La energía que renueva los pueblos.Extremadura bulle con la energía solar
EXTREMADURA
“Haz lo que puedas, con lo que
tengas, donde estés”. La frase es del presidente estadounidense
Theodore Roosvelt, pero los vecinos de la localidad cacereña de Logrosán
parecen haberla hecho suya. Tienen terrenos y sol y se han convertido
en un referente en el desarrollo de los parques fotovoltaicos en España.
Hace años que Logrosán enterró su pasado minero, el que le llevó a
extraer la mitad del fosfato de calcio producido en toda España para
fabricar fertilizantes químicos. Ahora sus vecinos levantan la vista al
sol y ven una nueva fuente de recursos y prosperidad para el municipio.
Enel Green Power España va a invertir 94 millones de euros en la zona.
Con
12 parques fotovoltaicos en construcción y 61 proyectos más en
tramitación (de los que 25 han recibido ya autorización administrativa),
Extremadura bulle con el negocio de la energía solar fotovoltaica y
Logrosán es uno de sus claros exponentes. Prueba de ello es el parque
fotovoltaico que Enel Green Power España (EGPE), la filial de energías
renovables de Endesa,
está construyendo en la localidad. La inversión para levantar este
parque ronda los 94 millones de euros y, cuando concluyan las obras a
finales de este año, podrá general energía equivalente al consumo de
61.000 familias.
La capacidad de los parques será de 126 MW (378.000 paneles solares)
En
Logrosán son poco más de 2.000 habitantes, un tercio de los cerca de
6.600 vecinos contabilizados en 1960. “Levo 31 años siendo el pediatra
de Logrosán. Desde los años 2000 para acá, ha habido un evidente
descenso de nacimientos”, apunta Juan Carlos Hernández, que es también
el alcalde de la localidad.
El parque estará en funcionamiento a finales de 2019
Sin
embargo, en los últimos meses el pueblo está transformado. Muchos
vecinos han encontrado empleo en el parque, han llegado trabajadores de
otras localidades, no hay un piso vacío y el ambiente se nota en la
calle, en los bares, en los restaurantes…
La energía generada equivale al consumo de más de 60.000 familias
Juan
Franco es uno de los que han venido a Logrosán a trabajar en la
construcción del parque fotovoltaico. Lo suyo en realidad es un retorno.
El responsable de la planta de EGPE en Logrosán nació en Extremadura.
Tras pasar por Turquía, Brasil o Uruguay a lo largo de su carrera
profesional, ha vuelto a casa. Este ingeniero de caminos cambió la obra
pública por las energías renovables. Al conocer que se abría un proyecto
en su tierra no lo dudó. Ahora se enorgullece de lo mucho que están
cambiando los pueblos de la zona gracias al desarrollo de las renovables
y presume de la calidad de la materia prima local: “en Extremadura
tenemos el mejor sol de España y diría que hasta de Europa”, afirma.
Se evitarán 160.000 toneladas de CO2
Razón
no le falta. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)
indican que la provincia de Cáceres contabiliza 3.000 horas de sol al
año, una cifra que está atrayendo a numerosas empresas del sector
energético y que abre nuevas oportunidades de empleo la región, que
arrastra una tasa de paro del 22,5%.
265 vecinos reciben cursos para trabajar en parques renovables
Anabel
Guillermo llegó hace seis años a Logrosán. Hace meses vio un anuncio en
Facebook sobre la próxima construcción de un parque fotovoltaico en el
pueblo. Se informó en el ayuntamiento y fue uno de los 265 vecinos que
realizó uno de los cursos gratuitos de montaje de placas y estructuras
organizados por la filial de Endesa. Desde enero trabaja en las obras,
comprobando que todos y cada uno de los 378.000 paneles solares que se
están colocando estén bien montados.
