La verdad, toda la verdad y nada más que la verdad
Promete Casado que
desclasificará los papeles del 11M si llega a presidente. Le animo a
hacerlo aunque estoy seguro de que no lo hará. Sabe que allí están todas
las pruebas de la conspiración entre Aznar, su gobierno y el PP para
hurtarnos la verdad
Santiago Abascal y Pablo
Casado han aprovechado la conmemoración del terrible 11M para practicar
uno de los deportes extremos favoritos de la derecha extrema española:
reclamar que se sepa toda la verdad sobre el atentado del 11M. Como no
tienen las pruebas que hay que tener para lanzar una acusación directa,
recurren a la táctica favorita de todos los mentirosos: dar a entender
que son los demás quienes mienten. Como no pueden demostrar sus
acusaciones infundadas siembran dudas sobre las verdades fundadas de los
otros porque, en la mente del mentiroso, la responsabilidad de probar
la mentira recae siempre en los demás.
Tras cuatro
años de gobierno con mayoría absoluta del Partido Popular, cuando nada
ni nadie podía haber impedido a los populares airear otras líneas de
investigación, como diría del exministro Ángel Acebes, los
conspiranoicos siguen careciendo de la más mínima evidencia para
sostener la delirante y esquizofascista teoría de la conspiración entre
los etarras, el yihadismo y el zapaterismo. Pero ya sabemos que la
verdad jamás ha sido un obstáculo para la derecha extrema. Aprovechando
el dolor de las víctimas se dedican a dejar en el aire la sombra de la
duda, expandir la insidia de que no se nos ha dicho toda la verdad, que
alguien, en alguna parte, ha enterrado la pistola humeante que probaría
la criminal trama.
Si queda algo por saber sobre el 11M
afecta exclusivamente a la conspiración del gobierno de Aznar para
mentir y engañar a la opinión pública. Si se refieren a eso, no queda
más remedio que darle la razón a Casado y Abascal: necesitamos saber
toda la verdad. Tenemos derecho a conocer toda la verdad sobre la
conspiración gubernamental para urdir y sostener la mayor mentira
contada nunca en democracia a los españoles. Tenemos derecho a saber si
el presidente y alguno de sus ministros pudieron, incluso, cometer algún
presunto delito en el uso abusivo de su posición institucional, o en
sus presiones sobre los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad
del Estado o los medios de comunicación.
Promete Pablo
Casado que desclasificará los papeles del 11M si llega a presidente. Le
animo a hacerlo aunque estoy seguro de que no lo hará. Bien sabe que
allí están todas las pruebas de la conspiración entre Aznar, su gobierno
y el PP para hurtarnos la verdad y engañarnos; esa es la única
conspiración que aún debe ser juzgada.
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