martes, 5 de marzo de 2019

La Voz de Iñaki



Realidades paralelas




Con la llegada de los testigos propuestos por la Fiscalía, el juicio del procés entró ayer en una nueva fase, la más peligrosa para los encausados, en la cual se apuntó directamente al núcleo duro de la causa: la violencia y la desobediencia. Se dijeron muchas cosas, inculpatorias unas, exculpatorias otras, que el Tribunal tendrá que valorar.
Pero hubo un comentario del ex secretario de Estado de Interior que me llamó poderosamente la atención y que describía la profundidad del problema político y social que padecemos. Esto dijo: “En las reuniones de los representantes del Estado con los de la Generalitat, en las de los mandos de la Policía y Guardia Civil con los Mossos d'Esquadra se evidenciaba una brecha insalvable. No nos topábamos con desacuerdos, con divergencias o con puntos de vista diferentes sino con una realidad paralela”. Es decir, hablaba de una visión integral y propia de la situación, que hacía dificilísimo cualquier entendimiento. Calificó las reuniones como surrealistas.
Dos realidades diferentes y además paralelas, añadió. Eso es lo peor de todo, pues si son paralelas ni se encuentran ni se podrán encontrar. Por supuesto, tendrán que converger en el juicio, unificadas en la realidad legal, pero me temo que en la sociedad y en la política esas realidades paralelas ya están cuajando, lo cual explica lo infructuoso de los diálogos pasados y no esperanza mucho sobre los diálogos futuros.

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La realidad es un fenómeno al que que el lenguaje, la idea y las fijaciones dan forma, criterio, calificativos, importancia y expectativas. La realidad sucede, pero es el ser humano quien decide hacerla llevadera o insoportable.  Inofensiva o feroz. Insignificante o primordial. Activarla o desactivarla, ¿según qué intereses y qué gestores? ¿Qué inercias o qué intenciones? ¿Qué revoltijos freudianos sin localizar ni resolver?
Hace unas semanas Venezuela era un polvorín, hoy es humillo disipado e ilocalizable, sólo porque la jefatura de estado mundial no se ha salido con la suya... de momento. 
Es el ser humano, aburrido de no saber qué pinta en este mundo, entre un Pinto y Valdemoro sin solución de continuidad, el que se entretiene en el pábulo, en el rifirrafe, en el elucubrar sin tregua acerca de la insustancia de lo perecedero intentado hacerlo eterno mediante una inteligencia cada vez más artificial y ortopédica, mientras lo esencial se pierde en los entresijos de la nada de nada.

El sistema Mordor se ha ocupado y se ocupa con mucho interés de amaestrar a los seres humanos para que solo den importancia al bochinche y no a lo esencial que oculta el bochinche. Porque le consta que cuando el ser humano se dé cuenta masivamente de sus manejos, Mordor perderá el mando y el poder sobre la humanidad, que por naturaleza es más elfa que mordoriana, solo que aún no ha tenido la ocasión de comprobarlo de un modo estable, sino en modo flash. El mejor invento del dichoso Mordor-Gran Hermano, es la dispersión mediática, que se infla y desinfla como los globos.

Si la opinión pública desinflase el globo del "peligro" independentista y lo dejase  sin adornos ni monsergas, tal cual es, el independentismo acabaría en una comida de ágape entre seres humanos que se miran y se reconocen como iguales y hasta como amigos y hermanos entrañables, que de paso por la evolución universal se hospedan en el mismo planeta por poco tiempo, porque en realidad la unidad de la vida inteligente, con sus afinidades y variantes riquísimas,  es mucho más fuerte y reconfortante que las milongas mordorianas antibióticas, egopáticas y por supuesto deja en el limbo los enredos y retorcimientos que reforzados por la egopatía en tantas versiones se convierten en problemas, conflictos y barbaridades que a la hora de reconocerse humanos, iguales en derechos y deberes y dignidad, o sea a la hora de la verdad, es lo único que llena de sentido la existencia porque descubre la esencia, lo que ES. Como canta en La Venda, Miki, el catalán. Lo que ERES es. No lo que dices, no lo que inventas, no lo que chismorreas, no lo que usas para distraerte de lo fundamental. "Te traigo buenas noticias", cuando la venda cae, "avivas tu fantasía,llega un nuevo día, y serás como querías", y si no lo entiendes desde tu esencia, si solo te obsesionas con la ley y el orden al pie de la letra y sin conciencia más allá de la "legalidad", o sea, "la norma" ,solo te quedará como resultado y residuo "la vida loca", la pachanga y el estruendo...Incluidos los "procesos" y juegos malabares legalísimos, pero tan ineficaces como ilegítimos, en ese Patio de Monipodio, poblado por Rinconetes y Cortadillos multicolores, que se camufla hasta en modo Estado cada vez más de desecho que de derecho.

Hay que quitarse "la venda" cuanto antes. Si no queremos ser y estar tan vendados como vendidos. Y no sólo en España; por desgracia la cosa es global, querido Iñaki.

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