Los expertos del cambio climático usan un lenguaje demasiado flojo para la magnitud de la amenaza
Un estudio
concluye que los mensajes "conservadores" del panel científico de la
ONU pueden retrasar la acción política contra el calentamiento global
"Los informes del IPCC hacen poco hincapié en las certezas y el lenguaje que utilizan termina diluyendo el mensaje", explica el investigador David Vietes
El análisis explica que se produce no solo por la complejidad de la investigación del clima, sino que también por la presión constante de los negacionistas
"Los informes del IPCC hacen poco hincapié en las certezas y el lenguaje que utilizan termina diluyendo el mensaje", explica el investigador David Vietes
El análisis explica que se produce no solo por la complejidad de la investigación del clima, sino que también por la presión constante de los negacionistas
"La evidencia
científica del cambio climático antropogénico está empíricamente
establecida, pero comunicarla a audiencias no científicas sigue siendo
un desafío". Así comienza un artículo científico publicado en la revista
Science Advances en el que un equipo de investigadores analiza el lenguaje utilizado por el IPCC, el grupo de expertos de Naciones Unidas para lanzar sus mensajes científicos.
Su lenguaje es demasiado tibio, "notablemente conservador" dicen, lo
que permite a los políticos rebajar la ambición de sus
medidas climáticas. El cambio climático es más evidente, más achacable a
la acción humana y con impactos más severos que lo que trasciende del lenguaje oficial.
Este
fenómeno, explica el análisis, es algo que, no solo se produce por la
complejidad de la investigación del clima, sino que también se debe a la presión constante de los negacionistas del cambio climático.
"Pretendemos hacer una crítica constructiva", asegura a
eldiario.es uno de los autores del estudio, el director del Departamento
de Biogeografia y Cambio Global del Museo Nacional de Ciencias
Naturales, David Vieites. "Estamos de acuerdo con el trabajo que hace el
IPCC, pero creemos que no está siendo efectivo a la hora de transmitir
el nivel de certidumbre que hay sobre el cambio climático", concluye
este investigador.
Los
científicos aseguran que es importante que los informes del IPCC dejen
claro que hay tres puntos que se han demostrado más allá de toda duda:
"Que se está produciendo un cambio global del clima, que los seres
humanos somos los principales causantes del mismo y que este cambio está
generando problemas sociales", afirma Vieites.
Sin embargo, a pesar de que el organismo internacional reconoce
claramente estos hechos, "sus informe hacen poco hincapié en las
certezas y el lenguaje que utilizan termina diluyendo el mensaje", asegura este investigador.
Pocas certezas y demasiadas incertidumbres
En
los informes publicados por este organismo se presentan todos los datos
acompañados por su correspondiente nivel de consenso científico, así
como por la robustez científica del resultado ofrecido, es decir, la
probabilidad de que dicho resultado sea cierto. De esta forma, "a cada
resultado científico se le da un grado de confianza, que va de muy
probable, entre el 99 y el 100% de probabilidad, hasta extremadamente
improbable, que sería inferior al 1%", explica Vieites.
El
problema, según el estudio, es que "cuando analizas las conclusiones de
los informes del IPCC ves que predominan los resultados en categorías
intermedias de confianza, cuando deberían estar las de mayor
certidumbre", explica Vieites. Además, insiste este investigador, "al
incluir la incertidumbre de cada uno de los resultados que se ofrece, se
da una impresión equivocada sobre nuestro conocimiento del clima".
Desde
el IPCC defienden que "un tratamiento preciso y coherente de la
confianza y la incertidumbre es fundamental en el trabajo científico",
tal y como ha asegurado a eldiario.es el
responsable de comunicación de este organismo, Jonathan Lynn. "Aunque
algunas personas sostienen que el lenguaje utilizado es un obstáculo
para comunicar la ciencia a los no especialistas, es una parte esencial
de la evaluación del IPCC", cuyo objetivo es "proporcionar a los
responsables políticos una imagen precisa del estado de los
conocimientos científicos".