Mucho más que empleosPero al margen de los 650 empleos directos e indirectos generados en la fase de construcción, el proyecto que desarrolla Enel Green Power España trae otros beneficios para Logrosán. La empresa realizará auditorías energéticas para reducir el consumo energético en 15 edificios públicos de la localidad y, en tres de ellos, se instalarán placas fotovoltaicas de autoconsumo.650 personas trabajan en el proyecto
Uno
de esos edificios es la residencia de mayores gestionada por la
Asociación para la Formación y el Empleo de Mujeres en el Ámbito Rural
(FEMAR). Isabel Villa, la directora de Femar, recuerda que la asociación
nació hace 18 años y el proyecto de la residencia de mayores sirvió
para cumplir el doble objetivo de aumentar la empleabilidad de las
mujeres y mejorar la vida de los vecinos de más edad, que pueden recibir
asistencia en su propio pueblo. Hoy conviven en el centro 67 mayores y
40 trabajadores (en su inmensa mayoría mujeres).
Instalación de soluciones energéticas eficientes en instalaciones públicas
Isabel
hace sus cálculos para saber cuánto se van a ahorrar en la factura
energética: por un lado, con la auditoría energética y los cambios de
iluminación a tecnología led, más eficiente y, por otro, con el
autoconsumo. EGPE instalará en el tejado las placas fotovoltaicas que
actualmente se están utilizando para dar electricidad a la zona de
construcción del parque: 10 KW de potencia, con lo que “vamos a reducir
en un tercio el gasto en electricidad” y, además, “la duración de las
placas es de 25 años, por lo que no es una ayuda puntual, se va a notar a
lo largo de los años”, apunta satisfecha.
Dotación de 230.000 euros para planes de la comunidad de la zona
Esta
otra cara de los proyectos fotovoltaicos, las medidas en beneficio de
la comunidad, en las que se invertirán 230.000 euros, son, para el
alcalde de Logrosán, un ejemplo claro de lo que deben hacer las empresas
en el siglo XXI. “Deben aportar no solamente riqueza puntual, dando
trabajo o generando algunos impuestos en la comunidad donde se insertan,
sino que también deben de implicarse más en día a día de la comunidad”,
señala.
De momento, la pujanza de las renovables promete dar
nueva vida a la zona, incluso a las minas, abandonadas hace años.
Maripaz Dorado, arqueóloga, se muestra esperanzada en que los recursos
que las renovables van a aportar a las arcas públicas puedan destinarse
a invertir en otros proyectos como, por ejemplo, la explotación
turística de las minas. Mientras recorre las galerías del la Mina
Constanza, donde hace décadas se extraía el fluorapatito que fue el
combustible de la economía local durante años, se muestra confiada en
que la despoblación provocada por el fin de la minería en Logrosán se
revierta, al menos parcialmente, con la explotación de nuevos recursos
energéticos. Esta vez a cielo abierto.
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Clemente Álvarez
Para aquellos que piensan que la transición energética supone una oportunidad de dar mayor participación a los particulares y democratizar el sector de la energía, estas macroplantas significan todo lo contrario. "Están intentando convencer a todas las administraciones para que autoricen estas monstruosidades de proyectos bajo la falsa justificación de que a gran escala el precio de la energía va a ser más barato", destaca Martínez-Aroca. "El que le salga más barato al promotor en la construcción no garantiza un menor precio de la energía en el mercado, solo garantiza un mayor beneficio para la empresa promotora, están confundiendo a la opinión pública al decir que van a ser más competitivas para el precio de la energía".
