Entrevista Teresa Rodríguez: "Dejar el espacio de la impugnación a la extrema derecha les hace crecer y achica el nuestro"
"Que soy parte de Adelante Andalucía es algo que nadie me puede negar, entre otras cosas porque Adelante Andalucía lo he construido con mis manos entre otras muchas manos. Yo quiero ser parte, seguir siendo parte. No quiero ser la propietaria ni la que lidere por decreto ni muchísimo menos", afirma Rodríguez en este encuentro con Público
sevilla
El sol y el mar de Cádiz son para Teresa Rodríguez (Rota,
1981) una propuesta de solución a cualquier ecuación –por incierta que
parezca en su origen– que se plantee. Atiende a Público en el café bar
Santa Catalina. Es viernes, 14 de enero. Se acaba de tomar un zumo de
naranja a la vera del océano.
Rodríguez
viene de anunciar en Sevilla –un día antes– una decisión trascendental:
deja la dirección de Podemos en Andalucía para centrarse en construir el
proyecto en el que lleva trabajando desde hace tiempo, Adelante
Andalucía, entendido al modo de En Comú Podem, que tenga con Unidas
Podemos "relaciones de confederalidad y cooperación".
El paso que ha dado
ha causado reacciones de todo tipo, a favor y en contra, y una cierta
incertidumbre en todo el ámbito político, social y sentimental que se
ubica a la izquierda del PSOE en Andalucía.
¿Por qué ha tomado esta decisión?
Porque necesitamos
un sujeto propio andaluz. Y no es porque piense que es la mejor forma de
tomar yo las decisiones y no tener que pedir permiso a nadie, sino
porque estamos huérfanos de ese espacio andaluz y lo necesitamos por
varios motivos. Los datos sobre desempleo, desahucios, PIB per cápita,
esperanza de vida nos revelan que la brecha con el resto de España y de
Europa no se reduce 40 años después del 28F. Se amplía.
La crisis nos ha
afectado más que a nadie. O tenemos en cuenta en el análisis esa
realidad o no la vamos a cambiar incluso gobernando. Es como con las
mujeres. Si uno no hace un análisis feminista de la realidad, uno no va a
acabar con las desigualdades de forma espontánea, con privilegios de
unos respecto a otras.
Por tanto, hacemos
ese análisis de la situación de Andalucía que nos permita implementar y
proponer medidas para acabar con esa realidad, que es también lo que ha
hecho el movimiento feminista, ser consciente de esa discriminación,
analizarla y poner soluciones muy concretas para corregirlas.
Por otra parte,
todos los cambios sociales vienen de un proceso de autoestima colectiva,
vienen de una situación de desigualdad, de un proceso de empoderamiento
y en ese proceso se adquiere la conciencia para poder cambiar esa
realidad. Eso ha pasado con las mujeres y también podría pasar con
Andalucía.
Y hace demasiado
tiempo que Andalucía no tiene un proceso colectivo de autoestima como
fue el 4D de 1977 o el 28 de febrero y todas esas imágenes que vemos en
blanco y negro y parece que son de otro país y que no han ocurrido en
esta tierra. La identidad andaluza es y ha sido siempre una herramienta
de autoestima y hoy me atrevería a decir que es una identidad escudo
progresista frente al españolismo rancio y excluyente de Vox.
Por último, la
reivindicación andaluza ha estado siempre vinculada a la cuestión
social. Es decir, las reivindicaciones nacionales de Andalucía tienen
que ver con las cosas de comer. Acabar con los marcos de austeridad, de
recortes, de precariedad, de políticas antisociales. Y ahí el
andalucismo aporta a la clase trabajadora del resto del país. También se
dice del feminismo. Las políticas feministas son buenas para todo el
mundo, no solo para las mujeres. Entre otros, por estos motivos, creo
que es muy necesario crear este espacio. Y quienes creemos eso, queremos
seguir construyéndolo.
