lunes, 9 de febrero de 2015


Cuando la batalla está perdida

09 feb 2015

Q.K.
Investigador y miembro de econoNuestra



La batalla está perdida pero eso no es lo triste, lo triste sería no luchar, no oponer resistencia. Lo decía Michel Foucault pasado Mayo del 68, en un momento cuando el neoliberalismo ni soñaba que sería capaz de cimentar las sólidas estructuras de poder que hoy en día posee en Europa. Pero la batalla sigue perdida cuando…
Cuando ganar resulta más importante que crear conciencia en “la gente”, porque los medios forman parte del fin y una victoria sin convencer de lo que se cree, no es victoria y convencer resulta imposible sin apelar a argumentos ni concreción.
Cuando no se dice a la gente que no basta con ganar las elecciones y que cualquier cambio que se salga de la línea marcada por la agenda neoliberal es una batalla que necesita apoyos en la calle a diario, porque ganar no se trata de ir a votar un día y tener mayoría en el Parlamento.
Cuando por un puñado de votos no se denuncia a la casta más antigua de Occidente y se habla de respeto y de afinidad con este Papa porque dice que la pobreza es un problema y que la pederastia está mal. ¡Todo muy profundo, casto y moral!
Cuando el análisis es tan limitado que se divide a la población entre dos grupos, el 99% y el 1%, y se dice que el 1% es el problema y que todos los demás somos el 99%. Esto y no decir nada en este caso no es lo mismo, porque estando en silencio nos ahorramos escuchar tonterías, lo cual siempre está bien. El problema es el 99%, porque a los antidisturbios que reparten leña por 1.800€ al mes no les veo yo en mi mismo bando, ni al violador de Móstoles, ni a los de la matanza de Charlie Hebdo, ni el 50% de españoles que cree que hay demasiados extranjeros en España; de los nazis que reparten comida por los barrios y hostias por las barriadas mejor no hablar, pero creo que son más del 88 que del 99%.
Cuando se va a lo concreto, esta moda de la gente contra la casta cae porque es una falacia que no se sostiene, pero que va muy bien con nuestro tiempo de consignas fáciles y mensajes en no más de 140 caracteres. Plantear esta dicotomía como un análisis político de la realidad y pensar que las instituciones de poder se sostendrían si sólo se apoyaran en el 1%, es un razonamiento tan pobre que bien podría servir como argumento de una peli ligerita de Hollywood, es otro signo de lo perdidos que estamos dentro de la derrota.
Cuando el Presidente de la Comisión Europea es un ex primer ministro de un paraíso fiscal y el Banco Central Europeo lo dirige un hombre que ha hecho su carrera en Goldman & Sachs participando en el swap con el Gobierno griego que sirvió para ocultar parte de la deuda.
Cuando la misma institución, decide dar un puñetazo en la boca del estómago de todos los griegos cerrando el grifo de la financiación, sin que haya habido ningún incumplimiento de por medio, sólo por dar el gusto al Ministro de Finanzas alemán, para que fuera con el partido ganado al encuentro del día siguiente con Varoufakis. En la reunión, Schäuble no hablaba de la financiación de un país. Hablaba de que un solo griego que antes no podía comer ahora lo haga, es una victoria de Siryza que la derecha en Europa no está dispuesta a permitir, porque ellos van a servir de ejemplo para todos de lo que no hay que hacer. No importa el coste porque lo paga Grecia, y lo contrario es abrir la puerta a otra política económica, se trata de mostrar que votar a la izquierda no puede servir para mejorar las condiciones de vida. Siryza es el mal ejemplo que hay que corregir para enseñar al resto de Europa lo que pasa si votas mal.
Bajo la careta amable de la disolución de la Troika, se mostrará al mundo que lo que proponen en Grecia es inviable, que los mercados han hablado, que la incertidumbre que generan estos gobiernos no es lo que queremos. Cuando lo que los griegos acaban de vivir, es el chantaje por parte del BCE que ha enseñado su manual de “buenas prácticas” y su “independencia” cerrando el grifo de la financiación la noche antes de una reunión clave. Y todavía hay desde la izquierda habla de democratizar el Banco Central, a día de hoy es una idea tan delirante como tratar de democratizar a Hitler.
Algo está muy podrido cuando después haber salvado a la banca en toda Europa, a las autopistas en España o a Florentino Pérez con Castor, para salvar a los griegos debe pelearse con uñas y dientes y el 99% o “la gente” no sale a manifestarse de manera espontánea en masa. Esa podredumbre es la que realmente puede porque tiene los medios, la autoridad legal y no le hace falta extenderse porque ya está en todas partes allá donde hay un átomo de poder. 


Web: EconoNuestra
EconoNuestra es un colectivo formado por economistas –académicos, investigadores, estudiantes, periodistas– y por todos aquellos que, desde muy diversos ángulos profesionales, se quieren comprometer en el impulso del debate económico desde “otra visión”. Nuestra intención es la de contribuir al diálogo social y a las soluciones políticas con una economía diferente a la del fundamentalismo del mercado. Además, aspiramos a convertirnos en una plataforma de información, formación, propuesta y debate, desde una perspectiva de economía crítica, sobre aquellos asuntos que están en el corazón de la crisis sistémica y que, al mismo tiempo, conectan con la agenda estratégica surgida del movimiento 15M.

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