jueves, 10 de marzo de 2016

El mundo al revés


los reyes y lópez madrid

El Gobierno investigará la publicación de los mensajes de los reyes en eldiario.es

El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, adelanta un posible delito de revelación de secretos aunque admite que estas investigaciones "son muy complejas". Catalá asegura que "preocupa el derecho a la intimidad y el secreto de las comunicaciones".

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Seguramente,  confundidos y  despistados, los españoles estamos convencidos de que ante un fenómeno de amparo y complicidad con la corrupción lo normal es que un Gobierno democrático en un presunto Estado de Derecho investigue a los que demuestran amparo y complicidad con los corruptos, sean quienes sean,  y que estén agradecidos a quienes denuncian los comportamientos cómplices y proclives al compadreo amistoso, poniendo por encima de la legalidad y de la decencia sus vínculos y afinidades.
Pero en España, esa España siempre tan different, tan simulada y deferida, tan de medallas militares a María, tan de blindajes, tan de reyes cazadores y toros de la Vega, tan de quita y pon para favorecer al forring office, tan arrogante para la chulería verbal y tan arrugada y encogida sobre sí misma a la hora de  cambiar las cosas de verdad y no de coña, tanto como los talantes y las fijaciones, parece que sucede todo lo contrario: se protege al preboste que mete la pata hasta las hombreras y se investiga al denunciante inocente y sin corromper que pretende -¡pobre infeliz!- que la Justicia se quite la venda de los ojos de una puñetera vez y vea lo que hay al otro lado de tanta distracción. 
Seguramente los españoles estamos en la inopia. Porque la realidad es bien distinta: blindaje para los 'yogui compis' de la familia irreal y leña a los que denuncian las consecuencias de un yoga tan mal asimilado. Y todo lo demás, pues eso, materia fecal, eso sí, de mucha alcurnia. La merde real no tiene ni punto de comparación con la mierda plebeya. Dónde va a parar. ¿Cómo se atreve el populacho zascandil de  los medios enemigos , antisistema, y sin clase alguna, sin pizca de  finura y elegancia of course, nada menos que a publicar datos y a informar sobre las intimidades amistosas de una monarquía tan ejemplar y tan lejos de esas vulgaridades que acaban, por amor, siempre por amor, ay, en el banquillo de los juzgados o en una abdicación como la de Eduardo VIII de Inglaterra, por ejemplo..?
Total unas bromas de nada que empezaron por unos inocentes sms, siempre, por supuesto, con la mejor intención, que la gentuza no comprende con sus miras tan cortas. Lo mismo que Rajoy con Bárcenas. "Luis, sé fuerte" y ese "nos conocemos, nos respetamos, nos queremos y lo demás, -pues, eso-: merde royal," son afinidades tan bonitas y delicadas, que no significan nada que no pueda arreglarse con una buena comilona de amiguetes, cuando el  héroe de Genóva vuelva de vacaciones en la nieve  y el lince de la economía empresarial tan fiel siervo de sus señores malestades, regrese después de dejar a los de Georgetown con la boca abierta y los ojos a  cuadros. Maravilloso y estupendo evento bipartito  digno del Hola. Pero, aunque muy legales según el pp y la tradición cortijil, en las antípodas de la ética.
España es así. En otro país menos different de la decencia normal y de la vergüenza natural, Rajoy habría dimitido hace dos años, por lo menos, y estaría dando cuenta en los tribunales por su gestión inmoral e irresponsable  después del Barcenasgate y lo que vino después y sigue viniendo cada día , en un país normal un presidente en decúbito supino político habría dimitido, más por vergüenza que por obligación y los reyes no se smsearían tan ricamente con ningún mangante de pedigrí, es más, en un país menos different, ni siquiera se concebiría que un dictador dejase en herencia una monarquía for ever & ever y que el invento durase la tira de años sin que nunca pase nada digno de mencionarse siquiera. Y cuando pasa algo no es que el pueblo  protesta por la estafa heredada y exige un referendum para elegir un modelo de  Estado que no sea el impuesto por un tirano y sus compinches, es que el régimen se cabrea si se descubren pasteles poco ejemplares en la exquisita  confitería de la realeza y sus escaparates. Pero no se cabrea con la realeza por la poca ejemplaridad de su pasteleo, es que se cabrea con los mecanismos de control de la Justicia y, como en el caso de la Gürtel, la toma y retoma, tantas veces como sea preciso, con los vigilantes de la democracia y de la transparencia para beneficiar a la gerifaltía coronada o principesca,  diputada o senadora, alcaldesa, presidenta, concejala, sobrina, cuñada, yerna, amiga del alma, yogui compa ....O lo que fuere menester, mi señor Don  Quijote, y Dios nos acoja ya confesados, que esta vez los molinos no son gigantes sino mangantes de finos oropeles y, os quiero advertir, si tenéis a bien emplear la lanza en astillero, que ni lo intentéis, que presto un ministro de la Ínsula Cacicaria caería sobre vos, cual cernícalo en plena cacería, con la disposición malsana de haceros picadillo y luego, por si el castigo no bastase, condenar a vuesa merced a galeras para el resto de vuestra triste vida, mi señor y noble hidalgo. Que señor os llamo como buen escudero, cual un López Madrid cualquiera llama a su rey para marcar la distancia entre realeza y bajeza, sin que sean la estatura ni las consideraciones de la decencia, apenas un óbice  a la hora de medir grandezas y méritos tan variados, que ya se pierde hasta el oremus en tales consideraciones, mi señor. A lo que Don Quijote, pasmado ante la clarividencia de Sancho, el leal escudero, respondió con una insólita cordura: "No quisiera yo, mi fiel Sancho, privar a la justicia de atrapar mangantes camuflados de molinos para engañar a las buenas gentes del pueblo y darles gato por liebre, enjuague por justicia y camelo por yoga, que no tengo medios ni disposición  para enfrentar semejante tarea, pero, vamos, que si me dejas el móvil, Sancho, amigo, llamo ahora mismo a la Santa Hermandad para que los trinque manu militari.  "Cuidado, mi señor Don Quijote -díjole Sancho- tenéos con lo del móvil y las noticias sobre la indecencia, que los carga el diablo y luego son los jueces que velan por la Justicia los que acaban pagando el pato que deberían pagar los mangantes disfrazados de molinos reales o fantasmas irreales, que hay disfraces para todo en las Carnestolendas de este reino mlhadado, y vuesa merced podría finiquitar cual moza de vida disipada por rastrojo. En el reino de la Ínsula Cacicaria las cosas no funcionan como en el reino de los seres humanos normales. Allí hay trasgos corruptos camuflados de lagarterana y dispuestos a todo lo peor con tal de vivir aferrados a los asientos y escabeles que cualquier trono dejado de la mano de Dios y volcado en las redes del mismísimo Belzebú, trono que preside y favorece con prebendas y dones, que a su vez, son correspondidos por el birlibirloque en viceversa de la costumbre tan enraizada de afanar todo caudal disponible a la altura de sus zarpas, que zarpas son y no manos humanas, mi señor Don Quijote".

Felicidades, Miguel de Cervantes, por el bendito centenario de tu ingenioso hidalgo. No sé qué dirías si estuvieses de nuevo entre nosotros y viendo el percal de este presente tan parecido al pasado y con tan poco futuro como ese mismo pasado según va la cosa. Pero no es difícil imaginarlo. Te queremos muchísimo, pedazo de maestro.


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