Yo estoy segura de
que hay espacio y necesidad de ello. Además, en este momento en el que
la aritmética parlamentaria hace que los partidos territorializados
adquieran un protagonismo excepcional, no podemos permitirnos el lujo de
estar ausentes. Catalanes, vascos, gallegos, canarios, valencianos,
cántabros y hasta turolenses, ponen legítimamente en el centro de la
política española sus necesidades y asuntos, nosotros también queremos,
lo necesitamos.
Podemos, IU. ¿Quiere que este viaje sea con esos compañeros?
Sí. Y haremos todo
lo necesario para recomponer las confianzas que se hayan podido romper
en este proceso. Pero también le pedimos a IU que comprenda que esto que
ha ocurrido en estos días no es un cambio sustancial de lo que en su
momento acordamos para Adelante Andalucía y no deja de ser una cuestión
interna de Podemos.
Es decir, es un
acuerdo entre la dirección estatal de Podemos y la dirección actual
andaluza para hacer una separación acordada donde se firma el compromiso
de una actitud de colaboración, cooperación y de reencuentro a
medio/largo plazo y también de cooperación cotidiana. Es una cuestión
interna de Podemos. No ha habido una ruptura exactamente, sino una
separación acordada.
No hay ninguna
voluntad de apropiarnos del proyecto común. Mi dirección, mi equipo, la
gente con la que me organizo en las provincias, trabajaremos para
construir la casa común. Estamos diciendo: no nos presentamos a la
próxima asamblea ciudadana y nos vamos a dedicar a tirar del proyecto
Adelante Andalucía, que hasta ahora solo se ha puesto en marcha como
marca electoral y grupo institucional en Ayuntamientos y Diputaciones y
en el Parlamento, pero no como proyecto político de movilización, con
campañas propias, de trabajo en los barrios, en los pueblos de
Andalucía, en las comarcas. Queremos profundizar en ese proyecto que de
momento se ha quedado en el ámbito institucional.
¿Ha hablado con IU, con Toni Valero?
Sí. Yo había
hablado con Toni antes de la rueda de prensa del jueves para instarnos a
un encuentro que me gustaría poder tener pronto. Y por otra parte,
también han hablado Pablo [Pérez Ganfornina, secretario Político de
Podemos Andalucía] y Ernesto [Alba, secretario general del PCA]. Nos
hemos invitado a sentarnos tranquilamente y a contarnos lo que ha
pasado, que es una cosa que ha sucedido en el marco de Podemos, pero que
entendemos que afecta también a IU.
Hay una inquietud cierta sobre el nombre Adelante Andalucía. En lo formal, ¿Os ubicáis dentro de Adelante Andalucía o Adelante Andalucía sois vosotros?
No, por favor.
Tenemos acuerdo con las organizaciones andalucistas, con las que hemos
hablado, y que, en principio, han saludado la iniciativa que hemos
tomado.
¿Por qué no somos Anticapitalistas?
¿Por qué no somos Anticapitalistas?
En mi equipo de
dirección no todo el mundo es de Anticapitalistas ni en los equipos
provinciales que van a seguir trabajando en la misma línea que hemos
propuesto somos todos anticapitalistas, es una cuestión de respeto a la
militancia. Hay gente que somos de anticapitalistas y no tenemos ningún
problema en decirlo. Es una organización fundadora de Podemos, que ha
expresado las ideas con mucha honestidad.
Yo he sido
coordinadora de Podemos Andalucía y he trabajado con un grupo de
personas que lo que dijimos el jueves es que no nos presentamos a la
próxima asamblea, porque creemos que la nueva dirección debe estar en
sintonía con la estrategia del Gobierno de coalición con el PSOE. Mis
lealtades y pertenencias están con toda esa gente.
Lo que no termina de entenderse es cómo se va a configurar todo el escenario a partir de mayo.
Efectivamente, hay incertidumbre sobre eso, pero habrá que acordarlo. Ya está. No pasa nada.
El periodo hasta mayo, ¿Se lo marca como un periodo para lograr que todo funcione en la confluencia en un tono similar al vídeo con Iglesias?
Sí. Queremos que esto se haga de forma ordenada, tranquila y coherente.
¿Es consciente de que esto puede acabar en los tribunales?
¿Por qué?
¿Van a dejar IU y Podemos que la marca Adelante Andalucía, en un escenario en el que no se pongan de acuerdo, se vincule alegremente con ustedes?
Yo no quiero que
se vincule a nosotros. Quiero que se vincule al proyecto y a la idea. No
puedo borrar toda mi trayectoria personal y decir que soy una persona
anónima que nadie conoce. En muchos medios de comunicación han dado por
hecho que Teresa Rodríguez va a liderar Adelante Andalucía ¿Cómo voy a
liderar Adelante Andalucía? Eso lo tendrá que decidir Adelante Andalucía
quién va a liderar.
Yo lo que digo es
lo que voy a hacer, que es: no me voy a presentar a la Asamblea de
Podemos en Andalucía y me voy a poner a impulsar Adelante Andalucía.
Hacerlo como persona independiente es una posibilidad, hacerlo dentro de
otra organización, habrá que verlo. Lo que quiero es construir Adelante
Andalucía.
Y acordar la
fórmula en la que podamos aportar lo mejor de nosotros mismos, porque
somos muchos. Tenemos muchos concejales, diputados, gobiernos
municipales. Y ver de qué forma podemos ampliar el espacio. Hay que
abrir el proyecto a otras organizaciones y personas y hacer de Adelante
Andalucía un sujeto y no solo una coalición electoral, esta idea no es
nueva y estuvo presente desde su manifiesto fundacional.
Ha recibido acusaciones de apropiación de la marca Adelante Andalucía.
No es la
intención. Que soy parte de Adelante Andalucía es algo que nadie me
puede negar, entre otras cosas porque Adelante Andalucía lo he
construido con mis manos entre otras muchas manos. Yo quiero ser parte,
seguir siendo parte. No quiero ser la propietaria ni la que lidere por
decreto ni muchísimo menos.
Cuando digo soy,
digo somos, porque formo parte de un colectivo de personas que
consideran que Adelante Andalucía tiene mucho que aportar. Esa es la
discusión, no es un debate formal. Lo que tenemos que resolver con las
organizaciones y personas que forman parte de Adelante es si Adelante
Andalucía debe ser un sujeto propio andaluz con voluntad de cooperación
confederal al norte de Despeñaperros o si la vamos a limitar a ser la
sucursal andaluza de Unidas Podemos o la delegación del gobierno de
coalición.
Es esto lo que hay
que clarificar, porque Adelante Andalucía no nació para ser Unidas
Podemos de Sur. Aspirábamos a ampliar más el espacio y a dar por hecho
unos mínimos de autonomía.
¿Habló con Iglesias acerca de la nueva dirección de Podemos o no llegaron a hablar de eso?
No, porque Pablo
Iglesias tampoco puede hablar por la nueva dirección de Podemos en
Andalucía. La van a decidir los inscritos. Yo lo que voy a intentar es
convencer a la nueva dirección de Podemos en Andalucía de que Adelante
es un proyecto oportuno y necesario, y a mostrar una actitud de máxima
cooperación y colaboración. He dirigido Podemos Andalucía desde que se
fundó y, aunque discrepe en cuestiones importantes, esa organización
también me duele.
¿Se va a quedar completamente al margen del relevo en Podemos en Andalucía?
Sí. Completamente al margen.
Cuando llegue mayo y deje la dirección de Podemos, ¿Cómo se van a organizar?
De aquí en
adelante habrá que decidir. Hay que ver cómo hacer las cosas de común
acuerdo con todas las personas. La estructura orgánica de Adelante
Andalucía está por decidir. Lo que hay es un grupo motor. Es lo que hay
hasta ahora. Y una de las discusiones que tiene sobre la mesa es el
reglamento de Adelante Andalucía. O sea, cómo nos vamos a organizar.
¿El grupo motor es la clave?
