Entrevista a Miguel Urbán "Las políticas migratorias de la UE en Níger pueden llevar a crímenes de lesa humanidad"
El eurodiputado de Podemos critica que los fondos
europeos para el desarrollo del país estén supeditados a políticas de
control migratorio después de visitar el país, la última parada de los
migrantes africanos antes de adentrarse en el infierno libio y la fosa
común de Mediterráneo.
“Níger es una ruta migratoria principal para llegar a Europa, y ahora se ha convertido en un laboratorio de la política de externalización de fronteras de
la Unión Europea. Se está condicionando la ayuda al desarrollo para
este país a una política de control de fronteras”, explica Miguel Urbán,
eurodiputado y portavoz de Podemos en el Parlamento Europeo que ha
regresado recientemente de una visita al país africano junto a otros
compañeros del GUE/NGL para comprobar los efectos de las políticas
migratorias que la UE está implementando en Níger, concretamente, en la
región de Agadez, en pleno desierto del Sahel, última parada antes de adentrarse en el infierno libio.
Hace tres años, en 2015, en pleno auge de la
migración hacia Europa procedente de África y Oriente Medio a través del
Mediterráneo, los líderes de la UE se reunieron en una cumbre en La
Valeta, Malta, para trazar la hoja de ruta sobre las políticas
migratorias que pusieran coto a unas cifras de llegadas que, en aquel
entonces, superaban las 800.000 al año. El acuerdo UE-Turquía bloqueó
las llegadas de refugiados, sobre todo sirios, a las islas griegas, y en
la cumbre de Malta, donde también acudieron representantes africanos,
Europa comenzó a implementar de forma mucho más descarnada la política
de contención en los países africanos. Del fondo fiduciario de la UE para África, dotado con 1.800 millones de euros, sólo 30 millones van destinados exclusivamente para luchar contra la pobreza en Níger,
señala Urbán. Una gran parte de estos fondos se destinan a políticas de
vigilancia y control de fronteras, también camuflados en partidas para
lucha antiterrorista y seguridad.
"Agadez ha sido durante siglos un cruce de caminos de la migración natural de África, no sólo de la irregular"
Níger
se convirtió en la prioridad de la UE para intentar frenar las rutas
migratorias hacia el norte de África y Europa. Según la Organización
Internacional para las Migraciones, Níger es el nodo más importante del
África subsahariana hacia el Mediterráneo y, según sus cálculos, en 2016
más de 400.000 migrantes transitaron por Níger, la mayoría de ellos a
través de la región de Agadez, en dirección a Libia y Argelia. “No sólo
querían ir a Europa. Agadez siempre ha sido durante muchos siglos un
cruce de caminos de la migración natural de África, no sólo de la
migración irregular. En Argelia y Libia había trabajo, lo sigue
habiendo, y esa ruta era utilizada para llegar hasta allí desde el sur
de África”, explica Urbán. Sin embargo, desde la cumbre maltesa, los
fondos de cooperación y desarrollo para el país están “totalmente condicionados y supeditados a las políticas de la Europa Fortaleza”,
apunta el eurodiputado. “Níger necesita estos fondos para subsistir y
la UE ahora sólo se le conceden si el país modifica su propia
legislación nacional en materia migratoria. El resultado es que se ha criminalizado la migración
en un país de tránsito, se han militarizado y cortado rutas
tradicionales, no sólo de migración irregular, sino toda. Y la migración
era y es una parte no pequeña de la exigua economía del país”, señala
Urbán.
Uno de los países más pobres
La estabilidad del país, uno de los más pobres del
mundo —ocupa el puesto 187 de los 188 incluidos en Índice de Desarrollo
Humano de la ONU— está además debilitado debido a diferentes grupos
armados, algunos directamente relacionados con la trata y el tráfico de
seres humanos la presencia de grupos armados que contribuyen a la trata
de seres humanos y al tráfico de migrantes. Más del 45% de la población
vive por debajo del umbral internacional de la pobreza, es decir, con
menos de 1,90 dólares al día, según Naciones Unidas.
Aún así, son pocos los nigerinos que intentan alcanzar Europa a través
del Mediterráneo, lo que le ha convertido en un socio fundamental en la
estrategia migratoria de la UE y en 2016 recibió 190 millones de euros del fondo antes mencionado, lo que lo convierte en el principal receptor del fondo.
"La UE destina una ingente cantidad de dinero para convertir Níger en un agujero negro para los derechos"
Pero
la ayuda no es gratis. A cambio, explica Urbán, Níger ha cambiado su
legislación, “ha pasado de ser un país de acogida y tránsito a
criminalizar a la población migrante y también a los pasadores, a los
transportistas, que no son siempre mafias del tráfico de personas,
sino personas que viven de llevar a la gente hasta las fronteras del
norte de África y llevar mercancías a la vuelta a Níger”, afirma. En
concreto, Urbán se refiere a la ley 36/2015, contra el tráfico y
la trata de personas que ha derivado en la confiscación de vehículos y
la detención de los transportistas. “Ahora hay 7.000 familias que no tienen forma de ganarse la vida,
y no son criminales. Se ha desmontado su forma de subsistencia y sólo
han recibido un millón de euros para implementar una economía
alternativa, según nos han trasladado las autoridades del país”, critica
Urbán.
En los años sucesivos, el dinero recibido por el
Gobierno nigerino ha ido aumentando progresivamente y también las
misiones europeas allí desplegadas, como EUCAP Sahel, prorrogado hasta septiembre de 2020 con un presupuesto de 63,4 millones.
Entre los objetivos de este programa está "asesorar y formar a las
autoridades nigerinas en el fortalecimiento de sus capacidades de
seguridad" en asuntos como lucha contra el terrorismo y la delincuencia
organizada y, desde 2016, "en la elaboración de técnicas y
procedimientos para controlar y combatir mejor la migración irregular", algo que ha bloqueado las caravanas de migrantes que parte de Agadez hacia Libia y Argelia.
“Se ha fragilizado aún más a la población migrante,
se la ha convertido en clandestina, se la persigue. Para controlar las
rutas migratorias, policía y militares han tomado los pozos de agua potable a lo largo de la ruta en pleno desierto del Sahel. Eso hace que cada vez sea más complicado y arriesgado cruzar ese desierto”,
Entre las políticas migratorias que la UE implementa
en el país, Urbán destaca el “asesoramiento a las autoridades y fuerzas
de seguridad, la compra de material y vehículos, registros biométricos,
control de fronteras… Es una ingente cantidad de dinero y proyectos
financiados por la UE para convertir Níger en un espacio sin derechos,
una agujero negro para los derechos. Eso lo estamos pagando todos los
ciudadanos europeos”, lamenta.
El Sahel, la mayor fosa común
Después de prácticamente vaciar de ONG de rescate el Mediterráneo, el siguiente paso de la UE ha sido “desplazar desde el mar hasta Níger la primera frontera de Europa”,
resume Urbán. “Si las política de la Europa Fortaleza ha construido una
gran fosa común en el Mediterráneo, en el Sahel se está construyendo
otra gran fosa común de la que no hay ningún testigo. La UE puede tener
la conciencia tranquila porque nadie ve los muertos de desierto, pero se
están produciendo, igual que muchos delitos y violaciones de los
derechos humanos”, asegura.
"La UE puede tener la conciencia tranquila porque nadie ve los muertos de desierto"
Supeditar la ayuda al desarrollo al control migratoria, según el eurodiputado, “está favoreciendo a las mafias y a los traficantes, incluso a grupos terroristas a los que los migrantes no tienen ahora más remedio que acudir si quieren migrar”.
“Lo que decimos combatir es lo que estamos financiando y fomentando con nuestras propias políticas. Da vergüenza ser europeo cuando hablas con los migrantes allí. No tienes forma de justificar lo que estamos haciendo en África”, apunta Urbán, que se atreve a ir más lejos: “Las políticas que estamos implementando en Níger pueden estar constituyendo crímenes de lesa humanidad.
Eso se hace con dinero de todas y todos. Debemos replantear esas
políticas, la necesidad de vías seguras para migrar, contemplar la
migración estacional en la zona del Sahel y hacer políticas de
desarrollo no condicionas al control migratorito, sino a las necesidades
humanas”, reclama Urbán.
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