Tal vez la pérfida Alemania tenga algunas lecciones que darnos y a nuestro orgullo palurdete y "sobrao" no le guste aprenderlas. En la horrenda Alemania a los españoles los estiman más de lo que los españoles se estiman a sí mismos y son estimados por sus jerifaltes.
Los mismos alemanes no se explican como es posible que personas tan válidas, tan competentes y de tanta solvencia laboral y responsable, como son los españoles que trabajan allí (muchísimos, por desgracia para España y suerte para ellos y para los alemanes) ; nos preguntan qué pasa aquí. Por qué hay tal desastre inexplicable dada la calidad de las personas que habitan esta península y dada la corrupción política, administrativa, institucional, bancaria y empresarial. No se explican que se vote siempre a los mismos que lo hacen tan criminalmente mal. Ni que no estén en la cárcel en vez de gobernando. Y nos preguntan si es que aquí no hay partidos ecologistas, ni alternativos, que estén por los valores éticos y decentes. Y les decimos que no, que sólo son cuatro gatos que se tienen que asociar con otros para poder cotizar en el Parlamento como fuerza política exigua y anémica.
Ellos alucinan, pero comprenden la relación entre causa y efecto bastante mejor que los españoles que aún no conocen empíricamente otra cosa ni se imaginan lo que cambia una sociedad sin parasitismo endémico y mangurrutos a troche y moche.
Los mismos alemanes no se explican como es posible que personas tan válidas, tan competentes y de tanta solvencia laboral y responsable, como son los españoles que trabajan allí (muchísimos, por desgracia para España y suerte para ellos y para los alemanes) ; nos preguntan qué pasa aquí. Por qué hay tal desastre inexplicable dada la calidad de las personas que habitan esta península y dada la corrupción política, administrativa, institucional, bancaria y empresarial. No se explican que se vote siempre a los mismos que lo hacen tan criminalmente mal. Ni que no estén en la cárcel en vez de gobernando. Y nos preguntan si es que aquí no hay partidos ecologistas, ni alternativos, que estén por los valores éticos y decentes. Y les decimos que no, que sólo son cuatro gatos que se tienen que asociar con otros para poder cotizar en el Parlamento como fuerza política exigua y anémica.
Ellos alucinan, pero comprenden la relación entre causa y efecto bastante mejor que los españoles que aún no conocen empíricamente otra cosa ni se imaginan lo que cambia una sociedad sin parasitismo endémico y mangurrutos a troche y moche.
En la región autonómica de Frieburg-Bisgrau, hace 25 años que gobiernan los verdes. El partido de Merkel es una minoría y los socialdemócratas un poco menos minoría.
En Alemania las horas de sol están contadas; pero la luz solar va con el día y se aprovecha siempre, sacándole un rendimiento fantástico. ¿Os imagináis qué haría Alemania con todo el calendario solar de nuestra Celtiberia? Y sobre todo qué haría una Alemania verde, como la zona de la Selva Negra. Pues exactamente lo que está haciendo ya. No se necesita tanto "huerto solar", mejor dejar los cultivos para que no nos falte el sustento, potenciar la agricultura de calidad biológica y exportable y colocar las placas solares en las cubiertas, azoteas deshabitadas y fachadas de los edificios de todas las ciudades y pueblos. Sólo con los miles de millones de euros que se han tirado por la borda en construcciones de burbuja indecente, se habrían podido levantar y transformar verdaderas ciudades autosuficientes en energía. Exigiendo a los constructores para conceder el permiso de obras, que las cubiertas de los edificios sean placas fotovoltaicas. Y promover la fabricación de éstas en vez de materiales convencionales para los tejados, fachadas y terrazas. Las placas también dan dinero, pero lo dan a cambio de algo inteligente y facilitador de vida. No sólo de negocio al precio que sea, como por ejemplo, la salud y el bienestar.
Con ese tipo de cubierta "solar" no sólo se ahorraría una millonada en petróleo y el cambalache mucho más complicado de la energía hidroeléctrica, sino que además la temperatura en verano sería mucho más fresca dentro los edificios urbanos, especialmente en los pisos más altos, con el ahorro importantísimo en refrigeradores de aire, con cuya disminución bajaría de un modo natural la temperatura ambiente. Las ciudades en verano son verdaderos hornos crematorios con el vertido infinito de aire tórrido procedente de la insolidaridad térmica de una ciudadanía tan comodona como maleducada y egoísta. Además de mejorar muchísimo los males del calentamiento atmosférico y paliar los efectos de la desertización climática.