De ahí tendrá que
salir la propuesta de reglamento para organizar la entrada de nuevas
organizaciones y personas a título individual, la toma de decisiones…
Cuando se siente con Toni Valero, ¿Va a hablar de esto con él?
Sí, claro.
¿Es, en el fondo, la misma discusión que llevan teniendo desde hace tiempo?
Al final, hablamos
de cuestiones de organización, pero están las cuestiones políticas. Es
decir, ¿nosotros vamos a hacer de Adelante una organización que ponga
las necesidades andaluzas en el centro y que sea capaz de tener una
actitud con el nuevo Gobierno de reivindicación y de reclamación de los
intereses de esta tierra o vamos a ser la delegación del gobierno en
Andalucía?
Ese es el debate
político que hay que clarificar. Y creo que es necesario crear una
fuerza política que desde una perspectiva de colaboración con Unidas
Podemos tenga también una actitud de reivindicación y exigencia, porque
si no, le vamos a dejar la bandera de Andalucía a Juanma Moreno, a un PP
que nunca la quiso ni la defendió.
¿Por qué ha elegido este momento para hacer este movimiento?
Me parece que en
el momento en el que estamos, que faltan tres años para las elecciones,
es el momento mejor para consolidar Adelante Andalucía. Para mí, hubiera
sido un drama que esto hubiera pasado a dos meses de las elecciones,
pero tenemos tiempo suficiente para consolidar Adelante Andalucía como
proyecto.
Poner todos los
huevos en el cesto del cogobierno es dejarle el espacio de la
impugnación y de la reivindicación a las derechas. Eso es un drama. En
otros países europeos, la cara oscura de los gobiernos de coalición con
la socialdemocracia ha sido el crecimiento de la extrema derecha.
Cuando dejamos a
la extrema derecha el espacio de la impugnación y de la indignación ante
el fracaso de las políticas socialdemócratas estamos metiendo la pata,
porque a ellos les hacemos crecer y achicamos nuestro espacio.
Eso de que porque
vamos juntos con el PSOE hacemos crecer el espacio de la izquierda, eso
no ha sido una realidad contrastable en ninguna parte ni en Francia, ni
en Italia, ni en Alemania, ni en Andalucía. Todo lo contrario. Ha
achicado el espacio de la izquierda y ha ampliado el espacio de las
derechas como espacio de impugnación.
Veo muy difícil en
esta coyuntura, con el corsé comunitario, las políticas de déficit, de
austeridad, las imposiciones del euro, que se sea capaz desde el
Gobierno del Estado de hacer muchas más cosas que políticas simbólicas
que son importantes y que corregir algunas barbaridades que se han hecho
durante la crisis en el ámbito laboral. Veo difícil reducir la pobreza
laboral, recuperar los niveles de inversión social y productiva respecto
al PIB que teníamos antes de la crisis, lo veo muy complicado.
Lo que revela el
debate del IVA es que no hay dinero en las arcas públicas y dificultades
serias para implementar políticas sociales y cambios estructurales, y
eso va a seguir siendo así. Para eso está Calviño. Por tanto, alguien
tendrá que estar para recoger la indignación que generan las políticas
de déficit y deudocracia que tenemos en este país. Si se lo dejamos a la
derecha, no estamos ampliando el campo de la izquierda.
En Italia, tenemos
el ejemplo del cogobierno de Rifundazione, que viene del Partido
Comunista más grande de Europa, y Prodi, del Olivo. Consecuencia:
desaparece Rifundazione y la extrema derecha crece brutalmente. En
Francia, con el cogobierno de Jospin del PSF, igual. Bajón del PC
francés y crecimiento de la extrema derecha contra las políticas progres
que no resuelven los problemas de la gente trabajadora.
En Andalucía el
cogobierno Valderas-Griñán, en el que el propio Valderas anunció como
Vicepresidente los peores recortes de la historia de Andalucía. Luego,
caída de IU e instrumentalización de Susana Díaz de todos sus logros.
