miércoles, 13 de marzo de 2019

Es evidente, querido Iñaki, que en las circunstancias evolutivas actuales de ese sector mangoneante y nefasto de la especie humana(¡?), lo mejor que le puede pasar a esta sociedad es un enquistamiento de los marrones políticos; una sociedad, en el plan que estamos, es más eficaz y segura en out que en off. Constantemente está dando pruebas de que sus posibles remedios y soluciones son mucho peores que sus deficiencias resolutivas y sus dengues e inseguridades. En estos casos el 'Virgencita, que nos quedemos como estamos', es mucho menos peligroso que implementar el caos maníaco-ejecutivo-borderline, que pulula por el terreno de lo posible. Y mientras tanto que los pueblos aprovechen el impasse y se organicen desde la inteligencia colectiva, creatividad, empatía y ética radical, -como en una neo Arca de Noé- para soportar la caída inevitable del imperio de las chapuzas indecentes, cuya debacle es ya una realidad indiscutible. Los síntomas cantan La Traviata urbi et orbe



Brexit: Hacia el enquistamiento

La ilusión inicial se ha diluido en una disputa interna desgarradora. Se ha embarullado como algunas peleas matrimoniales en las cuales la ebullición de la bronca termina pensando tanto como los motivos originales de la disputa

Ya conocen la secuencia: el Parlamento británico volvió a decir no al plan de salida negociada por Theresa May; hoy, segundo capítulo, segunda votación. Se decide si el Reino Unido se va por las bravas el viernes 29, dentro de 15 días, y si entramos todos en tierra incógnita. Si se rechaza esta fórmula expeditiva, mañana jueves tercer capítulo, tercera votación para aprobar una petición de aplazamiento para saltar la fecha límite del día 29 y ganar tiempo.
Todos los pronósticos coinciden en que esto es lo que probablemente ocurrirá, pero tampoco aclara demasiado la situación porque de cuánto tiempo hablamos. Europa está dispuesta a posponer dos o tres meses, un aplazamiento técnico, pero no más salvo que cambien las actuales circunstancias con unas elecciones o un segundo referéndum, por ejemplo. Pero hay otra cosa, si el Reino Unido siguiera siendo miembro de la Unión el día 2 de julio, cuando comience el mandato del Parlamento Europeo surgido de las próximas elecciones, los británicos tendrían que estar representados. Luego tendrían que haber ido a votar en las europeas del día 26 de mayo, una cita que nadie recuerda ahora mismo.
El lío es mayúsculo. La ilusión inicial se ha diluido en una disputa interna desgarradora. Se ha embarullado como algunas peleas matrimoniales en las cuales la ebullición de la bronca termina pensando tanto como los motivos originales de la disputa. El brexit se dirige hacia donde parecen dirigirse los problemas actuales, tanto Cataluña como Venezuela, hacia el enquistamiento.

No hay comentarios: