lunes, 25 de marzo de 2019

Contrastes para pensar. Lo he descubierto en Público. Según una euro-clasificación, Noruega es el segundo país más feliz del mundo, nada menos...Sin embargo ¿de qué les ha servido esa felicidad a los pasajeros de un crucero de lujo maravilloso en el que casi la petan todos los premiados por la diosa fortuna, a causa de un fallo de todo lo habido y por haber, que ha llevado a 20 pasajeros a la UCI, mientras en el Mediterráneo ya ni se habla de los migrantes con la esperanza de llegar a ser refugiados en algún lugar, que diariamente se ahogan sin ayuda de nadie en unos cruceros muy originales, horripilantes y mafiosos, hacia la aventura de una muerte, casi segura, en patera, ah, y con ayuda becaria de la UE...siempre tan altruista ella? Me pregunto ¿cómo puede ser un país tan feliz mientras millones de seres idénticos a ti,hermanas tuyas y tuyos,son eliminados a sangre fría por esa misma "felicidad" adquisitiva y derrochona que disfrutas? Algo no cuadra. O eso no es felicidad sino egoísmo con Alzehimer o es una ficción o es un brote de sociopatía nazi encapsulada en aparente "cultura" e ideologías varias. Si una especie racional, inteligente y aparentemente civilizada, llega a estos límites del cinismo y la aberración humanitaria, algo se nos ha extraviado por el camino de la evolución, no cabe duda. Realmente preocupante y demoledor, si tenemos en cuenta que Europa 'disfruta' y presume de una herencia "cristiana","humanista" y "socialista"...A lo mejor resulta que solo era y es fariseismo puro y duro después de tanto cuento...Ains! Parece que a pesar de todo, lo que la humanidad no quiere asumir ni comprender, se lo endosan sus propias circunstancias libremente elegidas...Nosotras mismos somos reos, jueces, fiscales y víctimas de nuestras barbaridades. Justicia cósmica debe ser. El universo consciente es el gran poeta cuántico y nosotras los versos y estrofas de su poema interminable...que escribe a cuatro manos infinitas con todos y todas...las criaturas, elementos y especies. Una maravilla y un verdadero marrón cuando una no cae en esos detallejos casi imperceptibles hasta que se descubre la papeleta y se te desmorona Cuarto Milenio en un crucero de lujo...a la deriva,y desmigándose en el mar como una magdalena en el café con leche

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