Compromiso. Compromis. Es la palabra clave de este grupo humano cuya labor discreta y firme no ha parado desde que se puso en marcha. Llama la atención su paciencia, su respeto, su honestidad y su talante absolutamente abierto y ciudadano. Sin estridencias y con una paciente labor pedagógica en barrios y municipios. Para esta voluntad democrática ganar por ganar en número pero sin conciencia cívica ni participación no es ganar. Por eso desde que los conocí de cerca me sentí en casa. En la casa humana e ideológica. Les llaman 'nacionalistas' porque en la coalición participa el Bloc valencianista, además de Los Verdes e Inciativa de izquierda y porque se fomenta el biligüismo natural y el interés por arreglar la habitación territorial para que se ordene y asee la casa del Estado. Pero ese "nacionalismo" acusador no es real ni discriminativo,ni cerrado en sí mismo ni separatista de nada, sino unificador del bien común en la pluralidad respetuosa y necesaria, en el fomento de la sectorialidad. Y solo cree en el lado peyorativo nacionalista quien no conoce a las personas que forman el quipo Compromis. Para muchos y muchas valencianos y valencianas de adopción, como yo misma, Compromis es el símbolo de la apertura y del espíritu valiente y positivo. Sin miedo y sin violencia. Las cosas importantes de la vida se consiguen desde el mejoramiento, y la justicia además de justa debe ser amable, educativa, transformadora, sin agresividad, sin rencor, sanadora social. Con una nueva impronta positiva. Amb el somriure. Con la sonrisa. Por eso me gusta esta sintonía con valentía, amb Valentia, que era el nombre latino de esta región en el periodo del Imperio romano. Jo vaig amb Compromis. Yo voy con Compromiso, porque si no lo hay, si no nos comprometemos seriamente, tampoco habrá logros ni cambio de verdad en la tierra que habitamos y en el Estado que ahora nos oprime y nos exprime, pero no nos representa. Como debería ser.
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