El cogobierno en
Castilla La Mancha, que ha hecho desaparecer a Podemos y consolidarse al
PSOE y a Vox; la bajada del partido de Oltra tras la primera
legislatura del pacto del Botanic… Ojalá la historia cambie porque las
personas de Podemos que están hoy en el gobierno tenga la oportunidad,
la valentía y la inteligencia para romper esta tendencia, pero hay
motivos para valorar los riesgos de la operación.
¿Hasta dónde quiere llegar? ¿Una especie de partido andalucista independiente o algo como En Comú Podem?
Yo pongo muchas
veces el ejemplo de En Comú Podem. Relaciones de confederalidad y
cooperación. Así, cuando llega el debate de presupuestos, uno puede
tener un espacio para hablar de las inversiones necesarias en su tierra.
Nosotros nos hemos hurtado ese espacio. Me parece injusto.
La ausencia de
Andalucía en los debates estatales es histórica. Andalucía ha sido el
granero de votos de las fuerzas que han gobernado este país y una vez
que los políticos atraviesan Despeñaperros su negociación siempre es con
otros y con otras que les permiten mantenerse en el poder, pero se
olvidan de resolver problemas estructurales que ayudarían a Andalucía.
No quiero que
suene como un enfrentamiento, como hace el PP con Catalunya, por
ejemplo. Pero el reparto del poder financiero y político en este país
tiene unas coordenadas muy claras. Madrid está ahí. Y Madrid se
beneficia del efecto del llamado efecto sede, las empresas que hacen
caja aquí y pagan impuestos en la Comunidad de Madrid porque se ha
convertido en una suerte de paraíso fiscal interior.
Siempre se señala a
Catalunya, pero miremos también a Madrid. Es necesario ser capaces de
acordar la política fiscal, el nuevo modelo de financiación desde una
perspectiva de que paguen más los que más tienen, hacer más grande la
tarta para que no haya una pelea entre territorios.
¿Qué relación tendría el Adelante que usted concibe con el PSOE?
En Cádiz no
tenemos mayoría absoluta, pero gobernamos en solitario y ¿qué relación
tenemos con el PSOE? Hay que negociar con ellos los presupuestos, las
ordenanzas fiscales y así lo hacemos. No tienen por qué quedar ellos por
delante. La cosa es no perder la mentalidad ganadora con la que nació
Podemos.
Uno puede instalarse en ser el lobby de izquierdas del PSOE o puede proyectar la necesidad de ser alternativa al PSOE. Recuperar la tensión social que lleva a la gente a votar. El PSOE ha sido una máquina de apatía entre la gente, la culminación fue que la gente se quedara en casa en las pasadas autonómicas. Tenemos que proyectar la posibilidad de ganar. No de ser siempre el socio minoritario del PSOE.
Uno puede instalarse en ser el lobby de izquierdas del PSOE o puede proyectar la necesidad de ser alternativa al PSOE. Recuperar la tensión social que lleva a la gente a votar. El PSOE ha sido una máquina de apatía entre la gente, la culminación fue que la gente se quedara en casa en las pasadas autonómicas. Tenemos que proyectar la posibilidad de ganar. No de ser siempre el socio minoritario del PSOE.
Igual que está abierta a negociar desde una posición de predominio, como en Cádiz ¿Al revés también?
Sí, claro que sí.
Para mí el ejemplo fue la negociación de los presupuestos para 2019, que
no se aprobaron al final, pero que llevaron a una subida del salario
mínimo a 900 euros, la subida de las pensiones no contributivas… Ahí
todo el mundo sabe que fue el resultado de la negociación entre el PSOE y
Unidas Podemos y que hubiera la subida más importante del SMI en un
año.
Cada ley, cada
presupuesto, sería un momento de viabilidad pública importantísima. La
misma visibilidad que tienen otras fuerzas que dan apoyos puntuales. Y
ahí tendríamos una oportunidad enorme de conseguir políticas concretas.
El resto del tiempo no estás abandonando el espacio de oposición a un
gobierno que por estar hoy por hoy en la UE no va a poder hacer las
cosas que prometió. Nosotros creemos que es posible un cambio más
profundo.
