo que nace con uno y es, más que difícil, imposible, que cambie de un día para otro o de una semana a la siguiente. Teniendo en cuenta lo que significa estar a favor de la legalidad y los derechos humanos propios de una democracia en sus cabales, y al mismo tiempo no querer salir de la Moncloa cuando se ha terminado la legislatura, para impedir que gobierne la legalidad y la legitimidad, se ningunea al nuevo Parlamento elegido en las urnas, funcionando a sus espaldas en plan cacique absoluto, mientras se aforan a toda velocidad y se protegen corruptos y corruptas que han dejado en el chasis los derechos de todo un país provocando una avalancha de refugiados españoles en otros países para poder comer y tener un techo. Por no hablar de los impedimentos que se han puesto por parte de Rajoy a permitir que la Generalitat valenciana pueda rescatar refugiados, por petición de la ciudadanía y con la oferta de Balearia para traerlos gratis. ¿Cómo creer que este repentino ataque de moralidad humanitaria sea algo sincero y real y no un brote más en el vivero de la hipocresía habitual en el pp? Estos gestos pomposos y sin sustancia, cuya verdad niegan los hechos en paralelo, no son creíbles, y aunque a una le encantaría creer, es imposible hacerlo viendo lo que ve y soportando lo que se soporta cada día mirando alrededor.
Aunque sí, quizás haya alguna posibilidad de esperanza más allá de Aguirre, si se mira lo que ha pasado con la ley del aborto, que Gallardón quiso fundirse y al final tuvo que dimitir y dejarla más o menos como estaba y, no digamos con el caso de los matrimonios homosexuales, totalmente rechazados, vituperados y ultrajados por el mismo Mariano, en la anterior legislatura y de los que se sirvió para triturar al bueno de Zapatero, y hay que ver como cambió de criterio cuando se les ha casado a ellos una pareja lgtbi de prebostes conmilitones, los señores Maroto, en cuyo bodorrio saltaba y bailaba de alegría el mismísimo presidente del gaybierno, con una marcha y un jolgorio que nunca le habíamos visto en la celebración de ningún heterofestejo. Como si los gays fuesen de mejor calidad cuando son de la familia y aceptando por narices, al fin, que en todas partes cuecen habas sin que se hunda el mundo.
También pudiera ser que a base de ponerle medallas a tanta santa patrona y a tanto cristo del Gran Poder, finalmente se haya producido el milagro y que como Saulo de Tarso camino de Damasco, el pp se haya pegado, camino de Turquía, la gran hostia iluminativa y por fin, haya visto la luz. Ojalá. Cualquier camino puede llevar a Bruselas para que las cosas cambien un poquito, por lo menos. Un pp converso a la lucidez y a la ética sería un verdadero campanazo, algo así como ver al asno de Buridán saliendo de su callejón sin salida ante los dos montones de paja que lo llevaban loco con lo de elegir. O como ver a Rajoy salir de la Moncloa sin tener que ir acompañado por la policía judicial poniendole la mano en la cabeza mientras se sube al coche de la brigada camino del juzgado. Un milagro de antología. El milagro del milenio. ¡Aleluya, hermanos y que no decaiga!
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