Hay que despertar a los sonámbulos
Nuestros políticos son unos sonámbulos a los que es urgente despertar
El último ejemplo lo tuvimos la semana pasada con el informe de INE sobre población. Un informe que ofrecía datos tremendos. La natalidad ha caído un 40% en la última década y con proyecciones de futuro muy inquietantes porque si siguiera esta tendencia la población española descendería en 14 millones de habitantes en lo que queda de siglo.
Se habló mucho del asunto durante un par de días pero vuelvo a él porque pasado un par de días ya se acabó. Ha vuelto al silencio. El cortoplacismo se lo ha tragado y ese importantísimo tema, base de la sustanciación de nuestro futuro como país, no ha aparecido ni de refilón en el gran serial de campañas electorales que hemos vivido ni figura en los planes de actuación que los partidos están negociando ahora. Es una prueba más de ese trastorno de la atención que nos hipnotiza con lo inmediato y nos impide ver lo que más nos afecta y que revela esa resignación de nuestros políticos ante los desafíos de gran envergadura, mezcla de fatalismo, pereza intelectual y la tantas veces denunciada desconfianza en su capacidad de transformar la realidad con sus actuaciones políticas. Ensimismados en el cortoplacismo de las luchas por el poder han olvidado el verdadero poder, el de la herramienta que manejan. Nuestros políticos son unos sonámbulos a los que es urgente despertar.
PD: La resolución unánime del Supremo sobre La Manada demuestra que avanzamos, los comentarios de los portavoces de Vox en Andalucía y Murcia demuestran que dormirse sería imprudencia temeraria.
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