¿Echa de menos a Antonio Maíllo?
Sí. Hablar por
Antonio es algo que no voy a hacer, pero tengo la impresión de que nos
entendíamos muy bien en esa necesidad de crear un sujeto propio. Antonio
decía: ‘Me parece injusto que haya una perspectiva federada hacia el
norte y siempre centralista hacia el sur'.
Y tenía muy clara
esa idea también fundacional de IU-Convocatoria por Andalucía-Los
Verdes. El Manifiesto fundacional de las Amapolas hablaba de eso, de las
amapolas de Carlos Cano, de su raigambre andalucista.
Ahora hay que
volver a debatir algunas cosas, pues las volveremos a debatir. Yo tengo
la impresión de no haber cambiado de posición desde entonces hasta
ahora.
¿Es posible construir con Toni Valero una relación de confianza?
Claro que es
posible. Me parece que es una persona razonable y que quiere seguir
construyendo Adelante Andalucía, pero necesitamos aclararnos sobre para
qué.
¿Podría desembocar todo este proceso en más papeletas a la izquierda del PSOE en la urna cuando llegue el momento?
Yo no lo deseo. Y vamos a trabajar para que no suceda. Tenemos tiempo para que eso no ocurra.
¿Y la gente de Íñigo Errejón? ¿Contempla un regreso?
Sí. Cuando
planteamos la propuesta para las generales, no era un pulso a Madrid.
Era una apuesta sincera, un espacio donde no hubiera ruptura, donde no
hubiera dos listas, y eso tuviera consecuencias, como en Málaga, que
Unidas Podemos perdió un diputado. Si no, utilizar Adelante Andalucía
como casa común, una vez más. Yo creo que sí.
Si no consigue lo que llama el sujeto común, porque las fuerzas en acción no quieran, ¿Va a llegar a ese sujeto aunque se deje los pelos en la gatera de IU y de Podemos?
Voy a intentar no
dejarme ningún pelo en la gatera. Pero decir a años vista que no lo
vamos a conseguir… Yo creo que IU tampoco quiere abandonar el proyecto
de Adelante Andalucía. Hemos puesto muchos esfuerzos en eso. Yo creo que
no se quieren ir. Y yo no quiero que se vayan. Y creo que podemos
llegar a un acuerdo de convivencia en el espacio común que lo haga
crecer y que todo el mundo se sienta a gusto y pueda aportar desde la
diversidad.
¿Ha existido algún tipo de coordinación en su decisión con la que va a tomar Anticapitalistas a nivel estatal?
No. Nosotros lo
que les hemos pedido siempre a Anticapitalistas, los que somos de
Anticapitalistas en la dirección andaluza de Podemos hasta el momento,
es la misma autonomía que le hemos pedido a Pablo Iglesias. Y siempre ha
sido muy natural esa autonomía. Nosotros les pedimos que
Anticapitalistas tomara la decisión en su momento y que nosotros íbamos a
tomar la decisión de forma autónoma y con carácter previo.
¿Qué coincidencia
hay? Somos las mismas personas que no estamos de acuerdo con un Gobierno
de coalición. Esa es una de las claves. Somos dirección de Podemos y
con otros compañeros que nos son de Anticapitalistas estamos de acuerdo
en eso también. Hemos defendido esa posición en dos Asambleas
Ciudadanas, está plasmado en un documento que fue votado por la mayoría
de los inscritos que los gobiernos de coalición no son una buena idea,
es lo que hemos hecho en Andalucía, evitar gobiernos de la derecha sin
entrar en gobiernos con el PSOE. No hemos cambiado de posición. Y esa
opinión es también la de Anticapitalistas.
¿Cómo se siente con esta decisión?
Es un momento triste. Cuando hago el vídeo, cuando hablo con Pablo, la sensación de tristeza existe.
¿Cómo se trabaja ese vídeo?
Contactamos con
ellos y les contamos cuál es nuestra posición y les planteamos la
posibilidad de hacerlo de forma acordada y de generar un marco de
respeto. Y ellos, rápidamente, están de acuerdo con ese escenario. Y una
persona que es vicepresidente segundo del Gobierno de España… pues
busca un hueco para grabar un vídeo con una persona que va a dejar de
ser dirección de Podemos en Andalucía.
Yo le tengo mucho
que agradecer en ese sentido a Pablo. Y el cariño no es fingido, existe.
Son muchos kilómetros en coches hechos polvos por toda España desde las
primeras europeas hasta ahora. Son muchos valores los que tenemos en
común. Le deseo lo mejor a la gente que ha decidido entrar en el
Gobierno de este país, porque creo que son gente estupenda. Si consiguen
quitarme la razón dentro de tres años, me alegraré. No quiero tener
razón. Pero no puedo evitar expresar mi preocupación al respecto, porque
es algo que tengo muy interiorizado. Si la realidad me quita la razón,
seré feliz.
La gente que siente a Podemos, que acompañó todo el proceso, desde las plazas, las europeas, Vistalegre, la ruptura con Errejón… una vez que Podemos llega al gobierno y usted dice: tiro por este camino ¿Cree que puede sentir algún tipo de desgarro?
Eso es exactamente
lo que más me preocupa. Cuando uno toma una decisión individual puede
sentir cierta tristeza, pero yo siento una mezcla de tristeza y también
de responsabilidad. Me preocupa que haya gente que se sienta
decepcionada, traicionada, defraudada, huérfana. Lo que es jodido es que
los sentimientos de los demás, dependan de una. Estoy todo el día
haciendo paralelismos sentimentales, pero eso pasa también en los
procesos colectivos. Es una responsabilidad muy grande. Y ese es
fundamentalmente el motivo para hacer esto de la forma más cariñosa
posible. Eso hace que la gente se sienta un poquito mejor, que no tiene
que elegir. Sus pertenencias pueden ser múltiples y vamos a seguir
trabajando en la misma dirección.
¿Cómo será el trabajo en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía? ¿Quiere seguir siendo la presidenta?
Hasta el momento, a
pesar de tener posiciones diferentes frente al cogobierno en Madrid,
hemos tenido siempre posiciones comunes en los debates que tenemos en el
Parlamento andaluz. Y si no ha habido sintonía, ha habido acuerdo.
Hemos encontrado espacios de acuerdo. A mí no me da miedo eso. Ahí es
donde se ve que tenemos los mismos objetivos políticos.
Y sobre la
estructura orgánica del grupo parlamentario, tendrá que verlo el grupo
parlamentario. Intentaré hacerlo, como presidenta del grupo, de acuerdo
con el resto de organizaciones de Adelante Andalucía.
¿Qué relación debe tener la nueva dirección de Podemos Andalucía con el grupo parlamentario?
Me gustaría que
tuviera como referencia al grupo parlamentario de Adelante para llevar
iniciativas institucionales de la misma manera que yo voy a tener como
referente a Unidas Podemos para llevar iniciativas a nivel estatal. Eso
es posible hacerlo porque cuando se habla de políticas concretas va a
haber acuerdo.
Si la nueva dirección de Podemos en Andalucía decide ir a una mayor cooperación estratégica con el PSOE en Andalucía para hacer oposición al gobierno de PP y Ciudadanos, ¿Estaría de acuerdo?
No entiendo muy
bien cómo se hace oposición en colaboración. Si hay coincidencia
política se hará de forma natural. Yo no tengo que acordar con el PSOE
que estoy en contra del PIN parental. Hemos sido voces unánimes dentro
del Parlamento. Vamos a seguir teniendo espacios de encuentro cuando
coincidan nuestras posiciones.
Donde, por
ejemplo, no hemos coincidido es en la defensa de la financiación
autonómica y poner por delante los intereses de Andalucía de forma muy
clara. Ahí vemos al PSOE relajado y nosotros estamos tensos con eso.
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