La forma de expresar los resultados en los informes se basa en un documento de consenso
elaborado en 2010 por los tres Grupos de Trabajo del IPCC y que no se
ha modificado desde entonces. Lynn reconoce que ninguna de las partes
involucradas en su elaboración cree que sea necesario hacer una revisión
de esta guía para el Sexto Informe de Evaluación, que se está
desarrollando en estos momentos.
Así
lo ha reconocido a este diario la actual presidenta del Grupo de
Trabajo I del IPCC, la directora del Laboratorio de Ciencias del Clima y
del Medio Ambiente de la Comisión Francesa de Energías Alternativas y
Energía Atómica, Valérie Masson-Delmotte, quien ha asegurado que "las
directrices para informar sobre la incertidumbre en los hallazgos son
extremadamente útiles para proporcionar una evaluación rigurosa y
objetiva".
Las presiones de los negacionistas
Pero
los autores del estudio insisten en que la utilización de este tipo de
lenguaje, lejos de demostrar transparencia y rigurosidad, genera
controversias, porque a menudo el grado de incertidumbre es
malinterpretado de forma interesada. "El problema es que los
negacionistas utilizan esta incertidumbre para atacar las conclusiones
de los estudios sobre cambio climático, afirmando que si no estamos
seguros al 100%, las medidas no son válidas, cuando eso no es así",
afirma Vieites.
Precisamente
las fuertes críticas que ha sufrido este organismo durante los últimos
años por parte de los negacionistas del cambio climático son las que, a
juicio de los autores del estudio, han contribuido al conservadurismo en
el lenguaje de los informes. "Para protegerse de estos ataques, el IPCC
ha empezado a utilizar un lenguaje muy conservador y ha perdido la
posibilidad de transmitir el mensaje tal y como es, y es es que la
certeza es mucho más alta de lo que parece mostrarse y los riesgos son
mucho mayores", asegura Vieites.
Masson-Delmotte
reconoce que "es un hecho que a algunas personas les gustaría saltar
sobre cualquier error en los informes del IPCC para desacreditar no solo
al organismo científico, sino también a toda la ciencia del clima".
Pero precisamente por esto, afirma esta investigadora, "el deseo de
todos los autores es expresar con la mayor precisión posible el estado
de los conocimientos", algo que considera "crucial" para la reputación
del IPCC. "Me gustaría ver el mismo rigor en todas las evaluaciones del
estado del conocimiento en otros contextos", sentencia esta
especialista.
Creación de un grupo específico de divulgación
Los
autores de la investigación concluyen en su artículo que sería deseable
crear un nuevo Grupo de Trabajo específico que analice la divulgación
de los resultados. Sin embargo, Lynn asegura que no hay "ningún plan"
para crear algo así y defiende que la estrategia de comunicación actual
"ha sido eficaz, incluso si está enmarcada en el lenguaje de la
incertidumbre del IPCC", poniendo como ejemplo el Quinto Informe de este
organismo, que "fue la aportación científica clave al Acuerdo de París
de diciembre de 2015".
Precisamente,
Masson-Delmotte recuerda que el IPCC contó con la participación de
expertos en comunicación para "ayudar a los autores a formular
claramente sus principales conclusiones para el informe especial del
IPCC sobre los efectos de un calentamiento global de 1,5°C", algo que
sirvió de base para el citado acuerdo internacional.
Sin
embargo, a pesar de defender la estrategia actual, el jefe de
comunicaciones del IPCC afirma que ya "se han presentado propuestas para
una nueva reunión de expertos sobre comunicación en los próximos años" y
afirma que "el lenguaje de la incertidumbre será uno de los temas a
tratar". Vieites, por su parte, concluye que "aunque el IPCC mejore su
comunicación, ya estamos en un momento en el que esto empieza a ser
secundario y lo importante ahora es comenzar a tomar medidas".
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