Para hacer qué
Urge intentar amplios acuerdos para abordar en serio materias sustanciales a las que les han salido telarañas de tanto esperar en vano
A medida que nos acercamos al fin de los plazos, crece la expectación
por saber quiénes nos van a gobernar en esta legislatura pero,
sorprendentemente, se habla muy poco de lo que se ha de hacer.
Son muchas las voces que llevan tiempo alertando sobre la importancia
de esta próxima legislatura para acometer reformas imprescindibles en un
mundo en vertiginosa transformación. Esta misma semana, desde Ana
Patricia hasta Eduardo Marina. Sin caer en la mitología de los consensos
-pues el disenso es la madre de la democracia- todos sabemos que urge intentar amplios acuerdos para abordar en serio materias sustanciales a las que les han salido
telarañas de tanto esperar en vano: la reforma educativa, la energética,
ciencia e innovación, mercado laboral y competitividad de nuestra
economía, cambio climático y nada digamos de la
Como dijo que Goethe "no se trata de estar totalmente de acuerdo sino de ir por el mismo camino". El mundo no corre, vuela, y no nos podemos permitir el lujo de perder otros 4 años en luchas fratricidas, obcecaciones, tacticismo liliputienses y vanidades ridículas. Sería una indecencia pública, sería traicionar al futuro del país, pero si las cosas van por donde ahora mismo pintan, hay motivos para preocuparse.
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