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Pero, hay lagunas informativas, como sin ir más lejos, quién hay detrás de ese Enel Green Power España. ¿Ese capital tan rentable se queda en casa, mejora Cáceres, Extremadura y Logrosán, o una vez recopilado deja una limosna al ayuntamiento para cubrir apariencias en vez de cooperar en realidades y se va de turismo ofshorista por esos paraísos mágicos del aproveching sin fronteras? Hay un lado sombrío del mundo fotovoltaico, una cara B de esa gran propuesta de renovables cada vez más urgente e imprescindible: los señores de la pela que no pierden comba y lo mismo montan una Castor para hacer papilla la costa mediterránea y la atmósfera extrayendo gases y materia tóxica pretendidamente la ganga de algún hidrocarburo marciano, imposible e inviable, que invierten a lo bestia en plantas de paneles solares sanísimos e inofensivos. Por ejemplo, Florentino Pérez, el dueño de tantas cosas, como La Sexta y la Castor. A la que el estado ha tenido que indemnizar por hacer un estropicio debido a la falta de conocimiento geológico y por ello haber provocado terremotos constantes en la zona de la costa norte de Castellón y sur de Tarragona, más o menos de Vinaroz a Tortosa. En vez de hacerle pagar a don Floren tal irresponsabilidad con un juicio adecuado y un multazo por negligencia y falta de previsión para pagar daños y perjuicios a la comunidad ciudadana afectada, esta vez la justicia se calla y no se mete en política, porque está muy feo no hacer separación de poderes, claro. Y, por supuesto, porque está ocupadísima en condenar catalanes peligrosísimos, algo mucho más grave es intentar votar en un referéndum que destrozar las fosas marinas y las tierras limítrofes con el riesgo de provocar consecuencias telúricas imprevisibles que ponen en peligro la vida y la seguridad de la ciudadanía, de la fauna marina y su hábitat, con el único fin de lucrarse a calzón quitado, a vergüenza defenestrada, impudor manifiesto y ética en la cárcel por tiquismiquis, hale!
El estado tiene la obligación de proteger el medio ambiente de todo tipo de agresión y de abuso, como del acaparamiento de recursos públicos para exclusivo y excluyente lucro privado. Y no lo hace; al contrario, bendice con mirada estrábica cada arrechucho terminator de la peña esquilmadora, amparados en un canijo y miserable concepto de la economía, a la que han reducido a dinero mondo y lirondo, confundiéndola con las finanzas al mas impuro y obsceno uso del capitalismo, una vez convertido en papel higiénico el ilusorio legado de Adam Smith, que al lado de lo que hay resulta un Gandhi de la teoría económica y no el padre del capitalismo moderno y contemporáneo, como lo fue hasta que llegaron los años veinte y treinta del siglo pasado y el liberalismo hiperestésico se convirtió en el Atila de la economía mundial. En ello sigue y progresando adecuadamente nos está dejando hechos una mierda, tanto al Planeta como a sus especies, entre las que el capitalismo brilla y pringa con tinieblas propias y ruge con sus huracanes personalizados, en crisis constante e in crescendo.
El estado debería estar ojo avizor y no entretenerse tanto mirando obscenamente el ombligo de la peña partidista y sus rifirrafes; mientras él se contempla en el espejo de sus múltiples caras(duras, cada vez más), los florentinos de toda laya, aprovechando la ocasión, se están poniendo las botas antes de que gane una izquierda poco alienada y se ponga a revisar el temario pendiente de las renovables y su explotación decente y benéfica para la ciudadanía y el medioambiente. Los florentinos de toda la vida no van a permitir el autoconsumo, para ello van a acaparar todo el espacio posible, y así conseguir que solo ellos sean los putos amos del del cotarro fotovoltaico. Y el estado, es obvio, si quiere ser justo y democrático, no puede seguir siendo el convidado de piedra en este carajal de aprovechones privados a costa del perjuicio público.
Cuanto más tiempo se pierde en marujear entre partidos y opciones, más cuerda y oportunidades de esquilmar se le dan a esa cometa del filibusterismo empresarial e inversor de todo en todo, mano larga y negra que nos asfixia sin que el estado desarrolle leyes y herramientas para regular ese cáncer de la corrupción sistémica, de la que el florentinismo desatado, y camuflado de lo que haga falta, es el síntoma inequívoco, bajo el paraguas del Ibex o del Bilderberg o del FMI, de la omnipresente Reserva Federal, del Banco Mundial o de cualquier ocurrencia por el estilo; lo del nombre es lo de menos, porque la sustancia primordial es la misma.