Me pregunto, si cuando Rajoy y sus huestes se pasean tanto por Europa por qué no se informan de lo que se puede aprender de esos contactos. Por qué el gobierno no pregunta a otros gobiernos sobre planes de mejoras e iniciativas en otros países, e invierte en infraestructuras ecológicas que son el único futuro que nos queda como posible a los pobladores de este "primer mundo" corroído por la torpeza y la ambición, sobre todo en precarios países de moral distraída y manos largas. Como el nuestro. Ya que pagamos cada vez más impuestos y tenemos menos derechos, que al menos ese dinero que nos recortan sirva para crear empleos en la fabricación de material y en las reformas de adecuación a la nueva energía limpia y renovable, en vez de llenar las arcas de los partidos y las cárceles de parásitos a los que hay que alimentar, encima de que no devuelven ni cinco. Es el colmo, acabar siendo "caritas" para Bárcenas, Díaz Ferrán, etc, etc...Que los pongan a trabajar en la fabricación de placas fotovoltaicas y que esos trabajos se mantengan con lo que han robado y se les expropie.
Gallardón debería estar promulgando leyes así. Regeneradoras. Innovadoras de verdad. Incluyendo en el código del derecho penal el delito de descuido y agresión a la naturaleza y al hombre que la habita y la obligación de repoblar lo quemado y penalizar a las constructoras que compran y encementan terrenos quemados para construir contra natura y vender al fantasma de la ópera, porque ya no hay quien compre nada. Y Hacienda debería desgravar a los inversores en ese tipo de proyecto limpio. Cuanto más trabajen para el bien común, más ventajas fiscales. No para los que más roban y son "premiados" con devoluciones escandalosas.
En Alemania los sueldos más altos pagan un pasta. Y a nadie se le ocurre hacer trampas, no sólo para evitar el marrón de que los pillen, que los pillarían, sino sobre todo, porque tienen inteligencia y cultura suficientes para valorar cosas que valen más que el dinero: como un estado de justicia, solidario, de paz social, de derechos y deberes cumplidos . De servicios inmejorables y donde nadie se queda sin techo, sin comida, sin escuela y sin asistencia médica y hospitalaria porque "no tiene papeles", no se puede pagar la hipoteca, le ha caducado el subsidio del paro o está imposibilitado o no tiene pensión en su vejez. Eso sí, los pensionistas de la burguesía y la clase media tienen que echar mano de los minijobs para poder completar su pensión. Pero ellos mismos aunque se quejan del engaño de la banca con el tema de los planes de pensiones, te confiesan que prefieren tener que trabajar un poco para salir adelante y que a nadie le falte lo fundamental.
Lo mismo que aquí, ¿verdad?, donde en una manifestación ya se incomodan porque unos son sindicalistas y otros no, y mejor ir con este sindicato y esta pancarta que con el otro que les cae fatal... y si no la convocan los "míos" no voy. Cada uno en su burbuja y el caos en la de todos.
Por eso quienes son de alma grande, funcionan tan bien. Y dan tanta rabia ¿verdad?; será que la miseria innata, la cutrez ética y la insolidaridad del parasitismo chupasangres, conlleva envidia adosada y contagiosa. Y eso sólo se arregla dejando la religión para la catequesis parroquial y para la antropología, y poniendo la ética y su práctica como asignatura fundamental. Creando escuelas de valores para adultos, jóvenes y niños, en los barrios y exigiendo la asistencia a ellas como conditio sine qua non para trabajar y ser contratados. Uno es libre de no asistir, pero sin ese aprendizaje no encontrará quien libremente lo contrate. Como se exige el carnet para poder conducir. Si eso se hace sólo para llevar un coche que, en definitiva es nada más que una lata con ruedas y motor, ¿no sería mucho más importante exigir un aprendizaje ético-práctico para conducir la propia vida y evitar accidentes en las vidas de los demás?
Ehpaña, poddió, deja ya de irritarte con los demás países de Europa y pon remedio a tu mediocridad aceptada como una penitencia que no te merecerías si no te empeñases en mantener la misma rutina mental, emotiva, rabiosa, quejica, envidiosa e inoperante. Plántate y plántalos. NO PAGUES MÁS A HACIENDA. Sal a la calle y no entres en casa, hasta que el Parlamento se haya ido al paro en pleno. Y no seas tan cobarde, que eso no se hace de uno en uno, sino todos a una como Fuenteovejuna. Y no habrá hacienda que nos pare. Leélo en Lope de Vega. Que los libros más antiguos que Milenium y El Señor de los Anillos no muerden , y todavía tienen mucho que aportar. Y si no, puedes engancharte a Erasmo de Rotterdam, a Tomás Moro, a Aristóteles, a Platón, a Dante, a Jovellanos, a Voltaire, a Descartes, a Pascal...a Séneca, a Cicerón, a Bartolomé de las Casas... hay bibliotecas públicas que son gratis. Aprovecha antes de que el pp las convierta en casinos o en clínicas de re-pago. Verás que siempre se han cocido las habas de la mediocridad, pero sólo hicieron historia y pudieron cambiar algo a mejor, quienes renunciaron a hincarles el diente y buscaron salidas nuevas y más inteligentes para el menú.
Ánimo, compis, que si superamos esta capa asfixiante de mierda consentida, cultivada y votada, nunca volveremos a lo de antes. Por éstas!Como Scarlet O'Hara en Lo que el viento se llevó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario