martes, 24 de febrero de 2015

La voz de Iñaki


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Hoy comienza el año electoral

EL PAÍS  



Ya nos gustaría y nos conformaríamos con que este año electoral que hoy comienza no derive en un suma y sigue de "daño electoral" para la ciudadanía, cuya única herramienta decisiva es el voto. Estamos tan hartas de palabrería sin sustancia y de tantos daños colaterales y efectos secundarios catastróficos derivados de las urnas, de tanta indefensión ante la tiranía de la incoherencia que deriva en tomadura de pelo general y en abuso cada vez más descarado, que cada día nos cuesta más esfuerzo hacer un acto de confianza y casi de fe cada vez más ciega y más suicida, en un intrincado enlodamiento lleno de trampas, de  mentiras, de "olvidos" estratégicos tipo "si me has votado no me acuerdo y de eso que dices que os prometí, tampoco; debió ser un error de comprensión, o una confusión vuestra, porque nosotros nunca fallamos y siempre tenemos la sartén por el mango ; basta con observarnos y escucharnos para deducirlo. Sois vosotros los que no dais una en el clavo esperando al Godot de los imposibles y sabiendo como está todo de mal; ¿qué pretendéis de nosotros, que desobedezcamos a los líderes del eurodesguace que nos guían e iluminan entre el proceloso oleaje de los negocietes político-cleptócratas? ¿quizás, que cumplamos utopías infumables? ¿ Tal vez igualdad?, ja. ¿Libertad, por casualidad? ¿para qué la queréis si con ella no vais a salir de pobres?, ¿DDHH?, venga ya! tonterias las justas, porfa, seamos realistas. ¿Justicia? Uy, qué risa, qué ocurrentes y qué sentido del humor tenéis a veces los mindundis y los  pringaos...Cómo se ve que no tenéis rodaje en el mundo de las sutilezas financieras y enjuaguistas y que desconocéis por completo la elegancia del tangar haciendo que parezca el sentido común de la gobernanza"
En fin, Iñaki, no es por desmoralizar, pero es lo que hay hasta el momento y las esperanzas de mejora que ofrecen los viejóvenes del más de los mismos, que están plantando sus puestos en el mercadillo del politiqueo aportan las mismas intenciones "bi" del presente estropicio; aunque pudiera ser que de momento el lavado de cara y el nuevo maquillaje tapando las arrugas de pasa de Corinto con el lifting de Rivera e Iglesias, pudiera crear un efecto visual a primera vista un poco menos sobado y rancio, con menos tufo a podre, pero de momento tampoco es que aporte lo que esperábamos: ciudadanía organizada y no un aparataje al viejo estilo bicutre-fashion. 

Necesitamos la participación organizada del tejido social, pero organizada por ese mismo tejido, no para enfrentarse y hacer la guerra interminable e inútil, sino para escucharse, dialogar, acordar y crear entre todos, en plural, un nuevo estilo de funcionar, de gobernarnos, de entendernos, de respetarnos y de ayudarnos mutuamente a crecer mejorando el pasado y sobre todo, el presente, para que el futuro pueda ser posible. 
De momento los egos, rabietas añejas, escondrijos torticeros, jugarretas sucias y dedazos caciquiles, son los de siempre, como el afán por utilizar a los ciudadanos como cromos de intercambio para pegar en el álbum del desgaste y del ninguneo sin más. Es triste; y demasiado cierto como para ignorarlo. Aunque, al fondo de la caja de PPandora siempre quede una luz y algún proyecto  sano que poner en marcha. Lo de la "esperanza", mejor dejarlo para mejores tiempos, que por lo visto, tal y como está la cosa, la carga el diablo y nunca se sabe a qué moto va a embestir y a quién puede atropellar en sus ataques de pánico escénico, antes de hacerse cargo de los destrozos causados. La esperanza. Dicen que es lo último que se pierde y eso es muy duro en ciertos, casos como éste. ¡Vaya por Diosh!

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