Por mucho que le laven la cara al negociete de siempre, la inspiración forrística unilateral es la misma: la ley del embudo financiero y empresarial; entrar a saco en la España rural, aniquilar los campos de cultivo para promocionar grandes inversiones en placas solares y acaparar la gestión de la luz solar convertida en un emporio económico, muy rentable para unos pocos y ruinosa para el consumidor como el petróleo o el gas natural; poniendo precio al sol, que es gratis, mientras se impide el sano y gratuito autoconsumo y las cooperativas cívicas e independientes de consumidores auto-sostenibles.
El capitalismo feroz es tan irracional como una plaga de ppulgones para las plantas. Si los ppulgones fuesen inteligentes se repartirían entre varios árboles y y arbustos,contendrían su reproducción compulsiva, que equivaldría a controlar simultáneamente el consumo de savia vegetal, para poder mantenerse sin acabar con el árbol, sustento de todos, y con la propia vida pulgonil. Así, sería posible e inofensiva la simbiosis entre los bichos y el habitat nutriente con ventaja para ambos y sin perjuicio para ninguno. Pero como los pulgones carecen de inteligencia estratégica, se reproducen a lo bestia, consumen a lo bestia, destruyen el lugar que habitan y secan la fuente de la vida en dos telediarios, mueren matando y matan muriendo de la manera más idiota, y es un genocidio sobre todo cuando el sistema pulgón fashion se reproduce en la humanidad capital-consumista cegata.
Es el colmo de la cretinez no aprender de la experiencia, de la misma Naturaleza, como de las inmensas meteduras de pata que históricamente nos han traído hasta esta hecatombe global, y repetir la misma inercia descerebrada durante siglos y siglos de garrulismo impenitente, drogados por la misma sustancia gilipollesca y destrozapulgones. Esta imbecilidad de ser humanos con comportamientos de pulgón se curaría si se comprendiese la reencarnación y se atasen cabos...Si la energía no se crea ni se destruye, está claro que la muerte es solo un cambio de densidad en ella, en la medida que hay conciencia esa energía muta y adopta formas nuevas a la altura energética del cambio que se haya ido implementando a lo largo de la existencia, en las que manifestarse, es decir, que hay un vínculo imborrable entre lo que somos y lo que hacemos, por eso volvemos una vez y otra al mismo escenario existencial, como los pulgones, y mientras no descubramos y experimentemos esencialmente que somos otra cosa, nuestro destino es el mismo de la pulgonería: consumir a lo tonto lo que pillamos sin desarrollar planos más amplios de la existencia y del conocimiento íntimo del sí mismos, que nos libera y es el nosotros y el hábitat, en el mismo tiempo y espacio cuánticos. Es el puzle ilimitado de la conciencia, en el que experimentamos la facultad extraordinaria de la libertad para cambiar la óptica y la comprensión de la unidad entre lo que somos y lo que elegimos experimentar a cada momento.
Observando la trayectoria florentina que en el caso de la explotación solar-fotovoltaica ha cambiado de etiqueta convirtiendo al Castor en Cobra (aunque tal vez ese "cobra" no sea un reptil, sino el imperativo del verbo "cobrar", que es lo que el prototípico autor lleva in mente en todo lo que hace), se comprende que no ha habido ningún aprendizaje y que la vocación exterminadora pulgónico-empresarial sigue intacta; es decir, que si no lo remediamos, el mismo destrozo que se ha causado al medio ambiente con las energías tóxicas, continuará creciendo con el exterminio del medio ambiente terráqueo, ya que las placas solares, que mediante el autoconsumo no ocuparían nada más que un pequeño espacio urbano o rural, en las viviendas, se convierten en invasoras gigantes de la Naturaleza, en okupas de los campos de cultivo, que privarán a los seres humanos de producir alimentos sanos y biológicos de cultivo sostenible y del intercambio comercial de sus productos vegetales como trabajo remunerado, cultivando cereales, legumbres, verduras, frutas fresca, frutos secos, olivares y viñedos, pasto para el ganado, leche, huevos, plantas medicinales, etc...Habrá un encarecimiento de estos productos que los mismos empresarios de todo acapararán creando empresas de productos artificiales sutitutivos, sintéticos, que nos encalomarán como una maravilla de la tecnología conseguida por ordenador. Seguirán siendo cuatro gatos chupando del bote global. La pobreza de diseño industrial será el modelo de vida terrestre. Una legislación única gobernará los intereses de la élite, sostenida por el trabajo mecánico e informático y ya desprovisto de conciencia, del resto de la humanidad, convertida en un Auswitzch chulísimo, lleno de pantallas y series de pensamiento teledirigido en las que engancharse para olvidar la miseria del trabajo de esclavos autómatas, y la muerte asistida cuando ya no se pueda resistir más una vida sin vida se convertirá en una inversión, en el plan fondo de pensiones para todos.
Si no queremos algo parecido como futuro de larga extinción planetaria, no aceptemos estas barbaridades de los mismos perros con distintos collares simulando una repentina conversión al ecologismo y al respeto por la vida. Que se lo pregunten a los agricultores que tendrán que esforzarse en conservar sus tierras y en resistir las ofertas abundantes que les llegarán para despojarles de su patrimonio natural con la excusa de que la energía solar es maravillosa y muy necesaria. No olvidemos que lo más limpio y necesario puede convertirse en lo más perjudicial y ruinoso para todas en las manos equivocadas de la piratería capitalista sin alma, pero con los bolsillos sin fondo. Menudo plan Huxley-Orwell fashion nos están preparando los pulgones chupópteros, los cobras y los pirañas de siempre vestidos de Mary Poppins ecologista para la ocasión. Lástima que su carnaval ya esté a punto de cumplir la fecha de caducidad. Hay más conciencia despierta de lo que parece y aunque no hayan caído en la cuenta, sus abusos y malos tratos a los seres humanos, mediante la banalidad del mal, también están formando parte del instinto consciente de bifurcación y salida del agujero negro desalmado y sin más futuro que un finiquito en diferido.
15M, vuelve a la calle y a la organización activa, porfa, gradúa las gafas sociales de ver para poder leerles la cartilla, te necesitamos como energía correctora y despertadora de gobiernos adictos a la marihuana y a la cocaína del ppoderío alucinógeno. Que están colgaos y ni se coscan. ¿Para qué coscarse, si las paganinis que apechugamos somos nosotras, verdad? Inolvidable, a propósito, la observación desgarradora de Tucídides, el historiador griego del siglo V a.C. "Los fuertes hacen lo que pueden, pero los débiles sufren lo que deben"
Por mucho que le laven la cara al negociete de siempre, la inspiración forrística unilateral es la misma: la ley del embudo financiero y empresarial; entrar a saco en la España rural, aniquilar los campos de cultivo para promocionar grandes inversiones en placas solares y acaparar la gestión de la luz solar convertida en un emporio económico, muy rentable para unos pocos y ruinosa para el consumidor como el petróleo o el gas natural; poniendo precio al sol, que es gratis, mientras se impide el sano y gratuito autoconsumo y las cooperativas cívicas e independientes de consumidores auto-sostenibles.
El capitalismo feroz es tan irracional como una plaga de ppulgones para las plantas. Si los ppulgones fuesen inteligentes se repartirían entre varios árboles y y arbustos,contendrían su reproducción compulsiva, que equivaldría a controlar simultáneamente el consumo de savia vegetal, para poder mantenerse sin acabar con el árbol, sustento de todos, y con la propia vida pulgonil. Así, sería posible e inofensiva la simbiosis entre los bichos y el habitat nutriente con ventaja para ambos y sin perjuicio para ninguno. Pero como los pulgones carecen de inteligencia estratégica, se reproducen a lo bestia, consumen a lo bestia, destruyen el lugar que habitan y secan la fuente de la vida en dos telediarios, mueren matando y matan muriendo de la manera más idiota, y es un genocidio sobre todo cuando el sistema pulgón fashion se reproduce en la humanidad capital-consumista cegata.
Es el colmo de la cretinez no aprender de la experiencia, de la misma Naturaleza, como de las inmensas meteduras de pata que históricamente nos han traído hasta esta hecatombe global, y repetir la misma inercia descerebrada durante siglos y siglos de garrulismo impenitente, drogados por la misma sustancia gilipollesca y destrozapulgones. Esta imbecilidad de ser humanos con comportamientos de pulgón se curaría si se comprendiese la reencarnación y se atasen cabos...Si la energía no se crea ni se destruye, está claro que la muerte es solo un cambio de densidad en ella, en la medida que hay conciencia esa energía muta y adopta formas nuevas a la altura energética del cambio que se haya ido implementando a lo largo de la existencia, en las que manifestarse, es decir, que hay un vínculo imborrable entre lo que somos y lo que hacemos, por eso volvemos una vez y otra al mismo escenario existencial, como los pulgones, y mientras no descubramos y experimentemos esencialmente que somos otra cosa, nuestro destino es el mismo de la pulgonería: consumir a lo tonto lo que pillamos sin desarrollar planos más amplios de la existencia y del conocimiento íntimo del sí mismos, que nos libera y es el nosotros y el hábitat, en el mismo tiempo y espacio cuánticos. Es el puzle ilimitado de la conciencia, en el que experimentamos la facultad extraordinaria de la libertad para cambiar la óptica y la comprensión de la unidad entre lo que somos y lo que elegimos experimentar a cada momento.
Observando la trayectoria florentina que en el caso de la explotación solar-fotovoltaica ha cambiado de etiqueta convirtiendo al Castor en Cobra (aunque tal vez ese "cobra" no sea un reptil, sino el imperativo del verbo "cobrar", que es lo que el prototípico autor lleva in mente en todo lo que hace), se comprende que no ha habido ningún aprendizaje y que la vocación exterminadora pulgónico-empresarial sigue intacta; es decir, que si no lo remediamos, el mismo destrozo que se ha causado al medio ambiente con las energías tóxicas, continuará creciendo con el exterminio del medio ambiente terráqueo, ya que las placas solares, que mediante el autoconsumo no ocuparían nada más que un pequeño espacio urbano o rural, en las viviendas, se convierten en invasoras gigantes de la Naturaleza, en okupas de los campos de cultivo, que privarán a los seres humanos de producir alimentos sanos y biológicos de cultivo sostenible y del intercambio comercial de sus productos vegetales como trabajo remunerado, cultivando cereales, legumbres, verduras, frutas fresca, frutos secos, olivares y viñedos, pasto para el ganado, leche, huevos, plantas medicinales, etc...Habrá un encarecimiento de estos productos que los mismos empresarios de todo acapararán creando empresas de productos artificiales sutitutivos, sintéticos, que nos encalomarán como una maravilla de la tecnología conseguida por ordenador. Seguirán siendo cuatro gatos chupando del bote global. La pobreza de diseño industrial será el modelo de vida terrestre. Una legislación única gobernará los intereses de la élite, sostenida por el trabajo mecánico e informático y ya desprovisto de conciencia, del resto de la humanidad, convertida en un Auswitzch chulísimo, lleno de pantallas y series de pensamiento teledirigido en las que engancharse para olvidar la miseria del trabajo de esclavos autómatas, y la muerte asistida cuando ya no se pueda resistir más una vida sin vida se convertirá en una inversión, en el plan fondo de pensiones para todos.
Si no queremos algo parecido como futuro de larga extinción planetaria, no aceptemos estas barbaridades de los mismos perros con distintos collares simulando una repentina conversión al ecologismo y al respeto por la vida. Que se lo pregunten a los agricultores que tendrán que esforzarse en conservar sus tierras y en resistir las ofertas abundantes que les llegarán para despojarles de su patrimonio natural con la excusa de que la energía solar es maravillosa y muy necesaria. No olvidemos que lo más limpio y necesario puede convertirse en lo más perjudicial y ruinoso para todas en las manos equivocadas de la piratería capitalista sin alma, pero con los bolsillos sin fondo. Menudo plan Huxley-Orwell fashion nos están preparando los pulgones chupópteros, los cobras y los pirañas de siempre vestidos de Mary Poppins ecologista para la ocasión. Lástima que su carnaval ya esté a punto de cumplir la fecha de caducidad. Hay más conciencia despierta de lo que parece y aunque no hayan caído en la cuenta, sus abusos y malos tratos a los seres humanos, mediante la banalidad del mal, también están formando parte del instinto consciente de bifurcación y salida del agujero negro desalmado y sin más futuro que un finiquito en diferido.
15M, vuelve a la calle y a la organización activa, porfa, gradúa las gafas sociales de ver para poder leerles la cartilla, te necesitamos como energía correctora y despertadora de gobiernos adictos a la marihuana y a la cocaína del ppoderío alucinógeno. Que están colgaos y ni se coscan. ¿Para qué coscarse, si las paganinis que apechugamos somos nosotras, verdad? Inolvidable, a propósito, la observación desgarradora de Tucídides, el historiador griego del siglo V a.C. "Los fuertes hacen lo que pueden, pero los débiles sufren lo que deben"
El nuevo fenómeno de las energías renovables en España: macroplantas solares de 1.000 hectáreas
Anpier critica la concentración de poder de algunas compañías y el impacto ambiental de unos proyectos tan grandes como 11 veces El Retiro de Madrid
"La ventaja de las plantas grandes es que están produciendo economías de escala", defienden desde UNEF, organización que incluye a las principales eléctricas
Ray Díaz/BB
En Mula (Murcia), el Grupo Cobra (ACS) de Florentino Pérez está construyendo una megaplanta fotovoltaica de 494 megavatios (MW) que va a cubrir de paneles solares una extensión de unas 1.000 hectáreas. En Usagre (Badajoz), Iberdrola pone a punto una descomunal instalación fotovoltaica de 500 MW que ocupa otras 1.000 hectáreas. Y esta misma empresa anunció la semana pasada un proyecto solar todavía más grande: se trata del parque Francisco Pizarro, que tendría 590 MW de potencia y se extendería por 1.300 hectáreas
entre los municipios cacereños de Torrecillas de la Tiesa y
Aldeacentenera. Para darse cuenta del tamaño de esta mastodóntica planta
solar, la superficie ocupada por paneles fotovoltaicos equivaldría a 11 veces el parque de El Retiro de Madrid.
Hay
muchos más proyectos de esta escala, según el listado actualizado por
la asociación Anpier. En Lorca y Puerto Lumbreras (Murcia) está muy
desarrollado el parque fotovoltaico Carril Solar,
en el que participa el holding austriaco RP Global, una instalación de
400 MW que cubre unas 1.100 hectáreas. En Talaván (Cáceres), esta
proyectado un parque de 300 MW. En Talayuela (Cáceres) otro también de 300…. Y la guinda: el Grupo Cobra participa junto a otras empresas en un megacomplejo formado por diferentes parques fotovoltaicos en los municipios de Escatrón y Chiprana (Aragón), que juntos se extenderán por una superficie que supera las 2.360 hectáreas.
Ya antes, las instalaciones fotovoltaicas españolas eran las mayores de Europa, como la de Villar de Puertollano (Ciudad Real) de 2009, con
70 MW de potencia y una extensión de 175 hectáreas. Sin embargo, en
este nuevo boom de energías renovables en España estas plantas solares
están superando ampliamente el tamaño de las que antes eran grandes. Sin
duda, esto supone un fuerte impulso a las energías limpias y a la
creación de empleo. Sin embargo, una parte del sector fotovoltaico del
país está en contra de este modelo de crecimiento.
"Esto no es tan bueno como parece, en primer lugar, por la concentración de poder", incide Miguel Ángel Martínez-Aroca, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier),
la organización que agrupa a muchos de los pequeños inversores solares
que perdieron sus ahorros por el recorte retroactivo a las primas a las
renovables de hace unos años. "Estas grandes compañías eléctricas y
grandes fondos de inversión quieren repetir el modelo de concentración
de poder al que están acostumbrados, pues ya fueron los promotores y
gestores de las centrales hidroeléctricas, las plantas nucleares… lo que
les ha reportado enormes ingresos. Solo saben trabajar así, no dejando
ninguna oportunidad para la pequeña y mediana empresa local".
Si
se toma como ejemplo el macroproyecto Francisco Pizarro de Iberdrola,
esta compañía asegura que la inversión para construir 590 MW sería de
300 millones de euros, lo que significa cerca de medio millón de euros por megavatio, unos costes impensables hace unos años e inalcanzables para otros inversores más pequeños. Para José Donoso, director general de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF),
organización solar en la que están las grandes eléctricas, este es uno
de los puntos más positivos de las macroinstalaciones: "Todo tiene sus
ventajas e inconvenientes, la ventaja de las plantas grandes es que
están produciendo economía de escala", incide. "Nosotros no estamos en
contra de las plantas grandes".
Para aquellos que piensan que la transición energética supone una oportunidad de dar mayor participación a los particulares y democratizar el sector de la energía, estas macroplantas significan todo lo contrario. "Están intentando convencer a todas las administraciones para que autoricen estas monstruosidades de proyectos bajo la falsa justificación de que a gran escala el precio de la energía va a ser más barato", destaca Martínez-Aroca. "El que le salga más barato al promotor en la construcción no garantiza un menor precio de la energía en el mercado, solo garantiza un mayor beneficio para la empresa promotora, están confundiendo a la opinión pública al decir que van a ser más competitivas para el precio de la energía".
Para
el presidente de Anpier, "lo grande excluye a lo pequeño, pues todas
las líneas de alta, media y baja tensión acaban en nudos con una
capacidad máxima establecida por Red Eléctrica". "Cuando el nudo llega a
su máximo se cierra y ya no se dan más oportunidades de conexión
absolutamente a nadie. ¿Qué hacen estos macroproyectos? Investigan qué
capacidad disponible tiene el nudo para solicitar el máximo".
"Hay una tercera cuestión: el impacto ambiental y visual
de ocupar 1.000 o 2.000 hectáreas con cristal es un auténtico
disparate. Los parques más pequeños son más fácilmente integrable",
recalca.
En el resto del mundo, se están construyendo
este tipo de plantas o incluso todavía mayores en países muy extensos,
como EEUU, México, India o China. En ese último caso, cuentan en el desierto de Tengger
con una planta de 1.547 MW, bautizada como la 'Gran Muralla Solar'. "Si
esto no se da en otros países europeos es porque en España tenemos
suelo disponible, es nuestra riqueza", destaca Donoso, que asegura que
esto es también una oportunidad para la España vaciada.
Con
todo, el director general de UNEF está de acuerdo en que
concentraciones excesivas no son buenas desde el punto visto económico.
"Hay que dejar hueco para que otra gente participe en otras ligas",
señala Donoso. "Sí creemos importante que haya oportunidades para todos,
también para los pequeños promotores, por eso hemos pedido al Gobierno
que haya subastas especiales en las que se deje al menos un 20% de la
potencia que se saque para instalaciones menores de 10 MW".
Sobre
estas subastas especiales, Martínez-Aroca, considera que sería un
primer paso, pero duda de que sea la solución. "Lo pequeño es lo que
redistribuye la riqueza, dando oportunidades a muchas pymes, autónomos
locales, anclando la economía. Eso no lo hace el grande. El grande
construye, genera trabajo en la construcción y la explotación se va a
una cuenta que, con mucha suerte, está en una capital de nuestro país,
cuando no en terceros países" comenta el presidente de Anpier.
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