lunes, 25 de marzo de 2019

Precisamente por esa insensiblidad social y política "normalizada" en España, siento y creo que Equo debería presentarse a las elecciones con las feministas, IU y Compromís, por ejemplo, y no bajo la sigla de Podemos que no ha demostrado sensibilidad especial hacia el cambio climático, solo hacia la diatriba y la especulación sofista constante y demoledora, mientras que en ayuntamientos del cambio, IU está volcada en lo práctico. Una cosa es pactar tras las urnas con todas las fuerzas políticas afines para dar forma a un gobierno lo más plural posible, y otra muy distinta, ser abducidos por una hegemonía dislocada que va a la suya aunque se hunda el mundo y se la lleve por delante, como es el caso de Podemos. ¿Cómo es posible que un partido serio y fiable dependa de un lider por mucho que valga, como del aire que respira, si encima no da pie con bola y ha metido la pata sin parar desde que llegaron al poder? Si el poder es el único objetivo a la vista, no habrá manera de que haya un cambio real. Para ese campeonato ya hay suficente morralla en los demás partidos.El nuevo tiempo no es del "poder" sino del cooperar y del servir en apoyo mutuo. Nadie se cree a estas alturas que Podemos pueda hacer algo más que despedazarse a sí mismo y desfondar a sus socios. Ya lo ha demostrado incansablemente desde 2015. Lo más sensato de cara a las urnas sería retomar la autonomía y luego, pactar un programa que contemple las propuestas de todas en común acuerdo, "Unidas servimos", "Somos cooperación", "En común"... Lo del "poder," y "empoderar" hay que irlo dejando a un lado, para empezar a crecer y a crear lo que nos falta en otra dirección más sana y sostenible, si hay lucidez, pronto se ve que el poder por el poder es una borrachera, un colocón de intereses en cadenados y degradantes que solo intoxica con euforia verborreica la inteligencia y agranda los egos en vez de reducirlos a su mínima expresión con la prudencia, la ética y la empatía social. Sabiendo que jamás un fin que justifique medios impresentables tendrá consistencia ni validez para nada importante.Podemos es un lastre, y es una pena que grupos tan imprescindibles como Equo e IU aun no lo vean y por miedo a perder más de lo msimo, pierdan todo lo mejor que tienen y se queden atrapados en la caída imparable de una ilusión de feria, sin contenido ni raíces que solo va detrás de los votos a costa de sí misma, persiguiiendo el poder como cualquier esbirro del Ibex35. Una pena, de verdad, presenciar estas Termópilas que se niegan a ver la realidad. Qué lástima que Podemos tenga a la cabeza dominante a un Leónidas obcecado en vez de un Temístocles lúcido, humilde y sabio. Como Garzón, López de Uralde, Yayo Herrero, Sol Sánchez o Teresa Rodríguez, por ejemplo. Pero no es posible que eso ocurra en una opereta política digna de Evita y Perón, no de una sociedad sana y democrática de verdad, del siglo XXI, que se sabe pueblo soberano y lo asume con responsabilidad y ganas de lograr algo más digno y liberador que un baile de disfraces al borde del Armagedón. Ya digo, una pena. Si no lo hacen los "preparaos" nos tocará volver a la calle sin parar y no entrar nunca más en el reino destarifado y engañoso de un Wonderland sacamantecas




Opinión · Ecologismo de emergencia

Una legislatura clave para la lucha contra el cambio climático


Juan López de Uralde



Termina el invierno más cálido desde que hay registros. Y lo hace cuando los datos confirman que los últimos años han batido uno tras otro los récords de temperaturas. El cambio climático es tan acuciante que causa estupor la pasividad política en la que nos hemos movido hasta ahora. No es extraño que decenas de miles de jóvenes se movilicen en todo el mundo reclamando una acción mucho más decidida y contundente, porque es imprescindible hacer mucho más, también en España.
Los datos globales son desoladores. A pesar de que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se aprobó en la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, todavía hoy las emisiones siguen en aumento. En 2018 en concreto, las emisiones aumentaron el 2,7% a nivel global. Es evidente que las cosas no están funcionando.

Los jóvenes en las calles reclaman que se cumpla el Acuerdo de París, alcanzado en 2015. Sin embargo incluso ese Acuerdo es insuficiente: aunque se cumpliera estaríamos hablando de un aumento de temperaturas de tres grados, muy por encima de la recomendación de los científicos. De hecho el Comité Científico de Naciones Unidas (IPCC) ha recomendado evitar un aumento superior a 1,5º C. Para ello establece unos objetivos muy ambiciosos de reducción de emisiones con el año 2030 como plazo. Queda por tanto muy poco tiempo.
Ciertamente este impulso político debe ser global, pero tiene que tener reflejo en acciones concretas en cada territorio.  La Península ibérica es muy sensible al cambio climático, y por tanto, a las medidas de mitigación es urgente añadir en España planes de adaptación a unos cambios que están ocurriendo a gran velocidad. Es imprescindible que España cuente cuanto antes con un marco jurídico que regule e impulse la hoja de ruta  la descarbonización de la economía.

Sin embargo, la falta de voluntad política del PSOE y del PP impidió en la pasada legislatura que saliera adelante una ley de cambio climático en España. Ni siquiera presentaron una propuesta que permitiera su discusión en el Congreso de los Diputados. Ello nos ha llevado a que esta haya sido, a pesar del trabajo desarrollado en la Comisión de Cambio Climático, una legislatura perdida en materia de lucha contra el cambio climático.

No podemos perder más tiempo. La próxima legislatura debe ser definitivamente la que apruebe y ponga en marcha esa imprescindible ley de cambio climático. Dudamos del interés de PSOE y PP para avanzar de forma decidida en ese camino, porque no lo han hecho en esta legislatura que termina, pero desde Unidas Podemos seguiremos trabajando sin descanso para que la próxima sea definitivamente la legislatura de la lucha contra el cambio climático. No hay otro camino.

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