lunes, 27 de abril de 2015

La voz de Iñaki


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Un artículo de Pablo Iglesias

EL PAÍS  


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En efecto, ese artículo de Pablo Iglesias viene a confirmar, sin duda alguna,  que para que Podemos pueda poder, va a ser necesario e imprescindible un  humilde, inteligente y sincero aterrizaje forzoso en la verdad de lo que hay, que hubiese sido lo necesario y lo justo, desde un principio menos estratégico y táctico que respetuoso con esa realidad ciudadana que el equipo Complutemos se empeñó en ignorar y manipular "desde la base de los de arriba que se camuflan de los de abajo", despreciando su capacidad de organización, su clarividencia y su sentido práctico sectorial y el valor dialógico de la empatía colectiva por encima de las comidas de tarro laclausistas y con aire de milonga inconfundible. La ciudadanía no sólo se dedica al fútbol y a Sálvame como ideología ni a destripar terrones en el mastercheff de turno como práctica. Resulta que también piensa, trabaja, valora, lee  y estudia más de lo que parece y quitando un 10% de analfabetos cognitivos irremisiblemente voluntarios, sabe a ciencia cierta que la Tierra gira al rededor del Sol y que los dinosaurios del pasado son más cosa de imaginario paleontólogo que de convivencia en la vecindad humana; pero que los dinosaurios fetén los tiene camuflados de soplagaitas y gobernando en la Moncloa, aplaudiendo en el Parlamento, sentados presidiendo el Poder Judicial y con una corona en la cabeza aposentados en un trono, que precisamente la ciudadanía no les ha invitado a ocupar. Es una forma de ser okupas de lujo, que nos sale mucho más cara y anacrónica que los realojos de la PAH. Pero esa forma de okupación Pablo Iglesias la soluciona con el Juego de Tronos y no plantando cara a esa monarquía contra natura democrática, con la exigencia de un referendum para que la ciudadanía decida si quiere darle o no a ese juego de mesa que se nos acopló con los visigodos y ahí sigue chupando cámara, portadas y presupuestos generales del Estado.
Una cosa son los gigantes alucinatorios como cuenta cuentos y otra los molinos de viento en las colinas de La Mancha. Y nuestra realidad está en los molinos; para moler la indecencia, las dobles caras de la falsa política y de la falsa moral que lo mismo se van de churras que de merinas. 

Con este apego ansioso a la socialdemocracia, nada menos que de Olof Palme, Pablo Iglesias destapa de una vez por todas la falta de respeto del equipo Complutemos por la ciudadanía, ofendiendo su inteligencia con vendidas de cabra semejantes y cómo cambiando de herramientas ideológicas a golpe de resultados demoscópicos, ese Podemos made in equipo técnico, no es que haya perdido el oremus, es que no tenía ni puñetera idea de donde  estaba ese oremus  cuando se fundó a sí mismo en las quedadas coleguitas de Somosaguas, bajo el encantamiento de los relatos de Monedero y a la sombra del retórico Laclau y sus elucubraciones teóricas sobre el cesarismo campechano para encantar serpientes y lagartijas  hambrientas y cabreadas por los dinosaurios abusones.  
La cosa es que, según va pareciendo, el interés y la determinación de la ciudadanía no coincide con el plan de ese veni, vidi, vinci fulgurante y arrasador tan mediáticamente programado con la memorización de las mismas frases-consigna repetidas hasta la saciedad, los entrecejos fruncidos, la agresividad y la violencia de atrezzo, en una sociedad bastante menos idiota de lo recomendable para triunfar arrasando y sin tiempo para discernir. Mientras los 'mejores preparados' de la historia de España se nos van colocando en partidos neopolíticos a golpe de escaño y hemiciclo. Una forma muy astuta de reducir el desempleo, es verdad, sólo con que los Consejos Ciudadanos diseñados por el clan Complutemos suban al trono de los principios organizativos rebanando de cuajo el valor de círculos y asambleas engañabobos, ya la ciudadanía estará satisfecha de que sus recortes sirvan para algo más que para enriquecer fondos buitre, sicavs, maridos de Cospedales, talentos descubiertos por Aguirre, niñas de Rajoy y  registradores de la propiedad en general. Y si eso se une al talento catalán siempre tan práctico de C's, colocando el IVA del pan por encima del de los Jaguars, cepillando inmigrantes molestos y gentuzas simpapeples y legalizando la miseria del puterío nacional, pues ya, para qué más. Menudo cambio con recambio...menudo acelerón de democracias y economías...  

Viendo lo que hay, la reflexión que nos queda es más o menos esta: 
La ciudadanía en realidad sólo necesita una moral clara convertida en principios éticos y leyes justas, que se estudien, se consensúen en un nuevo código de sanas prácticas políticas, sociales y económicas por medio de una revisión consensuada, pactada y refrendada por los ciudadanos y ciudadanas. Una participación directa en las instituciones de los ciudadanos como árbitros y orientadores de la gestión pública. Que vigilen el cumplimiento de la Constitución por encima de cualquier presión de los poderes fácticos y que sin la aprobación mayoritaria en referendum jamás se pueda cambiar ni una coma de la Carta Magna. 
Estamos comprobando in situ que en un país sin moral en la gobernanza y en las instituciones, sin lucidez ética en el funcionamiento del engranaje humano, no sirve de nada que cambien caras ni ideologías. Un espantapájaros sigue siendo lo que es,  vestido con frack o smocking  o con ropa de hippy o de rapero. Sin ética personal no hay moral social y viceversa, porque ambas se retroalimentan. Y al parecer sí que hay dos 'castas', en eso Podemos tiene razón, pero se equivoca al especificar;  no se ha percatado de que son la casta amoral y la casta decente. La casta de conciencia despierta e independiente y la casta de conciencia castrada y dopada por el sistema. Nada de arribas y abajos ni pobres y ricos. Ni izquierdas ni derechas al uso. Más bien trigo y cizaña creciendo en el mismo sembrado pretendidamente democrático. Aunque tratándose de seres humanos no se puede cerrar la puerta a la metamorfosis de cizaña a trigo, no sería justo confundir comportamientos irresponsables e interesados sólo en el egoísmo, con el potencial de cambio que puede ponerse en marcha sólo con un cambio de conciencia. Aunque, por afinidad es cierto que la izquierda está más cerca de la decencia-trigo que la derecha, más inclinada a la hipocresía-cizaña, pero esto no es un axioma exacto que deba generalizarse, una vez experimentada  y comprobada la realidad de que en todas partes cuecen habas. 
La única herramienta sana que nos queda es trabajarnos como ciudadanía con alma y conciencia. Como individualidades solidarias y corresponsables en la misma realidad participativa. Creativas y transformadoras desde la base municipalista, de la que irán saliendo las nuevas formas y vías para otro tipo de logros y de gobiernos, de economía y de política. Otra sociedad, que solo la ciudadanía verdadera puede construir y desarrollar al hilo de sus justas necesidades y más nobles e imprescindibles aspiraciones. Y de la que saldrán según la demanda de cada momento evolutivo, los gestores necesarios que ya irán aprendiendo sobre la marcha pedagógica de la participación, la  diferencia  abismal que hay entre el poder como bula y permiso para hacer cualquier cosa y el servicio por encargo temporal y consultivo de un gobierno realmente democrático y justo según los  Derechos Humanos, en los que la mujer y el hombre  unidos en el bien común están por encima de cualquier asunto político, económico, religioso o ideológico. Y todo ese conjunto de valores, siempre al servicio de la humanidad; no en su contra como hasta ahora ha venido sucediendo. 

Si la corrupción de este siglo te indigna, si el deseo de justicia te enaltece,si amas la patria,si el interés de la humanidad te afecta, abraza, lector, la causa de la libertad. Abandona tu egoísmo, húndete en la ola popular de la igualdad que nace; tu carácter débil se fortalecerá con valor indomable;tu corazón rejuvenecerá.Todo cambiará de aspecto ante tus ojos iluminados por otras caras de la verdad; nuevos sentimientos despertarán en ti ideas nuevas. Religión, moral, poesía,arte, idioma, se te presentarán bajo una forma más grande y más bella, y renovado,saludarás la nueva regeneración universal.

Para quien tenga tiempo y ganas de fortalecer el ánimo social, recomiendo leer los escritos del autor de este texto: Pierre Joseph Proudhon. Hay que alimentarse con buenas y nutritivas riquezas en estos tiempos de bulimia tecnológica y anorexia de sentido humano e inteligencia emocional.

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