Fridays for future Los estudiantes se plantan frente al Congreso para denunciar la crisis climática: "¡No hay planeta B!"
Cientos de jóvenes se han manifestado en Madrid para
reclamar medidas contra el calentamiento global. Las protestas se
inscriben en el movimiento europeo Fridays for future, encabezado por la
activista sueca Greta Thunberg.
El planeta dice basta. Lo hace a través de las gargantas de cientos de jóvenes que salen a las calles de Europa para reclamar justicia climática. Una juventud que, de la mano de la activista sueca Greta Thunberg, está visibilizando las faltas de actuaciones políticas para frenar el calentamiento global. Este viernes las protestas han llegado a España
por segunda vez, pero lo han hecho de una manera especial, después de
que un centenar de estudiantes se plantará frente al Congreso de los
Diputados al grito de "¡No hay planeta B!".
Concentrados bajo una estatua de Miguel de Cervantes y
con la mirada puesta en la fachada principal del Parlamento, los
jóvenes se han ido agrupando en una sentada simbólica, pero ruidosa. "Ni un grado más, ni una especie menos",
gritaban a coro. Irene Rubiera, estudiante de derecho de 19 años, es
una de las portavoces principales del movimiento en la capital y, como
muchos de los asistentes, nunca ha militado en ninguna organización. Su
voz es nueva en el ecologismo, sin embargo, tal y como apunta, su edad
le da la suficiente autoridad como para reclamar cambios en políticas
medioambientales: "Cuando mi generación sea adulta ya no va a quedar nada que salvar".
El carácter transversal de la protesta tiene el
respaldo respetuoso de partidos como Equo, Ecologistas en Acción o
Greenpeace, que han dado un paso atrás para dejar que los jóvenes
protesten y reclamen acciones que les garanticen un futuro digno.
"Parece mentira que sean los jóvenes quienes tengamos que salir a pedir cambios y que los gobiernos no hagan nada"
En
cualquier caso, los jóvenes ponen en el foco mediático la inacción de
la clase política. "Parece mentira que sean los jóvenes quienes tengamos
que salir a pedir cambios y que los gobiernos, que ya sabemos que son
cómplices de las grandes corporaciones, no hagan nada", comenta Rubén
Gutiérrez, un estudiante de Relaciones Internacionales que se ha unido a
la manifestación.
"Teresa Ribera, la ministra saliente del PSOE, tiene
que luchar contra la oposición de su propio partido para sacar adelante
la ley de cambio climático”, denuncia este estudiante, para añadir que
"hay personas puntuales que sí están a la altura de la situación, como Juantxo López Uralde", que ha mostrado su apoyo a este movimiento estudiantil emergente en España.
Mario, estudiante de un doble grado de Relaciones
Internacionales y Ciencias Políticas, va al fondo de la cuestión y
reclama una transformación del modelo económico. "Más allá de etiquetas,
está claro que, si no reclamamos una regulación y nos aseguramos
cambios en este modelo productivo, que es insostenible, todo se irá al carajo”, explica a este diario, el joven activista de veinte años.
"¿Por qué me sumo a esto? yo creo que lo que
realmente hay que preguntar es por qué no se ha unido aún el resto de la
gente", opina Sara Gutiérrez, cuya formación académica, Filología
Hispánica, nada tiene que ver con el medio ambiente. "Solo nos quedan
dos opciones: actuar o resignarnos, y no creo que esta última sea la
opción adecuada", espeta.
Todos los jóvenes, entre los 18 y los 26 años, tienen
claro que el acto de hoy es sólo el primero de muchos y dejan claro a
los medios que seguirán en las calles, todos los viernes del año, hasta
que se tomen medidas efectivas que garanticen que se van a frenar las
emisiones de efecto invernadero. "Hay que legislar ya contra el cambio
climático", zanja Fernando Justa, uno de los portavoces principales del movimiento.
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