Las Kellys, galardonadas en Berlín por su defensa de los derechos laborales: "Estamos decepcionadas con el PSOE, sentimos miedo ante Cs, PP y Vox"
Myriam Barros, en
nombre de las camareras de piso organizadas en la asociación Las Kellys,
recoge en Feria Internacional de Turismo de Berlín un reconocimiento
internacional por su defensa de los derechos humanos y laborales en el
turismo
"Es algo subversivo estar aquí. Estamos nadando entre tiburones. Pero estamos encantadas de ser un altavoz de miles de mujeres en una feria como ésta", dice la representante de las Kellys
"Es algo subversivo estar aquí. Estamos nadando entre tiburones. Pero estamos encantadas de ser un altavoz de miles de mujeres en una feria como ésta", dice la representante de las Kellys
En la Feria Internacional de Turismo
de Berlín (ITB), la mayor cita mundial de la industria del turismo, hay
un reducto de puestos dedicados al turismo ético, responsable y
sostenible. Desde allí ha estado alzando su voz esta semana Myriam
Barros en nombre de la asociación Las Kellys. Ella recogía en la tarde
del jueves en Berlín el Premio TO DO de Derechos Humanos en el Turismo,
un importante galardón internacional del prestigioso Instituto para el
Turismo y el Desarrollo, una organización alemana con sede en Seefeld.
"Es
algo subversivo estar aquí. Estamos nadando entre tiburones. Pero
estamos encantadas de ser un altavoz de miles de mujeres en una feria
como ésta", dice Barros a eldiario.es.
Alude Barros a la presencia en la ITB de una ingente cantidad de
representantes de la industria planetaria del turismo, la misma
industria que en España ha obligado a las limpiadoras de piso a
organizarse a través de Las Kellys.
"Organízate antes de que te organicen" es uno de los
lemas de la asociación de camareras de piso, cuyo nombre, Las Kellys, es
un acrónimo surgido de la expresión "las que limpian". "Hemos dado el
premio de derechos humanos a Las Kellys porque también hay que cuidar de
los derechos humanos en el sector del turismo", dice a eldiario.es Claudia Mitteneder, directora general del Instituto para el Turismo y el Desarrollo.
Esta
institución va camino de cumplir un cuarto de siglo otorgando
reconocimientos en el sector turístico. Desde hace tres años, también
premia el compromiso con los derechos humanos dentro del turismo, un
ámbito donde se reconocía el jueves a Las Kellys. "En muchos países se
ataca estos derechos humanos y también en Europa encontramos el problema
de que a camareras de piso y personal de limpieza no se les paga como
es debido. Tenemos que generar atención sobre este tema en la industria
del turismo", apunta Mitteneder.
Las Kellys
representan a 3.000 de estas trabajadoras, empleadas que denuncian
condiciones laborales precarias. "Yo he venido a Berlín a hablar de
precariedad y de turismo responsable, no hay mejor sitio que la ITB para
explicar esto. Un turismo responsable no es alojarse en un hotel que
tiene servicios externalizados donde se pisotean los derechos de los
trabajadores", apunta Barros.
Ante un buen centenar de
personas, tras recoger el Premio TO DO de Derechos Humanos en el
Turismo, Barros daba cuenta de cómo las mujeres que ella representa
trabajan pese que su labor está asociada a dolencias físicas que obligan
a medicarse. Así lo hacen el 71% de camareras de piso en España, según
Las Kellys.
Casi todas sufren ansiedad por la presión
que viven en su día a día laboral. "Un 45% tenemos síntomas de depresión
grave y el 17% de depresión leve", según presentaba Barros en Berlín.
Todo esto por un trabajo "frenético que supone limpiar 400 habitaciones
al mes, manejando muchos kilos de ropa, exponiéndonos a productos
químicos y haciendo 11 kilómetros al día", apunta Barros. La
remuneración base denunciada por Las Kellys como insuficiente por todo
esto es de 800 euros brutos.
"Un turismo responsable
es decir no a la externalización y que haya hoteles que respeten los
derechos laborales", incide esta representante de Las Kellys que vive y
trabaja en Lanzarote. "La externalización de los servicios ha abaratado
un 40% nuestros sueldos y ha anulado leyes fundamentales", señalaba
Barros en su intervención en Berlín tras recibir el galardón.
Ella
actualmente está en paro. Tiene un contrato fijo discontinuo, que
incluye periodos de tiempo en paro. No se queja de su caso particular
cuando habla con este medio. "Ahora las mías son unas buenas
condiciones", asegura. No siempre lo han sido y desde luego no lo son
para la inmensa mayoría de las camareras de piso.
Barros
forma parte de la escasa veintena de mujeres que en Las Kellys puede
dar la cara por las camareras de piso en España. Oficialmente, se
cuentan en España 200.000 empleadas como camareras de piso, aunque
Barros reivindica que ese número es, en realidad, mucho mayor. "El dato
de las 200.000 es mentira porque muchas camareras de piso se contratan
hoy día como limpiadoras para así pagarles menos. A lo mejor hay 100.000
mujeres así en España", sostiene esta representante de Las Kellys.
"Además,
tenemos una dificultad añadida, las camareras de piso que recurren a
nosotras y se asocian están siendo represaliadas. Se crean listas negras
con sus nombres en las empresas", denuncia Barros.
Entre
los éxitos que han logrado Las Kellys en los apenas tres años de vida
que cuenta su organización figura el haber dado visibilidad a este
colectivo de mujeres y el reconocimiento como enfermedades profesionales
en la Seguridad Social de dolencias como la tendinitis, la bursistis o
el codo de tenista. En las camareras de piso éstas surgen como
consecuencia de sus trabajos repetitivos.
"Apartidistas" e "independientes"
El
éxito de su movilización propició que Las Kellys fueran recibidas el
pasado mes de abril en La Moncloa por el entonces presidente del
Gobierno Mariano Rajoy. "Aquello nos dio una visibilidad muy grande, en
España pero también en el resto del mundo, aunque es verdad que reunirse
con Mariano Rajoy no era algo de lo que pudiera esperarse después
grandes soluciones", señala Barros. "Tal vez nos han dado este premio en
Berlín por la visibilidad que nos dio aquella visita", añade.
Tras
la llegada al poder de Pedro Sánchez, Las Kellys se han mantenido
apoyadas por partidos de izquierda. Sin embargo, Barros tiene reproches
para el Ejecutivo de Sánchez, especialmente ahora, que proyectos de Las
Kellys como modificar el Estatuto de los Trabajadores ha quedado en
suspenso.
"Nos sentimos engañadas por el PSOE. Nos
hemos reunido en varias ocasiones con la ministra de Trabajo [Magdalena
Valerio] para pedir la modificación del estatuto y siempre nos han
dicho: 'el mes que viene'. Así llevamos desde noviembre", cuenta Barros.
"Ahora vemos que se acaba la legislatura y ya no les da tiempo. Sus
palabras han sido finalmente papel mojado", añade. Ante las próximas
elecciones generales, Las Kellys ven con "miedo" una eventual coalición
gubernamental formada por Ciudadanos, PP y Vox.
"Vemos
con miedo la posible llegada al poder de la derecha a través de una
colación de de PP, Ciudadanos y Vox. Con ellos vamos a retroceder",
estima Barros. Su organización se define "apartidista" e
"independiente", según han manifestado Las Kellys después de que varios
partidos las hayan contactado últimamente. Esa independencia también les
ha llevado a un reconocimiento internacional como el recogido el
jueves.
Críticas al sindicalismo tradicional
A
Las Kellys, el jueves se las reconocía en Berlín, pero ese
reconocimiento constituía un mensaje para "España y toda la hostelería",
según Mitteneder, la responsable del Instituto para el Turismo y el
Desarrollo. Ese menaje constituye en parte una llamada de atención
contra el empleo precario en el sector turístico. "Los derechos son
humanos son algo muy importante, como lo son también las condiciones
laborales", señala la responsable de la organización alemana que ha
premiado a Las Kellys.
Lutz Möller, secretario general
adjunto de la Comisión Alemana para la UNESCO, entregaba el jueves a
Barros el Premio TO DO de Derechos Humanos en el Turismo apreciando el
coraje de Las Kellys en un contexto laboral español marcado por el
"drástico empeoramiento de las condiciones de trabajo en la hostelería".
Así lo indicaba el propio Möller. "Pese a que el sector del turismo
está viviendo un 'boom' en España, el personal de los hoteles no está
aprovechándose de esto, al contrario, la situación empeora", según
Möller, que se refería a la experiencia de Las Kellys. "Todo esto tiene
que ver con las reformas del mercado laboral de 2011 y 2012, que
permitieron que se despidiera el personal de limpieza y las
externalizaciones", recordaba el responsable alemán en la UNESCO.
En
algunos puntos de España, como en Catalunya, Las Kellys se han
constituido como sindicato, aunque Barros subraya el carácter asociativo
y dinámico de la organización. "Somos movimiento que está siempre
evolucionando", explica, antes de dar cuenta de su crítica al
sindicalismo tradicional. "Nosotras entendemos que estamos en una
situación penosa. Creemos que el sindicalismo que se ha hecho o no ha
sido suficiente o se ha hecho mal, porque lo que se ha hecho no ha sido
suficiente", concluye Barros.
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