El Poder y la manipulación de las masas
Posted on abr 24 2015 - 10:51am
by
germangorraiz
|
Edward L. Bernays, sobrino de Sigmund Freud y uno de
pioneros en el estudio de la psicología de masas, escribió en su libro
Propaganda (1.928), “La manipulación deliberada e inteligente de los
hábitos estructurados y de las opiniones de las masas es un elemento
importantes en las sociedades democráticas. Aquellos que manipulan este
oculto mecanismo de la sociedad constituyen un gobierno invisible que es
el verdadero poder dirigente de nuestro país. Somos gobernados,
nuestras mentes están amoldadas, nuestros gustos formados, nuestras
ideas sugeridas, en gran medida por hombres de los que nunca hemos oído
hablar”. Asimismo, fundamenta el sustento de todos los sistemas de
gobierno en la “manipulación de la opinión pública”, al afirmar que “
los Gobiernos, ya sean monárquicos, constitucionales, democráticos o
comunistas, dependen de la aquiescencia de la opinión pública para
llevar a buen puerto sus esfuerzos y, de hecho, el Gobierno sólo es
Gobierno en virtud de esa aquiescencia pública”.
En otro de sus libros, “Cristalizando la opinión
pública”, desentraña los mecanismos cerebrales del grupo y la influencia
de la propaganda como método para unificar su pensamiento. Así,según
sus palabras “la mente del grupo no piensa, en el sentido estricto de la
palabra. En lugar de pensamientos tiene impulsos, hábitos y emociones. A
la hora de decidir su primer impulso es normalmente seguir el ejemplo
de un líder en quien confía. Este es uno de los principios más
firmemente establecidos por la psicología de masas”, por lo que la
propaganda del establishment será dirigida no al sujeto individual sino
al Grupo en el que la personalidad del individuo unidimensional se
diluye y queda envuelta en retazos de falsas expectativas creadas y
anhelos comunes que lo sustentan.
Así, el estadounidense Harold Lasswell (uno de los
pioneros de la “mass comunicación research”), estudió después de la
Primera Guerra Mundial las técnicas de propaganda e identificó una forma
de manipular a las masas ( teoría de “la aguja hipodérmica o bala
mágica”), teoría plasmada en su libro “Técnicas de propaganda en la
guerra mundial (1.927) y basada en “inyectar en la población una idea
concreta con ayuda de los medios de comunicación de masas para dirigir
la opinión pública en beneficio propio y que permite conseguir la
adhesión de los individuos a su ideario político sin tener que recurrir a
la violencia”, fruto del encefalograma plano de la conciencia crítica
de la sociedad actual favorecida por una práctica periodística
peligrosamente mediatizada por la ausencia de la exégesis u objetividad
en los artículos de opinión y el finiquito del código deontológico
periodístico que tendría su plasmación en la implementación de la
autocensura y en la sumisión “nolis volis” a la línea editorial de su
medio de comunicación (fruto del endemismo atávico de la servidumbre a
los poderes fácticos del status quo) y que habrían convertido al
periodista en mera correa de transmisión de los postulados del
establishment o sistema dominante.
El actual sistema dominante o establishment de las
sociedades occidentales utilizaría pues la dictadura invisible del
consumismo compulsivo de bienes materiales para anular los ideales del
individuo primigenio y transformarlo en un ser acrítico, miedoso y
conformista que pasará a engrosar ineludiblemente las filas de una
sociedad homogénea, uniforme y fácilmente manipulable mediante las
técnicas de manipulación de masas. Así, el sociólogo y filósofo alemán
Herbert Marcuse, en su libro “El hombre Unidimensional (1.964), explica
que “la función básica de los medios es desarrollar pseudonecesidades de
bienes y servicios fabricados por las corporaciones gigantes, atando a
los individuos al carro del consumo y la pasividad política”, sistemas
políticos que serán caldo de cultivo del virus patógeno conocido como
“autos-kratos” o autocracia, forma de Gobierno ejercida por una sola
persona con un poder absoluto e ilimitado, especie de parásito endógeno
de otros sistemas de gobierno (incluida la llamada democracia formal),
que partiendo de la crisálida de una propuesta partidista elegida
mediante elecciones libres, llegado al poder se metamorfosea en líder
Presidencialista con claros tintes totalitarios (inflexible, centralista
y autoritario), lo que confirma el aforismo de Lord Acton “El Poder
tiende a corromper y el Poder absoluto, corrompe absolutamente”.
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ- Analista
Compartir el post "El Poder y la manipulación de las masas"
No hay comentarios:
Publicar un comentario