miércoles, 25 de febrero de 2015

Hoy, por escrito, la voz de Iñaki. El video no está.

Tal como lo fijó Rajoy en su discurso de la mañana, el debate sobre el estado de la nación no llega ni a debate sobre el estado de la economía. Es un debate sobre la contabilidad de la nación. Un arqueo de caja con pretensiones. El presidente, que exhibió un complejo de superioridad bastante desagradable, se hizo fuerte en los datos, que maneja con maestría, pero está atrapado en la coyuntura. Evidenció una vez más que no tiene un plan integral de país, ni estrategias de futuro ni en política territorial, ni en industria, ni energía, ni en cultura, ni en I+D+i, ni en medio ambiente, ni en nada de nada.

Pedro Sánchez estuvo duro y certero en sus denuncias y demostró buenas maneras, aunque se dispersó un poco por querer abarcar demasiado. Cuando amagó un esquema de futuro, creció. Y cuando la presión de las expectativas le llevó al cuerpo a cuerpo, donde están los aplausos fáciles, perdió consistencia. Su “yo soy un político limpio” fue como el cañonazo que anuncia a un político del nuevo tiempo.
Pero el 'ahora mismo' sobreexcitado por el 'ahora mismo electoral' tiene la emoción de las competiciones deportivas, pero es un vuelo gallináceo. España, lo mismo que Europa, está perdida en un presente de habitación cerrada, habitación sin vistas, sin ventanas al futuro.


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Merece la pena releer el último párrafo de Iñaki para entender el panorama de lo que se está cayendo: España, lo mismo que Europa, está perdida en un presente de habitación cerrada, habitación sin vistas, sin ventanas al futuro

Sin embargo creo que a pesar de ese panorama euroenrarecido, -y sin duda, a causa de ello-  la eclosión de ayer en el Parlamento de una Izquierda sana y convencida de su misión social y política, representada sobre todo por Pedro Sánchez y Alberto Garzón, fue la evidencia de que el alma social ha experimentado un cambio importante. Ha dejado de ser un habitual convencimiento minoritario y ha obligado a la vieja política a ponerse las gafas que corrijan su visión miope y a que quede en evidencia la nulidad de las componendas. Algo ha cambiado y el victimismo resignado está generando una fuerza social que ya ha llegado al Parlamento y está ocupando el lugar que merece, un empuje energético de la ciudadana desde la calle sobre el viejo edificio de las Cortes, no con fuerza física, sino con un nuevo potencial de inteligencia colectiva en acción que ha cuajado y hecho posible organizarse en brazos políticos institucionales como Podemos y Ciudadanos, que a su vez están haciendo posible que se remueva y se regeneren las viejas bases políticas de  izquierda hasta ahora incapaces de plantar cara al atropello y al encarcelamiento de la euro-habitación sin vistas ni ventanas ni puertas. Pero en esta ocasión no ha sido los políticos profesionales los que han tenido que convocar "masas" a su alrededor, han sido los ciudadanos los que han hecho que cambien los políticos de la Izquierda y comiencen a ver el panorama como es y no como les habían contado sus ideólogos y gurús obsoletos. Es la realidad social de una potencia nueva la que está generando una transformación histórica en tiempos completamente distintos a los conocidos "de siempre", ahora globalizados y al mismo tiempo fragmentados y atomizados, pero intercomunicados, en-redados. Un panorama donde constantemente todo está por hacer mientras se va deshaciendo. No hay parámetros viejos que abarquen este presente, en el que se funden pasado y futuro. Acción y reacción, activo y pasivo, confusión y lucidez. Un paso de un estado social y personal a otro nivel de conciencia y de métodos adecuados a esa conciencia naciente y cambiante.

Ayer quedó claro que la misma fuerza impulsora cívica que ha generado Syriza está viva también en España y ha llegado al Parlamento. No darse cuenta de esa novedad puede que sea un síntoma de estar encerrados voluntariamente en el mismo antro enrarecido de lo viejuno y sus miedos, sin alcanzar a ver las demás caras de la realidad, como le pasa a Rajoy y a su gobierno apuntalado por el horror vacui de la rigidez, por el escalofrío que produce la soledad del que sabe que ha perdido su batalla, su guerra, el conflicto social que él mismo ha perpetrado  y en el que se está deshaciendo, mientras la ciudadanía conquista un presente de conciencia y un futuro con mucho más que vistas: hechos y realidades en un presente distinto que ya está trazando las líneas de un futuro posible, que hasta hace poco no se vislumbraba siquiera o era cosa de locos y flipados. De "antisistemas" y ninis. 
¿Qué puede aportar un casta política a la que le preocupa mucho más que le llamen mafia o sinvergüenza que serlo en realidad o que la ofenda que la juzguen, más que haber cometido los delitos y desmanes  que han dado lugar a ser objeto de juicio? Ese tiempo agoniza. Y los pperos lo saben aunque no quieran reconocerlo. Lo demostró el miedo a escuchar la verdad objetiva, el salir de estampida tras la intervención de Pedro Sánchez para no afrontar la de Alberto Garzón que fue el remate, dejando solos frente al peligro a los ocupantes del banco del Gobierno, en el mismo estilo de Aguirre frente a la pillada en la Gran Vía o los viajes de Rajoy a Kazajistán o a la Antártida, si hace falta, cuando debería comparecer y dar explicaciones de las que no dispone ni alcanza a poner en claro. Todos hicieron caso a la recomendación práctica y tan pperamente insolidaria de Cospedal : que cada palo aguante su vela. La misma Presidenta Villalobos se desentendió de todo dándole a su videojuego favorito...después de sermonear a Coscubiela por llamar "capo" a Rajoy, en vez de dar un toque a Rajoy por ser el capo más desastroso de la historia del pp. 
En fin, se entiende que los mismos pperos no se aclaren con su propio berenjenal y salgan de estampida loca cuando se ven reflejados en el espejo de la realidad y con la mugre de sus mentiras al descubierto. 

Es cada vez más evidente que ni el pp ni el psoe volverán a ser los mismos tras este debate que ha sido el scanner terminal de estos cuatro  anni horribiles. Ya los ciudadanos, currando como hormiguitas sin parar, aunque oficialmente parados y estafados,  se han encargado de que así sea. Nunca tantos indefensos aletargados por la resignación y las mentiras oficiales padecieron la bárbara estupidez y el cruel saqueo de tan pocos.
Mucho me temo que la eurohabitación sin vistas tiene ya taladrados unos cuantos agujeros de dimensiones considerable en las paredes que permiten ver más de lo que parece.
Por lo pronto Grecia no sólo no  ha desaparecido del mapa y ha conseguido ser escuchada con respeto y que no la aplasten la troika ni el volumen de Merkel quitándose de golpe la faja ortopédica neocon y neolib. Por ese agujero practicado con el taladro de la coherencia social inteligente en las paredes blindadas del egoísmo salvaje, ya se ven cosas importantes más  allá de los tétricos muros del eurobunker diseñado sólo con vistas centrípetas sobre su propio ombligo cleptócrata financiero-mercantil.

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 Aquí va el video de Iñaki, que al fin se ha publicado en  El País. Más extenso el análisis y algo más detallado. Interesante complemento del comentario escrito.

 


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