Como los cangrejos, talmente. No es muy lúcido confiar las riendas de un partido político a quien no es capaz de sacarse en limpio unos estudios y necesita hacer trampas porque no da más de sí. Si el pp tuviese dos dedos de frente, ya no existiría, visto lo visto. Estaría refundándose y renovándose a mejor, claro, y no en este plan, lanzado en monopatín sin frenos hacia lo peor, como ahora. La ciudadanía cada vez más despierta y menos crédula, le ha liquidado la vanguardia, le ha quitado la máscara y ya no traga más ppodredumbre, vox le ha fundido la retaguardia con la caballería de la Orden de Santiago, y c's les ha dejado sin andamio ni trampantojo, que le tape las ruinas, de las que la Comunidad de Madrid es la única gestora indiscutible para acabar el remate. No les queda más intendencia que la corrupción, porque el miedo, después del paso de Rajoy, hace tiempo que no lo da la izquierda, el miedo lo dan ellos más que nunca, porque ya la capacidad para generar miseria de lo más estable, no se les supone, se ha comprobado in situ.
Y mira por donde, van a estrellarse en el mejor territorio para el experimento: Euskadi, liquidando y obstruyendo a lo menos impresentable que les quedaba en el almacén arqueológico, que tampoco es como para echar cohetes, pero sí menos vergonzante que una aznaridad fatalmente casada con lo peor de sí misma.Hay ocasiones en que estar tan mal casados es lo peor. Y un divorcio a tiempo hubiese sido mucho más recomendable que unas bodas de plata o de oro pintadas con purpurina para que no se vea que son de plomo. Agur, pp. Ainsss, quina paciencia, Dèu meu!
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