lunes, 29 de julio de 2013

Cada cosa en su sitio y el pp en todas partes. Como dios o como una vulgar esquizofrenia de pulpo

Cobos asesoró al Partido Popular desde 1992

María Fabra Madrid (El País)
El presidente del Tribunal Constitucional no solo ocultó su militancia en la comisión de nombramientos del Senado, también escondió varios trabajos de asesoramiento a los populares

Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Constitucional. / ULY MARTÍN

::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Yo soy el ppero hispano
terco, corrupto y "leal"
mientras dinero haya a mano
y todo chanchullo inmundo
se disfrace de "legal".

Mi código es infinito
un chollo de quitaypón
y adaptable como el látex 
al enjuague y el pastón;
soy la reserva amoral
de un pasado que da asquito
pero a mí eso me da igual
si donde ponen yo quito
y me empeño en ver el bien
donde voy haciendo el mal
y hago todo el mal que puedo
donde otros hacen un bien
que para mis intereses
es un asunto fatal
que en cuestión de florituras
siempre habrá algún tribunal
que me planche las costuras
y me deje hecho un sanluís
limpio como una patena
puro, como flordelys.

¿Y qué culpa tengo yo
si me parieron así? 

¿Qué culpa puede tener
una criatura inocente
que nace en una familia
noble, cristiana y decente
donde todo está tan claro
desde la más tierna infancia,
donde derecho y pernada
viven en perpetuo abrazo
y donde estudiar "derecho"
para que nada se tuerza
es la herencia más preciada
y donde prosperidad
puede ser el sumaysigue
que da valor al cohecho
y al indefenso persigue
cuando no le queda pasta
para poder defenderse
sobre todo si no tiene
ni techo donde acogerse?

¿Qué pedigrí se equipara
al de un notario elegante
al de un serio magistrado
o al de un buen registrador
de propiedades menguantes
que dejan una fortuna
hasta por devaluarse
o ser piraña trucada 
de abogado del Estado
que chuta de pufo en pufo
sin ser jamás imputado
porque se las sabe todas
en derecho comparado
y en sueldos de porcentaje
diferido y simulado?

No soy culpable de nada;
la ley está de mi parte
pero si eso así no fuere
con el manejo que tengo
y las vueltas que le doy
puedo convertirla en ERE
hasta dejarla en el chasis
si es que incordia demasiado
y su cambio nos conviene;
y aquello que era un derecho
de plena ciudadanía
yo lo transmuto en delito
si es que el trinque se avería,
pero en cambio si el negocio
va marchando viento en popa
y la ley saca las uñas
con sus tontos miramientos 
y con sus ñoños remilgos
para chafar la bicoca,
siempre le bajo los humos
y allí donde dice digo
la fuerzo a que diga diego
y le aplico un buen recorte
si los business  trastoca.
Que para eso me sirve
vestir puñetas y toga.

No sé qué quiere la gente
ni por qué una prensa "roja"
de corte minoritario
marginal y poca cosa,
se empeña en ponerme verde
si a mí me pone lo negro
aunque tengo el alma azul
como los montes del El Pardo,
como el cielo de la iglesia 
y la falange de siempre,
como la sangre real
o las siglas del pp
y sus ppitufos ruppestres
que saltan de banco en banco
mangando las ppreferentes
y de desahucio en desahucio
por lontananza se ppierden
para llevárselo crudo
a otro cielo más ppotente
más tangible y más seguro:
el pparaíso fiscal
donde lo que va no vuelve
como suele suceder
con los cielos que han pintado
los mitos de los "creyentes"
de todas las religiones
mientras ellas se alimentan
de prebendas y rehenes
del miedo y los rifirrafes
con que ex/o-primen a sus "fieles"

A veces siento por dentro
la sombra de una sospecha,
de una duda irreverente
y no sé a cuento de qué
me susurra muy bajito:
"¿Estás, seguro, PPaquito,
de que lo que estás haciendo
se ajusta de cabo a rabo
a las leyes que estudiaste? 
¿Podrás dormir por las noches
cual magistrado decente
si firmas esa sentencia
que la verdad empobrece
y la justicia desguaza?
¿Por qué defenestras jueces
que piensan el contenido
ético de la cuestión
más que en obedecer formas
de una torpe erudición,
por qué la tomas con ellos
en vez de trincar chorizos
que están dejando en la espina
a esa patria que predican
al tiempo que la exterminan?
¿Por qué robar una bici 
se merece cinco años
de punición preventiva
y es delito que le falten
dos euros a los impuestos
hasta amenazar embargo
con la avidez y el recargo
de una Hacienda descosida,
pero devastar la banca
para llevárselo crudo
y desplumar al Estado
con plena ley del embudo
es virtud mientras consiga
comprar voluntades flojas,
políticas sin vergüenza
y morales distraídas?"

Confieso que odio esa voz
porque no puedo callarla.
Y no sé de donde sale
ni de qué pamplinas habla.
Desconozco la razón
que me altera y me encabrita
y el porqué de su insistencia,
de la perra que ha cogido
con pillarme por sorpresa
cuando menos lo imagino.

A veces veo fiambres
como en El sexto sentido
Una conciencia cadáver
que observa con insistencia
la lista de mis olvidos,
esos agujeros negros
en que las leyes de ayer
por el desagüe se han ido. 

Y por más que le he encargado
funerales y responsos 
y requiems de lo más fino
la puñetera conciencia
no se da por aludida
se me cruza en el camino
y en su silencio parlante
me está amargando la vida
no porque yo le haga caso,
que no me importa un comino
y además me reppamppinfla,
es porque la somatizo
aunque mi mente no quiera
mi cuerpo se cobra il pizzo 
que es el impuesto "ilegal"
por no procesar chorizos
en vez de gente normal,
por perdonar los delitos
de sustancia criminal
y condenar inocentes
que los quieren denunciar.

Mi destino es mi condena.
Parece que puedo todo
y que nada se resiste
al poder de mis sentencias
y hasta a veces me lo creo,
pero no podré jamás
con la voz de la verdad
que me sopla en la conciencia
y me recuerda el deber
que me exige la coherencia
la moral sin componer
que deriva en componenda,
cuando me invaden los miedos
en la negra soledad 
donde conmigo me quedo
sin que haya más señorías
con las que poder contar.

Ni el vuelo de la gaviota
ni el rigor del tribunal
ni el roce del monedero
ni mil sobres que le añadan
la mayor ristra de ceros
al número que acompañan
ni el país en bancarrota
ni el triunfo de los pperos
que a la justicia derrota
ni el morbo que sin querer
produce la impunidad
pueden llegar a ocultar
ese agujero tan negro
que no sé como evitar

Es el drama silencioso
del que creció para el vuelo
como un águila imperial
de la ley y la justicia
y termina en el corral
con las alas desplumadas
y convertido en gallina

No me llamen señoría
porque vergüenza me da.


 











 











No hay comentarios: